TERCERA SEMANA Tema: Vicios de la contratación, presupuesto, controversias contractuales y responsabilidad TAREA 3 Tema: Unidad 2, Capítulos 1 Y 2 Fecha: 28 de febrero al 6 de marzo de 2011 Objetivo: El estudio de esta unidad permitirá al estudiante reconocer la responsabilidad fiscal de los servidores públicos que intervienen en el proceso contractual El estudio de esta unidad permitirá al estudiante generar un conocimiento más detallado de diversos tópicos de la responsabilidad que recae sobre los servidores públicos que intervienen en las diversas fases del proceso contractual. Una de ellas, es la denominada RESPONSABILIDAD FISCAL, la cual observamos con determinada frecuencia aplicada a funcionarios pertenecientes a todos los ordenes de la organización del Estado. Instrucciones Sin desconocer otros tipos de responsabilidad como la administrativa, penal, disciplinaria, entre otras y con base en los contenidos puestos a su disposición, así como en las normas que sobre el particular regulan esta materia, realizarán una investigación sobre la responsabilidad fiscal dentro de proceso de contratación, que contenga los siguientes aspectos: Entonces, dada su importancia y sin querer desconocer los otros tipos de responsabilidad (administrativa, penal, disciplinaria) nos centraremos en esta ocasión en: 1. Antecedentes constitucional y legal 2. Naturaleza y autonomía de la responsabilidad fiscal 3. Intervención y oportunidad del control fiscal (trámites contractuales) ¿Vigilancia Integral? 4. Control fiscal a los servicios públicos oficiales. 5. Dos (2) Ejemplos prácticos intervención y/o sancionatorios por responsabilidad fiscal. El grupo debe: Identificar con claridad los conceptos, enumerados y citar dos (2) situaciones reales en las cuales procede la aplicación de normas de responsabilidad fiscal por parte de los órganos competentes para ello. DESARROLLO TAREA I) ANTECEDENTES CONSTITUCIONALES Y LEGALES DE LA RESPONSABILIDAD FISCAL: El control fiscal a existido en nuestras tierras desde la llegada de las instituciones jurídicas administrativas españolas a America, por cuanto los representantes de los contadores de España, tenían unos representantes que ejercían control sobre los bienes que le pertenecían al monarca a la corona, mas no al Estado, es decir a España. Actualmente el artículo 6 de la nuestra Constitución Política Nacional, prescribe en la parte pertinente que los servidores públicos somos responsables ante las autoridades por infringir o por omitir, la aplicación de la constitución y las leyes de la República, como también por la extralimitación de las funciones establecidas para el cargo que se ocupa. Del mismo modo el artículo 89 superior establece: “ el estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción u omisión de las autoridades públicas. En el evento de ser condenado el Estado a la reparación patrimonial de uno de tales daños, que haya sido consecuencia de la conducta dolosa o gravemente culposa de un agente suyo, aquél deberá repetir contra éste.” Así mismo el artículo 91 ibidem señala para los servidores públicos de la ejecutiva, legislativa y jurisdiccional del poder público que: “ En caso de infracción manifiesta de un precepto constitucional en detrimento de alguna persona, el mandato superior no exime de responsabilidad al agente que lo ejecuta” El artículo 24 ibidem señala: “ La Ley determinará la responsabilidad de los servidores públicos y la manera de hacerla efectiva.” De esta manera, la acción, omisión o extralimitación del ordenamiento jurídico, genera para el servidor público, responsabilidad de tipo disciplinario, penal y desde luego fiscal que genera acciones de repetición, en caso de ser encontrado responsable del detrimento patrimonial público, tal como lo expresa el artículo 124: “el Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción o la omisión de las autoridades públicas. En el evento de ser condenado el Estado a la reparación patrimonial de uno de tales daños, que haya sido consecuencia de la conducta dolosa o gravemente culposa de un agente suyo, aquél deberá repetir contra éste” y el articulo 90 de la C.P.N: “cualquier persona natural o jurídica podrá solicitar de la autoridad competente la aplicación de las sanciones penales o disciplinarias derivadas de la conducta de las autoridades públicas”. II) NATURALEZA Y AUTONOMÍA DE LA RESPONSABILIDAD FISCAL: La naturaleza jurídica de la responsabilidad fiscal es netamente administrativa pública por cuanto esta enmarcada dentro de la relación de subordinación que existe entre el servidor público y el Estado. En este sentido el Procurador General de la Nación en su concepto número 2015, indica que “…A juicio de la Vista Fiscal, los artículos 267, 268 y 277 de la Carta y la jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre la naturaleza jurídica de los procesos de responsabilidad fiscal y disciplinaria, permiten afirmar que existen diferencias sustanciales que señalan la competencia de cada órgano de control. Así pues, el proceso fiscal sólo tiene fines resarcitorios, por lo que la sanción a imponer sólo puede ser pecuniaria y no puede incidir en el vínculo laboral que existe entre el Estado y el responsable de la gestión fiscal irregular. Por su parte, el proceso disciplinario es eminentemente sancionatorio y su objetivo es garantizar el cumplimiento de los fines y funciones del Estado, por esta razón la sanción disciplinaria debe estar encaminada a garantizar estos fines y funciones.” En este sentido la Corte Constitucional en varias oportunidades se ha pronunciado acerca de las finalidades y funciones de los órganos de control, esa Corporación ha sostenido que la función disciplinaria, que el Constituyente atribuye en forma prevalente a la Procuraduría General de la Nación, busca garantizar la correcta marcha y el buen nombre de la cosa pública, por lo que juzga el comportamiento de los servidores públicos "frente a normas administrativas de carácter ético destinadas a proteger la eficiencia, eficacia y moralidad de la administración pública" y por su parte, el órgano fiscal vigila la administración y el manejo de los fondos o bienes públicos, para lo cual puede iniciar procesos fiscales en donde busca el resarcimiento por el detrimento patrimonial que una conducta o una omisión del servidor público o de un particular haya ocasionado al Estado. III) INTERVENCIÓN Y OPORTUNIDAD DEL CONTROL FISCAL. Con la Constitución de 1991, las contralorías tienen la función general de vigilar la gestión fiscal, tanto de los servidores públicos como de los particulares encargados de administrar fondos o bienes públicos. El texto constitucional hace énfasis en que lo esencial del trabajo de estos organismos es llevar a acabo un control de gestión y resultados que permita evaluar en que medida el manejo de fisco cumple con los principios de eficiencia, eficacia, economía, equidad y valoración de costos ambientales La organización del control fiscal como función y de la Contralorías como órganos encargados de la misma, en la constitución y las leyes que la desarrollan, mezcla funciones del nuevo sistema de control fiscal con funciones propias del régimen anterior. Entre las cuales está la relativa a la fijación de responsabilidades fiscales, en desarrollo de la cual, las contralorías investigan los casos de detrimento al patrimonio público, cuyo acaecimiento se deba a culpa o dolo de quienes llevan a cabo gestión fiscal, imponiendo la responsabilidad resarcitoria correspondiente. En tal sentido el artículo 78 del Código Contencioso Administrativo, señala que el particular afectado o perjudicado con el daño antijurídico producto de la acción u omisión estatal, está facultado para demandar a la entidad pública, al funcionario o ambos. Para lo cual la responsabilidad del funcionario habrá de establecerse durante un proceso de responsabilidad fiscal. Bien sea a través del llamamiento en garantía al funcionario, el cual, de conformidad con las normas procesales de carácter contencioso administrativo, deberá hacerse por la entidad dentro del término de fijación en lista y por medio de la acción de repetición ejercida de manera independiente por la entidad pública condenada contra el funcionario. En consecuencia, la acción de repetición es el medio judicial que la Constitución y la ley le otorgan a la Administración Pública para obtener de sus funcionarios o exfuncionarios el reintegro del monto de la indemnización que ha debido reconocer a los particulares como resultado de una condena de la jurisdicción de lo contencioso administrativo por los daños antijurídicos que les haya causado. Por lo que la administración pública pueda repetir contra el funcionario o ex funcionario, siempre y cuando concurran los siguientes requisitos: a) Que una entidad pública haya sido condenada por la jurisdicción contencioso administrativa a reparar los antijurídicos causados a un particular; b) Se haya establecido que el daño antijurídico fue consecuencia de la conducta dolosa o gravemente culposa del funcionario o antiguo funcionario público. c) La entidad condenada haya pagado la suma de dinero determinada por el juez en su sentencia. Acerca de la oportunidad, después de la constitución de 1991, se estableció el control fiscal posterior y selectivo, otorgando mayor autonomía a las entidades auditadas, en contraposición al control previo mediante el cual se coadministraba la entidad, permitiendo con el mandato constitucional en el tema ejercerlo por la propia entidad. En este sentido el control es mas completo, por cuanto con el sistema anterior solo se ejercía un control numérico, y con el nuevo se hace uno mas completo, al auditar también la gestión y resultado de los administradores y de los servidores. Por lo que a mejorado la eficacia y eficiencia del control fiscal de dependiente estos indicadores de la complejidad de la entidad, de tal forma que un funcionario de la contraloría se puede demorar en promedio cuatro meses en una entidad de complejidad alta, en lo que anteriormente se demoraba doce. IV) CONTROL FISCAL A LOS SERVICIOS PÚBLICOS ESENCIALES De acuerdo con el artículo 50 de la Ley 142 de 1994, en las empresas de servicios públicos privadas con participación estatal, es decir mixtas, el control fiscal que adelanta las Contralorías se ejerce sobre los aportes y los actos o contratos que versen sobre las gestiones del Estado en su calidad de accionista, conforme a las precisiones hechas por la Corte Constitucional en las Sentencias C-1191 de 2000 y C290 de 2002. Artículo 50 de la Ley 142 de 1994, modificado por el artículo 5 de la ley 689 de 2001 dispone que: “Artículo 50. Control fiscal en las empresas de servicios públicos domiciliarios con participación del Estado. Dentro de los tres (3) meses siguientes a la expedición de la presente ley, el Contralor General de la República expedirá el reglamento general sobre el sistema único de control fiscal en las empresas de servicios públicos domiciliarios con participación del Estado, al cual deben someterse las contralorías departamentales, distritales y municipales. El incumplimiento a la sujeción a este reglamento será causal de mala conducta para los contralores departamentales, distritales y municipales(2) El control de las empresas de servicios públicos domiciliarios con participación estatal se ejercerá sobre los aportes y los actos o contratos que versen sobre las gestiones del Estado en su calidad de accionista(3)–. Para el cumplimiento de dicha función, la Contraloría competente tendrá acceso exclusivamente a los documentos que al final de cada ejercicio la empresa coloca a disposición del accionista en los términos del Código de Comercio para la aprobación de los estados financieros correspondientes. Sentencia C- 1191 de 2000 que declara inxequible un aparte del artículo 50 de la Ley 142 de 1995: “… contiene una restricción al ejercicio de la función pública asignada a las contralorías, en la medida en que reduce su intervención al acceso exclusivo a los documentos que al final de cada ejercicio la empresa coloca a disposición del accionista, en los términos que se establecen en el Código de Comercio para la aprobación de los estados financieros correspondientes”. “Tanto la Constitución Política (art.267) como la Ley 42 de 1993 (art.9) establecen los sistemas para el ejercicio del control fiscal, a saber, control financiero, de legalidad, de gestión y de resultados, fundados en la eficiencia, la economía, la equidad y la valoración de los costos ambientales. De manera pues, que si aplicando estos sistemas que se encuentran relacionados con los estados financieros de la empresa, con los planes que se adopten para la vigencia fiscal, con los resultados obtenidos durante su ejercicio y, con el cumplimiento de la ley en cada una de las actuaciones que se adelanten por parte de las empresa de servicios públicos domiciliarios de carácter mixto, esto es en donde existan recursos públicos, necesariamente se tiene que concluir, que las entidades encargadas de ejercer el control fiscal, tienen que solicitar la información pertinente para poder cumplir adecuadamente con el ejercicio de su función constitucional y legal”. “De ahí, que la restricción o limitación que trae la norma acusada resulta violatoria de la Constitución, como quiera que impide el ejercicio adecuado del control fiscal en las empresas de servicios públicos domiciliarios de carácter mixto, en la medida en que restringe el acceso de los organismos de control a una serie de documentos necesarios para la verificación de un control fiscal integral, mucho más en las empresas a las que se ha hecho referencia, las cuales prestan un servicio que por definición de la Constitución (art.365), son inherentes a la finalidad social de Estado, quien tiene como deber asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional”. Sentencia C-290 de 2002 que declaró exequible de manera condicionada la parte pertinente del artículo 50 de la ley 142 de 1994: “Ahora bien, considera la Corte oportuno en este momento pronunciarse respecto del segmento normativo contenido en el inciso segundo del artículo 50 de la Ley 689 de 2001 que dispone “Por tanto, el control se ejercerá sobre la documentación que soporte los actos y contratos celebrados por el accionista o socio estatal y no sobre la empresa de servicios públicos domiciliarios”, que no formaba parte del artículo 37 del Decreto-Ley 266 de 2000, pero que ha sido también demandado en este caso, ya que guarda íntima relación con el tema tratado anteriormente”. “Al respecto conviene recordar que la misma Ley 142 de 1994 en su artículo 27.4 dispuso que “en las empresas de servicios públicos con aportes oficiales son bienes de la Nación, de las entidades territoriales, o de las entidades descentralizadas, los aportes hechos por ellas al capital, los derechos que ellos confieren sobre el resto del patrimonio, y los dividendos que puedan corresponderles. A tales bienes, y a los actos o contratos que versen en forma directa, expresa y exclusiva sobre ellos, se aplicará la vigilancia de la Contraloría General de la República, y de las contralorías departamentales y municipales”. “Para ejercer el control fiscal en las empresas de servicios públicos con carácter mixto y privado, la restricción que pueda en principio imponer el legislador no puede llegar hasta el punto de canalizar dicho control sólo en relación con la documentación que soporte los actos y contratos celebrados por el accionista o socio estatal, pues el organismo de control fiscal correspondiente requiere para ejercer sus funciones en la forma dispuesta por la Constitución y la ley de una actuación amplia, de manera tal que se le debe permitir tener acceso a la información pertinente, necesaria y sin limitación alguna, sobre toda la documentación que soporte dichos actos y contratos”. “Por lo tanto, la Corte considera necesario hacer una modulación del fallo en relación con el ejercicio del control fiscal en las empresas de servicios públicos que no tienen el 100% de los aportes del Estado, para lo cual declarará exequible el aparte acusado bajo el entendido que para ejercer el control fiscal en estas empresas la Contraloría tiene amplias facultades para examinar la documentación referente a los bienes de propiedad del Estado y los referentes a los aportes, actos y contratos celebrados por éste”. “Conviene anotar, que cuando el artículo 267 Superior dispone que el control fiscal se extiende a los particulares o entidades que manejan bienes o fondos de la Nación, debe concluirse que tratándose de las empresas de servicios públicos dicho control recae sobre ellas pero en relación con los aportes, actos y contratos celebrados por el accionista o socio estatal, control fiscal que se justifica por haber recibido estas empresas fondos o bienes de la Nación sin interesar su cuantía”. Por lo tanto, el control fiscal debe ejercerce sobre la documentación que soporte los actos y contratos celebrados por el accionista o socio estatal y no sobre la empresa de servicios públicos domiciliarios, según lo expresa el Concepto 267 de 2008 de la Superintendencia de Servicios Públicos domiciliarios. Es así, que teniendo en cuenta la naturaleza jurídica de las ESP que es mixta, es pertinente señalar que la Corte Constitucional en sentencia C-736 de 2007, ha indicado que las empresas de servicios públicos mixtas y privadas en las cuales haya cualquier porcentaje de participación pública, son entidades descentralizadas y constitucionalmente conforman la Rama Ejecutiva del poder público. Por lo que las empresas de servicios públicos de naturaleza mixta, indistintamente del porcentaje de capital público que tengan, hacen parte del sector descentralizado por servicios de la administración pública, sin perjuicio de que el régimen de sus actos y contratos sea el del Derecho Privado, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 142 de 1994. V) EJEMPLOS INTERVENCIÓN Y SANCIÓN POR RESPONSABILIDAD FISCAL: Se aprecia en esta transcripción, que la Contraloría declaró que el actor incurrió en culpa en el pronunciamiento del acto administrativo de despido, culpa que ocasionó la condena a favor de extrabajador Beltrán Calle y de cuyo importe es fiscalmente responsable frente al municipio. “…Dado que en la Constitución Política coexisten dos normas, a saber, los artículos 90 y 280 numeral 5. (éste en concordancia con el art. 267, inciso primero), que establecen sendas clases de responsabilidades de los servidores públicos para con las entidades estatales a que se encuentran vinculados, es preciso determinar la naturaleza y efectos de una y otra. En este caso, la responsabilidad del agente deriva de su conducta dolosa o culposa que inflige un daño a terceros, por la cual debe el Estado satisfacer una indemnización y luego repetir contra su agente: es la responsabilidad civil del servidor público para con el Estado, originada en su conducta respecto de terceros. Solamente puede ser declarada por la jurisdicción de lo contenciosoadministrativo, según el artículo 78 del Código de la materia. A su turno, el artículo 267 de la Constitución preceptúa que la Contraloría vigila la gestión fiscal «de la administración y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes de la Nación». Enseguida, el artículo 268, numeral 5 ibídem otorga competencia al Contralor para «Establecer la responsabilidad que se derive de la gestión fiscal, imponer las sanciones pecuniarias que sean del caso, recaudar su monto y ejercer la jurisdicción coactiva sobre los alcances deducidos de la misma.» Es la responsabilidad fiscal, originada en el manejo de fondos o bienes, o sea, en una conducta que recae directamente sobre los fondos o bienes confiados a la administración o custodia del servidor público, y que se resuelve en un saldo que la Constitución denomina «alcance». Esta especie de responsabilidad se establece mediante un acto administrativo de la Contraloría. Desde esta perspectiva, considera la Sala que no le asiste razón a la apelante en sostener que el proceso de responsabilidad fiscal es una vía igualmente válida que la acción de repetición para perseguir la reparación del detrimento patrimonial infligido al Estado. Si un servidor público, con un acto suyo, doloso o gravemente culposo, que perjudica a un particular, ocasiona una condena al Estado, incurre para con éste en responsabilidad civil, que debe ser judicialmente declarada. Pero si dicho servidor, en ejercicio de sus competencias para administrar o custodiar bienes o fondos, causa su pérdida, incurre en responsabilidad fiscal, cuyo pronunciamiento está reservado a la Contraloría. De manera que la Contraloría General de Antioquia obró sin competencia cuando declaró al exsecretario de Servicios Administrativos de Rionegro responsable culposo frente al Municipio.” (CONSEJO DE ESTADO, SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCION PRIMERA, Consejero ponente: CAMILO ARCINIEGAS ANDRADE, Bogotá D.C., veintiséis de julio de 2001, Radicación número: 05001-23-31-000-1997-065501(6620), Actor: ABEL JOSí‰ RAMí•REZ Dí•AZ, Referencia: AUTORIDADES DEPARTAMENTALES) Otros casos actuales son los presentados por la pagina web de RCN en relación con el tema de la responsabilidad fiscal: “Alrededor de 5000 mil millones de pesos es la suma por la que se adelantan fallos con responsabilidad fiscal ejecutoriados contra funcionarios de las ESES del departamento de Bolívar, con vigencias de 2008, 2009, 2010 por diversas irregularidades en el manejo de recursos. La contraloría departamental en el ejercicio de sus planes de auditoría y su programación ha venido adelantando supervisiones, en diferentes hospitales locales y municipales, teniendo en cuenta que se ha notado la cantidad de denuncias y quejas ciudadanas sobre la prestación de los servicios de salud en los diferentes instancias del orden municipal y departamental. Fabián Ochoa, Contralor departamental, argumentó “así como luego de adelantar procesos de responsabilidad fiscal de acuerdo a nuestra competencia establecida en el artículo 272 de la constitución nacional, se ha expedido en los últimos días siete fallos con responsabilidad fiscal contra ex funcionarios de las ESES hospitales”. Estos son los centro donde se adelantan los procesos: Ese Centro de salud Giovanni Cristini de El Carmen de Bolívar (Bol.), ESE Hospital Santa Rosa de Lima (Bol.), ESE Centro de Salud con camas de Córdoba (Bol.), ESE Hospital Hatillo de Loba (Bol.) ESE San Nicolás de Tolentino de Pinillos (Bol.), ESE San Nicolás de Tolentino de Pinillos (Bol), ESE Centro de Salud con camas de Montecristo (Bol.). “Se están adelantando procesos para que funcionarios respondan con su mismo dinero al desfalco en estas entidades gubernamentales”, reiteró Ochoa.”