EMBARAZO Y RIESGO DE ENFERMEDAD MENTAL Un estudio norteamericano rechaza la creencia que relaciona la gestación con los trastornos psiquiátricos, aunque resalta un mayor riesgo de depresión tras el parto. Existe la creencia de que las mujeres embarazadas y aquellas que han dado a luz recientemente tienen un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos. Sin embargo, un nuevo estudio concluye que el embarazo no parece estar asociado con un mayor riesgo de enfermedad mental, aunque, después del parto, las mujeres se enfrentan a un riesgo más elevado de depresión mayor. Firman el trabajo investigadores del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, dirigidos por la Dra. Oriana Vesga-López, quienes publican sus resultados en "Archives of General Psychiatry". Para estudiar una posible asociación, analizaron datos de entrevistas realizadas a 43.000 personas. De ellas, 14.549 eran mujeres que habían estado embarazadas en el año anterior. Las participantes informaron sobre trastornos psiquiátricos, consumo de sustancias de abuso y si habían buscado tratamiento. Según los resultados, las mujeres que habían estado embarazadas el pasado año y aquellas en el período posterior al parto presentaron menores tasas de trastornos relacionados con el consumo de alcohol y de otras sustancias -excepto drogas ilegales-, que las mujeres no embarazadas. Además, las mujeres que estaban embarazadas en el momento del estudio tenían menor riesgo de trastornos del estado de ánimo, salvo depresión mayor, que las mujeres no embarazadas. Las mujeres que habían estado embarazadas en el año anterior presentaron tasas más bajas de seguimiento del tratamiento en cualquier tipo de trastorno en el pasado año y en toda su vida. Según los autores, la mayoría de mujeres con un trastorno psiquiátrico no recibieron ningún cuidado de salud mental en los 12 meses anteriores a la encuesta, con independencia de si habían estado embarazadas o no. Aunque el embarazo por sí solo no se asoció a un mayor riesgo de los trastornos mentales más comunes, se identificaron grupos de mujeres embarazadas con una alta prevalencia de trastornos psiquiátricos. Estos grupos incluían a las mujeres de entre 18 y 25 años que vivían sin pareja, eran viudas, separadas, divorciadas o nunca se habían casado, y mujeres que experimentaron complicaciones o situaciones vitales estresantes durante el embarazo.