UNIDAD TEMÁTICA 2 EL PROBLEMA: ¿Cómo se formulan las preguntas? RESUMEN: En primer lugar, aquí se abordan los aspectos referidos a la elección del problema, y se ponen a prueba la originalidad, el interés, la pertinencia, el alcance, y la consistencia del problema elegido y los pasos que implicará su abordaje. En segundo lugar, la formulación de las preguntas operará como una guía para la elección de un marco teórico y metodológico adecuado. 1. ¿Qué son las “preguntas”? En la justificación de un proyecto de investigación, todo investigador debe entablar un “diálogo” tácito, principalmente con alguno o varios de los investigadores del campo (aunque también con otros actores significativos, como los usuarios potenciales). Aquí vamos a hacer referencia a las preguntas relativas a la formulación del problema como un diálogo que se establece entre el investigador y (por ejemplo) un interlocutor que le formula objeciones de orden conceptual. La formulación de estas preguntas es una ayuda inestimable, que debe servir como guía para ir desarrollando cada uno de los pasos de la definición y el abordaje del problema. Podemos señalar dos niveles de preguntas: La elaboración de un primer set de preguntas funciona como un control que nos garantiza haber elegido el problema correcto, y La elaboración de un segundo set de preguntas funciona como una guía para la elaboración de un marco metodológico y para aplicar del modo más riguroso la metodología más adecuada. Estos conjuntos de preguntas no se responden de un modo consecutivo, sino que entre ellas hay otro paso fundamental en la investigación: la formulación de las hipótesis de trabajo que surgen luego que ha sido presentado el problema. Una vez que han sido formuladas las hipótesis correspondientes, es posible trabajar en el planteamiento del segundo set de preguntas. Veamos cada una de las etapas. A veces, la formulación de diversas hipótesis de trabajo puede servir como disparador de posibles interpretaciones del problema investigado. En palabras de Brewer y Hunter (1989:37): “Deducir muchas hipótesis diferentes proporciona una comprobación más rigurosa del poder predictivo absoluto de la teoría que derivar sólo una o unas cuantas hipótesis similares” 2. El primer conjunto de preguntas El primer conjunto de preguntas se articula alrededor de una primera pregunta fundamental que debemos formularnos: ¿qué vamos a investigar? Responder a esta pregunta significa, ni más ni menos, definir el problema. La formulación y la respuesta a esta pregunta operan como un control de la “problematicidad” de la cuestión elegida. Dicho de otro modo, si no es posible responder a esta pregunta con los objetivos claramente expresados, significa que aún no estamos en condiciones de definir el problema. A partir de la formulación de esta primera pregunta, es necesario enunciar un conjunto de preguntas derivadas de la anterior, que tienen por objeto complementar, precisar y acotar la pregunta general. Para que ello ocurra, es fundamental que la primera pregunta (acerca de qué vamos a investigar) se pueda expresar y responder de un modo tal que quede claro el área de interés, el alcance y las consecuencias del problema en cuestión. A modo de ilustración, veamos algunos ejemplos (correctos e incorrectos) de intentos por responder a esta pregunta. Allí veremos la posibilidad (o no) de formular las preguntas que se derivan de la cuestión central: Material elaborado por los Dres. Pablo Forni, Pablo Kreimer y Hernán Thomas para el Seminario de Tesis del Doctorado de FLACSO-Argentina. 1/4 1. La estructura social argentina: relaciones entre géneros y nivel de ingreso. 2. Estudio acerca de cómo se produce el conocimiento científico en los laboratorios de biología molecular. A través de la permanencia prolongada en tres laboratorios, se estudiarán las estructuras jerárquicas, la distribución de tareas entre científicos y técnicos y los mecanismos de elección de temas de investigación. 3. Estudios sobre los orígenes del peronismo. Se pretende indagar las razones históricas del surgimiento del populismo en Argentina y las relaciones entre Estado y trabajadores. 4. La relación universidad-sector productivo en el sur del Brasil en el caso de la Universidad de Rio Grande do Sul y su región de influencia: ¿transferencia de tecnología o producción interactiva de conocimientos? 5. La relación entre educación y ciencia en la Argentina. Se estudiarán las diferentes dimensiones que ha presentado esta relación a lo largo de la historia de nuestro país, diferenciando las distintas regiones, niveles escolares y disciplinas científicas. 6. Las políticas públicas en un municipio del conurbano bonaerense: estrategias de los actores y control popular de los servicios públicos: ¿gestión burocrática versus descentralización? 7. Producción de indicadores sobre impacto social de la ciencia y la tecnología en América Latina: definición de conceptos y relación entre indicadores y procesos reales científico-tecnológicos. Elaboración a partir de datos oficiales publicados por los gobiernos. Analicemos los primeros tres ejemplos, y dejamos el análisis de los otros cuatro ejemplos como ejercicio. Supongamos, como por regla general, que se dispone de un año para llevar a cabo estas investigaciones. 1) Nos da sólo el título de un posible problema, pero a partir de esa información es improbable responder a la pregunta sobre qué se va a estudiar, puesto que bajo ese rótulo pueden caber, en realidad, múltiples problemas (desde “un estudio histórico del ingreso diferencial de hombres y mujeres en la Argentina en el siglo XX”, hasta “el problema de la asimetría entre hombres y mujeres en la Patagonia en los años 80' y sus consecuencias sobre el ingreso femenino”): el área de interés es demasiado amplia. El segundo inconveniente que tiene esa formulación es que no se sabe cuál es el alcance del problema: ¿es todo el mundo o sólo un barrio de Rosario? ¿es una relación planteada “en general” o se abordará un aspecto especial del problema? En este ejemplo no es posible siquiera saber si es o no factible realizar la investigación en los tiempos previstos, si se dispondrá de los recursos (Datos del INDEC sobre población e ingreso, por ejemplo), de modo que no se pueden formular preguntas derivadas, o bien la lista de ellas sería interminable. Igualmente, con la información que se nos proporciona, es imposible expedirse sobre la originalidad del aporte que el abordaje del problema supone: este podría ser muy frecuentado y repetir muchos trabajos sobre el mismo tema, o (alternativamente) concentrarse sobre un aspecto particular y, entonces, mostrar cierta originalidad. No es posible formular la pregunta fundamental. 2) En este ejemplo el problema está claro y, sin más aclaraciones, el lector entiende claramente qué se va a investigar, y cuál es el alcance de la investigación. Presenta algunas dudas el hecho de que se mencione “una permanencia prolongada” en cada laboratorio, dado que sólo se dispone de un año para realizar la investigación, por lo cual el significado de dicha expresión debería explicitarse (¿un mes, un trimestre, un semestre?). Aparte de ello, las potenciales preguntas derivadas son fáciles de formular: cómo es la estructura de cada laboratorio: ¿cuánta gente trabaja allí?, ¿qué funciones desempeña cada uno? ¿de qué institución dependen? ¿cuántos científicos y cuántos técnicos, y de qué nivel cada uno? ¿qué mecanismos se ponen en práctica para elegir los temas de investigación? ¿qué factores inciden, etc.? La originalidad del problema es evidente para todo aquel que recorra la escasa literatura sobre el tema. La pregunta fundamental esta implícita en el titulo: ¿cuales son los elementos presentes en la producción de conocimiento en ciertas disciplinas de las ciencias naturales (la biología molecular)? 3) En este ejemplo el tema está claro. Sin embargo, no así su alcance, que podría ser enorme o muy limitado (depende de cómo se entienda esta formulación). No hay ninguna idea sobre cuáles serían las fuentes que se utilizarán, y si estas estarán accesibles o no (si son testigos, podrían estar muertos). En la formulación, a diferencia de los otros ejemplos, aquí el autor ya toma partido por una corriente de interpretación: aquella que inscribe al peronismo dentro de la categoría “populismo” (diferente, por ejemplo, de aquellos historiadores que lo consideran como la emergencia de un “movimiento nacional-popular”, o de aquellos otros que lo analizan como un proceso de “autoritarismo de masas”). 2/4 Las preguntas derivadas se pueden efectivamente formular, aunque ellas cubren un rango muy amplio de aspectos; o responder a cada una de ellas implica, en sí mismo, otra investigación. Por ejemplo: ¿qué condiciones sociales, políticas, económicas, religiosas, existían en la Argentina en la etapa? Esto nos plantea serias dudas acerca de la adecuación de los tiempos de la investigación con los tiempos de los que realmente se dispone. La pregunta central sería: ¿que elementos están presentes en el surgimiento del peronismo, entendido como un fenómeno de populismo? Pero el inconveniente más grande que tiene este ejemplo es que es muy poco original: existen ríos de investigaciones que han tratado este tema, y en la formulación tal como está presentada, no se ve cómo se puede hacer un aporte verdaderamente nuevo para comprender el tema en cuestión. 3. La formulación de hipótesis de trabajo Una vez que se ha formulado y respondido correctamente a las preguntas acerca de “qué” es lo que habrá de investigarse, es necesario hacer explícitas las hipótesis que el investigador se formula acerca del objeto de estudio. No es necesario que realicemos una gran descripción acerca de las hipótesis y de su significado en la investigación. Digamos, sin embargo, que a los efectos prácticos de la investigación, la formulación de las hipótesis de trabajo resulta fundamental para organizar correctamente el trabajo, y en particular para desarrollar una estrategia de investigación adecuada (realizar el diseño de la investigación), para demostrar la validez o la invalidez de las hipótesis propuestas. Las hipótesis “nos indican lo que estamos buscando o tratando de probar” y pueden definirse como “explicaciones tentativas del fenómeno investigado, formuladas a manera de proposiciones” Volvamos por un momento a los ejemplos anteriores, para imaginar qué tipo de hipótesis de trabajo se podría formular en cada caso. En el ejemplo 2 (descartamos, naturalmente el 1), sería plausible plantear algunas de las siguientes hipótesis: “Los científicos se ocupan de temas teóricos, mientras que los técnicos investigan aspectos prácticos de la ciencia” “Los científicos que no tienen manejo de técnicas de laboratorio tienen más dificultades para elegir los temas de investigación” “Los científicos más jóvenes en el nivel más bajo de la estructura social del laboratorio) eligen temas de investigación más novedosos que los investigadores senior” Aunque aquí hemos presentado la formulación de las hipótesis como una etapa que sigue a la formulación del problema y al primer set de preguntas, lo cierto es que, en rigor, cuando un investigador formula un proyecto de investigación, un proceso resulta indisociable del otro: cuando uno elige tratar un problema en particular, suele tener al mismo tiempo un conjunto de supuestos acerca de ciertas características que dicho problema puede presentar, de algunas relaciones que será posible establecer, y de los aspectos que se desea o que es necesario indagar para desarrollar una explicación plausible. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, las hipótesis suelen estar implícitas durante buena parte del proceso. Así, es fundamental, una vez que el problema ha sido adecuadamente formulado, hacer explícitas las hipótesis de trabajo. Esto obedece a dos razones: en primer lugar, porque ellas habrán de guiar el diseño de la investigación y la formulación de las estrategias; en segundo lugar, porque una vez formuladas las hipótesis es posible que sea necesario hacer modificaciones o incluso reformular el problema de investigación. Esto último es muy frecuente, en particular en los casos en que el problema de investigación ha resultado demasiado amplio: al formular las hipótesis y preguntarse acerca de las estrategias que habrán de desplegarse, se percibe con nitidez la excesiva amplitud del tema, y la necesidad de acotarlo en algún sentido. Y lo mismo vale si el proyecto resultara excesivamente acotado. Volvamos al ejemplo 2: al formular las hipótesis es probable que se perciba que no resulta materialmente posible realizar la investigación en tres laboratorios, y que entonces es necesario acotarla a sólo dos. O bien, 3/4 que es necesario considerar, además de los científicos y técnicos, categorías nuevas, como becarios, o personal administrativo, etc. O, finalmente (aunque se pueden plantear muchas más posibilidades) que no sólo es necesario considerar la estructura jerárquica, sino también las relaciones horizontales (cosa que la formulación original ignoraba). El segundo conjunto de preguntas El segundo conjunto de preguntas se articula alrededor de la segunda pregunta fundamental: ¿cómo se quiere investigar el problema? Formular esta pregunta implica poner en relación los aspectos anteriores, es decir: el planteamiento general del problema, las preguntas acerca de qué se quiere investigar, las hipótesis de trabajo que se han propuesto, y los recursos que habrán de movilizarse para poner en marcha y desarrollar la investigación. Debemos tomar en cuenta que responder a estas preguntas nos llevará a la enunciación de nuestro abordaje teórico-metodológico y al diseño de la investigación. Así, si estas preguntas se formulan de un modo adecuado, la investigación propiamente dicha se podrá desarrollar con mayor facilidad. Formularnos las preguntas acerca de cómo abordar el problema (desarrollar la investigación) implica examinar y hacer explícitas las diferentes alternativas posibles para estudiar el problema en cuestión. Volvamos, una vez más, a los ejemplos anteriores, para analizar el tipo de preguntas que se podrían formular. Ejemplo 2: 1. ¿Qué tipo de información se pretende recabar en los períodos de permanencia en los laboratorios? ¿Bajo qué modalidades se desarrollará la permanencia en los laboratorios? ¿Se harán observaciones de tipo etnográficas (intentando que el investigador pase desapercibido), se harán entrevistas personales, se construirán historias de vida, o se trabajará sólo con material documental (entre otras posibilidades)? ¿Que implicaciones y qué tipo de información se podrá recabar en uno y en otro caso, según la estrategia que se adopte? 2. ¿Cómo se van a organizar los temas de investigación de los científicos: según sus propios criterios, según los campos de aplicación, o según criterios establecidos por criterios externos al laboratorio (entre otros)? 3. ¿Cómo se habrá de establecer la “estructura jerárquica”? ¿Cómo se interpreta la existencia de un ordenamiento jerárquico en el interior de un laboratorio: según una teoría del “orden” o una del “conflicto”? ¿Cuáles son los métodos para indagarla? ¿Cómo organizar la información? Tomemos el ejemplo 4 (de la enumeración que se presentó más arriba): a) ¿Cómo se determinarán los límites de la “zona de influencia de la Universidad? b) ¿Cómo se va a identificar a las personas que participan de las interacciones: en términos puramente institucionales, como diferentes actores o como un sistema de redes? ¿Qué otras alternativas existen, y cuáles son las consecuencias de elegir una u otra? c) Cuáles son los modelos teóricos que están por detrás de los conceptos de “transferencia de tecnología” y de “producción interactiva”? ¿Qué consecuencias para la investigación tiene cada uno de ellas? d) ¿Cómo describir y “medir” las relaciones que existen entre los diferentes componentes? ¿Cómo recoger la información? ¿Cómo organizar analíticamente estas relaciones? Estos dos ejemplos sólo pretenden ilustrar una mínima parte de las preguntas posibles que uno debe formularse respecto de “cómo” habrá de desarrollarse la investigación. Muchas otras podrían agregarse en cada caso. Cuanto más completas sean estas preguntas, mayores son las posibilidades que tiene el investigador para enfrentar con mejores armas el diseño de la investigación. 4/4