Antes de terminar, proponles que piensen en alguien que les ha costado perdonar (o que han no han podido hacerlo)… en seguida, tomados de las manos en torno a la imagen de Jesús, recen el Padre nuestro, pidiendo al Padre Dios que también nos ayude a tener un corazón misericordioso como el de Él que perdona siempre a quienes nos ofenden. EXTRAORDINARIO Encuentro para la Peregrinación 2015 Anoten en la bitácora la frase con que dieron gracias al Señor por su misericordia. “¡Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido”(Lc 15, 6) Que en todo la Iglesia sea misionera Objetivo del encuentro Prepararnos para la peregrinación juvenil admirando el rostro misericordioso de Dios a las puertas del Año Santo de la Misericordia que nos ha invitado a celebrar el Papa Francisco Materiales - - - Cruz, Cirio y Biblia Dibujo de Jesús de pie tamaño cartulina. Pequeñas ovejas de papel, cada una con un nombre de los miembros de la CVJ. Video del Año Santo de la Misericordia: https://goo.gl/4fMRbz Video “Parábola de la oveja perdida” de Valiván” https://goo.gl/Hozg21 - Antes de comenzar… Antes que los jóvenes lleguen, ten preparado un lugar en que la imagen de Jesús de píe esté pegada en la muralla y a sus pies estén las ovejas (pueden haber más ovejas sin nombre). Y junto a esto, la Biblia con una vela encendida. Pueden comenzar viendo el video “Por qué Francisco ha convocado a un Año Santo Extraordinario de la Misericordia” Situados en torno a la imagen de Jesús con las ovejas lean Lc 15, 1-7 Comenten ¿Por qué Jesús tiene que contar esta parábola? ¿Cuál de sus acciones lo lleva a tener que decirla? Diles que tomen la oveja con su nombre y que detrás de ella anoten la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué has sentido cuando te has alejado de quienes te aman, como oveja perdida? Luego, invítalos a que anoten también lo que han experimentado si en alguna ocasión se han sentido lejos de Dios. Vean el video “Parábola de la oveja perdida” de Valiván. Luego, invítalos a que cada uno piense con qué palabras le daría gracias al Señor poniéndose en el caso de la oveja perdida y rescatada. Después de darles un tiempo para que lo piensen, pídeles que cada uno vaya pegando en los brazos u hombros de la imagen de Jesús su oveja diciendo: “Gracias Señor por tu infinita misericordia conmigo” o las palabras propias que haya elegido.