Buscando el placer se encuentra el orgasmo Diana Kornhauser Dr. Roberto S. Gilszlak Todos los esfuerzos por lograr un estado físico y mental saludable contribuyen para disfrutar de intensos y placenteros orgasmos. La indicación de una sencilla y aparentemente inocente caminata diaria, la contemplación de la naturaleza, realizar actividades placenteras, aumentar la autoestima, alimentarse equilibrada y naturalmente ... van a permitir un estado cuerpo-mente mas proclive al logro de satisfacciones intensas, entre ellas el orgasmo. Y si el orgasmo no te sorprende ¿cual es el camino?. ¿La búsqueda del orgasmo consciente? ¿Trabajar para lograr el orgasmo? ¿Qué hacer para tener orgasmos? Si el cuerpo no está enfermo, los miedos de cualquier origen impiden la buena sexualidad. Esto tiene una explicación biológica ya que durante la emoción del miedo se desencadenan procesos bioquímicos que inhiben el desarrollo de los procesos sexuales naturales. Entre los humanos, la secreción de catecolaminas, adrenalina y noradrenalina, aumenta notablemente ante el estrés y el peligro, produciendo vasodilatación y mayor flujo sanguíneo en los órganos necesarios para actuar frente al peligro: músculos, corazón y cerebro. Esto provoca un estado de alerta tensando los músculos, aumentando la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, todo ello necesario para afrontar situaciones de riesgo como luchar o escapar. A1 mismo tiempo disminuye el flujo sanguíneo de órganos no necesarios para enfrentarse al peligro. Todo esto torna casi imposible una buena sexualidad si existen la ansiedad y el miedo. El miedo puede tener origen interno, a veces no es consciente. Muchas dificultades tienen su origen en la ignorancia o en la culpabilidad sexual producto de prejuicios muy arraigados por los mitos y educación recibidos durante el desarrollo. Incluso el miedo al mal desempeño sexual es muchas veces el origen de la disfunción.Estar demasiado ocupados en la búsqueda del éxito sexual (que no es lo mismo que buscar placer sexual) crea estados de ansiedad que inhiben justamente la posibilidad de su logro. Si una persona no consigue vencer sus prejuicios y sus temores, así como su culpabilidad por el placer sexual, eso lleva a padecer una persistente dificultad para alcanzar el orgasmo. Si se pudiesen abandonar a las sensaciones que recorren sus cuerpos mientras se despierta el deseo, en algún momento se sentirán sorprendidas por las contracciones involuntarias de la descarga orgásmica. * Este artículo forma parte de "Orgasmo.El camino del placer". Artículo publicado por Cuerpo Mente. Abril de 1997. España.