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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN PLENARIA DE LAS
COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA,
INDUSTRIA Y COMERCIO, Y
EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Salón Auditorio
11 de marzo de 2004
Presidencia del señor senador Capitanich
— En el Salón Auditorio del H. Senado de la
Nación, a los 11 días del mes de agosto de
2004, a las 10 y 30:
Sr. Presidente (Capitanich). — Hemos convocado a esta
reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda,
Industria y Comercio y de Educación, Cultura, Ciencia y
Tecnología con el propósito de tratar el proyecto de ley en
revisión sobre promoción de la industria del software. (C.D.
152/03)
Cada una de las comisiones ha realizado una serie de
consideraciones sobre el proyecto mencionado. En el ámbito de
la Comisión de Presupuesto y Hacienda, hemos tenido la
oportunidad de debatir en profundidad este tema. Hemos hecho
la convocatoria para que puedan fijar su posición no sólo
representantes del Poder Ejecutivo nacional sino también de las
distintas cámaras que aglutinan a las empresas. La Comisión de
Industria y Comercio lo ha tratado de igual manera. Asimismo, el
proyecto se encuentra en tratamiento en la Comisión de
Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
Esta reunión plenaria tiene por objeto evaluar la posición
de los distintos señores senadores a los efectos de promover el
dictamen correspondiente para el tratamiento en el recinto. Se
ha elaborado un dictamen y, por supuesto, ha habido
formulaciones, observaciones y disidencias por parte de algunos
señores senadores.
Como sabrán, este proyecto de ley apunta a promover el
desarrollo de la industria del software tanto para personas
físicas como jurídicas. Tiende a establecer un mecanismo de
estabilidad tributaria por diez años, incentivos respecto de la
reducción del costo de las cargas sociales hasta un 70 por
ciento y también un 60 por ciento el Impuesto a las Ganancias.
Asimismo, en forma complementaria, un fondo fiduciario para el
desarrollo de la industria del software. En la primera parte del
año, se asignan 2 millones de pesos a través de una facultad
del jefe de Gabinete de Ministros. Repito, como algunos señores
senadores han realizado observaciones, estamos aquí reunidos
para efectuar el tratamiento correspondiente de este proyecto
de ley en revisión.
Tiene la palabra la señora senadora Mastandrea.
Sra. Mastandrea. — La Comisión de Industria y Comercio
debatió este tema no sólo en distintos ámbitos —por ejemplo,
universidades, asociaciones, centros, etcétera— sino también
recabó la opinión de diferentes sectores del Poder Ejecutivo
como AFIP, Aduana y Secretaría de Ciencia y Técnica. Podría
decir que hemos consultado región por región para conocer la
opinión de los sectores de la República Argentina sobre este
tema. También, quiero informar que los debates están
documentados.
Algunas de las observaciones efectuadas por la Secretaría
de Ciencia y Técnica o la AFIP podrían ser objeto de
modificaciones a este proyecto de ley o de otra ley posterior
donde planteáramos algunos de los temas que ellos
mencionaron.
Después de estar en contacto con el mundo del software
en estos últimos meses, nos dimos cuenta de que no era
conveniente que esta iniciativa regresara a la Cámara de
Diputados por el largo trayecto que podría llegar a implicar el
tratamiento, nuevamente, de este proyecto. Entonces, por un
lado, decidimos realizar un dictamen en conformidad y, por otro
lado, hacer otro proyecto de ley teniendo en cuenta aquellas
cuestiones con las que creemos se podría avanzar en el tema
del software. Indudablemente, si hay algo dinámico es lo que
caracteriza a la “Era del conocimiento”; pero no podemos
pensar que es definitivo e inmodificable.
Repito, hicimos un dictamen para que la ley avance y con
nuestras disidencias —más que disidencias son agregados—
haremos otro proyecto de ley. Toda la documentación que avala
estos dichos está en el expediente para ser consultada por
quienes deseen hacerlo. Están plasmadas, prácticamente, las
opiniones de todos los que hemos identificado como actores en
este tema que nos impone la sociedad del conocimiento.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Isidori.
Sra. Isidori. — La Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y
Tecnología también ha analizado en forma reiterada este
proyecto de ley en revisión.
Al seno de esta Presidencia han llegado disidencias
puntuales. Entendemos que el camino correcto sería introducir
las modificaciones propuestas por algunos señores senadores
porque realmente son atendibles. Sin embargo, también está
primando el criterio de no retrasar ni obstaculizar el tratamiento
de este proyecto. Por lo tanto, vamos a adherir a un dictamen
en disidencia.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Jenefes.
Sr. Jenefes. — En primer lugar, si bien estamos debatiendo
este tema, debo dejar constancia de que no tenemos el quórum
necesario ya que para poder funcionar se necesitan quince
senadores, conforme lo dispone el Reglamento. Por lo tanto,
entiendo que esto será una charla hasta que se constituya
formalmente el quórum necesario para poder poner el dictamen
en consideración.
En la Comisión de Presupuesto y Hacienda he expresado
mi disidencia con relación a este proyecto.
Cuando vino el Poder Ejecutivo a defender la posición de
la promoción de la industria del software, uno de los argumentos
de peso que se expresaron fue que las legislaciones de Chile,
Brasil y Uruguay otorgaban una serie de beneficios. Me puse a
estudiar el tema y debo expresar que respecto de los casos de
Brasil y Chile no existe ninguna legislación específica que
asigne los beneficios que está otorgando la ley argentina. En el
caso de Brasil, existe el plan SOFTEX 2000, creado en febrero
de 1993, para promover la producción e importación de
software; pero no concede ninguno de los beneficios previstos
en la ley argentina. Con relación al caso de Uruguay, que sí
tiene una serie de beneficios impositivos, quiero decir que los
mismos concluyen el 31 de diciembre de 2004 y son menores
que los que estaría otorgando nuestra legislación.
Considero que estamos entrando en una contradicción. La
República Argentina derogó los planes de competitividad y aquí
estamos introduciendo para una industria específica, como es el
software, un plan de beneficios impositivos por el término de
diez años.
Entiendo que si le vamos a otorgar a la industria del
software una serie de beneficios impositivos se debería tener en
cuenta una ley que he presentado sobre creación de un régimen
especial para el equipamiento informático para la educación
pública. El propósito es que parte de estos beneficios sean
destinados realmente para el equipamiento informático de las
escuelas públicas de la República Argentina que están muy
necesitadas. Fundamentalmente, esto ocurre en lugares
alejados de la Capital Federal, como es el caso de nuestra
provincia. Hay muchas escuelas en el norte y en el sur de la
República Argentina que no cuentan con ningún tipo de
posibilidades para tener un equipamiento informático. Por ende,
insisto en mi planteo de que si se van a otorgar estos beneficios
que son realmente importantes, exijamos un esfuerzo a todas
aquella industrias que tengan ese beneficio a que ayuden al
equipamiento informático de la educación pública en la
República Argentina.
Si este criterio fuera aceptado, sin duda alguna,
gustosamente, aprobaría el proyecto de promoción del software.
Pero si esta promoción del software no va a ser destinada, en
parte, al equipamiento informático de la educación pública, voy
a expresar una disidencia y voy a insistir en que se apruebe el
proyecto de ley que he presentado.
Sr. Presidente. — Quiero pedirle a los secretarios de las
comisiones que verifiquen si tenemos el quorum reglamentario,
ya que varios señores senadores pertenecemos a más de una
comisión.
Tiene la palabra el señor López Arias.
Sr. López Arias. — Voy a tratar de ir por partes en este tema.
En primer lugar, he tenido el honor de que el señor
senador Jenefes me invitara, en su momento, a firmar el
proyecto que presentara tendiente a dar acceso a la informática
a las escuelas del interior del país. Sigo pensando en la utilidad
de este proyecto. Pero, también, soy consciente, señor
presidente, de la necesidad de darle un trámite rápido a este
proyecto de software.
Junto con el señor presidente hemos tenido una
conversación con el señor ministro de Economía, señor
Lavagna, quien insistió en la necesidad de dar un trámite rápido
a este proyecto porque veía que se estaban perdiendo
oportunidades laborales y económicas para nuestro país en
cada día de demora.
También me preocupé por tratar de estudiar cómo es la
legislación en otros países. En Uruguay existe un sistema de
protección. En Brasil, la cosa es distinta. Ellos tienen una
protección integral. No protegen al software específicamente,
sino dentro de una protección total del sector. Este fue uno de
los pilares en su desarrollo del tema informático. Realmente,
Brasil tuvo una política muy agresiva en ese sentido. No he
conseguido la información sobre este tema referida a Chile.
En las conversaciones que hemos tenido con los
funcionarios del gobierno, inclusive al más alto nivel, se insiste
en las oportunidades que está perdiendo nuestro país.
Deberíamos darle rápido tratamiento al proyecto tal como viene,
pero asumiendo el compromiso de emitir dictamen en este otro
proyecto que presentó el señor senador Jenefes, de manera tal
que, sin demorar el tratamiento de la ley, se dé curso a una
inquietud legítima y que sería útil para las provincias del interior.
Sra. Mastandrea. — Si a la propuesta que hace el señor
senador Jenefes se le pueden agregar algunas cuestiones
referentes a la Secretaría de Ciencia y Técnica, me gustaría que
luego lo viéramos.
Sr. Jaque. — Quisiera expresar mi apoyo y proponer que no
sólo emitamos ahora un dictamen favorable al proyecto que está
en discusión, sino también respecto del proyecto que ha
presentado el señor senador Jenefes, con las disidencias que
pueda haber, ya que están representadas las tres comisiones
que de alguna manera se relacionan con el tema de ese otro
proyecto.
Sra. Gallego. — Señor presidente: comparto el criterio de
promover desde distintas órbitas y ámbitos la generación de
industrias que tengan que ver con todo lo que se relaciona con
la informática, en razón de que tienen algunas características
muy particulares, convenientes para un país como el nuestro.
En primer lugar, gran mayoría de ellas son industrias limpias. En
segundo lugar, son industrias que requieren una importante
cantidad de mano de obra, Y, en tercer lugar, generan grandes
ingresos para las arcas públicas a partir de la exportación y
colocación en el exterior de sus productos.
Por lo tanto, creo que en una situación de crisis, como la
que está atravesando Argentina, es importante valorizar y
tender a la resolución de situaciones que tengan relación directa
con la generación, la estabilidad y la creación de nuevas
empresas que aporten a todo lo que hace la informática.
Pero creo que, también, debemos señalar, y me siento en
la obligación de hacerlo, las disidencias sobre este proyecto.
Oportunamente lo he hecho por escrito y se lo he acercado a las
comisiones de Educación y a la de Presupuesto.
No es casual que estemos discutiendo una ley de
protección a la generación de software. Es cierto que lo que
existe, hoy, en la Argentina son pequeñas y medianas empresas
que producen software. Pero también es ciero, y no se dice
convenientemente, que lo que esta ley va a generar es una
situación comparativamente más importante en el área del
continente para que se radiquen nuevas empresas.
Tampoco se dice, señor presidente, que hay grandes
empresas multinacionales que quieren venir a radicarse a la
Argentina. A mí me parece muy bien que lo hagan y que el
gobierno genere una política para ello. No creo que las empresas
multinacionales sean intrínsecamente malas. Van a generar
demanda de mano de obra y divisas para la Argentina. Pero creo
que a estos grandes capitales internacionales tenemos que
ponerles algunas condiciones que signifiquen un crecimiento
general para la Argentina, más allá del tiempo de su radicación en
nuestro país. El Estado tiene la obligación de poner algunas
Comparto mucho de lo dicho por el señor senador
exigencias.
Jenefes, en el sentido de que estas empresas que están tratando
de radicarse en la Argentina, lo hacen porque nuestro país tiene
dos situaciones que lo diferencian del resto del continente. En
primer lugar, la depreciación de la moneda argentina ha hecho que
nuestra mano de obra sea comparativamente muy barata. En
segundo lugar, durante la década del 90, tan vapuleada en la
Argentina, hubo un verdadero crecimiento de la informática y la
capacitación del recurso humano. Hoy la Argentina tiene un capital
muy importante que es un recurso humano muy valorado. Las
empresas de informática que han quedado en este país, de
carácter internacional, están utilizando recursos humanos
argentinos para promocionar sus nuevos productos en toda
Latinoamérica, incluido México. Esto nos dice que estamos
teniendo un recurso propio de la Argentina, en cuya formación se
han invertido muchos millones, que tiene alto valor agregado y que
es uno de los principales motivo por los cuales las grandes
empresas quieren radicarse en la Argentina.
Creo que, si no hacemos este pantallazo de la verdadera
situación de la Argentina frente a este proyecto de ley, no estamos
diciendo toda la verdad. Por esto quiero sustentar las
observaciones que le he plantado a la Comisión en cuanto a que
sea solamente del 55 por ciento la desgrabación del Impuesto a
las Ganancias. Que ese 5 por ciento restante forme un fondo que
destinado a la alfabetización informática, para que quienes han
salido ya del sistema educativo formal no sean discapacitados
laborales a corto plazo. Hoy, para trabajar como repositor de una
góndola de supermercado, se debe saber manejar una PC. Esto lo
sabemos todos. Hay millones de argentinos que no tienen ni van a
tener posibilidad de acceder a esos mínimos puestos laborales —
me refiero a la capacitación que requieren— si no hacemos un
programa de alfabetización informática abarcativo e inclusivo.
Por otro lado, señor presidente, los estados provinciales,
responsables de la apliación del sistema educativo, plantean la
imposibilidad de adecuar su equipamiento informático para que
nuestros chicos tengan acceso a la informática desde el colegio.
Paralelamente, debemos mostrar otra realidad que, hoy,
tenemos en la Argentina. Quienes hemos pasado por la gestión
pública sabemos sobradamente que estamos pagando royalty a
las empresas por los programas que cada computadora tiene
incorporados.
Puedo plantear la situación de La Pampa, pero hay infinidad
de provincias que, hoy, están atravesando situaciones litigiosas
con las grandes empresas proveedoras de software. Las
empresas productoras de los programas de software le generan
juicios a las escuelas por cada software que tienen incorporadas
las computadoras que no sea original. Le puedo contar la
experiencia de nuestra provincia; sobre un juicio, que terminó hace
cuatro años, por el cual terminamos pagando 300 mil dólares.
Si, en este momento, fuera cualquiera de las empresas
productoras de software, y volviera a aplicar en nuestra provincia
el programita que tienen para detectar la incorporación y la
repetición de software, estaríamos en una situación igual o peor.
Porque, sin maldad y sin tener idea de cuáles son los perjuicios
ocasionados por los propios alumnos y los docentes, al tratar de
acercar un programa que han conseguido o comprado para sí, e
incorporarlo en la computadora, estaríamos en una situación
irregular ante una inspección. Y seguramente todas las provincias
tienen el mismo problema. Sé de dos provincias que, en este
momento, están teniendo grandes juicios.
Por lo tanto, creo que estas empresas destinatarias de un
aporte tan importante como la desgravación del 60 por ciento del
Impuesto a las Ganancias y del 30 por ciento de las cargas
patronales deberían generar software libre para el sistema
educativo según su demanda. No cualquier software, sino el que
demande el sistema educativo argentino.
La última objeción que tengo para hacer. El Impuesto a las
Ganancias tiene tres destinatarios especiales: el sistema
previsional argentino, las provincias individualmente y la Nación,
ATN y la coparticipación. Me pregunto si esta ley va a afectar los
niveles de ingresos de las provincias. Entonces, ¿por qué no
podemos pensar una manera de que los beneficios que esta
industria tengan una distribución equitativa? Como todos
sabemos, lo más probable es que estas empresas se radiquen en
grandes centros urbanos donde, en una, dos o tres plantas de un
edificio cualquiera, con una importante provisión de personal
técnico, generen millones y millones de dólares en impuestos
aduaneros. ¿Por qué alguna vez no pensamos en los impuestos
que no son coparticipables para dar beneficios a las empresas?
¿Por qué siempre estamos otorgando beneficios sobre los
impuestos que son coparticipables, que van a resolver los
problemas de las provincias, y no de los impuestos que solamente
cobra la Nación? Estamos cansados de escuchar que las
provincias somos las generadoras de déficit. Alguna vez,
pensemos distinto.
Señor presidente: la Comisión tiene mis objeciones y mis
propuestas de modificación. Si este plenario de comisiones no
accede a modificar el texto, quiero adelantar que voy a votar
positivamente en general, pero que voy a plantear modificaciones.
Creo que es mi obligación hacerlo así.
Sr. Presidente. — Creo que tenemos quorum estricto, con la
incorporación de la senadora Perceval. Estamos técnicamente en
condiciones de celebrar la reunión.
Tiene la palabra el señor senador Morales.
Sr. Morales. — Brevemente, quiero respaldar la posición del
señor senador Jenefes, en cuanto al proyecto que ha presentado
sobre un régimen especial de equipamiento informático de la
educación pública, que está muy vinculado con este proyecto que
estamos tratando.
Respaldo todo lo que ha dicho el señor senador Jefenes.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Curletti.
Sra. Curletti. — En el mismo sentido, señor presidente, adhiero a
lo que ha expresado por la señora senadora, porque se trata de
descentralizar los beneficios que pudieran derivar de esta ley.
En el artículo 7E, me preocupa el tiempo, es decir, la
estabilidad fiscal por el término de diez años, porque
conocemos muchísimas leyes que han venido prorrogándose.
No sé si pudiera introducirse algún artículo para determinar que
será improrrogable.
Otra preocupación es la centralización, con relación a que
es la autoridad con sede en el país central la que va a
determinar la forma en que se van a distribuir los beneficios.
A su vez, en el artículo 10, se habla de cumplir con alguna
norma de calidad. Una ley tiene que ser precisa. No tiene que
dejar términos sujetos a apreciaciones subjetivas. Como bien lo
explicaba la señora senadora, esta ley está prácticamente
encaminada a promover la industria pero, también, desde la
mirada central. Es por esto que, en cuanto a la
descentralización, si bien se habla de que se va a conceder
prioritariamente a universidades centros de investigación, creo
que debemos incluir en el artículo 16, al menos
conceptualmente, lo planteado en el proyecto del señor senador
Jenefes.
Otro tema que tenía señalado era preguntar por qué la
información deberá realizarse a partir del tercer año de vigencia
de esta ley. El marco del desarrollo de estas empresas es el
marco de eficiencia y celeridad. Estaría de acuerdo si se tratara
de una empresa de producción agropecuaria.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la senadora Bar.
Sra. Bar. — Adhiero en general al proyecto.
En este país es necesario hacer una promoción a la
industria del software, pero coincido con el senador Jenefes que
sostuvo que también el destino debe ser la escuela pública, que
está abandonada. Sabemos muy bien cuál es la realidad de la
informática en los colegios. Las escuelas no tienen
financiamiento del Estado para actualizar la memoria de las
máquinas, que es el Ram. Ésta sería una buena oportunidad
para que mejoren las máquinas.
Tengo una pregunta y una duda respecto de si esta
exención impositiva a este sector no generaría un precedente,
ya que en estos días, en la provincia de Entre Ríos, con motivo
de las heladas y el deterioro total de la produccupib de citrus,
los citricultores han pedido una exención impositiva por un
período de emergencia hasta que puedan salir a flote.
Por otra parte, con respecto a cada sector, exceptuando el
tema impositivo, ¿cuál sería la recaudación y cómo se
beneficiarían las provincias?
Creo que tenemos que ser cuidadosos al establecer estas
exenciones, porque también hay una crisis laboral acerca del
tema del citrus que da trabajo a muchas personas, a veces es
gente de escasos recursos; son los recolectores del citrus. Éste
es un argumento para favorecer a la industria citrícola, para que
también tenga este beneficio impositivo.
Otra duda es que no conozco la ley de propiedad
intelectual, pero sí hacen mención, tanto el secretario de Ciencia
y Técnica como el decano de la UTN de Resistencia, de la
propiedad intelectual. Ellos sostienen que esta ley debería ser
más específica. Seguramente no está contemplado, pero
desconozco si la ley de propiedad intelectual absorbe o
subsume la inquietud que han presentado estos dos
organismos.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Salvatori.
Sr. Salvatori. — He escuchado atentamente y adhiero en
general al proyecto tal cual viene en revisión de la Cámara de
Diputados.
Fundamentalmente, coincido con el proyecto de los
señores senadores Jenefes y López Arias en cuanto a la
necesidad de que se destine un beneficio para las escuelas
públicas. Me parecieron muy atinadas las reflexiones y
observaciones de la senadora Gallego.
No sé si entendí bien pero el procedimiento estaría —para
no demorar la sanción de esta ley— de acuerdo con un pedido
muy especial que formulara, en ocasión de la visita que le
hicimos, el ministro de Economía. Dijo que era situación
internacional y que este momento resultaba muy propicio para
que la Argentina ocupara ciertos nichos en el desarrollo de la
industria del software.Inmediatamente después se daría sanción
a un nuevo proyecto que se presentaría con las observaciones
que no se incluyen ahora, con lo cual, si ése fuera el
procedimiento estaría totalmente de acuerdo.
Sra. Mastandrea. — Con respecto a las observaciones que se
formularon como presidente de la Comisión de Industria y
Comercio, quiero recalcar que creo que está en el ánimo de
todos los presentes que las promociones industriales otorgadas
de a una no son buenas. Pero esto es lo que ha venido
sucediendo en la República Argentina.
Entiendo perfectamente que aquellas provincias que no
tengan ningún tipo de promoción industrial se quejen de las
otras que sí lo tienen. Sin embargo, esto ha venido siendo así y
la única manera de modificarlo —para mí— es tratando el tema
de la política industrial en su conjunto, proyecto que he
presentado. Pero acá, en el Senado, los tiempos no son los que
uno desearía. Hace prácticamente un tiempo importante que
está en una comisión y el proyecto no se aprueba. La idea es
que estudiemos el tema de la política industrial con mucha
seriedad.
Mientras tanto, al mismo tiempo que nos ponemos de
acuerdo en cuáles son las promociones industriales que
realmente tendrían que existir en la República Argentina para
desarrollar las regiones y, de este modo potenciar una Argentina
de crecimiento, se van sacando promociones industriales de a
una. Y esas promociones, en general, hacen que haya algunas
empresas que se benefician y otras que no.
Si hacemos un corte en la historia de la humanidad, nadie
podría negar que cuando se inicia el proceso de las distintas
eras el bien más preciado en algún momento fue la tierra. Hoy
en día, el bien más preciado es el conocimiento.
Hay una industria que seguramente está influyendo
positivamente para que seamos un país de primera, segunda,
tercera o cuarta dentro de 20 años, fundamentalmente en base
a lo que aquí se ha defendido muy bien, que es la educación de
nuestros hijos.
Creo que darle una mano a la industria del software es
importante. Hay que retener a estos recursos humanos que la
República Argentina tiene y a la gran cantidad de personal
altamente capacitado en el tema del software y potenciarlos.
Por otro lado, hay que tratar el problema de la falta de
equipamiento informático que tienen nuestras escuelas; esto es
indudable y totalmente cierto. Requiere de toda una visión
especial —y estoy hablando en mi doble condición de estar en
Industria y Comercio y ser miembro de la Comisión de
Educación— y no puedo menos que compartir ese interés
puesto de manifiesto acerca de que el tema del software y la
cuestión de la falta de equipamiento van juntos.
Sin embargo, creo que no necesariamente tienen que ir
juntos en la misma ley. Comparto la necesidad, que la ley puede
ser técnicamente perfectible y que hay que iniciar el debate de
este tema. Tendríamos que ponerlo en discusión para tratar de,
por lo menos, tener disidencias porque en base a las disidencias
y a la discusión surge la luz. A partir de ahora no tenemos que
abandonar este camino.
Esta ley tiene que seguir creciendo en otras leyes que
vayan apoyando la iniciativa y ojalá llegue el día en que hasta la
última escuela rural tenga todo lo que implica en este momento
"estar conectado", como dicen los chicos.
Entiendo las preocupaciones de ustedes pero, también,
quizás por haber estado en contacto durante seis meses con
distintos sectores de la industria de la República Argentina, ya
sea la del calzado, la metalúrgica, etcétera, y habiendo visto la
problemática, siento la responsabilidad de decir que es
importante darle una mano al sector industrial en estos días. Por
otra parte, me parece que hay que seguir peleando por las
reivindicaciones que se creen justas para nuestros chicos, y una
cosa no necesariamente quita la otra.
Sr. López Arias. — Señor presidente, me tengo que ir: ¿podría
incluir mi firma en el dictamen?
Sr. Presidente. — Sí. Ya firmó el dictamen final de Presupuesto
y Hacienda y el señor senador Jaqué también. Faltan otros
senadores, pero luego lo veremos.
En primer lugar, en Presupuesto y Hacienda estamos por
hacer circular un dictamen para terminar y contar con el
dictamen correspondiente, con las disidencias parciales que se
manifiestan.
En segundo lugar, la Comisión de Industria y Comercio
tiene el dictamen correspondiente con las disidencias parciales
introducidas. Falta la Comisión de Educación, para que pueda
someterse el dictamen con las disidencias correspondientes.
En ese contexto, si somos capaces de lograr la cantidad de
firmas necesarias, este proyecto estaría habilitado para su
tratamiento en una semana a partir de ahora, de acuerdo con el
Reglamento interno del Senado.
Tiene la palabra la señora senadora Perceval.
Sra. Perceval. — Quiero decir que acompañaré el dictamen que
han elaborado para la promoción de la industria del software
porque está relacionado con la competitividad del siglo XXI y no
solamente con seguir asentando a la Argentina como
exportadora de commodities. Es cierto que tiene que ver con la
posibilidad de un valor agregado y de la inclusión del trabajo, la
industria, la inteligencia y los desarrollos que se realizan en
distintos centros —ya sean universitarios o de investigación—
en el espacio de la producción. Asimismo, considero que este
proyecto beneficiará al sector Pymes. Por lo tanto, acompaño
esta iniciativa pero también, y como lo han expresado otros
señores senadores, me parece imprescindible hacer un
dictamen que tenga coincidencia temporal y conceptual con el
proyecto del señor senador Jenefes.
Atendiendo a una observación realizada por la señora
senadora Curletti —con quien coincidimos en muchos temas,
sobre todo cuando miramos a las Pymes y a nuestras
economías regionales— creo que es cierto que las excepciones
han sido los signos de la arbitrariedad y del desorden. Así como
se puede hablar de los limones —como planteó recién la señora
senadora por Entre Ríos— podríamos mencionar el caso de
Mendoza, no solamente por el impacto negativo de ser una
provincia rodeada de sistemas promocionales y de diferimientos
impositivos, sino también por el problema que significa haber
gravado sus vinos espumantes.
Me parece que el reordenamiento de una visión de
promoción por sectores de actividad asociados a la
competitividad de las economías regionales y a la
regionalización también es un tema para seguir debatiendo. Sin
embargo, no se puede postergar lo que significa mirar la
economía del siglo XXI y la potencialidad argentina para
insertarse en este sentido.
Además, quiero señalar que comparto profundamente lo
mencionado por la señora senadora Gallego acerca de que la
federalización no sea una cáscara vacía en un Consejo que no
tiene facultad de decisión sino que, más allá de la presencia y
responsabilidades de nuestras provincias, esta facultad de
aplicación —representación federal— sea una representación
con capacidad de decisión y orientación de los recursos. En
este sentido, senador Capitanich, confío en su trabajo. Y
considero necesario que los senadores y senadoras podamos
seguir de cerca el proceso de reglamentación de esta ley
porque, de este modo, veremos cómo esta instancia federal se
concreta en instrumentos y ámbitos de decisión claves, donde
debe darse la democratización y federalización de los recursos
disponibles.
Sr. Presidente. — Quiero realizar una consideración de orden
general. El 17 de diciembre del año pasado, con la media
sanción del Senado, se dio origen a la ley 25.856 por la que se
declara al software como actividad industrial.
En este contexto, nos parece muy importante observar que
el Poder Ejecutivo nacional está próximo a lanzar un plan
estratégico del software y servicios conexos, desde el año 2004
al 2014. También es necesario identificar que el costo fiscal
estimado inicialmente por la Secretaría de Industria es de 13
millones de pesos. Sin embargo, tiende a incrementarse en una
industria que exportó el equivalente a 170 millones de dólares
aproximadamente en el año 2003 y puede, efectivamente,
duplicar ese monto en los próximos cinco años . Así se llegaría
a una escala de 400 ó 500 millones de dólares.
De acuerdo con la información suministrada en 2002,
existen alrededor de cien mil recursos humanos calificados en la
industria, sólo el 25 por ciento era plenamente utilizado ese año
y esta demanda también es requerida en países limítrofes y
Latinoamérica.
Desde mi humilde visión sobre el tema, nuestro país
necesita identificar complejos productivos estratégicos. Y,
dentro de los complejos productivos estratégicos, brindar fuertes
incentivos.
En cuanto a una política activa del Estado, a la interacción
entre el sector público y privado se realiza a través de políticas
de estabilidad desde el punto de vista tributario y de incentivos
respecto de generar las condiciones para invertir, tanto para
personas físicas como jurídicas. Lo importante es que los
beneficios se otorgan hacia adelante. Esto significa que, si no
hay radicación de inversiones, tampoco existe posibilidad de
obtener recaudación de carácter tributario. Si bien es cierto que
hay eximición en materia de Impuesto a las Ganancias y
descarga en materia de cargas sociales, también es cierto que
se factura el Impuesto al Valor Agregado y se cuenta con una
cadena muy fuerte de multiplicación de captación de otros
recursos conexos.
Me parece muy bien destacar que el caso SOFTEX de
Brasil ha desarrollado 20 foros productivos estratégicos.
Conozco el de Paraíba que tiene una generación extraordinaria
en materia de recursos humanos calificados. Nos parece muy
importante la participación del sector público, como gran
demandante de servicios, en las provincias. Por ejemplo, en el
Chaco tenemos una empresa denominada “Ecomchaco”, que
puede desarrollarse estratégicamente con otras provincias de la
región, producir contenidos e insertarse adecuadamente en este
programa. Así que creemos que esta es una iniciativa muy
buena. Tanto Irlanda como India han tenido un desarrollo
extraordinario con la industria del software. Creo que la
posibilidad del acuerdo estratégico de Argentina con China
puede propender a potenciar el uso de este instrumento.
Son muy atinadas todas las observaciones que se han
realizado. Si ustedes están de acuerdo, brindaríamos un
dictamen con las disidencias correspondientes y, en forma
paralela, estableceríamos, desde ya, una redacción que nos
permita el tratamiento de la iniciativa del señor senador Jenefes
y otros señores senadores con el propósito de seguir trabajando
en la materia.
Quiero decirle a Alberto Briozo —quien está aquí,
presente— que estamos muy interesados en que se tenga en
cuenta lo planteado por los señores senadores acerca de que
los beneficios propendan a hacer radicaciones efectivas en
nuestras jurisdicciones provinciales. En la gran mayoría de los
casos, contamos con universidades tecnológicas que producen
recursos humanos de alta calificación.
Necesitamos que el país central mire hacia el país federal,
capacitar nuestros recursos humanos y enfocarnos para que
gran parte de esos instrumentos de promoción impliquen
radicación de inversiones en las provincias. Si no, la verdad es
que creemos que todos estos instrumentos nos pasan por arriba
y ninguno tiene efectivo rendimiento en nuestra comunidad,
donde vemos más pobreza, miseria e indigencia. Esta es una
herramienta para las posibilidades que dan oportunidades de
inversión. Por lo tanto, sería bueno tener, en cuanto a la
reglamentación, un consejo consultivo, donde puedan participar
los señores senadores, para saber cómo se asignan los
beneficios derivados de esta ley.
El Ministerio de Economía está trabajando con nueve foros
de competitividad; se pueden agregar otros elementos. Hay que
pensar en un país pujante, con mucho esfuerzo de inversión,
para poder sostener el crecimiento. Sin embargo, también es
necesaria una visión federal porque si no, tendríamos un país
de primera y uno de segunda.
Tiene la palabra la señora senadora Isidori.
Sra. Isidori. — Simplemente, quiero adherir con fervor al
proyecto del señor senador Jenefes y decir que veo con cierta
expectativa la posibilidad de avanzar en aquel proyecto que fue
presentado hace dos años —que debe estar en la Comisión de
Comunicaciones—, que habla de recuperar y reinstalar
fuertemente, en cada una de las comunidades del país, los
CPC. Creo que fueron puestos en vigencia en el segundo
gobierno del doctor Menem. Lamentablemente, hoy en día, se
encuentran distribuidos en distintas localidades del país con una
inutilidad total. De esta manera, se crea la inequidad entre los
que están dentro del sistema formal y no formal.
Considero que habría que rescatar la adhesión que se hizo
a los CPC y ponerlos en vigencia. Además, es una deuda que
todavía tiene el país con el Banco Mundial. En ese momento, el
costo de cada equipamiento fue de más de 150 mil dólares.
Sr. Presidente. — Queda levantada la reunión.
— Son las 11 y 20.
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