La “ciberadicción”,¿Qué se entiende por adicción a Internet? La cibernación, también conocida como Desorden de Adicción a Internet. la ciberadicción es relativamente nueva y quizá por ello aún no ha sido aceptada por Asociación Americana de Psicología. Sin embrago, es una realidad que no se puede negar, ya que su gravedad es similar a otras adicciones y requiere de igual atención. ¿Qué se entiende por adicción a Internet? Cada vez es más común ver niños, adolescentes, jóvenes e incluso adultos sumergidos en la Internet, padeciendo una “dependencia” a los computadores y demás mecanismos electrónicos que permiten estar on-line. Un usuario accede a la red para ingresar a la infinidad de servicios que allí se ofrece. Sin embargo, se considera que hay algo fuera de lo normal cuando: los tiempos de navegación van aumentando hasta volverse incontrolable, se presenta una “conexión compulsiva” o necesidad para conectarse varias veces al día, se pierde la noción del tiempo, el apetito, el interés por las relaciones interpersonales físicas, se abandonan responsabilidades, se cae en el aislamiento, entre otros. Dentro de la ciberadicción, se encierran otras dependencias como la adicción al sexo, pornografía y al juego. En este caso, hay dos tipos de adicciones que deberán ser tratadas. Síntomas de ciberadicción Se han establecido ciertas señales de alarma que indican una situación anómala: Necesidad de incrementar notablemente la cantidad de tiempo en Internet para lograr satisfacción. Agitación psicomotora. Ansiedad y asilamiento. Pensamientos obsesivos acerca de lo que estará sucediendo en Internet. Fantasías o sueños a cerca de Internet. Movimientos de tecleo voluntarios o involuntarios. Abandono de los deberes escolares o profesionales. Malestar o deterioro en las diferentes áreas: social, escolar, laboral, familiar u otra importante. Acceso a Internet con más frecuencia o por periodos más largos de lo que inicialmente se pretendía. Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el uso de Internet. Dedicación de mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet (comprar libros sobre Internet, probar nuevos navegadores, indagar sobre proveedores de Internet, descargar material relacionado, etc.) Alejamiento o reducción de actividades sociales, ocupacionales, recreativas, a causa del uso de Internet. Disminución en el tiempo de sueño nocturno. Dificultades familiares. Impuntualidad para llegar a las citas acordadas. Sentimientos de abandono de personas significativas. ¿Cuándo existe adicción? Según el psiquiatra Francisco Alonso Fernández señala que los problemas aparecen cuando “existe una absoluta necesidad de desarrollar esa actividad y se experimenta ansiedad si no se lleva a cabo”. Otro criterio para aseverar que existe adicción, es la presencia de consecuencias negativas producidas por el hábito; tal como sucede con las ya conocidas adicciones (drogas, alcohol, tabaco, sexo, juego, compras): cambios nocivos de comportamiento, perjuicios en la salud, alejamiento de la sociedad, incapacidad para relacionarse con los demás, dependencia total del computador e Internet, dificultades económicas, conflictos familiares, laborales, etc. No obstante, es hasta el momento un hecho confuso determinar cuando un usuario es adicto o no a Internet. Por el momento, el Doctor Kimberly S. Young, experto en el tema, propone un cuestionario que ayuda a acercarse al verdadero diagnóstico: ¿Se siente preocupado con Internet (pensamientos acerca de la última conexión o anticipa la próxima sesión)? ¿Siente la necesidad de incrementar la cantidad de tiempo de uso de Internet para lograr la satisfacción? ¿Ha hecho repetidamente esfuerzos infructuosos para controlar, reducir o detener el uso de Internet? ¿Se ha sentido inquieto, malhumorado, deprimido o irritable cuando ha intentado reducir o detener el uso de Internet? ¿Se queda más tiempo conectado de lo que inicialmente había pensado? ¿Ha perdido o puesto en peligro alguna relación significativa, trabajo, oportunidad educativa o profesional debido al uso de Internet? ¿Ha mentido a los miembros de su familia, terapeuta u otros para ocultar su grado de implicación con Internet? ¿Usa Internet como un medio de evadirse de los problemas o de aliviar un estado de ánimo disfórico? De acuerdo con estos criterios, se considera adicto si responde afirmativamente a 5 o más de los ítems anteriores, no obstante, se tendrá que acompañar de un estudio psicológico, hecho a profundidad que corrobore la información. Finalmente, como padres y educadores estamos en la tarea de vigilar a nuestros hijos y evitar que padezcan la ciberadicción. No obstante, ellos siguen los patrones que ven en casa, así que como adultos debemos dar ejemplo de nuestras sanas conductas y buen uso de las nuevas tecnologías. Fuentes: netaddiction.com, ciberfamilias.com