DESARROLLO E INSURGENCIA EN EL CONFLICTO COLOMBIANO Por: Edgar Reinaldo Navarro Mesa. Magíster en Sociología. Palabras Claves: Desarrollo, Insurgencia, Conflicto y Territorio. A comienzos del siglo XXI, el Conflicto Colombiano se enfocaba en un nuevo discurso, donde las doctrinas Bush y Seguridad Democrática, lo señalaban como una “Amenaza Terrorista” y parte del “Eje del Mal”, articulando sus causas al fenómeno del narcotráfico y el terrorismo, desconociendo su origen sociopolítico y económico, a lo largo del proceso histórico colombiano, el cual se ha caracterizado por la Insurgencia y la Beligerancia de su población, frente a un Estado que se formó de acuerdo a los intereses de la clase criolla, la misma que controla la riqueza nacional y posee la mayor tenencia de la tierra en Colombia. La Población colombiana, ha sido objeto de las dinámicas del Desarrollo que han beneficiado el interés nacional de la clase dominante, generando políticas de expropiación y destierro por parte de diversos gobiernos y a través de agentes armados que siempre han actuado bajo el amparo del Estado colombiano. Parte de esas dinámicas son los asentamientos urbanos en las periferias de las principales ciudades del país, concentrando la población necesaria para el Desarrollo del Capital de esa clase dominante, ocasionando cambios en los oficios y las artes del trabajador rural, quien deja el azadón para insertarse en las actividades urbanas, con la pala, la espátula y otras herramientas. Sin embargo, estos procesos de asentamientos tienen antecedentes históricos, entre ellos, las famosas colonizaciones de familias antioqueñas, caldenses, tolimenses, santandereanas y otras de la región andina, que emigraron al este del Río Magdalena, al oeste del Río Cauca, al sur del Macizo colombiano, e incluso, a zonas fronterizas del territorio nacional, buscando siempre el refugio y una manera de sobrevivir ante la arremetida del poder bipartidista y económico de la clase dirigente. Esas poblaciones crecieron en número de habitantes y Desarrollaron Territorios, nunca contemplados por el Estado para sus procesos de Desarrollo y Planeación Nacional. Muchos Municipios se constituyeron como poderes del conservatismo, del liberalismo o como aquellos Palenques del siglo XVII, en poderes insurgentes que no admitían, ni reconocían al Poder Central. El Territorio colombiano, es más la expresión de mosaicos territoriales, que de la Unidad y de la Integración Territorial, que se muestra a través de un mapa político. Colombia es el conjunto de una serie de fragmentaciones territoriales, producto de los poderes insurgentes que han dominado el territorio local y regional. El Palenque es un territorio de resistencia, donde la población luchaba por sobrevivir y mantener una identidad que el gobierno del Virreinato consideraba parte del “Eje del Mal”. Esta población insurgente, porque en el siglo XVII aún no había guerrillas, era la expresión de otra Colombia que comenzaba a construir el Desarrollo Nacional. La anterior aclaración responde a la idea errónea de relacionar el término Insurgencia con grupos armados al margen de la ley, aunque siempre han sido los medios de comunicación y los agentes académicos de la clase dominante quienes han reproducido esta idea. En el estudio científico del Conflicto Colombiano hay que destacar que el poblamiento del territorio colombiano en su proceso histórico, se ha caracterizado por ser insurgente, es decir, la población que generó Políticas de Desarrollo en beneficio de su propio interés y del Bienestar Común, estos son quiénes han estado al margen del Desarrollo Nacional del Poder Central. De esa Insurgencia, surgió un poder armado organizado, una beligerancia que es producto de un Conflicto Social estructural, de un Desarrollo Nacional asimétrico y fragmentado y de una Insurgencia que no puede calificarse como grupos armados y/o narcoterroristas. Es más el desconocimiento que se tiene del Conflicto Colombiano, que el conocimiento producto de los estudios realizados sobre éste.