Bibliotecas y Sociedad El día sábado 16 de abril de 2016 visite la biblioteca Pública El Tintal, me sentía cansada, porque había madrugado a las 3:00 a.m. para estudiar para el parcial de precalculo que tenía a las 7:00 a.m., llegue a la biblioteca aproximadamente a las 12:00m, lo primero que hice cuando entre a la biblioteca fue dirigirme con la persona que esta brindado información. Me presente informándole que era estudiante de la Pontificia Universidad Javeriana, que buscaba información de la biblioteca como los servicios que prestaba, a la comunidad que estaba dirigida y la evaluación como tal, respondiéndome que primero tenía que hacer fila para solicitar la ficha y que luego me informaba quien me podría colaborar. Me fui hacer la fila con dos personas que estaban antes que yo, en la filia me demore 45 minutos me sentía muy cansada y me estaba desesperando, mientras esperaba hubo cambio de turno, por ende me tocaba nuevamente informar a la persona que se encontraba brindado la información, la colaboración que estaba necesitando; por fin llegue donde la señorita que muy amable me atendió y le solicite la ficha y le comente la información que estaba buscando, la señorita me respondió que no era necesario la ficha, que el coordinador me podría colaborar, pero que había salido almorzar y que regresaba después de las dos de la tarde. La verdad me dio malgenio, porque había preguntado primero para no hacer la fila. Me retire de la ventanilla un poco molesta y comencé a hacer un recorrido en el primer piso, buscando la información que necesitaba para el desarrollo de mi trabajo, en mi recorrido descubrí la Sala Infantil, Internet y Multimedia donde se encontraba niños entre 5 a 12 años, unos realizando consultas y otros jugando, fue muy confortable encontrar niños en este espacio porque recordé el libro la biblioteca pública que queremos y lo que mencionaba la autora “Logre que niños y jóvenes que acuden solamente a solucionar tareas escolares se conviertan en usuarios para toda la vida, interesándolos en temas que vayan más allá de sus compromisos académicos: música, cine, tiras cómicas, computadores, deporte”, pienso que la biblioteca está logrando que sea usuarios para toda la vida. Luego encontré la Sala Infantil, lectura y consulta, allí también había muchos niños realizando sus consultas acampados de sus padres, en esta sala se permite que los niños se acerquen a los libros, lean de manera autónoma o con ayuda, allí se cumplía lo que menciona la autora en el libro la biblioteca pública que queremos. “Esta sala debe ser atractiva y confortable para que los pequeños la identifiquen y la sientan como propia, Quiero una biblioteca donde pueda acceder libremente a la colección, donde pueda recorrer los estantes, elegir lo que me interesa y acomodarme en un buen sitio a disfrutar lo que escogí”. Era una sala la verdad confortable con su propia estantería, donde los niños podían hacer su recorrido por todo ese lugar, los veía muy felices. Sentí mucha satisfacción al saber que yo podría más adelante aportar en estos proyectos para hacer que más niños estén involucrados en estas actividades. Estaba muy feliz en mi recorrido, pero me sentía muy cansada el cual me dispuse para retirarme de la biblioteca, pero en la salida me detuvo la programación que tenía la biblioteca, en esta programación se encontraba actividades como; lea con mi bebe espacio de lectura con bebes de 0 a 2 años, donde los papas cuentas historias, esta actividad se realiza en la ludoteca, otra actividad que podemos encontrar en la biblioteca es la hora de cuento, lecturas en voz alta de historias de escritores colombianos y latinoamericanos entre otras, la verdad me sorprendió la cantidad de actividades que se realiza en las bibliotecas, pero como usuaria no las conocía hasta que entre a la biblioteca, sentí que como estudiante de Ciencias de la Información- Bibliotecología y con la catedrática de la asignatura Bibliotecas públicas, era necesario buscar la forma de divulgar a los servicios que ofrece las bibliotecas públicas, para que a los usuarios les llegue con mayor facilidad la información, por ejemplo: las redes sociales como el Facebook, ya que es una herramienta que la mayoría de personas utilizan, otra forma sería comerciales en nuestros canales nacionales. Otra actividad que me llamo la atención fue informática para la vida “Alfabetización informática II” donde te enseñan a manejar las herramientas como las redes sociales, correo, etc. Es de acuerdo a las necesidades de cada persona. Esta actividad me parece muy importante ya que no tiene restricción de edad, aquí puede participar niños, adultos, jóvenes gratuitamente, pero a veces preferimos por falta de conocimiento pagar para que nos enseñen, como lo mencione anteriormente, debemos aportar para que estos servicios sea más conocidos por la comunidad. La otra biblioteca que visite fue la Biblioteca Pública Virgilio Barco, me atendió una señorita, el cual le comente que la información que necesitaba de la biblioteca, ella me dijo que toda la información la encontraba en la página de Bibliored, me sentí muy decepcionada al saber que no contaba con la colaboración de las personas que tenía la mano la información, sin embargo consulte, la página y encontré los servicios que presta la biblioteca como es consulta en sala, préstamo externo, referencia, internet, Videoteca y Sonoteca, Catálogo en línea, Formación de usuarios, Extensión bibliotecaria, Promoción de lectura, Fomento a la cultura, Ludoteca, Sala de exposiciones, Casilleros. Comparando con las que menciona Rodriguez, se puede decir que en la mayoría de bibliotecas cuentan con mismos servicios y que toda la comunidad puede acceder a ellos, pero falta interés por parte del usuario y una mejor divulgación de ellos. Referencias BibloRed. (18 de abril de 2016).Biblioteca Biblioteca Pública Virgilio Barco. Recuperado de http://www.biblored.gov.co/biblioteca-tintal BibloRed. (18 de abril de 2016).Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella. Recuperado de http://www.biblored.gov.co/biblioteca-virgilio. Rodríguez, G. (2011). La biblioteca pública que queremos. Bogotá: Biblioteca Nacional de Colombia.