Fundamentos del proyecto, objetivos y organización “Que en todo la Iglesia sea Misionera” MISIÓN ¡ALÉGRATE! Vicaría Pastoral Juvenil Diócesis de Talca Introducción Acogiendo el llamado que nos hace la Iglesia universal a ser discípulosmisioneros y, además, haciéndonos parte del impulso misionero de nuestra Diócesis, que se ha declarado en estado de misión, como Pastoral Juvenil diocesana deseamos crecer en nuestra identidad misionera al servicio del anuncio del Reino. Mirando la realidad de nuestra Diócesis, hemos visto que muchos jóvenes se han animado a asumir un rol en esta línea y que tienen un gran deseo de contagiar la alegría del Evangelio. De hecho, actualmente, varias parroquias han asumido el compromiso misionero por sí solas o uniéndose con otras, inclusive como zona pastoral, para llevar a cabo misiones en distintos lugares. En el año 2014 nació la idea de que todas las experiencias juveniles de misiones de verano pudieran crecer en comunión. Esta unidad implicaría que los equipos responsables de cada lugar de misión se reunieran y planificaran en conjunto los rumbos que esto llevaría. En efecto, durante el segundo semestre del 2014 hubo algunos encuentros entre estos equipos, donde comenzaron a trazarse algunos lineamientos comunes. Con el paso del tiempo, este deseo de comunión misionera ha ido tomando forma hasta llegar a lo que se ha propuesto actualmente: conformar una comisión juvenil diocesana de coordinación de misiones, el que facilitará la coordinación de los equipos de trabajo mediante la preparación de orientaciones y materiales necesarios para poder implementar una buena misión. Y así nace “Misión ¡Alégrate!”. A lo que nos llama la Iglesia Recordando que todos los bautizados estamos llamados a participar de la misión de la Iglesia, nuestra Iglesia Diocesana de Talca nos hace tres invitaciones principales: 1) Ser una Iglesia que vive la comunión y la participación: llamados a desplegar nuestra vida de bautizados asumiendo la misión como propia, y en comunión con los demás miembros de la Iglesia y con nuestro Obispo. 2) Ser una Iglesia misionera al servicio del Reino, una Iglesia en salida, que sale de la propia comodidad, de los muros de nuestros templos, y va al encuentro de aquellos que necesiten la luz del Evangelio. Una Iglesia que no se anuncia a sí misma sino al Reino de Dios, con gestos y palabras como lo hizo Jesús. Queremos hacerlo en todo momento y en todo lugar, teniendo conciencia de las necesidades y códigos de comunicación actuales. Que no nos baste con ser misioneros una semana en el verano, sino que también serlo en la parroquia, en el trabajo, colegio, universidad, en la familia, ¡en todas partes! 3) Ser una Iglesia que vive en una renovación espiritual permanente fundada en el encuentro con Jesucristo, que renueva la vida y hace brotar la alegría y la paz con que se anuncia su Buena Noticia. En resumen, queremos salir a anunciar el Reino, la Buena Noticia de Jesús, a todos nuestros hermanos, especialmente a aquellos que más necesitan la luz del Evangelio. Para esto podemos recurrir a varias estrategias, como por ejemplo el uso de las redes sociales, los gestos de solidaridad y la visita a las familias. Es bueno recordar también que el anuncio del Reino no implica sólo palabras, sino también nuestras actitudes: debemos dar testimonio creíble de nuestra fe, principalmente, con nuestras propias vidas. Pilares de la Misión ¡Alégrate! La gran meta es que nuestra Pastoral Juvenil sea misionera. Para esto, todas nuestras acciones tendrán como sustento tres pilares fundamentales: 1) El encuentro con Jesús: el encuentro con Jesús es fundamental. La fe, que recibimos como semilla en el bautismo, requiere ser cultivada y madurar para dar frutos. Nuestra fe está puesta en Cristo muerto y resucitado, y para que esta fe sea realmente sólida, necesitamos fundarla en el encuentro personal con Jesucristo. Sin éste, todo lo que hacemos sería como construir un edificio sin cimientos: no tendría sustento ni posibilidad de permanecer en el tiempo. La misión debe ser una oportunidad para propiciar este encuentro, especialmente en aquellos que están comenzando su camino misionero. Es bueno también recordar que así como una relación de amigos, en donde es necesario conocerse, dialogar y visitarse, también la relación del misionero con Jesús requiere estos elementos: conocerlo a través del Evangelio, conversar con Él en la oración, unirnos a Jesús en la Eucaristía (sacramento del Cuerpo y Sangre de Jesús, del que somos partícipes en la misa y al que podemos contemplar a través de momentos de adoración al Santísimo Sacramento del Altar), y servir a Jesús en los sufrientes y marginados . En efecto, la misma misión favorece el encuentro personal con Jesús y la alegría de ser sus discípulos-misioneros. 2) La Virgen María: gracias al sí de María, Dios se hizo hombre a través del Hijo y habitó entre nosotros. Esta respuesta de María, quien confió en el proyecto de Dios para su vida, es la que también nosotros queremos dar. Nos ponemos bajo el amparo de María para estar dispuestos a acoger la voluntad de Dios y unirnos a su obra de salvación de toda la humanidad, así como lo hizo ella. ¡Señor, estamos dispuestos a aceptar tus designios e ir donde nos envíes para anunciarte con alegría! 3) Servir al Reino: como misioneros, acogemos el llamado de hacernos operarios de la cosecha del Señor. Queremos servir al Reino de los Cielos ya presente en medio nuestro, deseamos ardientemente anunciar la Buena Noticia de Jesús con nuestros gestos y palabras. Uniéndonos a la misión de la Iglesia, queremos cooperar para que cada hombre y mujer pueda gozar de la alegría del encuentro con Jesús y que nuestro mundo pueda crecer cada día más en justicia, fraternidad y paz. Objetivos de la Misión ¡Alégrate! El objetivo principal de toda misión es uno: anunciar el Evangelio a todos los pueblos, especialmente a aquellos que más lo necesitan. Objetivo General Promover en los jóvenes una espiritualidad al servicio del Reino de Dios, saliendo periódicamente a anunciar el Evangelio, especialmente a quienes están más alejados. Objetivos Específicos 1) Implementar en la juventud de nuestra Iglesia diocesana una nueva metodología que permita que todas las misiones (parroquiales, zonales, de centros educativos), se desarrollen en comunión y participación. 2) Ofrecer la experiencia misionera a los jóvenes de nuestra Diócesis, particularmente a aquellos miembros de las CVJ que ya han recibido el sacramento de la Confirmación, de modo de promover en ellos una espiritualidad de discípulos-misioneros. 3) Participar del impulso misionero de nuestra Diócesis: “Que en todo, la Iglesia sea misionera”. 4) Establecer un equipo diocesano de coordinación para la misión. 5) Favorecer una espiritualidad misionera permanente, promoviéndolo a lo largo del año a través de diferentes actividades. Comisión de la Misión ¡Alégrate! La Comisión Juvenil Diocesana es la responsable de ofrecer los materiales y orientaciones necesarias para que cada lugar de misión pueda llevar a cabo sus actividades adecuadamente y en comunión con los demás. También, tiene la función de asesorar a los equipos de cada lugar de misión según sus necesidades. Este equipo cuenta con los siguientes servicios: 1. Coordinación general de Misión ¡Alégrate!: su tarea es convocar a la Comisión Diocesana de “Misión ¡Alégrate!”, distribuyendo las funciones, dirigiéndolo y velando por el adecuado trabajo de cada área. Además, debe asesorar a los equipos de cada lugar de misión, especialmente a los coordinadores, para orientarlos según sus necesidades. Los coordinadores generales se renuevan cada 2 años. 2. Coordinación general de liturgia: su función es elaborar todo el material litúrgico y de oración para la misión. Esto implica la preparación de las oraciones para cada día, retiros para los misioneros, guiones para diferentes circunstancias, etc. También deben asesorar a los encargados de la liturgia de cada lugar de misión. Las personas responsables de ésta área se renuevan cada año. 3. Coordinación general de formación: su labor consiste en la preparación del material de formación a utilizar durante la misión. También debe orientar y asesorar a los encargados de formación de cada lugar de misión para el correcto desarrollo de éstas. Las personas responsables de ésta área se renuevan cada año. 4. Coordinación general de insumos: le corresponde la administración de los recursos económicos y distribución de los materiales para cada lugar de misión, según los requerimientos de éstos. Dentro de estos insumos se encuentran, por ejemplo, poleras para los misioneros, cruces, estampas, etc. Además, deben establecer contactos con auspiciadores. Las personas responsables de ésta área se renuevan cada año. 5. Coordinación general de talleres: su tarea es preparar material para la realización de talleres para las personas de la comunidad, ya sean niños, jóvenes y adultos. Este material implica actividades para realizar y temas de catequesis para los talleres. Las personas responsables de ésta área se renuevan cada año. Lugares de Misión Se refiere a cada una de las localidades donde se realizará una experiencia misionera. ¿Cómo se conforma el equipo de cada lugar de misión? Para que puedan desarrollarse adecuadamente las actividades misioneras, es necesaria la presencia de un equipo central que las organice y ejecute. Con este fin, el equipo central debe contemplar, en general, los siguientes servicios: 1. Coordinación general: su tarea es convocar al equipo, distribuyendo las funciones, dirigiéndolo y velando por el adecuado trabajo de cada área. Además, son los responsables de establecer los distintos vínculos y contactos con el párroco del lugar de misión escogido, las personas de la comunidad, etc. 2. Encargados de liturgia: responsables de la preparación de los momentos de oración en la misión (oración de la mañana, de la noche, misas, procesiones, etc.). Para esto, contarán con el material de liturgia proporcionado por “Misión ¡Alégrate!”, pudiendo modificarlo según sus necesidades. 3. Encargados de formación: responsables de la preparación de los momentos formativos para los misioneros. Esto implica contactar a personas que puedan exponer el tema formativo y generar otras instancias de formación, de manera que toda esta acción misionera sea formativa. Para esto, contarán con el material de formación proporcionado por “Misión ¡Alégrate!”, pudiendo modificarlo según sus necesidades. 4. Encargados de insumos: les corresponde la administración de los recursos económicos y distribución de los materiales durante los días de misión, según se requiera. Esto implica distribuir los materiales para talleres, momentos de formación, liturgia, etc. 5. Encargados de talleres: responsables de la ejecución de los talleres, convocando a otros jóvenes para trabajar en la realización de éstos según las necesidades del lugar (niños, jóvenes, adultos). 6. Encargados de servicio: están a cargo de la administración de la “casa” de los misioneros, distribuyendo las tareas para su mantención (aseo), organización de la cocina (que se cuente con los alimentos requeridos y realización de la minuta), preparación de un botiquín, y todo lo que sea necesario para el bienestar de los misioneros. Según la necesidad particular de cada lugar de misión, pueden existir otros servicios distintos a los aquí mencionados. Sin embargo, destacamos que para el adecuado funcionamiento, estos servicios son básicos. Otras informaciones Es importante recordar que la Comisión Diocesana está a completa disposición de todos, estando conformado por personas con experiencia que serán capaces de resolver sus inquietudes y dudas. ¡Aprovéchenlo! En cuanto a la conformación de los equipos de cada lugar de misión, es recomendable hacerlo con tiempo y escoger a las personas apropiadas para cada servicio, identificando los carismas y talentos de los jóvenes. Por ejemplo, es imprescindible que los coordinadores de liturgia y oración sean personas de profunda vida interior. Para esto pueden pedir ayuda a sus consejos juveniles y párrocos o capellanes. Contáctanos a través de Facebook.