contenido 7 12 Crédito en el sector agropecuario. ¿Dónde está el problema? Congreso: inexplicables contradicciones sobre la seguridad alimentaria 10 14 Los paquetazos de reactivación económica amenazan el concepto del bien común Cambio climático y la COP20: ¿Qué está en juego? Bruno Revesz, descansa en paz Foto archivo Cepes Bruno Revesz falleció el pasado viernes 21 de noviembre. Nos deja uno de los personajes más queridos en el mundo de los agraristas por su compromiso social, su brillantez, su sentido de la amistad y por sus aportes al conocimiento del mundo rural. Francés de origen, sacerdote jesuita, piurano por decisión y cariño a esa tierra, fue un ejemplo de intelectual socialmente comprometido. Bruno va al reencuentro de varios agraristas que nos dejaron en tiempos recientes. Hace cuatro años falleció José María Caballero. Antes se nos había ido Bertha Consiglieri. Hace muy poco, Cucho Arias. Orlando Plaza, hace apenas unos meses. (Manuel Chiriboga no era peruano, pero como si lo fuera.) Tuvimos la inmensa suerte de vivir directamente una de las experiencias sociales, políticas y personales más ricas, en las décadas de 1970 y 1980. Fueron años en los que todos nos sentíamos parte de una lucha colectiva por ideales comunes de más justicia, más equidad, más 2 democracia, más ciudadanía; en los que había una real alianza entre partidos de izquierda, intelectuales de izquierda, campesinos y obreros organizados. Compartíamos la utopía de un Perú futuro sustentado sobre valores. Nos hicimos amigos en esas circunstancias. Más que amigos. No podría haber más distancia entre ese periodo de grandes ambiciones que movilizaba todas nuestras energías y los apolíticos años presentes, en los que toda utopía ha sido aplastada por un único objetivo: el crecimiento económico medido por el incremento del PBI. Ninguno de los mencionados, ni muchos de los que aún estamos en este mundo, nos sometimos a los nuevos sentidos comunes que consideran que el debate de ideas y el debate !"#$%&'(!#$ % !)%*#+,-!%.!(/0,1!2%3+$%,)0$#4$#$% con el engañoso objetivo de formar parte del «primer mundo» dentro de quince años. Fernando Eguren LA REVISTA AGRARIA / 168