1 20/04/05 Reunión Plenaria REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE ECONOMÍA NACIONAL E INVERSIÓN Y DE PRESUPUESTO Y HACIENDA Salón Azul 20 de abril de 2005 2 20/04/05 Reunión Plenaria —En el Salón Azul del H. Senado de la Nación, a las 10 y 19 del miércoles 20 de abril de 2005: Sr. Guinle. — Es un gusto recibir al licenciado Martín Redrado en esta reunión plenaria de las comisiones de Economía Nacional e Inversión y de Presupuesto y Hacienda que presiden los senadores Marín y Capitanich respectivamente, para que informe como presidente del Banco Central de la República Argentina y conforme a la Carta Orgánica del mismo banco sobre la política monetaria, cambiaria y financiera. Le damos la bienvenida y le cedemos la palabra. Sr. Redradro. — Señor presidente provisional del Honorable Senado de la Nación, señor presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y señor presidente de la Comisión de Economía Nacional e Inversión, señores senadores, señores presentes: cuando hace poco más de seis meses este Senado confirmó mi designación como presidente del Banco Central, veíamos que el país, desde el punto de vista económico, avanzaba hacia la totalidad de su plan social, fiscal y monetario, como así también de sus planes institucionales. Por eso tomé un compromiso que hoy vengo a reafirmar. Anteriormente, el presidente del Banco Central venía una vez por año a hacer el informe correspondiente al programa monetario. Pero nuestra sensación es que para un país que quiere fortalecer las instituciones es necesario que esa comunicación fuera cada vez más asidua y, a la vez, que el Banco Central se comunicara con la sociedad a través de sus informes que brindamos, no una vez por año, sino de manera trimestral. Ese compromiso que tomé cuando me designaron es el que estamos cumpliendo en este momento. Quiero decir entonces que mi presentación va a estar dedicada a dos aspectos centrales que referencian el trabajo del Banco Central: la estabilidad de la política monetaria y la estabilidad en materia de política financiera. El primer mensaje que quiero dejar es que las políticas monetaria y financiera muestran los números más sólidos desde la salida de la crisis. Hemos dado la respuesta más profesional y más sólida tanto en materia de política monetaria como así también en materia de política financiera. Digo esto sin ninguna subjetividad y después de haber estado, como ustedes saben, las últimos dos semanas en distintos foros internacionales. Esta es la evaluación que no sólo hacemos los propios profesionales del Banco Central sino que hacen de nuestra tarea diversos organismos multilaterales y organismos privados tanto en Oriente como en Europa y Estados Unidos. Pero también lo digo porque es la primera vez desde la salida de la crisis que la política monetaria se prueba bajo estrés. ¿Qué quiero decir con esto? Que por primera vez en este primer trimestre hemos tenido algunos índices en materia de aumento de índices de precios que preocupan al Banco Central y a la población. Todos sabemos los males que genera la inflación sobre la distribución del ingreso, sobre el bienestar social de nuestra población y de ahí que esta sea la primera oportunidad en la cual la política monetaria ha sido puesta a prueba bajo estas nuevas condiciones que se han dado en nuestra economía. Tal como lo preveíamos en el programa monetario que presentamos aquí el 1º de diciembre, la política monetaria cambiaba su sesgo; el sesgo que había tenido en los años 2003 y 2004. ¿Qué quiero decir con que cambiaba el sesgo? Simplemente que se terminó la etapa fácil de política monetaria en donde había una constante emisión de dinero. También se cumplió con el objetivo central que fue retirar las cuasi monedas, ya sobre finales de 2002 y 2003, que tanto perjuicio tenían en las economías provinciales. Esto se hizo porque la demanda de dinero acompañaba y la salida de la crisis permitió una absorción por parte de la demanda de dinero como nunca antes se había visto debido a la profundidad de la crisis de la República Argentina. Esto también me lleva a alguna reflexión más técnica que quería compartir con ustedes antes de darle curso a la estructura de mi presentación. Me refiero a los efectos y los rezagos que tiene la política monetaria en materia de sus efectos sobre el nivel de precios y sobre la estabilidad de precios en general. En la Argentina, probablemente por las experiencias fatídicas que hemos tenido en materia de política económica, ha quedado mucho de ese concepto que uno de los padres de la psicología social nos dejó sobre principios del siglo XX. Me refiero a Carl Jung, quien hablaba —en contraposición al inconsciente personal de Frued— del inconsciente colectivo: aquellas cosas que quedan marcadas en el inconsciente de una sociedad. Sin duda la traumática década de los ochenta ha dejado en los argentinos esta visión tan clara que una política fiscal irresponsable acompañada por una política monetaria poco prudente, generó que la emisión monetaria se trasladara casi inmediatamente en inflación. Es por esto que he visto en los últimos tiempos a quienes no hacen una diferenciación correcta entre lo que ha pasado en la década de los ochenta y lo que está pasando en esta precisa década. 3 20/04/05 Reunión Plenaria La Argentina presenta hoy no sólo en materia monetaria el frente más sólido que puede haber presentado desde el comienzo de la crisis, sino que también lo hace en materia del conjunto de políticas macro económicas. Me refiero principalmente a la política fiscal —que es el nuevo ancla de política macro económica que tiene la República Argentina—, a un tipo de cambio flexible que nos permite adaptarnos con mayor rapidez, a los shocks externos que podamos tener —y vamos a analizar en un instante cuáles son los riesgos internacionales—, a una política monetaria provincial y también a una búsqueda de mercados internacionales que haga que las exportaciones y no el endeudamiento, como lo fue en la Argentina durante muchos años, la fuente natural de financiamiento del crecimiento de la Argentina. Por lo tanto, una cosa muy distinta es operativamente lo que ocurría en la década de los ‘80, cuando el Banco Central se daba vuelta, emitía pesos y se los trasladaba a la Tesorería para que ésta pagara salarios o a proveedores. Eso sí era una inyección directa en la economía y tenía un impacto directo en la demanda agregada que desequilibraba la producción de la demanda en nuestro país. Es bien distinta la situación que ocurre hoy. Hemos generado una recomposición de reservas. En los últimos doce meses hemos alcanzado un nuevo récord y esto es otro de los números constantes y sonantes que venimos a reportar y significa un balance del Banco Central con la mayor solidez que también ha tenido después de la crisis. Como seguramente habrá preguntas sobre esto voy a dejar este tema para debatirlo luego. Claramente lo que los economistas llamamos mecanismos de transmisión de la política monetaria hacen que haya una brecha entre los efectos que se toman en materia de política monetaria como la absorción de agregados monetarios que está haciendo el Banco Central en el último trimestre. Otros países, como ustedes saben, utilizan la tasa de interés como es el caso de Chile, México, Brasil y Estados Unidos. Nosotros, por los instrumentos que nos ha dejado la crisis, utilizamos agregados monetarios. La brecha que existe, y que todos los economistas profesionales hoy aceptan, sean ortodoxos o heterodoxos, desde que se toma una política monetaria hasta que esta tiene un efecto en la economía real, es de, por lo menos, doce meses. Por eso he querido repartirle a los señores senadores un trabajo que ha hecho el Banco de Inglaterra. Sin duda, no se lo puede tildar de un Banco Central heterodoxo. Este banco marca en un trabajo de distintos economistas profesionales, precisamente, esto que estoy diciendo. El efecto de una absorción monetaria o de la suba de la tasa de interés, por los mecanismos de transmisión que tiene la política monetaria lleva, por lo menos, de doce a veinticuatro meses para incidir sobre el nivel de precios y, de esta manera, sobre la economía real. De ahí que me parece importante tener en claro que también desde el punto de vista operativo el Banco Central cuando emite pesos lo está haciendo comprándole dólares al sistema financiero. Lo hace a través de lo que se llama el mercado mayorista. Como ustedes saben, a pesar del crecimiento vigoroso, uno de los compromisos que he tomado en el Senado de la Nación ha sido que el crédito sea uno de los ejes de nuestra gestión. También, desde el punto de vista de la solidez del sistema financiero, estamos teniendo un crecimiento del crédito del 23 por ciento en el último trimestre. Sin embargo, todavía el mercado de crédito en la República Argentina es del 8,5 por ciento del producto. Con esto quiero decir que el Banco Central compra dólares al sistema financiero, para que éste termine volcándolo en más crédito y se refleje en un exceso o no de liquidez sobre el mercado. Ven que es muy distinto lo que pasa en la década de 2000 de lo que pasaba en la década de los 80, cuando teníamos un Banco Central que se dedicaba a financiar al sector público. Esta, quizás, es la principal diferencia que nos debe poner en la misma sintonía desde el punto de vista del debate, del diálogo y de cuáles son los efectos o no de la política monetaria en el corto plazo. He notado que algunos analistas directamente vinculan la compra de dólares con la inflación. Sinceramente, esto no tiene el menor sustento técnico. No resiste el menor análisis profesional. Por eso creo que sí en esto nos perjudica el famoso inconsciente colectivo que permanece en muchos argentinos haciendo referencia a la década de los 80. Quiero decirles que hoy, tanto desde el punto de vista fiscal como desde el monetario o cambiario, la economía argentina presenta la mayor solidez de las últimas décadas. Déjenme, entonces, presentar la estructura de lo que quiero comentar con ustedes, que es, precisamente, este informe sobre la estabilidad monetaria que presenta la economía argentina, aún en condiciones distintas de las que tuvimos en los años 2003 y 2004, las previsiones que tomó el Banco Central cuando presentó el programa monetario que compartimos aquí el 1° de diciembre de 2004, que no tuvo ninguna objeción de ninguna de las dos comisiones, Voy a comenzar hablando de cuáles son los condicionantes internacionales que tiene la Argentina. Luego, hablaré brevemente de la estructura macroeconómica que tiene nuestro país. Por supuesto, después vamos a ingresar en los instrumentos de política monetaria que está 4 20/04/05 Reunión Plenaria utilizando el Banco Central, en cómo estamos analizando el proceso de aumento de precios de los últimos meses y voy a terminar con la estabilidad del sistema bancario. Vuelvo a decir que este muestra los números más sólidos desde que salimos de la crisis. Comienzo diciendo que la economía argentina está yendo hacia una economía más normalizada. Desde el punto de vista del crecimiento de producto interno bruto se puede visualizar cómo, mes a mes, se ha ido recuperando fuertemente desde la caída de la producción que tuvimos a partir de la crisis del año 2001. Sin duda, también, con la reestructuración de deuda que ha concluido el gobierno nacional. Tendrá su finalización en la primera semana de mayo. Esto muestra una economía de vitales signos de normalidad. Cuando una economía ingresa en terrenos normales, cada una de las instituciones que hacen a la formación de política económica debe actuar con un rol de absoluta normalidad. Por eso decía que se ha terminado la etapa fácil de política monetaria, cuando sólo teniendo agregados monetarios se podían cumplir tres objetivos a la vez: el de tener estabilidad monetaria, reflejado en estabilidad en precios y bajísimas tasas de interés, junto con un tipo de cambio competitivo. Claramente, con el ingreso de la economía argentina a la normalidad, cada una de las instituciones que hacen a la política económica debe ocuparse de su rol primordial y fundamental. Al Banco Central, como lo señala el artículo 3° de nuestra Carta Orgánica, le cabe el rol de reservar el valor de nuestra moneda y, por lo tanto, concentrarse en los objetivos de política monetaria y de tasas de interés. Partimos de un contexto internacional que continua siendo favorable hacia nuestro país y hacia los mercados emergentes. -Se proyecta una transparencia. Sr. Redrado.- En el presente gráfico podemos visualizar la economía mundial durante el año 2005. La primera barra corresponde al crecimiento mundial. La segunda barra a los Estados Unidos quien sigue liderando el crecimiento mundial. Luego viene Europa. Y la cuarta barra se refiere a la economía de Japón. Déjenme decirles unas palabras sobre la economía internacional, sobre todo después de haber compartido una gran cantidad de conversaciones en los últimos días con distintos colegas alrededor del mundo. El mundo está preocupado por los desbalances que tiene la economía mundial. En particular, el déficit de cuenta corriente de los Estados Unidos. Este déficit es de seis puntos del producto. Esto significa que los Estados Unidos para poder financiar su crecimiento está tomando ahorros del resto del mundo para poder financiar ese desbalance. Obviamente, esta toma de ahorros no la hace de manera compulsiva. El sudeste asiático tiene la mayor tasa de ahorro del mundo, entre el 35 y el 40 por ciento. Esos ahorros se vuelcan a la compra de títulos del tesoro de los Estados Unidos. Esto es, precisamente, lo que refleja ese desbalance. El ahorro de los países emergentes, en particular del sudeste asiático, está financiando ese crecimiento de la cuenta corriente. Lo que cualquier economista profesional señala es que esta situación no se puede mantener indefinidamente en el tiempo. Lo que todos sabemos es cómo se cura esto. Hay tres herramientas de política económica que tienen que ponerse de manifiesto en los próximos tiempos. Primero: que los Estados Unidos aumente su ahorro, tanto público como privado y para eso la política fiscal de ese país es central en los próximos doce a veinticuatro meses. Europa también tiene que realizar reformas estructurales, reformas impositivas y en sus mercados de trabajo que permita darle mayor productividad, en particular, a la locomotora de la economía europea que es, precisamente, la economía alemana. Y, en particular, el Sudeste Asiático y Japón aportar lo suyo en materia de crecimiento del consumo interno, algo que ya está ocurriendo. Sin dudas el gran interrogante mundial es esta nueva aparición de esta potencia económica que se va transformando también en potencia comercial y ahora también en potencia financiera que es la irrupción de China en el mundo financiero internacional y el rol que puede tener la apreciación de su moneda, precisamente, para que haya mayor absorción de bienes importados en aquella economía y que no sea solamente la exportación y el superávit comercial lo que haga precisamente que esa economía siga creciendo. Estas tres medidas: ajuste fiscal en los Estados Unidos, reformas estructurales en Europa, revaluación o flotación del tipo de cambio en China son fáciles de decir, difíciles de hacer. Por lo tanto, lo que podemos decir es que si bien es cierto que hacia los próximos dos años tenemos un sendero internacional favorable, la economía internacional no está exenta de riesgos y si ustedes me preguntan en términos de riesgo de largo plazo, el principal que enfrenta la economía mundial es cómo va a ir amortiguando estos desbalances. Sin embargo, en el corto plazo los dos riesgos centrales que tienen en particular las 5 20/04/05 Reunión Plenaria economías emergentes son el crecimiento del precio del petróleo y la suba de la tasa de interés. Un escenario distinto del que tuvimos en los años anteriores. En particular la suba del precio del petróleo y también las distintas necesidades que hay, hoy el mundo está reclamando, sus industrias están pidiendo una mayor producción de productos petrolíferos livianos, de combustibles livianos, cuando el mundo tiene una producción mayor de combustibles pesados, con mayor composición de sulfuro y justamente es lo contrario de lo que necesitan las industrias del mundo para crecer. Necesitan combustibles livianos y necesitan combustibles con una menor cantidad de sulfuros y esto lo que está generando es una fuerte presión de demanda que nos permite proyectar que el precio del petróleo difícilmente caiga de los niveles habituales o de lo que hemos visto en los últimos meses. También podemos decir que en el último trimestre y esto también favorece a la economía argentina, se ha consolidado una fuerte suba de los precios de la materias primas a nivel internacional. Y eso está teniendo, en la economías más desarrolladas, un incipiente impacto inflacionario. Si ustedes miran la economía de los Estados Unidos en particular, lo que se llama la "inflación de base", verán que está creciendo a nivel de 0,1 o 0,2 por ciento mensual y esto, sin duda, ha cambiado el sesgo de la política monetaria por parte de la Reserva Federal. Si ustedes miran el último informe, las minutas del Comité de Política Monetaria, se observa una creciente preocupación en los Estados Unidos por un incipiente aumento de la tasa de inflación y de allí entonces que preveamos, como prevé el resto del mercado internacional, que la tasa de fondos de la Reserva Federal probablemente hacia fin de año esté en un 4 por ciento anual, hoy está en un 2,75. Es decir que va a haber una progresiva y gradual suba de tasas de interés de entre unos 25 a 50 puntos básicos que se decidirán en las reuniones del Comité de Política Monetaria que restan hacia fines de año. -Se proyecta una transparencia. Sr. Redrado.-Ustedes ven en la línea colorada la inflación de precios minoristas y lo más claro en términos de gráficos es ver la tendencia. Ustedes ven que la línea colorada tiene tendencia ascendente que tiene que ver, fundamentalmente, en la economía de los Estados Unidos con un creciente paso del peso de materias primas, no sólo materias primas agropecuarias sino también las industriales, en particular los metales que son tan importantes para aquella economía. Y también en mucho menor medida lo que se llama el pass-trough, es decir, el efecto de la devaluación sobre los precios internos, que aunque si bien es cierto ha sido poco, comienza a mostrarse. Con esto quiero decir que la devaluación del dólar ha sido muy fuerte en los últimos doce meses. Pero, sin dudas, todavía no ha mostrado su efecto en los precios, y lo que se ha visto es que los exportadores hacia los Estados Unidos han ido disminuyendo sus márgenes y esto les ha provocado que esa disminución de márgenes está llegando a su fin y está poniendo mayores presiones inflacionarias. La región está más preparada. ¿Por qué está más preparada? Quizás por esto que yo mencionaba al principio cuando hacía la comparación local de la Argentina de la década de los 80 con la presente década. Y también podemos decir lo mismo para el resto de América Latina. El conjunto de políticas macroeconómicas y de superávit fiscal y de tipo de cambio flexible, de extremada prudencia monetaria y también de una salida al mundo mucho más articulada, financiando nuestro crecimiento a partir de nuestra propia capacidad productiva se nota, precisamente en lo que se llama el spread o la diferencial que tienen los títulos soberanos de los países emergentes y en particular de América Latina con respecto a los títulos del Tesoro y los bonos del tesoro norteamericano. Y como ven, ese spread, esa diferencia de la tasa de interés norteamericana con respecto a la tasa implícita que pagan los bonos de América Latina y, en particular, de los mercados emergentes como ustedes lo ven en la primera parte del gráfico muestra todo una tendencia descendente. Eso quiere decir que las economía emergentes, que las economías latinoamericanas son percibidas por el mundo con un nivel menor de riesgo del que tenían hasta hace un tiempo. Y, sobre todo -hemos traído un gráfico pero quiero que me acompañen en este concepto-si ustedes comparan lo que fue la suba de la tasa de interés en los años 94 y 95 junto también con la diferencial de tasas de interés de los Estados Unidos con respecto a países emergentes, el cuadro es totalmente diferente. A medida de que subía la tasa de interés en Estados Unidos también subía el diferencial de tasas entre los países emergentes y los Estados Unidos. Y en este momento es exactamente lo contrario. Sube la tasa de interés en los Estados Unidos y baja esa diferencial. ¿Por qué ocurre eso? Porque se percibe que la región está mucho más preparada para cualquier shock. Es decir, tiene capacidad de absorción para cualquier shock y está claro que cualquier shock que pueda tener la economía mundial, visto los riesgos que hemos señalado, vienen por un ajuste más rápido del tipo de cambio en los Estados Unidos, 6 20/04/05 Reunión Plenaria pueden venir por un ajuste más rápido de las tasas de interés o por un ajuste más rápido de los precios del petróleo y de las materias primas. Tanto nuestro país como México, Brasil, Chile, Perú y Venezuela presentan hoy estas características de una fuerte capacidad de reacción frente a los cambios que se puedan dar en la economía mundial. Brevemente, vemos cómo después de la caída que habían tenido sobre el final del año pasado los precios de las materias primas, y no sólo de la materias primas que ustedes ven en colorado, la última parte de la curva que representa el primer trimestre del año, una nueva suba, pero también lo vemos en las dos curvas tanto en las materias primas industriales como también en las materias primas agrícolas como se muestran en este crecimiento. Vayamos entonces a ver cómo esto impacta en nuestro país. En nuestro país continúa un fuerte crecimiento del consumo; crece el consumo, crece la inversión. Eso permite un fuerte crecimiento del producto, que terminó en un 9 por ciento y en guarismos muy altos en el primer trimestre, con más de un 8 por ciento. Vemos también un crecimiento de la inversión, aunque más moderado al crecimiento que vimos a la salida de la crisis. Precisamente, las curvas que pueden apreciar en el gráfico corresponden a la tasa de crecimiento anual. Y ustedes ven que, de tasas de crecimiento del 40 por ciento, hoy la tasa de crecimiento está ubicándose entre un 15 y un 20 por ciento. A esto me refería en el inicio de mi conversación con ustedes, en cuanto a cómo la economía argentina va tendiendo a patrones más normales. Y, obviamente, un patrón de inversión de entre un 15 y un 20 por ciento es un patrón mucho más normal. Lo más importante para todos —éste es el fin de la política económica y, obviamente, la contribución que puede hacer la política monetaria en materia de estabilidad— es que mejora el empleo, es que mejoran las condiciones sociales en nuestro país. Sin duda todavía lejos de estar en una situación que nos permita ser complacientes. Pero claramente hay una mejora, tanto una baja en la situación de desempleo, en 12,1 por ciento, como también en la tasa de empleo, que muestra asimismo el mayor guarismo de los últimos tres años. Pero lo más importante también es que, con esta proyección, hacia fines de año vamos a estar cerca de un dígito en materia de desempleo. Esto es algo también que yo les adelanté en mi última presentación y algunos creyeron que estábamos haciendo solamente voluntarismo. Pero claramente, con este ritmo de crecimiento del empleo vamos a estar muy cerca de un dígito cuando comience el primer trimestre. Asimismo resulta importante que los salarios reales van creciendo, sobre todo el del sector privado y también el del nivel general. Y aquí sí quiero hacer una pequeña digresión, porque mucho se discute hoy en términos de salarios e inflación. En lo que estamos de acuerdo es en un concepto central: la realidad sectorial de la Argentina es muy diferente en los sectores de bienes manufacturados respecto de los sectores de bienes como el área servicios. Por lo tanto, lo que decimos es que sería perjudicial generar aumentos generalizados de salarios. No porque los salarios generen inflación, sino porque en una economía normalizada debemos ir a que cada sector, cada empresa, tiene que aumentar salarios de acuerdo a su productividad, de acuerdo a lo que nosotros venimos señalando en nuestro informe de inflación: el excedente bruto de producción. Y está claro que hay algunos sectores en la economía que tienen un fenomenal excedente, sobre todo aquellos sectores que están en la exportación y que tienen la capacidad de generar aumentos de salarios realmente muy importantes. Y hay otros sectores que no tienen ninguna capacidad de generar aumentos de salario. Por lo tanto, selectividad es una de las claves. Esto ya se ha dicho desde distintas áreas de gobierno. Y desde nuestra posición profesional, el Banco Central viene a, precisamente, subrayar que uno de los temas centrales que tenemos que trabajar juntos en los próximos meses, es el componente de las expectativas, es ese componente psicológico del que hablé en un principio. Y claramente, como lo vemos en las calles del día a día, las presiones salariales deben dirigirse hacia aquellos sectores en donde trabajadores y empresarios, a nivel de empresa, puedan encontrar juntos un camino que está dado por la mayor productividad, por el mayor crecimiento. Y claramente ese crecimiento debe ser con justicia distributiva. Pero —como se ha dicho muchas veces— no se puede distribuir cuando no se crece, y hay sectores en la Argentina que todavía no han crecido. Por lo tanto, generar aumentos generalizados de salario, sin duda nos llevaría a pisos en materia de expectativa de inflación, lo que terminaría en aquellas famosas carreras de precios y salarios. Y sabemos que los únicos que se perjudican con esas carreras de precios y salarios son precisamente los asalariados. Finalmente, la última parte de la presentación de los temas generales son los dos ejes que señalo en materia de la capacidad de reacción de la economía argentina. Cuando ustedes miran la economía de cualquier país, hay que mirar qué capacidad de 7 20/04/05 Reunión Plenaria generación de recursos tiene. Y las dos medidas más eficientes para mirar la generación de recursos es, precisamente, el superávit fiscal: cuánto gasta el Estado, y también el superávit de cuenta corriente, es decir, cómo se relacionan nuestras cuentas con el exterior. En ese caso, lo que podemos decir es que tenemos superávit fiscal con un crecimiento importante de la recaudación. Hemos visto en el primer trimestre un superávit que ha superado las metas del primer trimestre del año pasado, con un récord de 4.224.000.000 y también un récord comercial. A ustedes quizás les pueda preocupar que el superávit de cuenta corriente está bajando, pero está bajando hacia niveles más consistentes. Porque cuando ustedes ven esa fuerte suba en el año 2002 se debe a que lentamente reaccionaron las exportaciones, pero fundamentalmente a una caída de las importaciones. Hoy las importaciones están creciendo a un ritmo realmente muy vigoroso. Están creciendo las expo y están creciendo las impo. Esto nos está permitiendo tener un superávit proyectado en materia comercial que se traduce como el eje principal del superávit de cuenta corriente, de 10.000.000.000 de dólares; es decir que el superávit de cuenta corriente va a ser de 2 puntos del producto, o un poquito más de 2 puntos del producto. Lo que esto significa es que cuando se mira la economía argentina se ve que tiene solidez desde el punto de vista de la capacidad de generación de recursos propios; esto es, no depende del financiamiento internacional. Por eso es que —para cerrar el capítulo de los riesgos internacionales y la economía local— cuando uno mira la suba del precio del petróleo, si bien es cierto que la Argentina produce más combustibles pesados que combustibles livianos, claramente tiene la capacidad de autoabastecerse en materia petrolera. Y cuando uno mira los riesgos de tasa de interés, primero, el haber cerrado la reestructuración de la deuda hace que prácticamente el 86 por ciento de la deuda de la Argentina esté marcado a tasas fijas. Por lo tanto, la suba de tasa de interés no tiene impacto. Pero, a la vez también, cuando vemos la estructura productiva con estos dos números, con superávit fiscal y con superávit de cuenta corriente, comprobamos que la Argentina tiene menos necesidad de tomar ahorro del resto del mundo y de tener fuentes de financiamiento en base a su sistema financiero y en base a su sistema productivo. -Se proyecta una transparencia. Sr. Redrado.-Vamos también a la reacción que hay en las exportaciones. Aquí habitualmente también hay otro tema instalado en el inconsciente colectivo de los argentinos, en que sólo crecen las exportaciones agrícolas. Si ustedes miran la línea del medio del gráfico —que es la línea oscura—, corresponde a las exportaciones de manufacturas de origen industrial. Algunos dicen: “Esto se debe solamente a que Brasil crece”. Ése es también otro lugar común en que caen los analistas o muchos de nuestros colegas. Y realmente las manufacturas de origen industrial están creciendo porque se ha generado una política de apertura de mercados como nunca antes había visto la Argentina. Hoy la diversificación de mercados que tienen nuestras exportaciones es la mayor de los últimos veinte años, tomando otro índice que utilizamos los economistas, que es el índice de Herfindal. Esto quiere decir que es la mayor dispersión; dispersión en el sentido de que no sólo estamos exportando manufacturas de origen industrial a Brasil, como era la tradición, sino también al resto de Sudamérica. Hemos firmado un acuerdo de libre comercio con la totalidad de Sudamérica. Pero también exportamos a nuevos mercados, como Sudáfrica, la India, China. Es decir que se da una diversificación mucho más grande. México juega un rol también mucho más importante del que jugó durante muchas décadas. Por lo tanto, lo que quiere decir esto es que la Argentina, a través de la capacidad de colocación de su producto, está generando los dólares necesarios como para poder financiar su propio crecimiento, sin depender —como lo hizo en las últimas décadas— del financiamiento externo, del endeudamiento externo que, sin duda, fue uno de los grandes problemas que nos llevó a la crisis de 2001. -Se proyecta una transparencia. Sr. Redrado.- Las finanzas públicas —vuelvo a reiterar—es también otro de los ejes que nos hace mostrar una política realmente muy sólida, y esto nos permitiría entonces proyectar un crecimiento para este año de entre el 6 y 6,5 por ciento. El Banco Central proyecta para el primer trimestre de este año un crecimiento —ya confirmado en el día de ayer— de un 8,6 por ciento, para el segundo proyecta un crecimiento de un 8 por ciento, para el tercero un crecimiento de un 6,2 por ciento y, para el cuarto, un 5 por ciento. Lo que también vemos es que esta es una economía que, del 9 por ciento del crecimiento que permitió esa recuperación, va a alcanzando niveles más sustentables de crecimiento —que son alrededor del 5 ó 6 por ciento— y esto es lo que vamos a proyectar hacia adelante. 8 20/04/05 Reunión Plenaria Está claro que en el reacomodamiento de un crecimiento como el que venía de los últimos dos años del 9 por ciento, hacia un crecimiento sostenible del 5 o del 6 por ciento, hay un proceso de reacomodamiento en nuestra economía que tiene que ver con un actual aumento de la demanda agregada que todavía no ha sido acompañado por un aumento de la oferta en distintos sectores. En particular, hay algunos sectores que están al límite de capacidad instalada y que claramente necesitan que haya —como lo ha habido— un crecimiento muy importante en la inversión. Estimamos que la inversión va a crecer un 15 por ciento este año, con lo que se ubicaría en 21 puntos del producto. Pero hay que decir con total claridad que para que la Argentina tenga tasas de crecimiento del 9 por ciento se necesitaría que el ahorro nacional estuviera en niveles del 35 por ciento, de manera tal de no caer en desequilibrios. En la Argentina la tasa de ahorro y la tasa de inversión han crecido vigorosamente. Recordemos que en lo más profundo de la crisis la tasa de inversión sobre producto estaba en un 12,5 por ciento. Hoy está en un 20 por ciento, estableciéndose en un 21 por ciento. Eso nos muestra un crecimiento muy importante acompañado, por supuesto, del crecimiento del ahorro. Lo que estamos pasando en ese trimestre entonces —y a esto se debe la aceleración de precios que hemos visto— es que hay una adecuación en materia de la demanda agregada a la oferta de la economía. Aquí también voy a hacer la mejor contribución porque, habitualmente, desde distintos ámbitos se dice que lo que hay que hacer es precisamente no buscar un reacomodamiento de la oferta. El Banco Central desde la contribución que le corresponde va a trabajar sobre todo en herramientas microeconómicas, desde el punto de vista crediticio, que nos permitan aumentar la oferta de bienes que tiene la República Argentina. El gran aporte o el pequeño aporte que puede hacer en este caso, no la política monetaria ya que ésta hace a la solidez y a la “predictibilidad”, tiene que ser precisamente por el crédito y del crédito hacia la inversión con los mecanismos que necesitamos para que se amplíe la oferta de productos en nuestro país. Veamos entonces la anatomía de la evolución del índice de precios como lo toma el INDEC, con el índice de precios al consumidor, pero después desagregándolo en tres componentes centrales: los productos estacionales —aquellos que están sujetos a algún tipo de condicionamiento ya sea por los tiempos de cosecha o producción—; un segundo bloque con los productos que tienen precios regulados —llamados así porque hay un gran componente impositivo o porque tiene la capacidad de fijar tarifas— y, de manera residual, lo que no es estacional y lo que no es regulado que el INDEC llama “índice de precio al consumidor resto”. Aquí vamos a hacer un desglose de qué es lo que ha ocurrido con respecto al índice de precios al consumidor. En el cuadro gráfico que aparece en pantalla observamos claramente que el índice de precios al consumidor en el primer trimestre es del 4 por ciento, habiendo subido precios estacionales un 3,5 por ciento impulsado claramente por la estacionalidad del turismo que ha subido un 5,4 por ciento. Otros productos que se consumen habitualmente en el período estival han subido un 2,8 por ciento. Los precios regulados han subido, en promedio, un 1,9 por ciento. La inflación llamada resto es la que ha subido un 4,6 por ciento y esta inflación es la que le preocupa al Banco Central y a la población argentina. Sin embargo, cuando desglosamos ese 4,6 por ciento de crecimiento vemos que hay tres ítems que han sido los que mayor peso han tenido sobre ese índice y creo que es importante que todos compartamos sobre bases sólidas qué es lo que ha ocurrido para después tomar las recetas adecuadas. Vean ustedes el aumento de carnes —un 8,5 por ciento—, el de productos lácteos —un 7,5 por ciento—, el de medicina prepaga —un 8,5 por ciento—, el de la escuela privada que recibe algún tipo de subvención —un 7,8 por ciento— y, el de otros, es decir los que no van en estos rubros, que han crecido un 3,3 por ciento. Si analizamos en los últimos doce meses este último rubro de otros exceptuando carnes, lácteos, medicina prepaga y la escolaridad privada, tenemos un índice de precios al consumidor resto de un 5,9 por ciento. Esto sin duda nos da una inflación anualizada de un 5,9 por ciento, eliminando estos rubros que, sin duda, nos llevan preocupación en materia de que algunos tienen componentes transitorios y otros muestran una falta de dinamismo de la oferta para, precisamente, acompañar el vigoroso crecimiento de la demanda que se ha dado en nuestro país. Hay que decir que en el caso de carnes y lácteos, por buenas razones hay una acortamiento de la oferta. Como dije anteriormente, están creciendo las manufacturas de origen industrial y agropecuario y, claramente, el crecimiento en las importaciones de carne —que ha crecido prácticamente un 50 por ciento en los últimos doce meses— y, en particular, en el área de lácteos, que ha crecido un 100 por ciento en el mismo tiempo. Ese componente es por buenas razones porque nuestros productos están ganando mercados internacionales. Sin duda, esto también hace que la oferta —es decir, la inversión— tarde un tiempo en reaccionar para que las 9 20/04/05 Reunión Plenaria empresas vean este nuevo escenario y entonces aumenten su inversión en base a este nuevo estadio de cosas. En términos gráficos, lo que estamos viendo son los distintos componentes del índice de precios al consumo y cómo viene cayendo. Estoy convencido de que el gobierno le ha dado un fuerte golpe a las expectativas y, por lo tanto, sin querer trabajar aquí en materia de pronósticos, estoy convencido de que ese fuerte golpe va a tener su correlato ya en el índice de precios al consumo sobre fin de abril. También lo que podemos decir es que empieza a cerrarse la brecha del producto. Este empieza a llegar a sus niveles de lo que es con la capacidad instalada, el nivel de producto bruto potencial. Esto lo que esta generando es, precisamente, la necesidad de que algunos sectores amplíen su oferta en materia de inversión y allí es donde también el Banco Central puede contribuir a este proceso, sobre todo, desde el punto de vista crediticio Como decía al principio de mi presentación, lo que ha hecho el Banco Central previendo —como lo dijimos el 1º de diciembre cuando estuvimos aquí— que esta etapa fácil de políticas monetarias con distintos objetivos que se podían alcanzar con agregados monetarios había concluido, fue ya a partir del 2 de enero tomar distintas medidas de política monetaria para acompañar esta nueva etapa de política económica en nuestro país. En esta etapa de normalidad está claro que cada uno debe comenzar a atender sus objetivos primordiales y que uno de los objetivos centrales del gobierno es mantener un tipo de cambio competitivo. Pero esto no puede ser hecho solamente con las herramientas que el Banco Central tiene a su disposición. De allí que es en coordinación con el Ministerio de Economía que a partir del 2 de enero se puede observar cómo parte del superávit fiscal se destina a la compra de divisas y cómo el Banco Nación, que es el brazo ejecutor de las políticas de la Tesorería del gobierno nacional, comienza a ser el actor más importante en materia de intervención en el mercado cambiario. Decimos, entonces, que el objetivo primario del Banco Central es el cuidado y mantenimiento de la política monetaria. Por lo tanto, su objetivo central, acompañando al resto de la política económica, es el cumplimiento estricto de este programa monetario para llevarle a toda la población la tranquilidad de un Banco Central profesionalmente independiente y coordinado con el resto de las áreas del Poder Ejecutivo nacional. Lo segundo que hicimos el 10 de enero, que quizás pasó desapercibido, fue movernos hacia un sistema financiero que tuviera menos liquidez compulsiva y un mayor grado de voluntariedad para que el crédito se expandiera hacia el sector privado que lo está necesitando como engranaje de crecimiento. También comenzamos una suba de la tasa de pases. Saben que los pases son mecanismos de corto plazo por los cuales el Banco Central absorbe liquidez. Esto nos permite entrar en esta fase de absorción que ha tenido el Banco Central y que ha posibilitado que en el primer trimestre hayamos tenido, bajo estrés, una absorción de 2.275.000.000 de pesos, cuando medimos la absorción que ha tenido base monetaria desde finales de diciembre hacia finales de marzo. Esto significa que la base monetaria ha absorbido 4,6 por ciento del total. Y lo ha hecho a través de distintos instrumentos, como han sido los pases. A pesar de que los pases se han disminuido porque han disminuido las colocaciones del Banco Nación en el Banco Central de la República Argentina. Esto significa que el superávit acumulado que tenía el Banco Nación se ha utilizado para la compra de dólares. Por lo tanto, en lugar de tener pases colocados en el Banco Central, ese dinero se ha utilizado para la compra de divisas. Las últimas semanas hemos hecho una suba de la tasa de pases para ubicarla de manera más realista en un corredor de 3,25 y de 3,75 por ciento. La tasa que paga el Banco Central para las colocaciones de corto plazo es de 3,25 por ciento. La tasa a la cual el Banco Central le da liquidez al sistema es de 3,75 por ciento. Esto, sin duda, ha llevado a una lenta corrección de tasas de interés que son, todavía, tasas reales negativas. Esto ha llevado a un movimiento en los otros instrumentos que tiene el Banco Central, fundamentalmente, las letras y las notas. Todas han tenido un gradual reacomodamiento en materia de tasas que nos ha permitido absorber una mayor cantidad de pesos. Algunos podrían decir si realmente no ha sido un problema de la política monetaria, el hecho de que se haya reflejado este fenómeno de aumentos de precios, ¿por qué es que se modifica el sesgo de la política monetaria? Esto es similar a lo que dice un amigo economista. Cuando hay marea alta es por el cambio de luna. Por lo tanto, algunos dirían que para bajar la marea tenemos que pegarle un tiro a la luna. Lo mismo se traduce a la política monetaria. No es que creamos que hemos tenido algo que ver con la marea. Lo que tenemos que generar es la escollera, que son los mecanismos preventivos para no convalidar este fenómeno que está ocurriendo en el corto plazo. Si alguien cree que es un fenómeno estrictamente monetario, tiene que referirse a lo que fue la política monetaria antes de los últimos doce meses. Si vemos algún efecto monetario en el corto 10 20/04/05 Reunión Plenaria plazo, deberíamos referirnos al primer trimestre del año pasado en materia de cuál es el impacto que tiene, a través de los mecanismos de transmisión, la política monetaria. Quisiera desmitificar los dichos que corren. La mejor manera de hacerlo es a través de los números concretos. Observen el volumen negociado en el mercado de cambio y el grado de intervención que ha tenido el Banco Central. El promedio del primer trimestre del año es el más bajo que se ha tenido desde que el Banco Central participa en el mercado cambiario. La tercera herramienta que hemos puesto de manera creativa en materia de absorción monetaria ha sido la cancelación de redescuentos que las entidades mantenían con el Banco Central. Como saben es un fenómeno nuevo en materia financiera argentina. Habitualmente, cuando se daban redescuentos, los mismos salían del Banco Central, pero nadie terminaba pagándolos. Hoy estamos con una política estricta, no sólo de cumplimiento mensual de esos pagos que las entidades tienen de redescuentos que se dieron durante el año 2002. Recordarán que se llegaron a dar 20.000.000.000 de pesos frente a la crisis que tuvo el sistema financiero. Hoy por hoy, no sólo se están pagando cuotas mensuales iguales y consecutivas, sino que el Banco Central ideó un incentivo para que los bancos pudieran pre-cancelar esas deudas. Lo innovador del sistema es que licitamos una prima, una suerte de seguro, que le permitiera a los bancos que pre-cancelaran, si pagaban un seguro al Banco Central, tener la facilidad de volver a obtener esa misma cantidad de pesos en tiempo, forma y en las mismas condiciones durante el mismo período en el cual había sido otorgada esa facilidad. Esto quiere decir que si una institución tenía una deuda con el Banco Central programada para pagos de cuarenta y ocho meses, al pre-cancelar y pagarnos una prima, cancela esa deuda con el Banco Central, pero si en algún momento necesita durante esos cuarenta y ocho meses tener un nuevo acceso a esta línea de financiamiento, de manera automática, sin tener que esperar una resolución de directorio, accede a ella en las mismas condiciones en que lo ha cancelado. Esto nos ha permitido en dos licitaciones , la tercera va a llegar este día viernes, absorber sobre fines de enero 1.100.000.000 de pesos y sobre fines de febrero, otros 1.100.000.000 de pesos. Con lo cual este es un mecanismo que permite fortalecer el balance del Banco Central -que sé que es una de las preocupaciones de los señores senadores-; también permite fortalecer al sistema financiero y darnos, entonces, un nuevo instrumento de absorción monetaria sin costo para el Banco Central. Esto nos ha permitido seguir con una creciente acumulación de reservas. Como ustedes saben también la literatura económica no nos da un nivel óptimo de reservas pero sí podemos decir que la Argentina necesita seguir creciendo en sus reservas. Y si bien es cierto, como les señalé que los últimos doce meses han sido récord en materia de acumulación de reservas, eso no significa que la Argentina haya llegado al óptimo pero, sin dudas estamos en condiciones, sobre todo cuando miramos a nuestros pares latinoamericanos, de mostrar cuando la Argentina se exhibe en el mundo desde el punto de vista fiscal, monetario y también desde el punto de visa de las reservas, una nueva muestra de solidez que damos a la población argentina en materia del respaldo que tiene con el circulante, es decir, los pesos que todos tenemos en nuestros bolsillos que es el principal pasivo que tiene el Banco Central con la sociedad. Por eso creemos que una sana política de acumulación de reservas debe continuar. Como decía, el resultado de este set o conjunto de instrumentos ha permitido que, a través de los títulos del Banco Central —de los LEBAC, de los pases, de las notas del Banco y del sector financiero—, hayamos absorbido estos 1.275.000.000 de pesos. El sector público ha sido levemente contractivo, ustedes ven que "pases" es levemente expansivo y eso se debe, fundamentalmente, a lo que señalé hace un instante, el comportamiento del Banco Nación. Esa entidad ha redirigido sus esfuerzos a la compra de divisas en lugar de colocar dinero en el Banco Central a 7 días. Por supuesto, la monetización dentro del programa monetario que lleva el Banco Central hace que sea la única fuente de emisión de dinero — reitero que esto es central para evaluar el criterio profesional del Banco Central— y es precisamente la venta que hacen naturalmente los exportadores de la liquidación de las exportaciones que realizan con el resto del mundo. Esto nos ha permitido cumplir por séptimo trimestre con el programa monetario y este es el principal compromiso que hemos tomado con ustedes, señores senadores, y con la sociedad entera. Y ustedes ven cómo ha caído el estímulo monetario. También quiero decir que la política de haber sacado pases del Banco Central por parte del Banco Nación para comprar dólares, sin duda eso también ha tenido un efecto expansivo. Por lo tanto, el esfuerzo que ha hecho el Banco Central ha sido doble si se tiene en cuenta que el Banco Nación al cancelar pases con el Banco Central y utilizar estos fondos para intervenir en el mercado cambiario sin duda está llevando a una visión más pura de lo que es la base monetaria. Ustedes saben que ha habido una discusión -y sobre todo en su momento con organismos 11 20/04/05 Reunión Plenaria internacionales- de cuál es la definición precisa de la base monetaria. ¿Qué es la base monetaria? Son los pasivos de corto plazo del Banco Central. El primer pasivo de corto plazo es el circulante en poder del público. El principal pasivo que tiene el Banco Central con la sociedad son los billetes y monedas que tiene precisamente la población. El segundo pasivo de corto plazo son los depósitos de entidades financieras que tienen los bancos privados y los bancos nacionales con el Banco Central. Esa es la definición que hemos utilizado aquí durante siete trimestres de base monetaria o del primer agregado monetario. Hay quienes dicen y no sin razón técnica que quizás hubo un agregado más preciso o un concepto más preciso de base monetaria, debiera incluir el concepto de pases porque, ¿qué es un pase? Es un pasivo monetario a 7 días que está tomando el Banco Central. Si bien es cierto que ustedes ven un mecanismo de renovación constante, como ha ocurrido en el caso del Banco Nación, para darles una idea el 2 de enero el Banco Central tenía pases —es decir, colocación de entidades— por aproximadamente 9.200.000.000 de pesos. Hoy está promediando los 5.000.000.000 de pesos y fundamentalmente esta baja en pases se debe, precisamente, al comportamiento del Banco Nación que ha utilizado ese superávit para estar presente en el mercado cambiario. Lo que quiero decir es que si ustedes lo miran desde el punto de vista quizás más puro, desde el punto de vista técnico, es que el esfuerzo del Banco Central ha sido doble, porque no sólo hemos absorbido naturalmente el primer concepto de agregado monetario que es circulante más depósitos de las entidades sino que también hemos absorbido lo que ha sido el excedente de la baja de pases; estos 4.000.000.000 adicionales y aún así nos ha permitido, con prudencia y sobre todo con una respuesta profesional, haber cumplido con el programa monetario y haber mostrado que se puede cumplir este programa habiendo dejado la etapa fácil de política monetaria, como es la que se tuvo durante los años 2003 y 2004. También crecen los préstamos al sector privado. Y esto es también, hablando de la salud del sistema financiero, la segunda parte y final del mensaje que quiero dejar hoy a los senadores, es que el compromiso que tomamos con ustedes sobre fines de septiembre es un compromiso que se está cumpliendo. No sólo estamos cumpliendo con solidez y contundencia en materia de estabilidad y predictibilidad de la política monetaria sino que también el gran desafío que este directorio le planteó a su gestión para los próximos cinco años y medio es precisamente el crecimiento del crédito, de un crédito genuino en pesos. -Se proyecta una transparencia. Sr. Redrado.- Acá vemos como todo el crédito hace que el sector privado esté creciendo de manera vigorosa, que nos va a permitir que este año el crédito crezca a razón de un 25 por ciento. Y por primera vez -y ahí falta reflejar el primer trimestre- las entidades han dejado de perder. Las entidades por primera vez muestran en este trimestre finalizado en el mes de marzo una rentabilidad sobre activos de un poco más del 1 por ciento y esto nos está mostrando que a pesar de que no hubo un salvataje estatal las condiciones que se han creado en el sistema financiero han llevado al proceso más sano de crecimiento que es al proceso de capitalización. No sólo son los argentinos los que confían en su sistema financiero sino también en el último trimestre podemos reportar que ha habido capitalizaciones de bancos extranjeros en nuestro país por aproximadamente 500.000.000 de dólares. Por lo tanto de ahí el comentario que les hacía al principio de lo que he recogido en estas últimas semanas en distintas conversaciones y análisis que se han hecho en el mundo de la política monetaria y financiera de la Argentina. Demuestra solidez, profesionalismo y esto se ve respaldado cuando la gente invierte su dinero. Las palabras terminan donde empiezan los hechos concretos. Y el hecho concreto es que el sistema financiero se está recapitalizando por voluntad de sus propios accionistas, no porque haya ninguna política de forzar sino por el marco que hemos creado en el sistema financiero, el crecimiento del crédito hacia la población, la mejora en la calidad de la cartera. Si vemos cómo está cayendo la irregularidad en términos de los previsionamientos de la cartera incobrable o en situación de stress, precisamente lo que estamos mostrando es que la incobrabilidad ha disminuido notoriamente y esto tiene que ver fundamentalmente con un gran dinamismo que tiene el sector privado. Me gustaría también hacer una pausa en este gráfico, que es la notable reducción de la exposición que tiene el sistema financiero hacia el sector público. Este directorio está convencido de que la mejor manera de garantizar el rol independiente desde el punto de vista profesional del Banco Central, es no generar incentivos como se generaron en otros años para que tanto el Banco Central o el sistema financiero sirvan de financiamiento artificial para el sector público. Y aquí ustedes están viendo cómo estrictamente el total de activos del sector público con respecto a los activos totales está llegando en promedio a casi un 40 por ciento, que es el límite 12 20/04/05 Reunión Plenaria que el Banco Central se ha propuesto y ha establecido —y no se va a mover ni un solo centímetro—, para que el 1° de enero de 2006 el total del sistema financiero no tenga una exposición mayor del 40 por ciento del total de los activos. Como resultado de esta nueva realidad también ha mejorado la solvencia, sobre todo por las nuevas capitalizaciones, a pesar de que ha aumentado —como dije— el repago de las obligaciones con el Banco Central. Es decir, el sistema financiero está repagando sus deudas y está mostrando, precisamente, mayor solidez en términos de solvencia. Además estamos teniendo récord en materia de liquidez de los bancos. Primero, porque ha habido un gran aumento de los depósitos, y esto demuestra una renovada confianza en la solidez del sistema financiero, donde cada uno juega su rol. Tenemos un sistema financiero mucho más realista del que tuvimos durante muchos años. Un sistema financiero en pesos donde se cumple con las normas prudenciales; donde las noventa entidades que hoy tiene el sistema financiero están adecuadamente supervisadas; donde estamos creando los instrumentos para que los distintos riesgos del mercado puedan ser cubiertos a través de mercados futuros, a través de poder emitir, sobre todo, títulos en pesos de más largo plazo. Hemos puesto desde el Banco Central una cantidad de instrumentos que le permiten hoy a las entidades tomar fondos a más largo plazo, y de esta manera poder prestar también hacia más largo plazo. Y también entonces la renovada disposición del público permite tener —cuando comparamos la década pasada con ésta, obviamente, cuando miramos pesos contra pesos— un récord de depósitos de prácticamente 115.000.000.000 de pesos, lo que nos da una renovada solidez hacia el sistema financiero. Esta es entonces la síntesis que quiero dejar con ustedes. Un reporte de la mayor solidez que ha tenido la política monetaria. Porque ahora sí está siendo probada bajo distintas condiciones; no corre precisamente lo que fue la salida de la crisis, en donde la demanda de dinero crecía indefinidamente. Este ha sido el primer trimestre en que la política monetaria fue probada en distintas condiciones. Y no sólo desde el punto de vista del análisis interno sino también externo y, sobre todo, del análisis internacional que se hace de la política monetaria, el que hacen los organismos multilaterales, las agencias y los analistas independientes del mundo —de Estados Unidos, de Japón y de Europa—, todo esto muestra que la política monetaria tiene la mayor solidez, la mayor respuesta profesional que haya tenido después de la salida de la crisis. En materia de estabilidad financiera también estamos mostrando los primeros guarismos positivos y el compromiso que este directorio tomó con todos ustedes, un incipiente crecimiento del crédito que todavía en materia absoluta es pequeño, porque es de un 8,5 por ciento del producto. Pero con este ritmo de crecimiento y también con medidas micro que nos permitan trabajar sobre el crédito de largo plazo, con instrumentos de mercado que nos permitan llegar a que haya mayor crédito para inversión, estoy convencido de que —con total modestia, con total independencia y también con total coordinación— la política monetaria va a cumplir el rol que merece. Y asimismo el rol que merece el Banco Centra, en esta nueva dimensión de fortalecimiento institucional que está llevando a cabo. Precisamente, con esta actividad que estamos llevando a cabo con ustedes, señores senadores, es que damos paso a esta nueva normalidad, en donde el Banco Central informa, principalmente a través del Senado de la Nación, precisamente como una recuperación de la institucionalidad que tiene el Banco Central de la República Argentina. Gracias y, por supuesto, estoy dispuesto a todas las preguntas que ustedes puedan tener. Sr. Marín. — Gracias, señor presidente, por la información que nos ha brindado. Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. — En primer lugar, quiero agradecerle la presencia y el informe, que ha sido bastante claro. En verdad, en el bloque radical estábamos pensando ya invitarlo, un poco por la preocupación que tenemos todos los argentinos, a partir de la inflación que se está produciendo, y para preguntarle cuáles son las medidas que está adoptando el Banco Central. Pero nos parece bien que se haya adelantado. Porque, es cierto, por ahí los informes venían anualmente, y nos parece bien que trimestralmente las autoridades del Banco Central estén por acá para que hablemos, intercambiemos ideas y especialmente nos saquemos algunas dudas. Tengo varias preguntas y una preocupación. En primer lugar, ¿cuál cree que será la inflación minorista de abril, considerando el arrastre de marzo, y cómo sería el comportamiento de la inflación mayorista? ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Cómo ve el tema? Luego, inclusive confirmado por este cuadro, donde se plantea el séptimo trimestre consecutivo de cumplimiento del programa monetario, en donde está la base monetaria promedio 13 20/04/05 Reunión Plenaria móvil de 30 días, y comparada con las bandas del programa monetario, entre el 5 por ciento y el 8 por ciento de inflación, medida en ese promedio móvil de treinta días. Vemos que estamos al límite de la base monetaria con respecto al techo de la expectativa inflacionaria del programa monetario. ¿Cómo va a seguir la cosa? ¿Qué van a hacer para el futuro? Porque estamos al límite. Teóricamente, la base monetaria debiera estar un poco más baja. Y también atendiendo a la cuestión de que la inflación interanual está superando el 9 por ciento, ya que estaría en el 9,1. Entonces, ¿cuál sería la política del Banco Central para adelante? Y esto tiene que ver con la primera pregunta,¿está previsto corregir la expectativa inflacionaria del programa monetario? Porque el Ministerio de Economía, en el presupuesto, ha planteado una expectativa inflacionaria del 7 al 10,5 por ciento, y nosotros vemos que más bien se va ajustando por ahí, con un dólar a tres pesos. Entonces, la pregunta es si va a haber ahí algún giro en cuanto a levantar la banda del 8 a dos dígitos, o superar eso; es decir, ¿cuál es la expectativa? Después, alguna decisión que está tomando la autoridad monetaria con respecto a medidas para esterilizar la base monetaria con relación al tema de las tasas de interés.¿Hasta dónde va a subir la tasa de interés? Es decir,¿qué expectativa tiene la autoridad monetaria en cuanto a la suba de tasas de interés y cuál es el impacto que va a tener ello con relación al tema de la inversión? Fue algo que en la última visita suya yo le había preguntado, con relación al tema de la capacidad ociosa. Inclusive, me parece que la inversión no está creciendo en función de las expectativas que había el año pasado. ¿Cómo ve el tema para modificar la oferta y cómo está el tema de la capacidad ociosa? Me gustaría saber también cuál es el impacto que va tener el incremento de la tasa de interés con relación al tema de inversión y al crédito. ¿Cuál es la composición de ese crecimiento de crédito? Después hay vencimientos de LEBAC y NOBAC por 4.500.000.000 de pesos para los próximos dos meses sumado a la liquidación de la cosecha gruesa, lo que implicaría la necesidad de comprar dólares. ¿Qué es lo que va a hacer el Banco Central? ¿Va a renovar los vencimientos, va a cancelar?, ¿cuáles van a ser las medidas? Todo esto nos lleva a preguntar cuál es el costo de todas estas medidas de esterilización y estos esfuerzos para mantener la base monetaria en los rangos que, como digo, están al límite entre un 5 y 8 —ya llegando al 8 por ciento— y ya superada la inflación interanual. Ya que el objetivo principal del Banco Central es preservar el valor de la moneda, la evaluación que nosotros hacemos es una eventual baja del dólar y una revaluación del peso. El dolar —que ha bajado internacionalmente— y el hecho de que nosotros tengamos la política de mantenernos con una convertibilidad de hecho —manteniendo el dólar cerca de los tres pesos— nos genera una devaluación de nuestra moneda respecto de otras como la de Brasil, Chile o del euro. Quizá se pueda pensar en una baja sensible dejando que el dólar flote en un valor aproximado a los 2,80 pesos, no sé cuál puede ser la estimación. Nosotros vemos que eso no pone en riesgo la competitividad de la economía. Lo que pone en riesgo una baja del dólar es la cuestión de la recaudación. Si eventualmente al sector agropecuario una baja del dólar le significa un problema, el gobierno tiene una variable para ajustar que es el tema de las retenciones a la exportación: bajando un poco las retenciones se mantiene la competitividad del sector agropecuario. Todas estas preguntas van en línea a que nosotros —y esta es la preocupación que tenemos— pensamos en el gobierno como la autoridad política que quiere mantener el dólar para tener una expectativa de incremento de ingresos y de recursos importantes en un año electoral, para ir por las provincias haciendo esta obra allá y esta acá, a costo de que la autoridad monetaria —el Banco Central— tome medidas de esterilización para sostener el dólar estando ya al límite de la base monetaria. Nuestra preocupación es que el Ministerio de Economía —la autoridad política— tenga una expectativa de mayores ingresos y que la decisión de mantener el dólar sea por ese motivo cuando en verdad un dólar más bajo no pone en riesgo la competitividad de la economía. Lo que le cuesta al Banco Central medidas de esterilización y a la gente en términos de inflación. Y si cuesta en términos de inflación, cuesta en términos de pérdida de poder adquisitivo del asalariado. Pero esta preocupación desemboca, en definitiva, en una cuestión central que es la independencia del Banco Central, que es lo que nosotros queremos preservar a toda costa. La preocupación que tenemos en un año electoral es que es mucho esfuerzo mantener el dólar devaluándose a nivel internacional, devaluándose nuestra moneda manteniéndose pegada al dólar con relación a otras monedas, lo que significa un costo importante. Por otro lado, quería saber cómo ve usted que funcione el tema de los acuerdos de precios sectoriales. ¿Eso es efectivo o no? ¿Genera efectos positivos para planchar un poco alguna 14 20/04/05 Reunión Plenaria preocupación del índice inflacionario? Estaba viendo que ustedes han desagregado bastante bien la composición del aumento de precios y, sin embargo, usted mismo decía que en el rubro “otros”, donde está la carne y los lácteos —que no son estacionales—, la inflación subyacente, es decir, los precios que no son estacionales, vienen mostrando una tendencia preocupante y me parece que ahí está centrada la cuestión. A su vez, me gustaría saber qué es lo que opina acerca de la inclusión de cláusulas de indexación automática en la cuestión de las tarifas. Nos preocupa este tema ya que en el acuerdo que posiblemente se trate esta tarde en la sesión, hay una cláusula que plantea la creación de un índice de indexación automático que es el coeficiente de variación de costos. En suma, creo que todos estos son elementos que contribuyen a que tal vez se nos escape un poco la inflación y que la autoridad monetaria tenga que andar corriendo de aquí para allá para que se planche la suba de precio. Sr. Redrado. — Muy bien señor senador, en primer lugar déjeme decir que la independencia no se declama, se practica. Y la mejor manera de practicarla es mirando la historia económica argentina. Cuando uno mira también la historia de otros países semejantes a la Argentina es a los límites del financiamiento del sector público. Lo que a mi juicio es el principal eje que divide y puede contagiar a un Banco Central. Por eso hice mucho hincapié en su momento frente a ustedes en materia de adelantos transitorios y, en esta oportunidad también, en materia de cómo el sector público está bajando su exposición con el sistema financiero y cómo —quizá de manera inocente o no— algunas de las normas que regían para nuestro sistema financiero generaban un sistema más proclive a prestarle al sector público que al sector privado. Y le doy solamente una normativa: cuando el requisito de capital mínimo para comprar títulos públicos es igual a cero, es decir que los bancos no tenían que comprometer nada de su capital en materia de riesgos y sí tenían que asignar un 8 por ciento cuando le presentaban al sector privado, desde el punto de vista normativo y regulatorio, usted estaba sesgando al sistema financiero a que le prestara al sector público. Estos son los tipos de norma en donde creo que no hay margen para el error. Ahí es blanco o negro y este directorio interpreta de esa manera a la independencia; no en la declamación sino en la práctica. Uno de los ejes de mi presentación, señor senador, ha sido un país que vuelve a la normalidad. Por lo tanto, no le corresponde al Banco Central dar una opinión sobre el tipo de cambio. Las herramientas de política económica las tiene el Ministerio de Economía. Quizás en la época de anormalidad que tuvo la Argentina, se confundía a un Banco Central que miraba el tipo de cambio, la tasa de interés y de inflación. En épocas de normalidad, no es tarea del Banco Central. Está claro que es un objetivo del gobierno mantener un tipo de cambio competitivo. Por lo tanto, se puede observar en la acción, y no sólo en la declamación, herramientas en la Tesorería para poder trabajar en esa dirección. Por lo tanto, en un país que es normal, el presidente del Banco Central no tiene que contestar sobre el tipo de cambio. Se ha elegido, con el consenso de ustedes, que el camino que debe mantener la autoridad monetaria es un programa monetario basado en crecimiento en rangos de base monetaria. Esto es lo que viene cumpliéndose durante siete trimestres, con la aquiescencia de los señores senadores cuando se presentó en tiempo y forma. Ese es el compromiso sobre el cual es responsable el Banco Central. No es hablar sobre la tasa de cambio. Lo que sí tenemos es un componente de esterilización de distintos instrumentos. Quiero dejarles la tranquilidad de que hoy los costos de esterilización que tiene el Banco Central en materia de LEBAC están en aproximadamente 750.000.000 de pesos anuales. En materia de recaudación de los intereses que se reciben, saben que el programa Machine está refinanciado a una cláusula de 3,5 por ciento más CER. Esto es que tanto esa cláusula más el interés que pagan los bancos al Banco Central está en, aproximadamente, 700.000.000 de pesos por año. Por lo cual, lo que pagamos en materia de intereses de LEBAC está casi calzado uno a uno con respecto a los pagos que se reciben. Estas entidades aún van a continuar pagando las deudas al Banco Central durante los próximos cien meses.. Déjenme darles un dato adicional que le da un margen de maniobras al Banco Central, que es la rentabilidad de las reservas. Una de las políticas centrales es el fortalecimiento de esas reservas. Si bien es cierto que tenemos como una parte negativa, que suben las tasas de interés en el mundo, a pesar de que la Argentina está cubierta por tener el perfil de sus vencimientos a tasa fija, con la suba de la tasa de interés también sube el rendimiento que tienen nuestras reservas. Por lo tanto, en la Argentina en materia de suba de tasas de interés todavía son fuertemente negativas, prácticamente está siguiendo la gradual suba de interés que hay en el resto del mundo, partiendo de un nivel extremadamente negativo. La suba de tasas de interés que hay en el resto del mundo nos permite prácticamente calzar con mayor rendimiento de nuestras reservas. Eso 15 20/04/05 Reunión Plenaria también es un flujo adicional que nos permite cauterizar, absorber este costo adicional que nos preocupa a todos en materia de tener un balance sólido y no volver a aquel famoso déficit cuasi fiscal donde solamente se mostraban las cifras de la Tesorería y el balance del Banco Central demostraba enormes debilidades. Las reservas están rindiendo aproximadamente 2,25 por ciento anual. Esto significa un rendimiento de 700.000.000 de dólares por año. Esto nos da un gran margen de maniobra para la esterilización que hace el Banco Central. En materia de inversión, lo fundamental que está haciendo el Banco Central es crear instrumentos de largo plazo. Lo que también está mejorando es el rendimiento del ahorro de la población. Es difícil pedirle a la población que ahorre más si las tasas de interés son fuertemente negativas. El Banco Central continúa comprometido con la banda que estableció en el programa monetario. Esto me lleva a otra de sus dudas que quise enfatizar. El Banco Central ha cumplido con el programa monetario. Usted dice que está en el techo de la banda del programa monetario. Si no hubiera un descenso de pases de aproximadamente 4.000.000.000 de pesos, el comportamiento de la banda del Banco Central estaría en el límite medio o inferior. Por eso hice una pausa cuando expliqué el destino actual del superávit acumulado que estaba en el Banco Nación y que antes se colocaba en pases en el Banco Central y esos pases redituaban un interés anual que se hacía en operaciones a 7 días. Los pases estaban en 9.000.000.000 de pesos. Hoy están en 5.000.000.000 de pesos. Si observan por qué han bajado esos 4.000.000.000 de pesos, ha sido en buena parte por los recursos que ha volcado el Banco Nación. Esto es una decisión del Ministerio de Economía, no del Banco Central. Por eso digo que la pregunta referida al tipo de cambio debe ser dirigida a la autoridad económica que es quien conduce la política económica. Por lo tanto, esa disminución de 4.000.000.000 de pesos ha significado un aumento de la base monetaria. Los pases que han dejado de estar en el Banco Central, se han utilizado para la compra de dólares. No hay nada más genuino, señor senador, que la Tesorería decida utilizar los recursos que ha ahorrado para comprar dólares y cumplir sus compromisos. Claramente, se puede ver cómo hay pagos netos que se están haciendo a organismos financieros multilaterales, incluso aquellos que podrían ser prorrogables. La Argentina viene cumpliendo con todos sus compromisos, precisamente, utilizando el ahorro que ha tenido el sector público. No hay nada más genuino desde el punto de vista del análisis económico. Pero si no se hubiera producido la disminución de pases que ha habido de 4.000.000.000 de pesos, le puedo asegurar que la banda hubiera estado entre la mitad y la parte inferior del rango que ha planteado el programa monetario. Ahí ha habido un fenómeno nuevo. Sin duda, cuando uno mira los pases que tiene el Banco Nación, todavía hay 2.000.000.000 de pesos. Por lo tanto, lo que podemos decir es que va a depender del comportamiento que tenga la Tesorería, si utiliza el stock ahorrado, qué expansión va a haber o no de la base monetaria. Lo que comprometo aquí, frente a ustedes, señores senadores, es que nuestra expectativa de inflación en el segundo trimestre es sustancialmente menor de lo que se ha visto en el primer trimestre. Como he dicho, cuando me han preguntado en el exterior, estoy convencido de que la pauta monetaria de inflación juega su curso en el segundo trimestre de este año. Hay un componente central, que no hemos analizado, que es el pago de impuestos que tiene la población durante el mes de mayo. No se le puede escapar que ha habido ingresos impositivos que tendrían que haber ingresado en el mes de diciembre y que han sido pospuestos para este trimestre. Por lo tanto, no sólo hay que mirar al fenómeno monetario. También hay que analizar el fenómeno fiscal. Estoy seguro de que allí va a haber vía a la excelente recaudación que estamos viendo en todos los guarismos, a los récords que se van generando en materia de superávit y a la recaudación que crece trimestre a trimestre a una razón de más del 20 por ciento por año. Eso es lo que nos está mostrando que el segundo trimestre nos va a permitir dar un cumplimiento fehaciente. Pero para comprometer el número final del año, ésto va a haber que analizarlo hacia finales del segundo trimesre con números constantes y sonantes. En ese momentro podremos aproximar el resultado de la recaudación, cuánto va a absorver la Tesorería por vía de la recaudación y, además, cuánto de eso va a volcar al mercado cambiario. Lo que les puedo asegurar es que el Directorio del Banco Central tiene el compromiso... Sr. Morales.— Perdón, ¿es posible que modifiquen, entonces, la pauta inflacionaria del programa monetario? Sr. Redrado.— No. Sr. Morales.— No entiendo... Sr. Redrado.— No tenemos previsto hacer modificación alguna y, obviamente, hay un componenete fiscal que tiene que entrar de manifieso en esto. Yo me comprometo a utilizar 16 20/04/05 Reunión Plenaria todos los instrumentos de política monetaria para poder, precisamente, cumplir con la expectativa de inflación que hemos planteado. Pero sabemos que hay otras herramientas que están más allá del programa monetario para cumplir con esta pauta de inflación. Reitero, me comprometo frente a ustedes a utilizar todos los instrumentos, sabiendo primero, como expliqué, que esta inflación -a nuestro juicio- no tiene características de excedentes monetarios. Que si las tuviera deberían referirse a las políticas de hace un año o un año y medio atrás. Pero, de todas maneras, es central en el corto plazo que el Banco Central actúe sobre las expectativas y, por lo tanto, continúe con esta política de absorción que ha comenzado, diciendo: "señores, previendo que en esta etapa de llevar objetivos múltiples debe concentrarse la autoridad monetaria en seguir cumpliendo". Por lo tanto, la política de absorción monetaria va a continuar. En términos de costos, creo que le mencioné que el plafón que tiene el Banco Central en términos de su balance es muy grande para poder utilizar distintos instrumentos de esterilización que en materia de inversión no se está viendo que este muy gradual aumento de la tasa de interés haya tenido un impacto sobre la inversión. Todo lo contrario, lo que esto está generando es que haya más depósitos y más ahorro y, por lo tanto, que haya más masa de recursos que puedan ser prestados. Es cierto, senador, que todavía en estos primeros meses estamos viendo más préstamos de corto plazo, mucho para empresas; adelantos en cuenta corrientes; descuentos de cheques. Usted recordará que alguna de las medidas micro que este Directorio del Banco Central lanzó fueron para apoyar a las pequeñas y medianas empresas sacando todos los costos que tenía, precisamente, descontar cheques a 90 o 120 días. Eso se ha eliminado; por lo tanto, hay una bancarización muy importante de una gran cantidad de empresas pequeñas y medianas. Y el Banco Central ya ha puesto instrumentos de mediano plazo en pesos para que baje la tasa de interés porque precisamente lo que va a bajar es el riesgo de descalce que tiene el sistema. Se sabe, como lo hemos comentado en otras oportunidades, que el principal problema que tiene el sistema financiero son los plazos. Para subsanar eso hemos hecho un creciente trabajo —usted nos va a ver más activos— en ampliar los plazos de fondeo, en generar los instrumentos que nos permitan ampliar los plazos de fondeo para que pueda haber mayor crédito hacia la inversión. En materia de lo que usted señala sobre acuerdos de precios, yo puedo decir, señor senador, que contribuye. Contribuye desde el punto de vista central que es a las expectativas. Es decir, que —aunque no voy a dar un pronóstico para la inflación de abril— nuestra expectativa es que haya una importante reducción en comparación a lo que hemos visto en los guarismos del primer trimestre. Esto es lo que nos muestran las primeras dos semanas, pero para poder llegar a dar una cifra es importante ver todo el comportamiento del mes. Sí le puedo decir que en materia de acuerdo de precios no son soluciones de fondo pero sí permiten quebrar este componente de expectativas que sin duda tuvo el comportamiento de precios durante el primer trimestre. En cuanto a la indexación, le señalaba al senador Capitanich que no era exactamente eso lo que ustedes iban a discutir esta tarde. Así que en todo caso dejaría que él contestara esto en particular. Pero, obviamente, senador, las indexaciones automáticas son malas para la economía. Así como decimos que cualquier aumento generalizado, sin tener en cuenta la productividad, sin tener en cuenta la realidad sectorial, le genera un piso a las expectativas, afirmamos que tanto el Banco Central y este Directorio están en contra de cualquier mecanismo de indexación artificial. Lo que sí creemos es que hacia largo plazo, para poder generar préstamos en pesos va a haber que elegir algún índice en algún momento para precisamente poder prestar a largo plazo. Esto lo hemos visto en algunas economías de la región que han utilizado algún mecanismo de preservar el valor de la moneda en el tiempo, pero en realidad sólo lo deberíamos ver para contratos de muy largo plazo, para préstamos de más allá de dos años y esto es lo que usted ha visto con el último instrumento que puso el Banco Central en el día de ayer y que ha sido muy exitoso en materia de absorción. Y es que esta nueva letra o nota del Banco Central a dos años, ajustada con una tasa variable, como es la tasa BADLAR, nos ha permitido absorber casi 140.000.000 de un total de prácticamente 520.000.000 que absorbió el Banco Central en el día de ayer. Con esto no sé si me quedó alguna pregunta sin... Sr. Morales.— Sólo el tema de la tasa de interés. Si va a seguir subiendo. Y si es así, ¿hasta qué límite? Además es cierto el tema de que el Banco de la Nación al actuar como lo hace provoca el crecimiento de la base monetaria y, lógicamente, va a llevar al Banco Central a implementar mayores medidas de absorción. Pero ¿hasta qué límite el crecimiento de la tasa de interés nos puede generar una propensión a que inversiones financieras externas lleguen al país y eso genere mayor crecimiento de la base monetaria? ¿Y hasta dónde tienen previsto el crecimiento de la tasa de interés? 17 20/04/05 Reunión Plenaria Sr. Redrado.— Sería negativo que yo adelantara alguna cifra porque esto generaría cualquier tipo de expectativas o de anticipación por parte de, sobre todo, aquellos participantes del mercado. Lo que puedo decir, señor senador, que la tasa de interés es fuertemente negativa. Usted mire hoy la tasa de interés nominal que se paga en la Argentina y mire entonces, a partir de la tasa nominal cuál es la tasa negativa en materia real. Si hay algún tipo de especulación de corto plazo se ha hecho sobre los títulos que ajustan con CER y usted ha visto cómo en los últimos 90 días nosotros hemos alargado los plazos de depósitos con CER de 90 días a un año. Por lo tanto, si usted pregunta en materia de especulaciones, es allí donde puede estar la especulación, pero de todas maneras en términos de tasas de interés yo le que digo que el Banco Central va a acompañar la política fiscal del segundo trimestre; allí va a estar la evaluación en materia de inflación y continuará utilizando todos los instrumentos que le permitan actuar sobre todo, sobre las expectativas. Reitero, en términos de nuestro impacto en precios, por lo que dije al principio de mi presentación, hay que pensar que las medidas que tomamos hoy tienen un impacto que se ve reflejado en materia de cantidad de dinero y exceso o no de liquidez en por lo menos 12 meses. Pero vamos a continuar con el cumplimiento que tuvimos con ustedes de informar este programa, con el cumplimiento de las expectativas de inflación que como usted señala bien en el relevamiento hoy hay una inflación esperada mayor de la que prevé y quiere el Banco Central y de la que estoy convencido que quiere también el Ministerio de Economía, la menor inflación posible y, obviamente, vamos a aguardar los resultados que pueda tener precisamente la recaudación. El comportamiento fiscal es clave para poder responderle a la totalidad de sus inquietudes a nivel de tasas de interés, a nivel de absorción y a nivel de inflación que vamos a tener. Y por eso he dicho que la tasa de inflación se juega principalmente con el comportamiento fiscal que exista en el segundo trimestre. Sr. Capitanich. — Mi primera pregunta, vinculada al tema de Presupuesto y Hacienda es si, efectivamente, se están cumpliendo de manera adecuada los parámetros fijados por la Carta Orgánica respecto de los anticipos financieros al sector público. La segunda es vinculada al tema de reservas internacionales. ¿Qué límites admitiría el Banco Central de afectación de volumen de reservas internacionales en la hipótesis de cancelar obligaciones con organismos multilaterales de crédito? Porque, justamente, de sus múltiples exposiciones ya nos vamos quedando con ciertas definiciones. Por ejemplo, en la exposición pasada el tema de la tasa de inflación subyacente para Argentina promediaba el 4 o 5 por ciento. Estamos promediando el 40 por ciento del límite de préstamos al sector privado; tenemos las metas de inflación. No podemos fijar tasa de interés. Y en la exposición usted planteaba que el volumen de reservas internacionales es inferior al que técnicamente sería admisible en virtud de la opinión de analistas internacionales. Entonces, ¿cuál sería ese volumen de reservas adecuado para el país y qué nivel podemos aceptar? Sr. Redrado. — Primero, el comportamiento de adelantos transitorios realmente es excelente. Esto, sin duda, no es captado por la mayoría de los analistas. Pero algo que ustedes señalaron como una preocupación en la última reunión que tuvimos aquí, en el primer trimestre ha tenido un comportamiento impecable. En el sentido de que no sólo se han cancelado. Ustedes saben que los adelantos transitorios se dan por doce meses, y la Tesorería canceló los adelantos por esos doce meses y todavía hoy está bien por debajo del límite que está planteado y que plantearon ustedes, señores senadores, cuando aprobaron la Carta Orgánica del Banco Central y en particular el artículo 20, con el límite del 12 por ciento de la base monetaria y el 10 por ciento de la recaudación de los últimos doce meses. Eso no se señala, pero justamente lo que hemos visto es un sector público buscando otras fuentes de financiamiento, utilizando las diversas fuentes que tenía dentro de las distintas áreas del sector público. Como dije, la Argentina va entrando en una normalidad y, por lo tanto, la administración de la Tesorería se está haciendo en un país que claramente empieza a dar signos vitales de mayor normalidad. En cuanto al nivel óptimo de las reservas, señor senador, quiero decirle que no hay en la literatura nadie que pueda señalar técnicamente cuál ese nivel. Usted puede decir que el nivel óptimo de reservas puede ser contra los pasivos que tiene la Argentina en los próximos doce meses. Alguien puede señalar que puede ser contra el pago de las importaciones que tiene que hacer la Argentina en los próximos doce meses. Es decir, una cantidad de ratios que no nos da, ninguno, una certidumbre de cuál es el nivel óptimo. Lo que sí podemos decir es que este directorio aspira a tener un mayor nivel de reservas 18 20/04/05 Reunión Plenaria del que tiene en la actualidad. Esto fortalece, sin duda, la solvencia. Primero, cuando analistas internacionales miran al país, alguno de los ratios que toman es, precisamente, la relación reservas contra la deuda de corto plazo, para ver cuál es la última red de contención que tiene la Argentina si se extinguieran sus fuentes de financiamiento. Por lo tanto, estamos bien pero debemos seguir trabajando -como lo han hecho otros bancos centrales de la región- en seguir reconstituyendo reservas. En cuanto a nuestras obligaciones con organismos multilaterales, estas son en derechos especiales de giro. Como usted sabe, eso refleja una canasta de monedas que incluye a las principales monedas del mundo. En lo que son pagos también, en los nuevos bonos que se emitirán a partir del mes de mayo hay un gran cambio en esa composición. Y el más positivo es que de la exposición en pesos hemos pasado, de un 3 por ciento de deuda en pesos, a tener un 37 por ciento de nuestra deuda denominada en pesos, bajando nuestra exposición en dólares, en euros y también en yenes. Eso le da mayor flexibilidad. Hoy sí la composición en materia de reservas sigue teniendo un componente importante. Más de las tres cuartas partes de las reservas están en dólares, una porción menor está en euros, una porción menor está en yenes, otra porción menor está en libras esterlinas y, por último, una porción en oro también. Esto nos permite tener una diversificación que también nos permite contar con la liquidez para atender a los compromisos que tiene el sector público en el corto y en el mediano plazo. Sr. Rossi. — Está claro que una de las preocupaciones más fuertes que tiene el gobierno, y que hoy está instalada en la sociedad de los argentinos, es precisamente el tema inflacionario. Por encima de todas las consideraciones técnicas que, inclusive, han sido muy claras desde el punto de vista de su explicación, la sensación que uno advierte en la sociedad es que los índices de inflación admitidos por el gobierno no se compadecen con la realidad que se vive en la vida cotidiana. Si uno toma estos valores que hemos podido ver en el cuadro suyo y ve particularmente lo que ocurre en algunas de nuestras provincias —soy de Córdoba—, ve el impacto que tienen algunas de las pautas cotidianas de vida; léase los servicios públicos, con los aumentos de los taxis, remises, boletos de transporte, el tema de la canasta familiar, el tema de los aumentos de los alquileres -que ha sido muy fuerte en los últimos tiempos-, el tema inmobiliario, que inclusive no sólo se traduce en la venta sino también en los alquileres. Todo esto indica que el poder adquisitivo ha disminuido más de lo que marcan los reconocimientos por parte del gobierno. Mi pregunta es si se trata de una sensación equivocada de la gente, que ha llevado inclusive al gobierno a tomar determinada actitud, particularmente en algo en lo que yo acompañé al presidente desde el punto de vista de su preocupación. Me refiero a lo que ocurrió con Shell cuando dispuso un aumento de combustible. Seguramente él supuso positivamente o con algún grado de predicción lo que iba a ocurrir a partir de ahí, y se lo ve plantado al presidente como haciendo retrotraer una decisión, o por lo menos para que las otras petroleras no hicieran lo mismo. ¿Será algo subjetivo de la gente, que lo interpreta así, y no es tan grave como lo siente? ¿O será que los índices del INDEC por ahí tienen composiciones de productos que no reflejan toda la vida cotidiana de la gente? Desde la gente la sensación que tengo es que es mayor el índice de inflación. Sr. Redrado. — Señor senador: quien niegue la realidad y niegue la sensación de la gente sería absolutamente necio. Y yo también acostumbro los fines de semana —los días sábados, en particular— ir al supermercado, y ahí claramente encuentro las distintas diferencias y las sensaciones. La pregunta desde un punto de vista analítico es si estos fenómenos son transitorios o permanentes. Y claramente nosotros, o la gente, cuando ve que aumentan los precios, no sabe si esto va a ser el comienzo de la fatídica historia que tuvo la Argentina o si van a ser fenómenos de una vez y para siempre. Como traté de explicar en este cuadro -que creo es realmente muy claro-, en los distintos componentes de inflación hay algunas cosas que usted menciona, como es el precio de los servicios, y es lo que los economistas llamamos “acomodamientos de precios relativos”. Esos acomodamientos de los servicios tienen que ser de una vez, no tienen que ser permanentes; lo que usted señala como taxis, como alquileres. Es cierto que ha habido un aumento de la propiedad, y esto tiene que ver con otro de los puntos que señalaba el senador Morales, en el sentido de que no se puede tener permanentemente una tasa de interés negativa. Porque de lo contrario, todos los ahorros de la población se vuelcan 19 20/04/05 Reunión Plenaria solamente en comprar propiedades, y esto ha generado un fenómeno de aumento muy importante en el precio del metro cuadrado en todo el país porque la gente ha visto que todavía el rendimiento que puede tener comprar una propiedad y después alquilarla es mayor que comparándolo con el de un plazo fijo. Entonces, esto también es una anomalía en términos de tasa de interés en cuanto le estamos retribuyendo los depósitos a la población para que no se genere este fenómeno. Lo que yo le quiero transmitir a toda la población es la total tranquilidad, primero, de cómo estamos observando este problema. Hay algunas fenómenos que son transitorios y hay fenómenos que pegan directamente en el bolsillo y en la canasta familiar como lo han sido carnes y lácteos. La respuesta es generar instrumentos que permitan ampliar la oferta de estos productos ya que también se está dando este nuevo fenómeno de exportación. Como usted sabe, el precio con el que usted vende un corte de carne en la Argentina es muy diferente al que vende la carne en otros países, lo que genera una tendencia alcista. Lo mismo podemos decir que pasa con productos lácteos. Entonces, lo que tenemos es una adecuación temporaria de una realidad en donde la demanda ha crecido y sigue creciendo por vía del consumo y de la inversión, pero tenemos que hacer que crezca más la inversión para poder acompañar este crecimiento de la demanda. El mensaje que podemos dar es que el Banco Central había previsto que este tipo de reacomodamiento de precios por única vez se puede dar, que estamos llegando a una política monetaria estrictamente prudente para lo que es esta realidad actual, que también la realidad fiscal está trabajando en este sentido y se la va a ver en su plena potencia en el segundo trimestre. Que también en otras áreas del gobierno se ha trabajado sobre las expectativas y entiendo yo que los números de abril nos van a mostrar que esto que digo es cierto. Por lo tanto, lo que podemos decirle a la población es un mensaje de tranquilidad y prudencia. Hay que preocuparse pero no hay que pensar que estamos frente a un fenómeno permanente. Para poder analizar con mayor profundidad cuánto va a ser ese impacto, obviamente que la sensación de la gente es lo más importante. Dicen en algunos lugares que la percepción es la realidad, y cualquier economista que tome decisiones solamente mirando los números de INDEC es un economista tuerto porque no ve la realidad de la gente. Las miles de decisiones que tomamos cada uno de nosotros en materia de cuánto gastamos, si nos subimos a un taxi o a un subte, si nos vamos de vacaciones, etcétera, tiene que ver con lo que cada uno espera del futuro de su salario y del futuro en materia de aumento de precios. Por ello es muy importante esta sensación y todos los que tenemos algún nivel de responsabilidad tomamos nota de esto y decimos que se está actuando sobre las causas. Entendemos, por ahora, que es un fenómeno transitorio y no hay motivos estructurales, no hay dispendio fiscal, no hay un Banco Central que esté actuando de manera poco prudente como para poder pensar que estamos frente a un fenómeno permanente. Sr. Morales. — Me gustaría hacerle una última pregunta sin intención de complicarlo con la autoridad económica, es sólo para saber su opinión personal. Cuando yo le pregunté por el tema del tipo de cambio, usted aclaró que eso lo define la autoridad económica. Pero es un factor que nos está costando inflación desde nuestro punto de vista. Ahora bien, usted como autoridad monetaria independiente, ¿qué opina con relación a esta decisión de la autoridad económica? ¿Estamos bien encaminados o no? Entiendo que tal vez coincida con la autoridad económica y no quiera contestar. (Risas) Sr. Redrado. — Mi rol es hacer y no opinar. Si he sido durante mucho tiempo un economista profesional, sigo siéndolo. Pero no es mi rol hoy ser un analista económico ni opinar sobre lo que otros hacen. Más bien tendría que volver —y supongo que así lo haré luego de estos seis años de mandato que ustedes han confirmado— a la actividad profesional. Reitero, mi rol no es opinar sino hacer, con los instrumentos que tengo en la política monetaria. Por lo tanto, voy a seguir haciendo y dando las respuestas profesionales que están bajo mi responsabilidad para, precisamente, no ser complacientes con este fenómeno que está ocurriendo y utilizar todas estas herramientas que tiene el directorio del Banco Central para que no tenga ninguna base monetaria ni concesión en materia monetaria y nos permita decir que el Banco Central está cumpliendo con su rol de independiente. El de cuidar un programa monetario, ser responsable frente a este programa, rendir cuentas frente a la sociedad sobre este programa y ser absolutamente responsable por sus acciones. Sr. Morales. — Le digo que a mí me queda claro cuál es su opinión. (Risas) Sr. Marín. — De todos modos, cuando venga el señor Ministro de Economía él nos evacuará todas las dudas que tengamos. (Risas) Bien, agradecemos a todos por su concurrencia, damos por terminada la presentación. 20 20/04/05 Reunión Plenaria — Son las 12 y 27.