PEREGRINACIÓN A FÁTIMA JRC 2015 No estaba segura de ir pues había exámenes y llegado el momento no me apetecía ni andar, ni rezar. ¡Siempre lo mismo!... Al final me convencieron. ¡Llovió! Nos empapamos en la marcha, me tocó de grupo el número trece,… nada pintaba bien. A todo se sumaba mi cabreo. Gente, misas, casa de los pastorcitos, María en la “Capelinha”… Tanto y no ocurría nada. Fue la noche del domingo, en la vigilia de oración, al ponerme de rodillas y mirar a la Virgen cuando sentí algo “super bonito”. Desde ese momento mi vida cambió. #ENTUCORAZÓN Beatriz Jiménez Mi experiencia ha sido totalmente inesperada. Había escuchado a mucha gente que la Madre les había hablado o cambiado la vida. Esperaba algo así. Pero no lo fue. Lo más impresionante para mi fue cuando al llegar las familias nos hicieron un pasillo. Nunca olvidaré los susurros de ánimo, eran dardos al corazón. Le pedía a la Virgen que derrumbara mi corazón por completo e hiciera de mi un vaso nuevo… ¡ y lo hizo! No de la manera que pensaba, sino en cada persona que se acercaba a mi y me daba un abrazo o se preocupaba… Impresionante “la Madre no me quitaba ojo”. #ENTUCORAZON Lidia Guijarro Imagina por un momento que ese vacío que hay en tu corazón se llena hasta que rebosa; que sientes que no necesitas nada más; que esas insaciables ganas ser feliz desaparecen porque ahora lo eres. Bueno, pues eso es Fátima. Fátima es María que te llama por tu nombre, Fátima es sentirte querido a pesar de todos esos fallos que tanto te pesan, Fátima es darte cuenta de que no vives tu fe solo, Fátima es aprender a salir de ti mismo para darte a los demás, Fátima es vivir enamorado, Fátima es llorar de alegría, Fátima es darle un nuevo sentido a tu vida. Fátima es encontrate de verdad con la Madre y sentir cómo te lleva en brazos hasta Jesús. #ENTUCORAZÓN. María Prudencio La semana pasada me pidieron que diera mi testimonio sobre la peregrinación a Fátima, al principio me puse a pensar… no se me ocurría nada, no sabía el que decir, hasta que dije, si no puedo contar la forma en que la virgen me llego a mí, voy a contar cada una de las mejores experiencias del viaje. Las semanas anteriores del viaje, yo tenía muchas ganas de ir, pero justamente me pusieron un examen muy importante para mí en uno de los días de la peregrinación. Yo ya me desilusione bastante, porque me era imposible faltar al examen. Pero nunca hay que perder las esperanzas. Gracias a la virgen, 4 días antes de que se llevara a cabo la peregrinación, me cambiaron el examen. Fue increíble, porque yo ni me lo imaginaba, pero gracias a la Virgen yo estuve allí. El día de la marcha de camino a Fátima, después de unos testimonios bastante sorprendentes, nos empezó a llover. Aunque íbamos todos empapados y cansados, esas ilusiones por ver a la virgen no las perdimos en ningún momento. Cuando llegamos a Fátima, sentí esa sensación de haberlo conseguido, pero no una sensación de haberlo conseguido de cuando subes a la cima de una montaña y llegas muy cansado, la cual tengo que decir que me encanta, sino otra sensación diferente, de haber conseguido el recorrido pero no de forma física, sino en el corazón. Al final de todas las actividades me sentía a gusto conmigo, ¿Por qué? Porque rezaba, en Fátima teníamos mucho tiempo para estar con la virgen, en silencio, para estar con ella, y eso me encanto, pude darla gracias por todo lo que me ha dado en los últimos años, y para pedirla que me siga ayudando tanto y como me ha ayudado siempre, a mí y a todos, porque aunque algunos estén pasando malos momentos, debemos de saber que la virgen siempre está detrás de nosotros. Animo a todos los que no han podido venir, que no se pierdan esta experiencia, ya que es una vivencia que todos deberiamos vivir.#ENTUCORAZÓN Juan Alberto Guio Justo