REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA, INDUSTRIA Y COMERCIO, Y EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA Salón Auditorio 11 de marzo de 2004 Presidencia del señor senador Capitanich — En el Salón Auditorio del H. Senado de la Nación, a los 11 días del mes de agosto de 2004, a las 10 y 30: Sr. Presidente (Capitanich). — Hemos convocado a esta reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Industria y Comercio y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología con el propósito de tratar el proyecto de ley en revisión sobre promoción de la industria del software. (C.D. 152/03) Cada una de las comisiones ha realizado una serie de consideraciones sobre el proyecto mencionado. En el ámbito de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, hemos tenido la oportunidad de debatir en profundidad este tema. Hemos hecho la convocatoria para que puedan fijar su posición no sólo representantes del Poder Ejecutivo nacional sino también de las distintas cámaras que aglutinan a las empresas. La Comisión de Industria y Comercio lo ha tratado de igual manera. Asimismo, el proyecto se encuentra en tratamiento en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Esta reunión plenaria tiene por objeto evaluar la posición de los distintos señores senadores a los efectos de promover el dictamen correspondiente para el tratamiento en el recinto. Se ha elaborado un dictamen y, por supuesto, ha habido formulaciones, observaciones y disidencias por parte de algunos señores senadores. Como sabrán, este proyecto de ley apunta a promover el desarrollo de la industria del software tanto para personas físicas como jurídicas. Tiende a establecer un mecanismo de estabilidad tributaria por diez años, incentivos respecto de la reducción del costo de las cargas sociales hasta un 70 por ciento y también un 60 por ciento el Impuesto a las Ganancias. Asimismo, en forma complementaria, un fondo fiduciario para el desarrollo de la industria del software. En la primera parte del año, se asignan 2 millones de pesos a través de una facultad del jefe de Gabinete de Ministros. Repito, como algunos señores senadores han realizado observaciones, estamos aquí reunidos para efectuar el tratamiento correspondiente de este proyecto de ley en revisión. Tiene la palabra la señora senadora Mastandrea. Sra. Mastandrea. — La Comisión de Industria y Comercio debatió este tema no sólo en distintos ámbitos —por ejemplo, universidades, asociaciones, centros, etcétera— sino también recabó la opinión de diferentes sectores del Poder Ejecutivo como AFIP, Aduana y Secretaría de Ciencia y Técnica. Podría decir que hemos consultado región por región para conocer la opinión de los sectores de la República Argentina sobre este tema. También, quiero informar que los debates están documentados. Algunas de las observaciones efectuadas por la Secretaría de Ciencia y Técnica o la AFIP podrían ser objeto de modificaciones a este proyecto de ley o de otra ley posterior donde planteáramos algunos de los temas que ellos mencionaron. Después de estar en contacto con el mundo del software en estos últimos meses, nos dimos cuenta de que no era conveniente que esta iniciativa regresara a la Cámara de Diputados por el largo trayecto que podría llegar a implicar el tratamiento, nuevamente, de este proyecto. Entonces, por un lado, decidimos realizar un dictamen en conformidad y, por otro lado, hacer otro proyecto de ley teniendo en cuenta aquellas cuestiones con las que creemos se podría avanzar en el tema del software. Indudablemente, si hay algo dinámico es lo que caracteriza a la “Era del conocimiento”; pero no podemos pensar que es definitivo e inmodificable. Repito, hicimos un dictamen para que la ley avance y con nuestras disidencias —más que disidencias son agregados— haremos otro proyecto de ley. Toda la documentación que avala estos dichos está en el expediente para ser consultada por quienes deseen hacerlo. Están plasmadas, prácticamente, las opiniones de todos los que hemos identificado como actores en este tema que nos impone la sociedad del conocimiento. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Isidori. Sra. Isidori. — La Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología también ha analizado en forma reiterada este proyecto de ley en revisión. Al seno de esta Presidencia han llegado disidencias puntuales. Entendemos que el camino correcto sería introducir las modificaciones propuestas por algunos señores senadores porque realmente son atendibles. Sin embargo, también está primando el criterio de no retrasar ni obstaculizar el tratamiento de este proyecto. Por lo tanto, vamos a adherir a un dictamen en disidencia. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Jenefes. Sr. Jenefes. — En primer lugar, si bien estamos debatiendo este tema, debo dejar constancia de que no tenemos el quórum necesario ya que para poder funcionar se necesitan quince senadores, conforme lo dispone el Reglamento. Por lo tanto, entiendo que esto será una charla hasta que se constituya formalmente el quórum necesario para poder poner el dictamen en consideración. En la Comisión de Presupuesto y Hacienda he expresado mi disidencia con relación a este proyecto. Cuando vino el Poder Ejecutivo a defender la posición de la promoción de la industria del software, uno de los argumentos de peso que se expresaron fue que las legislaciones de Chile, Brasil y Uruguay otorgaban una serie de beneficios. Me puse a estudiar el tema y debo expresar que respecto de los casos de Brasil y Chile no existe ninguna legislación específica que asigne los beneficios que está otorgando la ley argentina. En el caso de Brasil, existe el plan SOFTEX 2000, creado en febrero de 1993, para promover la producción e importación de software; pero no concede ninguno de los beneficios previstos en la ley argentina. Con relación al caso de Uruguay, que sí tiene una serie de beneficios impositivos, quiero decir que los mismos concluyen el 31 de diciembre de 2004 y son menores que los que estaría otorgando nuestra legislación. Considero que estamos entrando en una contradicción. La República Argentina derogó los planes de competitividad y aquí estamos introduciendo para una industria específica, como es el software, un plan de beneficios impositivos por el término de diez años. Entiendo que si le vamos a otorgar a la industria del software una serie de beneficios impositivos se debería tener en cuenta una ley que he presentado sobre creación de un régimen especial para el equipamiento informático para la educación pública. El propósito es que parte de estos beneficios sean destinados realmente para el equipamiento informático de las escuelas públicas de la República Argentina que están muy necesitadas. Fundamentalmente, esto ocurre en lugares alejados de la Capital Federal, como es el caso de nuestra provincia. Hay muchas escuelas en el norte y en el sur de la República Argentina que no cuentan con ningún tipo de posibilidades para tener un equipamiento informático. Por ende, insisto en mi planteo de que si se van a otorgar estos beneficios que son realmente importantes, exijamos un esfuerzo a todas aquella industrias que tengan ese beneficio a que ayuden al equipamiento informático de la educación pública en la República Argentina. Si este criterio fuera aceptado, sin duda alguna, gustosamente, aprobaría el proyecto de promoción del software. Pero si esta promoción del software no va a ser destinada, en parte, al equipamiento informático de la educación pública, voy a expresar una disidencia y voy a insistir en que se apruebe el proyecto de ley que he presentado. Sr. Presidente. — Quiero pedirle a los secretarios de las comisiones que verifiquen si tenemos el quorum reglamentario, ya que varios señores senadores pertenecemos a más de una comisión. Tiene la palabra el señor López Arias. Sr. López Arias. — Voy a tratar de ir por partes en este tema. En primer lugar, he tenido el honor de que el señor senador Jenefes me invitara, en su momento, a firmar el proyecto que presentara tendiente a dar acceso a la informática a las escuelas del interior del país. Sigo pensando en la utilidad de este proyecto. Pero, también, soy consciente, señor presidente, de la necesidad de darle un trámite rápido a este proyecto de software. Junto con el señor presidente hemos tenido una conversación con el señor ministro de Economía, señor Lavagna, quien insistió en la necesidad de dar un trámite rápido a este proyecto porque veía que se estaban perdiendo oportunidades laborales y económicas para nuestro país en cada día de demora. También me preocupé por tratar de estudiar cómo es la legislación en otros países. En Uruguay existe un sistema de protección. En Brasil, la cosa es distinta. Ellos tienen una protección integral. No protegen al software específicamente, sino dentro de una protección total del sector. Este fue uno de los pilares en su desarrollo del tema informático. Realmente, Brasil tuvo una política muy agresiva en ese sentido. No he conseguido la información sobre este tema referida a Chile. En las conversaciones que hemos tenido con los funcionarios del gobierno, inclusive al más alto nivel, se insiste en las oportunidades que está perdiendo nuestro país. Deberíamos darle rápido tratamiento al proyecto tal como viene, pero asumiendo el compromiso de emitir dictamen en este otro proyecto que presentó el señor senador Jenefes, de manera tal que, sin demorar el tratamiento de la ley, se dé curso a una inquietud legítima y que sería útil para las provincias del interior. Sra. Mastandrea. — Si a la propuesta que hace el señor senador Jenefes se le pueden agregar algunas cuestiones referentes a la Secretaría de Ciencia y Técnica, me gustaría que luego lo viéramos. Sr. Jaque. — Quisiera expresar mi apoyo y proponer que no sólo emitamos ahora un dictamen favorable al proyecto que está en discusión, sino también respecto del proyecto que ha presentado el señor senador Jenefes, con las disidencias que pueda haber, ya que están representadas las tres comisiones que de alguna manera se relacionan con el tema de ese otro proyecto. Sra. Gallego. — Señor presidente: comparto el criterio de promover desde distintas órbitas y ámbitos la generación de industrias que tengan que ver con todo lo que se relaciona con la informática, en razón de que tienen algunas características muy particulares, convenientes para un país como el nuestro. En primer lugar, gran mayoría de ellas son industrias limpias. En segundo lugar, son industrias que requieren una importante cantidad de mano de obra, Y, en tercer lugar, generan grandes ingresos para las arcas públicas a partir de la exportación y colocación en el exterior de sus productos. Por lo tanto, creo que en una situación de crisis, como la que está atravesando Argentina, es importante valorizar y tender a la resolución de situaciones que tengan relación directa con la generación, la estabilidad y la creación de nuevas empresas que aporten a todo lo que hace la informática. Pero creo que, también, debemos señalar, y me siento en la obligación de hacerlo, las disidencias sobre este proyecto. Oportunamente lo he hecho por escrito y se lo he acercado a las comisiones de Educación y a la de Presupuesto. No es casual que estemos discutiendo una ley de protección a la generación de software. Es cierto que lo que existe, hoy, en la Argentina son pequeñas y medianas empresas que producen software. Pero también es ciero, y no se dice convenientemente, que lo que esta ley va a generar es una situación comparativamente más importante en el área del continente para que se radiquen nuevas empresas. Tampoco se dice, señor presidente, que hay grandes empresas multinacionales que quieren venir a radicarse a la Argentina. A mí me parece muy bien que lo hagan y que el gobierno genere una política para ello. No creo que las empresas multinacionales sean intrínsecamente malas. Van a generar demanda de mano de obra y divisas para la Argentina. Pero creo que a estos grandes capitales internacionales tenemos que ponerles algunas condiciones que signifiquen un crecimiento general para la Argentina, más allá del tiempo de su radicación en nuestro país. El Estado tiene la obligación de poner algunas Comparto mucho de lo dicho por el señor senador exigencias. Jenefes, en el sentido de que estas empresas que están tratando de radicarse en la Argentina, lo hacen porque nuestro país tiene dos situaciones que lo diferencian del resto del continente. En primer lugar, la depreciación de la moneda argentina ha hecho que nuestra mano de obra sea comparativamente muy barata. En segundo lugar, durante la década del 90, tan vapuleada en la Argentina, hubo un verdadero crecimiento de la informática y la capacitación del recurso humano. Hoy la Argentina tiene un capital muy importante que es un recurso humano muy valorado. Las empresas de informática que han quedado en este país, de carácter internacional, están utilizando recursos humanos argentinos para promocionar sus nuevos productos en toda Latinoamérica, incluido México. Esto nos dice que estamos teniendo un recurso propio de la Argentina, en cuya formación se han invertido muchos millones, que tiene alto valor agregado y que es uno de los principales motivo por los cuales las grandes empresas quieren radicarse en la Argentina. Creo que, si no hacemos este pantallazo de la verdadera situación de la Argentina frente a este proyecto de ley, no estamos diciendo toda la verdad. Por esto quiero sustentar las observaciones que le he plantado a la Comisión en cuanto a que sea solamente del 55 por ciento la desgrabación del Impuesto a las Ganancias. Que ese 5 por ciento restante forme un fondo que destinado a la alfabetización informática, para que quienes han salido ya del sistema educativo formal no sean discapacitados laborales a corto plazo. Hoy, para trabajar como repositor de una góndola de supermercado, se debe saber manejar una PC. Esto lo sabemos todos. Hay millones de argentinos que no tienen ni van a tener posibilidad de acceder a esos mínimos puestos laborales — me refiero a la capacitación que requieren— si no hacemos un programa de alfabetización informática abarcativo e inclusivo. Por otro lado, señor presidente, los estados provinciales, responsables de la apliación del sistema educativo, plantean la imposibilidad de adecuar su equipamiento informático para que nuestros chicos tengan acceso a la informática desde el colegio. Paralelamente, debemos mostrar otra realidad que, hoy, tenemos en la Argentina. Quienes hemos pasado por la gestión pública sabemos sobradamente que estamos pagando royalty a las empresas por los programas que cada computadora tiene incorporados. Puedo plantear la situación de La Pampa, pero hay infinidad de provincias que, hoy, están atravesando situaciones litigiosas con las grandes empresas proveedoras de software. Las empresas productoras de los programas de software le generan juicios a las escuelas por cada software que tienen incorporadas las computadoras que no sea original. Le puedo contar la experiencia de nuestra provincia; sobre un juicio, que terminó hace cuatro años, por el cual terminamos pagando 300 mil dólares. Si, en este momento, fuera cualquiera de las empresas productoras de software, y volviera a aplicar en nuestra provincia el programita que tienen para detectar la incorporación y la repetición de software, estaríamos en una situación igual o peor. Porque, sin maldad y sin tener idea de cuáles son los perjuicios ocasionados por los propios alumnos y los docentes, al tratar de acercar un programa que han conseguido o comprado para sí, e incorporarlo en la computadora, estaríamos en una situación irregular ante una inspección. Y seguramente todas las provincias tienen el mismo problema. Sé de dos provincias que, en este momento, están teniendo grandes juicios. Por lo tanto, creo que estas empresas destinatarias de un aporte tan importante como la desgravación del 60 por ciento del Impuesto a las Ganancias y del 30 por ciento de las cargas patronales deberían generar software libre para el sistema educativo según su demanda. No cualquier software, sino el que demande el sistema educativo argentino. La última objeción que tengo para hacer. El Impuesto a las Ganancias tiene tres destinatarios especiales: el sistema previsional argentino, las provincias individualmente y la Nación, ATN y la coparticipación. Me pregunto si esta ley va a afectar los niveles de ingresos de las provincias. Entonces, ¿por qué no podemos pensar una manera de que los beneficios que esta industria tengan una distribución equitativa? Como todos sabemos, lo más probable es que estas empresas se radiquen en grandes centros urbanos donde, en una, dos o tres plantas de un edificio cualquiera, con una importante provisión de personal técnico, generen millones y millones de dólares en impuestos aduaneros. ¿Por qué alguna vez no pensamos en los impuestos que no son coparticipables para dar beneficios a las empresas? ¿Por qué siempre estamos otorgando beneficios sobre los impuestos que son coparticipables, que van a resolver los problemas de las provincias, y no de los impuestos que solamente cobra la Nación? Estamos cansados de escuchar que las provincias somos las generadoras de déficit. Alguna vez, pensemos distinto. Señor presidente: la Comisión tiene mis objeciones y mis propuestas de modificación. Si este plenario de comisiones no accede a modificar el texto, quiero adelantar que voy a votar positivamente en general, pero que voy a plantear modificaciones. Creo que es mi obligación hacerlo así. Sr. Presidente. — Creo que tenemos quorum estricto, con la incorporación de la senadora Perceval. Estamos técnicamente en condiciones de celebrar la reunión. Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. — Brevemente, quiero respaldar la posición del señor senador Jenefes, en cuanto al proyecto que ha presentado sobre un régimen especial de equipamiento informático de la educación pública, que está muy vinculado con este proyecto que estamos tratando. Respaldo todo lo que ha dicho el señor senador Jefenes. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Curletti. Sra. Curletti. — En el mismo sentido, señor presidente, adhiero a lo que ha expresado por la señora senadora, porque se trata de descentralizar los beneficios que pudieran derivar de esta ley. En el artículo 7E, me preocupa el tiempo, es decir, la estabilidad fiscal por el término de diez años, porque conocemos muchísimas leyes que han venido prorrogándose. No sé si pudiera introducirse algún artículo para determinar que será improrrogable. Otra preocupación es la centralización, con relación a que es la autoridad con sede en el país central la que va a determinar la forma en que se van a distribuir los beneficios. A su vez, en el artículo 10, se habla de cumplir con alguna norma de calidad. Una ley tiene que ser precisa. No tiene que dejar términos sujetos a apreciaciones subjetivas. Como bien lo explicaba la señora senadora, esta ley está prácticamente encaminada a promover la industria pero, también, desde la mirada central. Es por esto que, en cuanto a la descentralización, si bien se habla de que se va a conceder prioritariamente a universidades centros de investigación, creo que debemos incluir en el artículo 16, al menos conceptualmente, lo planteado en el proyecto del señor senador Jenefes. Otro tema que tenía señalado era preguntar por qué la información deberá realizarse a partir del tercer año de vigencia de esta ley. El marco del desarrollo de estas empresas es el marco de eficiencia y celeridad. Estaría de acuerdo si se tratara de una empresa de producción agropecuaria. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la senadora Bar. Sra. Bar. — Adhiero en general al proyecto. En este país es necesario hacer una promoción a la industria del software, pero coincido con el senador Jenefes que sostuvo que también el destino debe ser la escuela pública, que está abandonada. Sabemos muy bien cuál es la realidad de la informática en los colegios. Las escuelas no tienen financiamiento del Estado para actualizar la memoria de las máquinas, que es el Ram. Ésta sería una buena oportunidad para que mejoren las máquinas. Tengo una pregunta y una duda respecto de si esta exención impositiva a este sector no generaría un precedente, ya que en estos días, en la provincia de Entre Ríos, con motivo de las heladas y el deterioro total de la produccupib de citrus, los citricultores han pedido una exención impositiva por un período de emergencia hasta que puedan salir a flote. Por otra parte, con respecto a cada sector, exceptuando el tema impositivo, ¿cuál sería la recaudación y cómo se beneficiarían las provincias? Creo que tenemos que ser cuidadosos al establecer estas exenciones, porque también hay una crisis laboral acerca del tema del citrus que da trabajo a muchas personas, a veces es gente de escasos recursos; son los recolectores del citrus. Éste es un argumento para favorecer a la industria citrícola, para que también tenga este beneficio impositivo. Otra duda es que no conozco la ley de propiedad intelectual, pero sí hacen mención, tanto el secretario de Ciencia y Técnica como el decano de la UTN de Resistencia, de la propiedad intelectual. Ellos sostienen que esta ley debería ser más específica. Seguramente no está contemplado, pero desconozco si la ley de propiedad intelectual absorbe o subsume la inquietud que han presentado estos dos organismos. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Salvatori. Sr. Salvatori. — He escuchado atentamente y adhiero en general al proyecto tal cual viene en revisión de la Cámara de Diputados. Fundamentalmente, coincido con el proyecto de los señores senadores Jenefes y López Arias en cuanto a la necesidad de que se destine un beneficio para las escuelas públicas. Me parecieron muy atinadas las reflexiones y observaciones de la senadora Gallego. No sé si entendí bien pero el procedimiento estaría —para no demorar la sanción de esta ley— de acuerdo con un pedido muy especial que formulara, en ocasión de la visita que le hicimos, el ministro de Economía. Dijo que era situación internacional y que este momento resultaba muy propicio para que la Argentina ocupara ciertos nichos en el desarrollo de la industria del software.Inmediatamente después se daría sanción a un nuevo proyecto que se presentaría con las observaciones que no se incluyen ahora, con lo cual, si ése fuera el procedimiento estaría totalmente de acuerdo. Sra. Mastandrea. — Con respecto a las observaciones que se formularon como presidente de la Comisión de Industria y Comercio, quiero recalcar que creo que está en el ánimo de todos los presentes que las promociones industriales otorgadas de a una no son buenas. Pero esto es lo que ha venido sucediendo en la República Argentina. Entiendo perfectamente que aquellas provincias que no tengan ningún tipo de promoción industrial se quejen de las otras que sí lo tienen. Sin embargo, esto ha venido siendo así y la única manera de modificarlo —para mí— es tratando el tema de la política industrial en su conjunto, proyecto que he presentado. Pero acá, en el Senado, los tiempos no son los que uno desearía. Hace prácticamente un tiempo importante que está en una comisión y el proyecto no se aprueba. La idea es que estudiemos el tema de la política industrial con mucha seriedad. Mientras tanto, al mismo tiempo que nos ponemos de acuerdo en cuáles son las promociones industriales que realmente tendrían que existir en la República Argentina para desarrollar las regiones y, de este modo potenciar una Argentina de crecimiento, se van sacando promociones industriales de a una. Y esas promociones, en general, hacen que haya algunas empresas que se benefician y otras que no. Si hacemos un corte en la historia de la humanidad, nadie podría negar que cuando se inicia el proceso de las distintas eras el bien más preciado en algún momento fue la tierra. Hoy en día, el bien más preciado es el conocimiento. Hay una industria que seguramente está influyendo positivamente para que seamos un país de primera, segunda, tercera o cuarta dentro de 20 años, fundamentalmente en base a lo que aquí se ha defendido muy bien, que es la educación de nuestros hijos. Creo que darle una mano a la industria del software es importante. Hay que retener a estos recursos humanos que la República Argentina tiene y a la gran cantidad de personal altamente capacitado en el tema del software y potenciarlos. Por otro lado, hay que tratar el problema de la falta de equipamiento informático que tienen nuestras escuelas; esto es indudable y totalmente cierto. Requiere de toda una visión especial —y estoy hablando en mi doble condición de estar en Industria y Comercio y ser miembro de la Comisión de Educación— y no puedo menos que compartir ese interés puesto de manifiesto acerca de que el tema del software y la cuestión de la falta de equipamiento van juntos. Sin embargo, creo que no necesariamente tienen que ir juntos en la misma ley. Comparto la necesidad, que la ley puede ser técnicamente perfectible y que hay que iniciar el debate de este tema. Tendríamos que ponerlo en discusión para tratar de, por lo menos, tener disidencias porque en base a las disidencias y a la discusión surge la luz. A partir de ahora no tenemos que abandonar este camino. Esta ley tiene que seguir creciendo en otras leyes que vayan apoyando la iniciativa y ojalá llegue el día en que hasta la última escuela rural tenga todo lo que implica en este momento "estar conectado", como dicen los chicos. Entiendo las preocupaciones de ustedes pero, también, quizás por haber estado en contacto durante seis meses con distintos sectores de la industria de la República Argentina, ya sea la del calzado, la metalúrgica, etcétera, y habiendo visto la problemática, siento la responsabilidad de decir que es importante darle una mano al sector industrial en estos días. Por otra parte, me parece que hay que seguir peleando por las reivindicaciones que se creen justas para nuestros chicos, y una cosa no necesariamente quita la otra. Sr. López Arias. — Señor presidente, me tengo que ir: ¿podría incluir mi firma en el dictamen? Sr. Presidente. — Sí. Ya firmó el dictamen final de Presupuesto y Hacienda y el señor senador Jaqué también. Faltan otros senadores, pero luego lo veremos. En primer lugar, en Presupuesto y Hacienda estamos por hacer circular un dictamen para terminar y contar con el dictamen correspondiente, con las disidencias parciales que se manifiestan. En segundo lugar, la Comisión de Industria y Comercio tiene el dictamen correspondiente con las disidencias parciales introducidas. Falta la Comisión de Educación, para que pueda someterse el dictamen con las disidencias correspondientes. En ese contexto, si somos capaces de lograr la cantidad de firmas necesarias, este proyecto estaría habilitado para su tratamiento en una semana a partir de ahora, de acuerdo con el Reglamento interno del Senado. Tiene la palabra la señora senadora Perceval. Sra. Perceval. — Quiero decir que acompañaré el dictamen que han elaborado para la promoción de la industria del software porque está relacionado con la competitividad del siglo XXI y no solamente con seguir asentando a la Argentina como exportadora de commodities. Es cierto que tiene que ver con la posibilidad de un valor agregado y de la inclusión del trabajo, la industria, la inteligencia y los desarrollos que se realizan en distintos centros —ya sean universitarios o de investigación— en el espacio de la producción. Asimismo, considero que este proyecto beneficiará al sector Pymes. Por lo tanto, acompaño esta iniciativa pero también, y como lo han expresado otros señores senadores, me parece imprescindible hacer un dictamen que tenga coincidencia temporal y conceptual con el proyecto del señor senador Jenefes. Atendiendo a una observación realizada por la señora senadora Curletti —con quien coincidimos en muchos temas, sobre todo cuando miramos a las Pymes y a nuestras economías regionales— creo que es cierto que las excepciones han sido los signos de la arbitrariedad y del desorden. Así como se puede hablar de los limones —como planteó recién la señora senadora por Entre Ríos— podríamos mencionar el caso de Mendoza, no solamente por el impacto negativo de ser una provincia rodeada de sistemas promocionales y de diferimientos impositivos, sino también por el problema que significa haber gravado sus vinos espumantes. Me parece que el reordenamiento de una visión de promoción por sectores de actividad asociados a la competitividad de las economías regionales y a la regionalización también es un tema para seguir debatiendo. Sin embargo, no se puede postergar lo que significa mirar la economía del siglo XXI y la potencialidad argentina para insertarse en este sentido. Además, quiero señalar que comparto profundamente lo mencionado por la señora senadora Gallego acerca de que la federalización no sea una cáscara vacía en un Consejo que no tiene facultad de decisión sino que, más allá de la presencia y responsabilidades de nuestras provincias, esta facultad de aplicación —representación federal— sea una representación con capacidad de decisión y orientación de los recursos. En este sentido, senador Capitanich, confío en su trabajo. Y considero necesario que los senadores y senadoras podamos seguir de cerca el proceso de reglamentación de esta ley porque, de este modo, veremos cómo esta instancia federal se concreta en instrumentos y ámbitos de decisión claves, donde debe darse la democratización y federalización de los recursos disponibles. Sr. Presidente. — Quiero realizar una consideración de orden general. El 17 de diciembre del año pasado, con la media sanción del Senado, se dio origen a la ley 25.856 por la que se declara al software como actividad industrial. En este contexto, nos parece muy importante observar que el Poder Ejecutivo nacional está próximo a lanzar un plan estratégico del software y servicios conexos, desde el año 2004 al 2014. También es necesario identificar que el costo fiscal estimado inicialmente por la Secretaría de Industria es de 13 millones de pesos. Sin embargo, tiende a incrementarse en una industria que exportó el equivalente a 170 millones de dólares aproximadamente en el año 2003 y puede, efectivamente, duplicar ese monto en los próximos cinco años . Así se llegaría a una escala de 400 ó 500 millones de dólares. De acuerdo con la información suministrada en 2002, existen alrededor de cien mil recursos humanos calificados en la industria, sólo el 25 por ciento era plenamente utilizado ese año y esta demanda también es requerida en países limítrofes y Latinoamérica. Desde mi humilde visión sobre el tema, nuestro país necesita identificar complejos productivos estratégicos. Y, dentro de los complejos productivos estratégicos, brindar fuertes incentivos. En cuanto a una política activa del Estado, a la interacción entre el sector público y privado se realiza a través de políticas de estabilidad desde el punto de vista tributario y de incentivos respecto de generar las condiciones para invertir, tanto para personas físicas como jurídicas. Lo importante es que los beneficios se otorgan hacia adelante. Esto significa que, si no hay radicación de inversiones, tampoco existe posibilidad de obtener recaudación de carácter tributario. Si bien es cierto que hay eximición en materia de Impuesto a las Ganancias y descarga en materia de cargas sociales, también es cierto que se factura el Impuesto al Valor Agregado y se cuenta con una cadena muy fuerte de multiplicación de captación de otros recursos conexos. Me parece muy bien destacar que el caso SOFTEX de Brasil ha desarrollado 20 foros productivos estratégicos. Conozco el de Paraíba que tiene una generación extraordinaria en materia de recursos humanos calificados. Nos parece muy importante la participación del sector público, como gran demandante de servicios, en las provincias. Por ejemplo, en el Chaco tenemos una empresa denominada “Ecomchaco”, que puede desarrollarse estratégicamente con otras provincias de la región, producir contenidos e insertarse adecuadamente en este programa. Así que creemos que esta es una iniciativa muy buena. Tanto Irlanda como India han tenido un desarrollo extraordinario con la industria del software. Creo que la posibilidad del acuerdo estratégico de Argentina con China puede propender a potenciar el uso de este instrumento. Son muy atinadas todas las observaciones que se han realizado. Si ustedes están de acuerdo, brindaríamos un dictamen con las disidencias correspondientes y, en forma paralela, estableceríamos, desde ya, una redacción que nos permita el tratamiento de la iniciativa del señor senador Jenefes y otros señores senadores con el propósito de seguir trabajando en la materia. Quiero decirle a Alberto Briozo —quien está aquí, presente— que estamos muy interesados en que se tenga en cuenta lo planteado por los señores senadores acerca de que los beneficios propendan a hacer radicaciones efectivas en nuestras jurisdicciones provinciales. En la gran mayoría de los casos, contamos con universidades tecnológicas que producen recursos humanos de alta calificación. Necesitamos que el país central mire hacia el país federal, capacitar nuestros recursos humanos y enfocarnos para que gran parte de esos instrumentos de promoción impliquen radicación de inversiones en las provincias. Si no, la verdad es que creemos que todos estos instrumentos nos pasan por arriba y ninguno tiene efectivo rendimiento en nuestra comunidad, donde vemos más pobreza, miseria e indigencia. Esta es una herramienta para las posibilidades que dan oportunidades de inversión. Por lo tanto, sería bueno tener, en cuanto a la reglamentación, un consejo consultivo, donde puedan participar los señores senadores, para saber cómo se asignan los beneficios derivados de esta ley. El Ministerio de Economía está trabajando con nueve foros de competitividad; se pueden agregar otros elementos. Hay que pensar en un país pujante, con mucho esfuerzo de inversión, para poder sostener el crecimiento. Sin embargo, también es necesaria una visión federal porque si no, tendríamos un país de primera y uno de segunda. Tiene la palabra la señora senadora Isidori. Sra. Isidori. — Simplemente, quiero adherir con fervor al proyecto del señor senador Jenefes y decir que veo con cierta expectativa la posibilidad de avanzar en aquel proyecto que fue presentado hace dos años —que debe estar en la Comisión de Comunicaciones—, que habla de recuperar y reinstalar fuertemente, en cada una de las comunidades del país, los CPC. Creo que fueron puestos en vigencia en el segundo gobierno del doctor Menem. Lamentablemente, hoy en día, se encuentran distribuidos en distintas localidades del país con una inutilidad total. De esta manera, se crea la inequidad entre los que están dentro del sistema formal y no formal. Considero que habría que rescatar la adhesión que se hizo a los CPC y ponerlos en vigencia. Además, es una deuda que todavía tiene el país con el Banco Mundial. En ese momento, el costo de cada equipamiento fue de más de 150 mil dólares. Sr. Presidente. — Queda levantada la reunión. — Son las 11 y 20.