DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN NOTA DE PRENSA Según los resultados del estudio de la Fundación BBVA “El pago de incentivos en la empresa industrial española” El 50,3% de las empresas industriales españolas emplean incentivos a la productividad para remunerar a sus empleados de producción Sin embargo, la retribución a través de incentivos de planta o empresa es utilizada únicamente por el 10,5 por ciento de los establecimientos industriales Es el primer estudio que analiza exhaustivamente el pago de incentivos para los trabajadores de producción 3.12.2003.- La Fundación BBVA acaba de hacer público el estudio “El pago de incentivos en la empresa industrial española”, realizado por José Alberto Bayo Moriones, profesor de la Universidad Pública de Navarra. El objetivo de esta investigación, pionera en el área de la economía de recursos humanos, es conocer el alcance del pago de incentivos a los trabajadores de producción en la industria española y la utilización que hacen las empresas de los diferentes instrumentos de remuneración de sus empleados. Para ello, el autor ha empleado la información obtenida sobre una muestra cercana al millar de empresas industriales españolas, pertenecientes a todos los sectores de manufactura. SISTEMAS DE RETRIBUCIÓN Se observa en los últimos años un incremento sustancial de la importancia que las empresas atribuyen a las personas como fuente de ventaja competitiva; dado que los recursos financieros y tecnológicos, considerados como claves para el éxito, se encuentran ya al alcance de muchas empresas, las personas que trabajan en una organización se configuran como uno de los escasos factores productivos que pueden conferir a la empresa la posibilidad de disponer de una ventaja sobre sus competidores que sea difícilmente imitable y que, por tanto, se mantenga en el tiempo. Dentro de la Dirección de Recursos Humanos, el sistema de remuneración de la empresa constituye una de las principales herramientas para alinear los intereses de los trabajadores con los de la organización en el esfuerzo de ésta para mejorar su competitividad. El sistema de retribución de la empresa está compuesto por varias dimensiones, que se clasifican en dos grandes grupos, según requieran o no del establecimiento de una relación a largo plazo entre la empresa y los trabajadores. El primer grupo contiene los diferentes tipos de incentivos: el pago de incentivos explícitos individuales, que vincula el salario del trabajador a una medida objetiva de su rendimiento personal; el pago de incentivos implícitos, cuya base se fundamenta en valoraciones subjetivas de la actuación del trabajador; y el pago de incentivos colectivos, sistema por el cual el trabajador se ve recompensado en función de cuáles sean los resultados que consigue el grupo del que forma parte o el conjunto de la empresa. En el segundo grupo se incluyen los elementos que requieren necesariamente una perspectiva de relación de empleo estable: el pago por antigüedad, la existencia de diferencias salariales entre los distintos niveles jerárquicos de la empresa y, por último, el pago de salarios superiores a los del mercado. PRINCIPALES RESULTADOS El trabajo de la Fundación BBVA ha analizado con detalle los incentivos a la productividad (individuales) y los incentivos de empresa (colectivos), proporcionando al mismo tiempo un riguroso marco conceptual para entender la realidad actual de los procesos de dirección de los recursos humanos en las empresas. Según se desprende del estudio, en el 50,3 por ciento de las empresas industriales funcionan planes que recompensan directamente la productividad de los operarios de fabricación a través de la retribución (incentivos a la productividad). En relación con otros países del entorno, como Alemania o el Reino Unido, se detecta que en España existe un mayor grado de utilización de los incentivos a la productividad, ya que para el primero de los países el porcentaje es de un 19 por ciento y para el segundo, de un 37%. Por otra parte, los datos de la investigación revelan que únicamente el 10,5 por ciento de las empresas industriales españolas han adoptado planes por los cuales la remuneración de los trabajadores de producción depende en alguna medida de los resultados que consigue el establecimiento o bien de los que consigue la empresa en su totalidad (incentivos de empresa). En este punto también se manifiestan claras diferencias entre nuestro país y el Reino Unido, donde casi la mitad de las plantas industriales aplican programas de reparto de beneficios a los trabajadores y, además, un 22 por ciento de ellas han adoptado planes de propiedad de acciones. Cuadro 1. : Porcentajes del uso de incentivos por sector Nª empresas Sin incentivos Con incentivos de productividad Alimentación 141 53,2 40,4 9,2 Industria textil 115 32,2 66,1 2,6 Madera y corcho 23 43,5 52,2 4,3 Papel 67 59,7 34,3 6 Industria química 67 64,2 17,9 19,4 Caucho 57 63,2 31,6 10,6 Productos minerales nometálicos 61 45,9 50,8 6,6 Metalurgia 109 28,4 58,7 18,3 Maquinaria 65 33,8 61,5 13,8 Material y equipo eléctrico 63 34,9 60,3 15,9 Material de transporte 88 31,8 61,4 10,2 Industrias diversas 52 30,8 61,5 7,7 908 42,7 50,3 10,5 TOTAL -2- Con incentivos de planta o empresa Cuadro 2. : Pago de incentivos y tamaño empresarial De productividad De planta o empresa Pequeñas 48,3 10,3 Medianas 55,7 12,2 Grandes 55 10 TOTAL 50,3 10,5 También hay que destacar que existe un 42% de las empresas que no utilizan ninguna clase de pago de incentivos para motivar a sus trabajadores de producción. Esto indica que los mecanismos implícitos de motivación proveen a la empresa en la práctica de una amplia capacidad para modificar en su favor los comportamientos de los empleados. La intensidad con la que se aplican los dos programas de pago de incentivos analizados difiere sustancialmente. Allí donde se han adoptado incentivos a la productividad, el peso de la parte variable en el total de la remuneración percibida por el trabajador asciende al 18,2 por ciento, mientras que, en el caso de los incentivos de empresa, esa cifra se reduce al 9,9 por ciento. En los casos en los que se aplican conjuntamente los incentivos a la productividad y los incentivos de empresa, la parte variable de la remuneración es del 16,2 por ciento. Cuadro 3. : Intensidad del pago de incentivos (porcentaje sobre el total de la remuneración) Sólo por productividad 18,28 Sólo de planta o empresa 9,96 De productividad y de planta o empresa 16,29 Ventajas de los incentivos de empresa El estudio de la Fundación BBVA indica que los establecimientos industriales que utilizan incentivos de empresa para remunerar a sus operarios de producción se caracterizan por la adopción de prácticas de gestión más avanzadas y por una buena posición competitiva. En general, son organizaciones con amplias conexiones con el exterior, ya que venden una parte importante de su producción en los mercados internacionales y que forman parte de grupos empresariales multinacionales. Además, se trata de empresas que muestran un elevado grado de automatización y de innovación tecnológica en sus procesos productivos. Asimismo, disfrutan de una buena posición competitiva en el sector en el que desarrollan su actividad, lo que se traduce en la consecución de notables mejoras en su cuota de mercado y en la existencia de planes para aumentar el tamaño de la plantilla. En estas empresas, la introducción de los esquemas de remuneración variable se ha realizado conjuntamente con la de otras prácticas de dirección de recursos humanos y -3- de organización del trabajo, como son la definición amplia de los puestos de trabajo o el esfuerzo que realizan para formar a los empleados e implicarles en el funcionamiento de la empresa. Otro resultado obtenido se refiere al papel que desempeñan los sindicatos en el desarrollo de esta clase de incentivos. La investigación detecta que su actitud parece ser más bien neutra, puesto que su grado de fortaleza ni alienta ni obstaculiza la vinculación de la remuneración de los empleados a los resultados obtenidos por la organización. Perfil de las empresas que utilizan incentivos a la productividad La decisión de adoptar programas de incentivos a la productividad afecta sustancialmente a la organización del trabajo. La presencia de este tipo de retribución variable se ve favorecida por factores como una definición poco flexible de los puestos de trabajo o la baja supervisión de los empleados. Se observa que los incentivos a la productividad son utilizados en aquellas empresas que se enfrentan a un menor grado de competencia en los mercados en que venden sus productos. También se detecta una menor presencia de estos incentivos en las empresas públicas o en las que forman parte de grupos multinacionales extranjeros. Otra de las características de las empresas que tienen implantados sistemas que vinculan remuneración y productividad es el mayor nivel de influencia de los sindicatos. Por otro lado, la existencia de un elevado porcentaje de empleados con contrato temporal reduce la probabilidad de que la empresa emplee incentivos a la productividad. Sin embargo, no se ha detectado que los incentivos a la productividad y la existencia de mecanismos de motivación, como las promociones, el pago por antigüedad o el de elevados salarios, sean utilizados alternativamente por las empresas. Tampoco se ha apreciado que la introducción de tecnología y el nivel de automatización de una empresa tengan un impacto significativo sobre la decisión de aplicar incentivos a la productividad. CONCLUSIONES La empresa española sigue apostando en gran medida por sistemas tradicionales de motivación, como demuestra la todavía extensa aplicación de los incentivos a la productividad. Esta investigación pone de manifiesto que, aunque este tipo de retribución variable puede ser el más adecuado en determinadas circunstancias, se trata de un instrumento muy limitado. Además, los resultados obtenidos provocan escepticismo sobre la capacidad para motivar de estos sistemas de retribución, ya que parece que los incentivos pueden haber perdido su carácter variable para convertirse en un complemento fijo dentro de la remuneración de los operarios. Esta afirmación se sustenta en el análisis de los factores asociados a su implantación: baja competencia, seguridad en el empleo, influencia sindical, etc. En cuanto a los incentivos de empresa, y observando de manera conjunta su nivel de difusión, tanto en la industria española como en los países de nuestro entorno, es de prever un crecimiento de su presencia en las empresas españolas. No obstante, para que esto suceda será necesario que se produzcan cambios -4- más amplios en la forma de gestión; a pesar de que se trata de un instrumento de motivación sofisticado e integrador, que puede ayudar a que la empresa obtenga de sus trabajadores los comportamientos y actitudes necesarios para hacer frente con mayores garantías a las nuevas exigencias competitivas, su aplicación de una forma aislada con respecto a otras prácticas de recursos humanos puede que no genere los resultados deseados. A este respecto, los datos de la investigación “El pago de incentivos en la empresa industrial española” advierten de que los incentivos de empresa se encuentran con serios obstáculos y resistencias en su implantación; esta constatación se basa en su baja tasa de difusión respecto a la de otras prácticas avanzadas de gestión de personal, como los sistemas de sugerencias o los grupos de mejora. Esto parece indicar que el sistema de retribución es el que más dificultades plantea en los intentos de las empresas por orientar sus políticas de recursos humanos hacia la búsqueda del compromiso y la colaboración de los trabajadores. Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (91 537 6615 y 94 487 4479) -5-