Lineamientos para la definición de la Oferta Educativa 2010 Introducción: Varios son los ejes que se entrecruzan en el abordaje del tema. En primer término debemos hablar del concepto de posibilidad. La oferta es posible, cuando reúne los requisitos básicos de factibilidad: RRHH; equipamiento, infraestructura. Presupuesto y un espacio adecuado para el desarrollo de las Prácticas Docentes y de las Prácticas Profesionalizantes, según las exigencias de los nuevos diseños curriculares. En segundo lugar, aparece el concepto de necesidad que, si bien en su origen es un concepto ligado a la subjetividad, alcanza nivel objetivo al ser plasmado en el marco de un Proyecto. Cuándo se hace necesaria una oferta, nos lleva a indagar sectores de la vida comunitaria que determinen un espacio vacío en el que deberá impactar. La calidad del espacio determinará, en última instancia, las características de la misma. Es bueno apuntar que no todo lugar vacío puede ser ocupado por el hecho educativo. Lo fundamental, en la definición del espacio, es la capacidad de movilizar, cambiar, mejorar, redefinir otros espacios ocupados. No es función de la educación formal rellenar huecos o carencias que se producen en la comunidad por incidencia de factores que le son ajenos o que en sí mismos carecen de capacidad movilizadora. Sin esta capacidad esencial no podremos afirmar que la oferta sea necesaria y, mucho menos, que sea pertinente, adecuada. Que la misma esté dirigida a la formación de formadores o a la de técnicos no cambia el eje de la cuestión, sólo que, en los últimos, deberá orientarse hacia la formación de egresados capaces de generar sus propios emprendimientos. La vieja impronta de generar técnicos para que se desempeñen como auxiliares de profesionales o como dependientes en empresas estatales o privadas, va dejando lugar al concepto aludido, en la medida en que la oferta se encamine hacia el área de la producción y el trabajo, más que hacia el área de servicios. En tercer lugar, la oferta debe responder al concepto de perfil institucional. Entendemos por tal al que le da características que lo hacen perfectamente identificable en la comunidad local o distrital en la que está inserto. La primera y fundamental es la determinada por la calidad educativa alcanzada. Esta calidad está determinada por el aquilatamiento de saberes, producto de la reflexión sobre los resultados obtenidos en el desarrollo temporal del proceso de enseñanza/aprendizaje. La segunda, es el campo del conocimiento dentro del cual desarrolla su actividad. Desde este punto de vista, podemos decir que es conveniente la permanencia de la oferta en un área del saber. Este cuarto concepto nos brinda la posibilidad de variar o reflexionar la oferta a partir de un área constante de conocimiento. El quinto concepto a dilucidar es el de la demanda educativa. ¿Es adecuado pensar que una oferta se legitima a partir de una demanda constante? En todos los casos, no. Lo que legitima la permanencia en el tiempo de una oferta educativa es la correspondencia entre la demanda y la inserción laboral de los egresados y, en este sentido, podemos afirmar que la mirada institucional debe estar muy atenta a este fenómeno, porque de él dependerá su crecimiento y fortalecimiento en la comunidad a 1 la que pertenece. Esto que decimos vale también para el establecimiento de una nueva oferta. No siempre la demanda de creación de una Carrera es adecuad desde el punto de vista de la inserción laboral. No tener en cuenta este factor da como resultado, muchas veces, no sólo que el egresado no entre por años en el mundo laboral del trabajo, sino en pos de él deba salir de su distrito o de su región. Esto que decimos tiene valor tanto para las Carreras docentes, cuanto para las técnicas. Es legítimo pensar que dentro de un universo tan cambiante como el que nos toca vivir y aún nos alcanza, no es tarea sencilla llegar a determinar la futura inserción laboral del egresado, porque el futuro se construye a partir del presente. Pero éste es el punto en el que debemos hablar de la racionalidad de la oferta, como el sexto concepto a tener en cuenta, que se desprende, además, de los enunciados presentes (una oferta que tenga en cuenta la posibilidad y la necesidad, con las consideraciones que de ellas hemos hecho, deviene en una oferta racional). Para hablar en términos de racionalidad, una oferta no puede de dejar de tener en cuenta, en su base, las características del entorno donde está enclavada la institución educativa, a saber: económicas, culturales, población, población media de potenciales alumnos, oferta educativa de instituciones oficiales, privadas, universitarias y no universitarias, etc. Considerando lo expuesto se solicita a nivel institucional, tener en cuenta: - Proyección de la oferta 2010, según presupuesto 2009 Apertura de nueva carrera ( en el caso de existir necesidad del recurso a nivel regional ) por cierre de otra existente Proyección de matrícula 2010-2011 con relación a la capacidad física institucional existente. 2