Estados Unidos: dudas acerca de las ventajas de los ordenadores en la escuela Los programas de compra de ordenadores –conocidos como “one-to-one”– para estudiantes de secundaria de Estados Unidos se extendieron hace cinco años con el objetivo de suprimir la brecha digital que separaba a los que tenían computadoras en casa de los que no. Según un análisis de mercado de Parks Associates, el 72% de los hogares estadounidenses tienen ordenador. No obstante, los defensores de aquellos programas insisten en que es importante seguir extendiéndolos porque permite a los alumnos desarrollar destrezas necesarias en el colegio y en el trabajo, y a los profesores valerse de nuevos métodos de enseñanza sin necesidad de desplazarse a las aulas de informáticas. Las empresas informáticas, en especial Apple y Dell, han estimulado la aparición de estos programas y han firmado importantes contratos con los colegios. Por su parte, los colegios han dado todas las facilidades para poner en marcha los programas de “un portátil por alumno”. Según la Anywhere Anytime Learning Foundation, 500.000 alumnos estadounidenses se benefician actualmente de esos programas y cada año aumentan un 15% los participantes. La financiación de los programas no ha sido difícil: en Michigan y Texas, por ejemplo, han contando con decenas de millones de dólares del gobierno federal; en otros lugares son los propios colegios los que han dado facilidades a las familias; existen fórmulas de “leasing”, etc. Como consecuencia, una familia con dificultades económicas puede disponer de un portátil iBook para alguno de sus hijos por solo 78 dólares. Se habla desde hace años de las grandes posibilidades de la informática en la escuela pero los estudios todavía no dan muchas pistas. El Texas Center for Educational Research ha publicado los resultados preliminares de un estudio sobre el impacto de los portátiles en los colegios de secundaria del estado. En resumen, el uso de la tecnología mejora la actitud y el comportamiento de los alumnos pero no ha tenido impacto en los resultados. Las hipotéticas ventajas todavía no están probadas. En cambio, muchos padres han experimentado que la facilidad de acceso a la tecnología ha contribuido a que se le dé un uso inapropiado: los estudiantes emplean tiempo de clase a charlar con los amigos a través de los programas de mensajería instantánea; a enviar e-mails; a gastar demasiado tiempo en diseñar presentaciones; no saben investigar fuera de Google; tienen más posibilidades de visitar sitios de Internet inapropiados, etc. Como consecuencia, algunos padres han borrado a sus hijos de los programas “one-to-one”, informa The Wall Street Journal (31-08-2006). ACEPRENSA