la Armadura de Dios - Ministerio Jesucristo Vence

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"Estad,
pues,
firmes,
ceñidos
vuestros
lomos con
la
verdad...”
(Efesios
6:14)
El cinturón de la verdad es el primer elemento que nombra el Apóstol Pablo. Este tenía un rol
primordial en función de la armadura del soldado.
El cinturón sostenía la vaina y sin ella no se podía colocar la espada. Los soldados debían estar
listos para la batalla y su cinturón y arma seguro.
San Juan 17:17 " Santificaos en tu verdad, tu palabra es verdad." La definición de verdad es
la Palabra de Dios. Esta es inspirada por El y es el aliento para nuestras vidas.
1ªTesalonicenses 5:21 " Examinando todo; retened lo bueno." Debemos examinar las cosas
y retener lo que es bueno eso hacen los verdaderos hijos de Dios. La verdad debe de estar a
nuestro alrededor y escrita en nuestro corazón.
Romanos 12:2 " No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios
agradable y perfecta." Pablo enseña que no participemos de un sistema de creencias que dice que
la verdad es solo un mito. Decir que estoy caminando con el Señor y no creer en su validez, es
como sostener la espada en un cinturón que no está completo y no me puede ser útil.
2º TIMOTEO 2:15 "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no
tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad."
..."Y VESTIDOS CON LA CORAZA DE
JUSTICIA." (Efesios 6:14)
Se trata de la justicia practicada, la
cual, para proteger al creyente, debe
ser total, ya que, de lo contrario, sería
una coraza que no cubre todo el
pecho y por cualquier parte que
quedase al descubierto, podría
introducir el enemigo sus dardos.
La coraza era un elemento esencial
en la armadura del soldado romano.
Le proporcionaba protección al torso,
a la parte del cuerpo que contiene los órganos vitales como el corazón y los pulmones. Un soldado
sin coraza iba a la muerte segura.
1º Juan 3:4 " Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley." Ser justos es hacer lo correcto ante los ojos de Dios. Los mandamientos de Él
son justicia, el quebrantarlos es pecado; el pecado es lo opuesto a la justicia.
Una vez que nos hemos puesto la coraza de justicia, debemos asegurarnos de no quitárnosla.
Ceñirse de justicia no es un evento único sino más bien un proceso que nos puede llevar toda una
vida.
"Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y el confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas
sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo." (Ezequiel 33:13)
"Y CALZADOS LOS
PIES CON EL APRESTO DEL
EVANGELIO DE LA PAZ" (Efesios
6:15)
En la armadura de los
antiguos soldados romanos los
pies eran protegidos por
sandalias que se amarraban hacia arriba (tobillo), en la suela poseían especie de clavos para dar
mayor firmeza en la batalla, además protegía los pies de las arduas caminatas a los lugares de
batalla.
La iglesia de Dios es enviada a proclamar las buenas noticias del Reino de Dios, el que difundirá
su camino de paz al rededor del mundo entero. Teniendo nuestro calzado puesto, estamos listos
para desplazarnos, para pregonar estas buenas nuevas a otros.
San Juan 14:27 " La paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo." La paz con Dios, es lo que nos da la tranquilidad que
andábamos buscando. Muchos buscan esta paz en placeres de la vida, el poder, la riqueza. Esta
paz que fácil se encuentra fácil se va.
Este calzado primero es de fortaleza para nosotros, debemos creer en el evangelio que se nos
ha predicado. También es de paz para aquellos que aún están en enemistad con Dios, es nuestro
deber de llevar esa paz a quien la necesite.
¿Cómo, pues, invocaran a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no
han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicaran si no fueren
enviados? Como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que
anuncian buenas nuevas! Romanos 10:14-15.
SOBRE TODO, TOMAD EL ESCUDO DE LA FE, CON QUE PODÍAS APAGAR TODOS LOS DARDOS DE
FUEGO DEL MALIGNO." (Efesios
6:16).
El escudo que Pablo
menciona no es el escudo
pequeño, redondo de unos 70 cm
de diámetro que usaban los
soldados de a caballo, sino es el
escudo alargado de más de un
metro de largo ya que este cubría
hasta la altura de los ojos.
Tomar el escudo de la fe
significa simplemente creer lo que
Dios ha dicho. La fe no es una
emoción incierta, sin fundamentos
real. Esta es una verdad
irrefutable, la verdad es real. "Es,
púes, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11:1).
Debemos creer en Dios cuando iniciamos su camino, ya que al transcurrir el tiempo después
del verdadero arrepentimiento y bautismo, tendremos una fe más profunda y viva que crecerá a
través de su Espíritu Santo.
"Porque por gracias sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de
Dios."(Efesios 2:8
Un escudo defiende. Este nos protege físicamente, y la fe puede salvaguardar nuestra vida
espiritual en medio de las pruebas.
Satanás siempre nos arroja dardos de miedo, duda, preocupación, baja autoestima, temor,
etc.... La única vez que estos dardos nos pueden afectar es cuando nosotros bajamos nuestro
escudo de la fe.
Cuando el ejército romano juntaba sus escudos, se convertían en una fuerza casi imparable. Si
nosotros en la iglesia de Dios y unimos nuestros escudos, es decir, nos fortalecemos mutuamente
con nuestra fe, seremos una fuerza muy difícil de detener, capaz de enfrentar cualquier desafío.
"Porque en esperanza fuimos salvos, pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo
que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo
aguardamos." (Romanos 8:24-25).
"Y TOMAD EL YELMO DE LA
SALVACIÓN.... (Efesios 6:17).
El yelmo de la armadura de
un soldado, era lo le
resguardaba la cabeza. Pero
en la Armadura de Dios, el
yelmo es una cobertura
espiritual, y lo que protege
es nuestra mente.
Cuando recibimos a
Jesucristo como nuestro
Señor, estamos recibiendo
todo lo que Dios tenía
preparado para darnos.
"Porque la paga del pecado
es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romanos 6:23).
En nuestra cabeza nacen ideas y pensamientos, captamos el mundo interior y el exterior,
damos forma y sentido a nuestras sensaciones. Nuestra mente es el principal campo de batalla. A
esta la debemos cambiar por "la mente de Cristo" y llevar cautivo todo pensamiento a Él. Porque
nuestros pensamientos son carnales, errados y confusos.
"Jehová es mi luz y mi salvación ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida ¿de quién
he de atemorizarme?
El enemigo intentara llevarnos a la desesperación pero la esperanza en la salvación nos hará
confiar en Dios, alegrándonos en El. Debemos mantenernos firmes, puesto que la victoria ha sido
lograda por Jesucristo en la Cruz.
La salvación es de Jehová, sobre tu pueblo sea tu bendición." (Salmos 3:8). La salvación implica
un proceso de conversión, Pablo lo describe como un proceso de transformación. "...por medio de
la renovación de nuestro entendimiento..."(Romanos 12:2). Es decir tener escrita la ley de Dios
en nuestras mentes, meditar en ella y vivir confiados.
"Y LA ESPADA DEL ESPÍRITU, QUE ES LA PALABRA DE DIOS."(Efesios 6:17)
La espada es el único
elemento mencionado por
Pablo que sirve para atacar.
Si todo el resto de nuestra
armadura se encuentra en
perfectas condiciones, pero
no tenemos espadas somos
un blanco fácil de vencer.
"Porque la palabra de Dios
es viva y eficaz, y más
cortante que toda espada
de dos filo, y penetra hasta
partir el alma y el espíritu,
las coyunturas y los
tuétanos y discierne los
pensamientos y las
intenciones del corazón."(Hebreo 4:12).
La espada romana comúnmente era de dos filo, haciéndola más efectiva para perforar y cortar
por ambos lados. La idea de Escritura de penetrar significa que la Palabra de Dios llega hasta el
"corazón", el centro mismo de la acción y deja expuesto los motivos y sentimientos de aquellos
que toca.
"Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino." (Salmos 119:105). La Palabra de
Dios, es una fuente de luz, nos ilumina revelando lo bueno y lo malo. Es una herramienta
insuperable para que aprendamos a llevar la mejor vida posible, sin tropezar en oscuridad.
El Espíritu Santo usa el poder de la Palabra para salvar almas y conferirles la fortaleza para
alcanzar madurez espiritual y ser soldados de Cristo.
"Más el que persevere hasta el fin este será salvo." (San Mateo 24:13). Dos de las muchas
promesas que Dios nos ha hecho es que si permanecemos hasta el final seremos salvos. Tomemos
nuestra espada porque la batalla es nuestra.
¿Que, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31)
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