Propuesta en tiempos de paz Que haya justicia para todos. Que haya paz para todos. Que haya trabajo, pan, agua y sal para todos. Nelson Mandela Discurso de toma de Posesión Presidencial Pretoria, Sudáfrica, 10 de mayo de 1994 I ¿Quiénes somos? Hacedoras de paz Somos hijas de nuestro tiempo, mujeres nacidas entre los treinta y los noventa del siglo veinte. Somos de todas las clases sociales y todos los niveles educativos; somos de distintas etnias y de variadas opciones espirituales. Somos políticas que hemos sido afectadas por la violencia impuesta en Colombia. Somos de las generaciones que en distintas partes del mundo buscaban mayor participación política, que pedíamos cambios estructurales, que buscábamos formas de vivir en libertad, con seguridad social, y que ante la persecución encontró en las armas la única manera de hacerse escuchar, como en muchas partes del mundo. Dejamos esas armas cuando los caminos de la paz se convirtieron en una aspiración nacional, que se concretó en una nueva Constitución de la que el movimiento guerrillero fue uno de sus gestores. Somos la Red Nacional de Mujeres Excombatientes de la Insurgencia, que agrupa a mujeres firmantes de los Acuerdos de Paz con el Estado colombiano1; a mujeres 1 M19 (Movimiento 19 de abril), EPL (Ejército Popular de Liberación), PRT (Partido Revolucionario de Trabajadores), CRS (Corriente de Renovación Socialista), Frente Francisco Garnica y Movimiento Armado Quintín Lame. (MAQL). Tomado de Colección “Tiempos de Paz” Programa para la Reinserción – Red de Solidaridad Social, Bogotá, 1999. insurgentes que de manera individual han asumido la paz como una opción política y a las mujeres que pertenecieron a las redes de apoyo para el quehacer político. El Colectivo de Mujeres Excombatientes de la Insurgencia es nuestra casa madre. Es nuestro ente institucional. Es quien propone, quien acciona, representa y articula. Es nuestro administrador. Es nuestro nido. Es el motor que ha movilizado a centenares de mujeres para que juntas tejamos la red que nos visibiliza y nos alienta para hacer oír nuestras voces. ¿Cómo concebimos la Paz las mujeres excombatientes colombianas? Para nosotras la paz es: Un proceso dinámico, de construcción social e histórico, que no niega el conflicto y busca su tramitación de manera no violenta. Una sociedad democrática incluyente en la cual mujeres y hombres sean sujetas y sujetos de sus propias determinaciones y acciones. Un estado de bienestar integral, colectivo, que implica la exigibilidad y el disfrute pleno de los derechos vigentes (Políticos, Económicos Sociales y Culturales individuales y colectivos- de mujeres, hombres, infancia, pueblos campesinos, indígenas, afro-colombianos) así como de aquellos nuevos derechos que promuevan las sujetas y sujetos sociales. Un compromiso permanente de caminar hacia una ética en donde el amor, el respeto y cuidado de la vida, y la justicia social, sean principios fundamentales asumidos desde el ser, la familia, la escuela, la comunidad y el Estado. Repensar y reconstruir el amor a nosotras mismas para hablar desde una armonía que nos permita mantener un equilibrio con la vida.2 ¿Qué es la Red Nacional de Mujeres Excombatientes y qué la sustenta? La acción política Como Colectivo y como Red comenzamos hace 13 años con el objetivo de reencontrarnos, recuperar los lazos de solidaridad y afecto y fortalecer nuestra identidad como seres políticas, como mujeres insurgentes que buscan transformaciones sociales con autonomía 2 Resultados preliminares del Encuentro Internacional de Mujeres Excombatientes de América Latina y el Caribe, Bogotá 15,16 y 17 de marzo de 2002. individual en pertenencia colectiva, para que la libertad y la solidaridad sean el punto de partida de la convivencia3. La reflexión permanente ha sido un hito de la Red y el Colectivo. En la medida en que se va tejiendo la Red se amplían los espacios de participación en los movimientos sociales con acciones individuales y colectivas en lo local y lo nacional. Durante estos años nos hemos encaminado al conocimiento y a la comprensión de nuestro ser mujeres por fuera de los roles establecidos, desde las memorias y desde las nuevas identidades: para ser nombradas, para elaborar duelos y sanar heridas, para aprender el auto cuidado; para impulsar liderazgos en las comunidades; para buscar autonomías económicas; para el ejercicio de los Derechos Civiles y Políticos, Derechos Económicos, Sociales y Culturales para impulsar ciudadanías activas al asumirnos como hacedoras de paz. Se ha ido consolidando una propuesta que teje hilos maestros: la política como punto de partida, las comunicaciones y las memorias; el enfoque de género y el auto-cuidado, en permanente reflexión, para sembrar, crear y hacer paz desde el ejercicio de la ciudadanía activa, a través de diversas actividades de intercambio de opiniones y experiencias con diferentes sectores, gestiones solidarias y una revista virtual en proceso de creación. Con los nuevos tiempos de paz la Red decide dedicar parte de su trabajo a la reflexión y preparación de propuestas que retoman nuestras experiencias, para que puedan tenerse como referencia en las mesas de negociación tanto en el tránsito hacia la vida civil, en el caso de la insurgencia, como en la elaboración y aplicación de políticas públicas que fortalezcan la democracia en paz. ¿Qué hacemos? La paz cotidiana y permanente Para nosotras la paz es un proceso dinámico de construcción social e histórica que no niega el conflicto y busca su tramitación de manera no violenta. La paz requiere una sociedad democrática e incluyente, en la cual mujeres y hombres sean sujetas y sujetos de sus propias determinaciones y acciones. Concebimos la paz como un estado de bienestar integral, colectivo, que implica la exigibilidad y el disfrute pleno de los derechos vigentes, (-), así como de aquellos nuevos derechos que promuevan las sujetas y sujetos sociales.4 La acción de la paz es la palabra cumplida. La paz es una opción política en la que nos hemos empeñado y a la que le apostamos la vida. 3 Guerrero, Rojas, Salazar, Restrepo, “Insurrectas. Memorias de mujeres insurgentes”, Red Nacional de Mujeres Excombatientes de la Insurgencia, OnuMujeres, Bogotá, 2002 -2014 4 Resultados preliminares del Encuentro Internacional de Mujeres excombatientes de América Latina y el Caribe. Bogotá, Colombia 15, 16 y 17 de marzo de 2002. ¿Cómo lo hacemos? Memorias y comunicaciones Las comunicaciones, memorias y acciones de paz son nuestras herramientas en el hacer de la paz. El periodismo que permita tejer ciudadanía, evidenciar las verdades y dar voz a las palabras silenciadas es el enfoque que tiene nuestro hacer paz. La13Creaciones es una miscelánea multimedia que comunica y promueve acciones de paz concebidas desde la investigación y creación colectiva. Es el nombre que identifica nuestras propuestas comunicativas como hacedoras de paz. Es una vitrina de nuestras acciones y pensamientos expresados a través de lo oral, lo visual y lo escrito, y es nuestro espejo. La Red y el Colectivo están trabajando para consolidar el viejo sueño de tener un medio de comunicación y de aportar al país contando nuestra verdad y no la mentira que se ha impuesto, a la vez que continuamos en la reflexión permanente sobre nuestra manera de contribuir a la reconstrucción de los tejidos sociales rotos por la guerra, para que los derechos económicos, sociales, políticos y culturales se ejerzan de manera natural y cotidiana. En la actualidad tenemos La13Revista, es un medio virtual que recoge el trabajo de periodismo ciudadano realizado desde lo local y lo regional. La13Creaciones contiene: La13Revista (en circulación), La13FM y La13Canal (en proyección para los próximos dos años), La13Ediciones con el libro Insurrectas (en la recta final) y La13Memoriantes, desde donde hacemos memoria sonora para donar a archivos y bibliotecas públicas, privadas y universitarias y que sirva de fuente primaria para investigaciones sociales y contribuir a que la historia no se repita, para que caminemos como sociedad hacia un país mejor. Reflexión sobre el lenguaje institucional Los procesos de negociaciones de paz en el mundo han ido configurando un lenguaje que refleja el concepto tradicional de vencedores y vencidos. Al asumir la diversidad y la inclusión como una práctica de los derechos humanos, este viejo concepto de vencedor con la verdad y vencido con el error queda obsoleto para significar el sentido de los tratados firmados. La violencia que lleva implícita el lenguaje oficial para referirse a las personas que pasan de la vida militar a la vida civil, les niega todo el sentido de los motivos y razones por las cuales se alzaron en armas. Y en el caso de Colombia se unifican conceptos para insurgencia y paramilitarismo, institucionalizando la mentira como verdad, que es lo característico de las guerras sucias. Nosotras hemos tenido que protegernos de esos lenguajes porque no contribuye al entendimiento de las diferencias sino a la violencia producida por ideas preestablecidas. La palabra reinserción, que no está registrada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, connota un volver a vivir en sociedad. Desde la perspectiva de la insurgencia la opción armada fue una manera de hacer política en un país en el que históricamente se han negado los espacios de participación; entonces las personas no se reinsertan sino que transitan de lo militar a lo civil; no se desmovilizan puesto que la actividad política continúa sin armas y en escenarios civiles; no se reincorporan sino que negocian la acción política para detener la guerra. Las lógicas de las guerras imponen unos lenguajes que impregnan el habla cotidiana que connotan violencias y señalan de por vida a las personas. Esas violencias tocan profundamente a las mujeres y a todas las personas y grupos que se salen de la homogenización de la sociedad. Desde la paz es necesario resignificar los lenguajes, puesto que los conceptos de rebeldía, descontento, transformación, insurgencia, por ejemplo, son connotados de violencia cuando en realidad son las herramientas con que la sociedad civil manifiesta su descontento. La desobediencia civil es una manera de defenderse frente a la injusticia, la violación de derechos y los abusos de poder, entre otros.