Fomento a las industrias culturales en México y en la Argentina JUEVES 23 DE SEPTIEMBRE DE 2010 Por: Gloria Cajavilca El desarrollo de las Industrias Culturales – ICs – requiere de estrategias claras y de acciones sostenidas en el tiempo. Es así que vale la pena destacar los esfuerzos que, en el ámbito institucional, México y la Argentina están realizando en torno a su creación y sostenibilidad. En México el Plan Nacional de Cultura 2007 - 2012, fue desarrollado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes - CONACULTA, basado en la política Visión México 2030 y el Plan Nacional de Desarrollo. Este último propone que la política cultural “debe contribuir a la comprensión fundamental de que las ICs y la producción y promoción del arte y la cultura ofrecen condiciones y potencialidades para el desarrollo económico de municipios, estados y regiones, y del país en su conjunto, lo cual ya sucede en la actualidad;”* y presenta como uno de sus ejes a las ICs, tomando en cuenta que éstas inciden, indiscutiblemente, en la generación de empleos, en la mejoría del desarrollo humano y de las condiciones socioeconómicas de la población. Las estrategias y objetivos para el fomento y fortalecimiento de las ICs en México, abarcan los siguientes sectores: Cine - propone la ampliación de las actividades de producción y de espacios para locaciones. Radio y televisión - busca fomentar la creatividad y la calidad de los contenidos. Producción editorial - plantea incrementar el número de espacios de exhibición y venta y lograr mejoras en los procesos de comercialización y distribución. Incluye las representaciones de la cultura popular y el diseño, entre otros. Uno de los documentos más importantes para la generación de políticas culturales es el Atlas de Infraestructura Cultural de México, desarrollado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en el año 2003, la elaboración de este atlas tuvo como objetivo el desarrollo de políticas culturales basadas en una información confiable y relevante como elemento fundamental para la formulación y evaluación de las políticas culturales; de la misma manera, el propósito de este tipo de documentos es: “Cruzar la información de infraestructura y oferta cultural con las prácticas y consumo cultural de los mexicanos; definir el perfil de los asistentes a estos espacios y de quienes consumen bienes culturales, su nivel de satisfacción con respecto a sus expectativas; y conocer el uso del tiempo libre e identificar las actividades culturales que se dan en otros espacios y cuyo registro es más complejo.”** Por su parte, Ernesto Piedras, uno de los precursores en Latinoamérica en la investigación sobre las ICs como fuente de ingresos, ha contribuido en el diseño de estos programas, al exponer la necesidad de la generación de políticas públicas integrales de la cultura, que posean un marco jurídico que garantice la transversalidad al sector cultura y genere incentivos fiscales para este sector. Dentro de las normativas relacionadas con las ICs en México encontramos la Ley de Planeación, la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, Ley Federal de Cinematografía, Ley General de Bibliotecas y la Ley Federal de Derechos de Autor, entre otras; estas leyes protegen los derechos de Propiedad Intelectual que existen sobre los bienes que producen las ICs y fomentan la creación de empresas del sector cultura. Más allá de las políticas de Estado y las normativas dictadas para el fomento de estas industrias, se debe destacar iniciativas como el Encuentro Internacional de Editores Independientes (EDITA), fundado por organizaciones no gubernamentales (19 al 21 de noviembre de 2010); ejemplo de la búsqueda del fortalecimiento de las ICs en México. Tiene como propósito aumentar la comercialización y exportación de obras literarias del país, y según lo afirma su coordinador, Umberto Stabile: “Nacen alianzas, coediciones, proyectos de distribución recíproca, difusión de los catálogos, intercambio de autores y títulos, pero sobre todo surge solidaridad y cooperación frente a la competencia del mercado convencional”. En la Argentina, los programas de Estado para el sector cultura tienen como principios: el desarrollo, la diversidad y el federalismo. Dentro de los programas de cultura también están involucradas las pequeñas y medianas empresas con base cultural, los emprendedores culturales, las organizaciones sociales sin fines de lucro dedicadas a la cultura, y los actores gubernamentales en el área cultural. La Secretaría de la Cultura, creó varios proyectos. Los dos más significativos son: El programa de Emprendimiento Cultura Nación, que promueve la generación y fortalecimiento de las PYMES culturales de la Argentina, mediante el otorgamiento de subsidios. El Laboratorio de Industrias Culturales (LIC), el cual está compuesto por programas de promoción de ICs, la red virtual de ICs y una guía de recursos, así mismo, se desarrolló un "Informe Diagnóstico" sobre la producción de estadísticas referidas a la cultura argentina, que generó como conclusión la concentración geográfica y económica sobre el sector cultura y demostró que no existía información confiable y actualizada. Es así que el Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA) formalizó un acuerdo de trabajo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), para crear una Cuenta Satélite de Cultura CSC, a partir de la información disponible en el Sistema de Cuentas Nacionales. El objetivo general de la CSC es proveer con mayor precisión, de manera confiable, constante y comparable, el aporte de las industrias y actividades del sector cultura a la economía; “estos datos presentados en forma de agregados económicos cuantitativos y cualitativos permiten visualizar con claridad las dinámicas económicas y sociales del sector y constituyen información sumamente valiosa para la formulación de políticas públicas culturales dirigidas al crecimiento de la actividad y al resguardo de la diversidad cultural del país.”*** Sobre la aplicación de estas políticas es preciso observar planes como el de Emprendimientos de Base Cultural, que hace referencia a los sectores de producción y distribución de bienes y servicios cuyo valor económico deriva de su valor simbólico, y la puesta en práctica mediante incubadoras como Expresiva que tienen como objetivo captar y desarrollar proyectos, sobre generación de empresas y apoyar estas iniciativas para que se constituyan en negocios sustentables, dentro del sector cultura. También se están creando nuevos espacios y facilidades crediticias para las PYMES del sector cultura en propuestas como el Mercado de Industrias Culturales Argentinas - MICA - que será un espacio exclusivo para que empresarios generen negocios internacionales sobre sus productos y servicios. El MICA espera contar con la asistencia de representantes de las cámaras empresariales, instituciones nacionales, PYMES, productores audiovisuales, de videojuegos, así como con empresas discográficas, editoriales y de diseñadores, quienes tendrán la posibilidad de encontrarse con los principales representantes de ICs de todo el mundo. En México y en la Argentina se han desarrollado programas y políticas que promueven los sectores considerados más rentables dentro de las ICs, estos planes están enmarcados en la aplicación de normas jurídicas que regulan los derechos que existen sobre los productos creados y comercializados por estas empresas y en mecanismos de financiamiento e incubación, a la vez que se han desarrollando estudios económicos con el fin de comprender mejor el sector y desarrollar sistemas de información con la CSC, y entender mejor el impacto económico de la inversión en ICs. Se trata de una tendencia regional que, sin duda, debe ser parte de cualquier estrategia seria de desarrollo en la Era de la Información * Gobierno de México, http://www.foromexicanodelacultura.org/files/PlanNacionalCultura2007_2012.pdf ** Conaculta/Sistema de Información Cultural, (2003) Atlas de infraestructura cultural de México, http://sic.gob.mx/ficha.php?table=centrodoc&table_id=2 *** Secretaría de Cultura de Argentina, http://www.cultura.gov.ar/home/