IX CONGRESO NACIONAL DE TÉCNICOS AUXILIARES DE ENFERMERIA MAYO 2015 La empatía como terapia SUSANA SANAHUJA ARANA ESTHER GONZALEZ MORALEJA LA EMPATIA COMO TERAPIA INTRODUCCIÓN Desde el ejercicio profesional diario se observan hechos de la práctica profesional que se pueden calificar de rutinarios. Dentro de ellos se enumeran las siguientes: al ingreso de cada turno de trabajo posterior al pase de guardia, deviene el control de signos vitales (tensión arterial, temperatura, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, etc.) Seguidamente se administra la medicación en los diferentes horarios según la orden médica. Por parte del auxiliar de enfermería se llevan a cabo las tareas de reparto de dietas, higiene de los pacientes, elaboración de camas, ayuda al personal de enfermería a las diferentes técnicas requeridas por el paciente, etc. La relación con el paciente en muchas ocasiones se limita a la interacción en los diferentes procedimientos que debemos ejecutar; lo que consiste en saludo y en ocasiones en información del procedimiento que se va a realizar, que en reiteradas ocasiones no se comunica o se realiza de modo parcial o ambiguo. En este encuentro entre el profesional y el paciente no hay establecidos protocolos destinados a observar estados en el paciente que se podrían conocer mediante un dialogo distendido y ameno. En consecuencia esa interacción se lleva a cabo desde lo intuitivo y las apreciaciones y/o observaciones personales. Esta relación no reúne los aspectos necesarios para considerarla dentro de un marco de una relación de persona a persona. En consecuencia se deja a la persona en una condición pasiva y simplemente depositaria de una serie de procedimientos técnicos donde solo interesa el cuerpo del paciente en tanto ente biológico enfermo. Los sentimientos, las emociones, las percepciones, los temores, las preocupaciones inherentes a la persona y al sitio desconocido donde se encuentra en muchas ocasiones no son tenidos en cuenta, debido a la falta de medios, exceso de trabajo o simplemente falta de empatía. METODOLOGIA Identificación de las necesidades: El hospital tiene unas características físicas y una estructura social organizada (hay roles establecidos, normas de funcionamiento, relaciones personales, etc.) Esto conduce a que la hospitalización suponga para la persona, una situación nueva, extraña y no en pocas ocasiones, agresiva. Las principales circunstancias estresantes de la hospitalización son: Aislamiento del paciente: el paciente hospitalizado se encuentra en un lugar apartado de su medio familiar, laboral y social. Uno de los aspectos más costosos es el referido a la familia. En el plano laboral, se acrecienta el sentimiento de incapacidad y de impotencia y, por último, se sufre en mayor o menor grado la pérdida del apoyo social. Pérdida de identidad personal e individual. Por razones organizativas el paciente es sometido a un proceso de estandarización y tiene que ajustarse a unas normas (generalmente, se le asigna un número, se le da ropa del hospital y se le priva en algunas ocasiones de sus objetos personales) lo que conduce a un trato distante y despersonalizado. Por todo ello le invaden sentimientos de falta de control y devaluación personal. Falta de intimidad /privacidad. En la mayoría de ocasiones, el paciente comparte habitación con otros enfermos y sus visitas. Por su parte , los profesionales entran en la habitación en cualquier momento, todos los que le atienden tienen información sobre su persona y circunstancias y depende el personal sanitario incluso para actividades habitualmente privadas como ir al baño o el aseo personal Limitación y control de la movilidad. Se limitan los movimientos de los pacientes. El espacio físico es reducida y, a veces, no goza de una arquitectura o decoración que ayude al bienestar de las personas. Reglamentación de las actividades. Se modifican y/o sustituyen los hábitos y costumbres del paciente por los establecidos en el hospital. Por ejemplo suelen ver cambiados sus horarios, comidas, sueño, higiene personal, actividades, etc. Dependencia y falta de autonomía. El paciente ha de recurrir a los profesionales para satisfacer muchas de las necesidades, incrementándose esta circunstancia cuando la persona padece algún tipo de invalidez, lo cual incrementa su dependencia y la perdida de control como individuo. Información deficiente. el uso de lenguaje técnico, muchas veces incomprensible, provoca que el paciente se sienta ignorante y no se atreva a preguntar. Esto le lleva a desconocer cuestiones sobre su propia enfermedad, relativas a pruebas diagnósticas, tratamiento, evolución y sobre las normas del hospital. Con ello se incrementa su impotencia, la incertidumbre y el miedo a lo desconocido. Si el profesional no le facilita la información, puede comenzar a buscarla queriendo interpretar palabras, gestos o miradas a los que da un significado cuanto menos parcial y muchas veces erróneo. Con todo lo descrito el paciente hospitalizado puede encontrarse temeroso y desorientado por su padecimiento percibiendo el entorno como especial y despersonalizado, apareciendo con frecuencia los siguientes efectos: Ansiedad o depresión Sensación de pérdida (de normalidad, de libertad, de intimidad, de movilidad, etc.) Falta de control de la situación Retirada o ensimismamiento Incertidumbre y desvalimiento Excesiva dependencia Regresión Y desorganización del comportamiento. También pueden presentar ira y sentimientos de hostilidad que descargan sobre las personas que lo rodean, contra objetos y contra ellos mismos en ocasiones. EL PAPEL DEL AUXILIAR DE ENFERMERIA EN EL CUIDADO PSIQUICO DEL PACIENTE. El apoyo psicológico debe acompañar a cualquier intervención sanitaria, esto supone reconocer que los cuidados de enfermería parten de una atención integral al paciente. Será necesario partir de los siguientes principios básicos: detectar las necesidades psicológicas básicas y conductas anómalas en los distintos tipos de pacientes. Prestar apoyo psicológico básico para mejorar sus condiciones de vida. Promover actividades de autocuidado en asociaciones y grupos de autoayuda. Ayudar a las personas a manejar sentimientos negativos como la ira, el miedo o la ansiedad. Intervenir en la formación y promoción de hábitos saludables: de alimentación, de higiene personal y del medio, y sobre las formas de vida en pacientes y familiares. PRINCIPALES CUALIDADES DE ESPECIAL RELEVANCIA EN EL AUXILIAR DE ENFERMERIA. Valores centrales: Integridad: actuar sin considerar el provecho personal. Profesionalidad: demostrar competencia profesional y dominio de las distintas técnicas y actitudes que implica la profesión. Respeto a la diversidad: tratar a todas las personas con igual consideración. Competencias: Comunicación: supone escuchas a los demás, interpretar sus mensajes y responder de forma apropiada, en este orden si es posible. Trabajo en equipo: colaborar con los compañeros de trabajo con la intención de llegar a las metas laborales. Capacidad de planificar y organizar: asignar una cantidad apropiada de tiempo y recursos para completar el trabajo. Responsabilidad y capacidad de respuesta: asumir las responsabilidades y cumplir con los compromisos que se derivan del trabajo profesional. Orientación al paciente: atender a los pacientes buscando la manera de ver las cosas desde su punto de vista, para llegar a comprender mejor sus necesidades. Creatividad: ofrecer opiniones nuevas y diferentes para resolver los problemas o satisfacer las necesidades de los pacientes, no dejándose llevar por un pensamiento convergente o enfoques tradicionales. Interés tecnológico: valorar y dar importancia a los avances tecnológicos, introduciéndolos en la práctica profesional. Compromiso con el aprendizaje continuo: actualizando los conocimientos de la profesión. El paciente se sentirá más seguro con un profesional que refleje seguridad en las técnicas que realiza. Capacidad de construir confianza: crear y mantener un ambiente en el cual los pacientes pueden hablar y actuar sin temor a las consecuencias, tratando de forma apropiada la información delicada o confidencial. DISCUSIÓN La empatía se define como : la habilidad fundamental que permite al individuo anticipar, comprender y experimentar el punto de vista de otras personas, incluye también una respuesta emocional orientada hacia otra persona de acuerdo con la percepción y valoración del bienestar de esta. La empatía puede ayudar al profesional sanitario a imaginar y finalmente comprender, lo que el paciente está sintiendo, sin convertirse él en paciente y de esta forma sentir mejor todo aquello que nos es común a todos los seres humanos. CONCLUSIÓN Al ser empáticos en la atención con los pacientes establecemos un mejor vínculo, por consiguiente, una mayor apertura por parte de este para establecer un lazo de confianza, que no solo implica una valoración de nuestras capacidades, si no que a su vez su mayor confianza para solucionar dudas, lo que hará que la atención sea más satisfactoria, mejor comprendida y al mismo tiempo que nuestro mensaje llegue a convencerlo de la conveniencia de seguir las indicaciones. Si bien, este último punto puede estar afectado por otros factores del entorno del paciente (por ejemplo: apoyo familiar, limitaciones económicas y otras condiciones ambientales desfavorables en general), si nuestra intervención ha resultado efectiva, el paciente intentará, al menos, luchar con las situaciones adversas que lo rodean para tratar de cumplir lo mejor posible, teniendo en cuenta siempre la relevancia que le hemos dado a su problema de salud y más aún a su recuperación. La empatía es una herramienta que hay que descubrirla y desarrollarla, por tanto hay que invitar a los profesionales de la salud a preocuparse del tema, con el propósito de mejorar la atención del paciente y de esa manera hacer más llevadero nuestro esforzado trabajo.