Visión Coparmex Ciudad de México La Reforma Política del D.F. amenaza con reducirse a una Reforma Fiscal. Fernando Oscar García Chávez / Presidente de la COPARMEX Ciudad de México 28 de Noviembre de 2012 Hace algunas semanas, por este mismo medio, anunciamos la realización de la Consulta Ciudadana para el Presupuesto Participativo 2013, instrumento mediante el cual se definirán proyectos específicos en los que se deberá aplicar el 3% del presupuesto anual asignado por la Asamblea Legislativa a cada Delegación. Justo en vísperas de la definición de tal presupuesto, la pugna y el interés en la Reforma Política que impulsa el Dr. Miguel Ángel Mancera se han centrado hacia concretar la restructuración administrativa local, con lo que las delegaciones tendrían una mayor autonomía presupuestal y por tanto, mayores recursos. De lado se ha dejado el interés de posicionar de manera general al Distrito Federal como una entidad federativa con autonomía presupuestaria y con jurisdicción propia en temas críticos como la educación, seguridad, entre otros. Se argumenta que la centralización de los recursos retrasa el funcionamiento y operación de las delegaciones, además de que los candados para evitar la corrupción obligan a los delegados a incurrir en subejercicios, por lo que luego son castigados. Sin embargo, es la misma naturaleza operativa de las delegaciones la que hace indispensable la aplicación de candados y restricciones; pues como lo hemos señalado repetidamente, las delegaciones siguen siendo un foco de burocracia y trámites que merman la productividad y la competitividad de nuestra ciudad. Desde la óptica de este Sindicato Patronal, el debate no debería basarse en la cantidad del gasto, sino en la calidad del mismo. Si efectivamente las delegaciones presentan subejercicio al término de los ciclos presupuestales, es sumamente importante que los jefes de cada demarcación construyan proyectos sólidos y soportados en personal capacitado; solo de esta manera podrán superar las medidas preventivas con que son etiquetadas distintas partidas. Al final, cada peso que no se ejerce, se traduce en pérdida en bienestar social o en el aplazamiento de las soluciones que la población requiere. Si bien, el presupuesto participativo que asciende a un 3% de lo que recibe cada delegación, resulta una medida para focalizar de mejor manera las necesidades más apremiantes de la ciudadanía, no parece suficiente para hacer frente a la multiplicidad de estragos que se hacen evidentes en lo cotidiano. Por otra parte, sí consideramos que la Delegaciones deberían tener más facultades de elegir el tipo de bien o servicio que recibe la población que las habita, pues actualmente el marco jurídico de la Capital deja atados de manos a los Delegados en la provisión de ciertos servicios públicos que solo pueden ser determinados por el Gobierno Central. Confiamos en que el liderazgo que ha asumido el Dr. Miguel Ángel Mancera, así como su carácter conciliador sin tintes de partido, abrirán una ventana de oportunidad importante para la superación de diferencias, pugnas y conflictos entre los Jefes Delegacionales, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y la propia Jefatura de Gobierno. Al final del día, los actores de la vida pública deben buscar y encontrar los equilibrios y acuerdos que permitan garantizar mejores condiciones de vida para las personas y un entorno propicio para el desarrollo de actividades productivas y la inversión. Nuestra Ciudad no debe estar subordinada a los conflictos políticos ni a las querellas de intereses mezquinos. Te espero la próxima semana en ésta, tu visión. Fernando Oscar García Chávez / Presidente