Tema: Seis Lecciones de Fe Texto: Daniel 3:1-30 29 Enero 2012 Pastor Senon Marquez Introducción I. El decreto contra la fe (vs. 1-7). Ø La construcción del ídolo, Nabucodonosor levanto una estatua a si mismo, a su propio honor, orgullo, y a su dios Babilónico. Ø Las presiones y amenazas (v.6). Ø El edicto del rey, es un decreto de adoración universal (v.7). Este hombre había traspasado los límites de su autoridad como rey, quería gobernar a la fuerza las conciencias de la gente. En los siguientes partes de nuestro capítulo 3 de Daniel notamos el verdadero amor a Dios y la verdadera fe en Dios. Estos tres hebreos habían sido fieles al Señor, que no se había inclinado a la estatua, que no había intentado llamar la atención sobre sí mismos, no había piquetes en la asamblea, no había enviado panfletos denunciando la actividad de Nabucodonosor, que habían organizado ningún grupo nacional de los creyentes judíos en protesta por la imposición de esta en su derecho, pero no había estado de acuerdo con lo que Nabucodonosor había ordenado. II. La acusación contra la fe (vs. 8-12). III. Ø Ø Ø Ø Ø Las amenazas contra la fe (vs. 13-15). Investiga el caso ¿Es verdad. Yo no lo creo? Le hace una promesa Una amenaza de castigo, presión psicológica N. Hace un desafió al Dios de... IV. V. La respuesta de la fe (vs. 16-18). ¿Porque la fe responde de esta manera? 1. Porque la fe es: Certeza y convicción (Hebreos 11:1). 2. Por que la fe es “estar en la expectativa de lo mejor”. 3. Por que es creer en lo que Dios dice (Romanos 10:17). La prueba de la fe (vs. 19-23). La ira (Rabia) del rey. Ø Todas las personas que han vivido por fe, han sido probados por Dios. Ø Estos versos revelan la fidelidad a Dios en lo que el ha mandado en su palabra, el decreto de Nabucodonosor muestra la violación al primero y segundo mandamiento (Éxodo 20: 3-6) 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. VI. La recompensa de la fe (vs. 24-30). No sufrieron ningún daño (La intervención de Dios) (v.27) Ø El fuego perdió el efecto de quemar La presencia de Jesús (v. 24-26). Ø Dios no te dejara solo, Hebreos 11:33, Daniel 6:22 El testimonio de su fe (v.28- 29). La promoción por la fe (v. 30). Conclusión Las consecuencias están en las manos de Dios, ser fiel es nuestra misión. ¿Por cuales fuegos Dios te esta pasando Jesús? ¿Cuáles son los Nabucodonosores que enfrentamos hoy? Dios hace todas las cosas para bien de los que le aman. 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. 43:3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. 43:4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. 43:5 No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Isaías 43: 2-5 Puede confiar en que Dios y darle gracias en tiempo de necesidad y permanecer fieles a Él, no importa lo que pase. 66:1 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. 66:2 Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza. 66:3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!. Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. 66:4 Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre. 66:5 Venid, y ved las obras de Dios, Temible en hechos sobre los hijos de los hombres. 66:6 Volvió el mar en seco; Por el río pasaron a pie; Allí en él nos alegramos. 66:7 El señorea con su poder para siempre; Sus ojos atalayan sobre las naciones; Los rebeldes no serán enaltecidos. 66:8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, Y haced oír la voz de su alabanza. 66:9 El es quien preservó la vida a nuestra alma, Y no permitió que nuestros pies resbalasen. 66:10 Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. 66:11 Nos metiste en la red; Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. 66:12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el agua, Y nos sacaste a abundancia.