¿Qué es esto del bullying? Una breve aproximación para las familias Luis María Pérez Fernández Departamento de Orientación del Colegio Concertado Albariza. Últimamente estamos recibiendo, y cada vez con mayor frecuencia, una diversidad y multitud de datos, noticias y casos trágicos (léase Jokin) sobre un fenómeno que está poniendo cada vez más en alerta a la sociedad en general y muy especialmente a la comunidad educativa en la que nuestros niños y niñas participan cada día: el bullying. ¿Qué es esto del bullying? el psicólogo noruego Dan Olweus acuñó este término para describir un fenómeno ya observado a lo largo de la historia (cainismo o tragedia entre iguales) y que más recientemente habíamos bautizado como simples “novatadas”. La traducción muestra varias acepciones: bullying como el acoso del “torito” (bull) al que se torea, del que se burlan… La más acertada sería la descripción de la acción del bully, el matón, el personaje que abusa de sus iguales. Lo cierto es que este tema del “matonismo” está llegando a unos niveles y a una sistematización en las escuelas cada vez con mayor frecuencia, y los profesionales, las familias y los propios alumnos y alumnas (consideremos aquí a los agresores y a los agredidos) no están mostrando indicios algunos de capacidad de control y supresión de esta lacra, a pesar de esfuerzos y horas de trabajo en ello. ¿Por qué ocurre esto? Los factores y causas que provocan estos comportamientos pueden ser diversos. De hecho, no existe un consenso en cuanto a sus orígenes reales. Veamos qué puede provocarlo: - La agresividad es un hecho natural, innato y necesario como mecanismo de adaptación y medio de superación de la persona ante las dificultades que nos encontramos en la vida cotidiana. Esta agresividad es encauzada hacia un control personal por medio del aprendizaje, por la observación y a través de los canales e instrumentos aprendidos en los procesos de socialización (adaptación social, empatía, asertividad…). Cuando esta agresividad no es regulada y controlada aparece un fenómeno netamente humano: la violencia, resultado de la evolución cultural, de un incorrecto aprendizaje en habilidades sociales y de una elaboración predispuesta y meditada por parte de la persona ejecutante. - En la sociedad actual y en las relaciones personales la violencia supone un abuso de poder y un elemento dañino hacia otras personas. El modelo de violencia verbal que impera en la actualidad como vehículo hacia el triunfo y el éxito mostrado en los medios de comunicación es un claro ejemplo de ello. - El sistema educativo actual es contrario a los modelos anteriormente expuestos. Además, la educación en valores no se hace de forma activa y protagonista como lo son las materias curriculares, sino aislada y puntualmente, apareciendo casi exclusivamente en los “días de…”. No existe un aprendizaje autónomo y de regulación de nuestros pensamientos y emociones. ¿Cómo se manifiesta el bullying? Atendiendo a las encuestas, agresores, víctimas y testigos que presencian este tipo de situaciones coinciden en su mayoría en que el tipo de maltrato más frecuente es el de carácter verbal (insultos, críticas destructivas, ignorar a la persona…), con más del 60%. Sin embargo, a la hora de ponerse de acuerdo en cuanto al número de veces que se recurre a la agresión física, no está tan claro según partamos de una fuente u otra: las víctimas casi niegan sufrir maltrato físico, así como los agresores niegan su acción de golpear o pegar a las víctimas, mientras que los testigos son los que ponen un indicador muy sugerente: el 45% de las personas que presencian un acto de agresión lo describen como “le ha pegado, le ha dado una paliza o ha abusado sexualmente de la otra persona”. Estos datos nos muestran algunos aspectos muy importantes a tener en cuenta a la hora de trabajar en la intervención psicoeducativa con las personas implicadas en este tipo de situaciones (ya sean agresores, víctimas o testigos): - - - Las víctimas, bajo una gran presión, unos niveles de ansiedad muy elevados y el miedo que conlleva a una amenaza de volver a recibir el acoso niegan las acciones que socialmente son, por lo general, menos aceptadas: las agresiones físicas. No están consideradas (de forma totalmente errónea) en la misma categoría las conductas agresivas verbales y las físicas. Los agresores, al igual que las víctimas, a la hora de afrontar su “culpabilidad” enjuiciada por otras personas, fundamentalmente personas adultas, niegan su acción agresora cuando es “pegar” o “abusar”, así como suelen suavizar la “gravedad” del insulto (no le dije subnormal, sólo lo llamé tonto). La visión de los testigos es la contraria a las dos anteriores: suelen exagerar en muchas ocasiones las acciones de los agresores, en parte también porque son víctimas indirectas de su acción. Una definición integral del fenómeno Entonces, ¿cómo definiríamos este fenómeno que está azotando la convivencia en las escuelas? El bullying o matonismo lo podríamos definir como “el comportamiento intencional de herir o hacer daño, ya sea por medio de conductas agresivas de carácter verbal, físico o por exclusión consciente hacia una persona, que es repetitivo y duradero en el tiempo, y donde no media la provocación ni existe una equidad de poder entre agresor y víctima”. ¿Cómo abordar el asunto? Posibles respuestas Existen muchas propuestas y métodos que pueden ayudar a prevenir la aparición de este tipo de comportamientos y situaciones en las escuelas. A continuación se exponen algunas sugerencias. No existe un consenso para el tratamiento, pero sí existe en general un planteamiento muy similar en cuanto a los aspectos a trabajar: habilidades sociales, técnicas de modificación de conducta, recursos para la convivencia escolar, educación en valores… - - Creación de Reglamentos de Centro contra los abusos entre iguales. Creación de comités supervisores de la convivencia escolar y de asambleas de clase (comisiones de convivencia). Uso de métodos específicos desde infantil (láminas, comunicación, autorregulación…). Estrategias didácticas de educación en valores, foros de discusión en clase ante casos de maltrato… Círculos de calidad: métodos de investigación por parte del alumnado en temas concretos ( en este caso, el bullying). Aprender a observar y detectar situaciones reales de maltrato o abuso y afrontarlas. Método PIKAS para los agresores. Programas de asertividad y habilidades sociales para las víctimas. Desde las familias, es importante que exista un seguimiento real de nuestros hijos e hijas, sin llegar a agobiarles y dejando que tengan su espacio personal, sus derechos a manifestarse y a expresar sus sentimientos y mantener una comunicación fluida con el profesorado del centro, pero siempre estando alerta y no caer en la dejadez o supresión de responsabilidades como padres y madres principales educadores de los niños y niñas. PROGRAMAS PARA LA CONVIVENCIA ESCOLAR: ANDAVE. Andalucía Antiviolencia Escolar. R. Ortega INJUVE. Programa de educación para la tolerancia y prevención de la violencia entre los jóvenes Díaz-Aguado (1996). CONVIVIR ES VIVIR. Comunidad de Madrid. MEC (1999) UN DÍA MÁS. Oficina del Defensor del Menor. Madrid. APRENDER A SER PERSONAS Y A CONVIVIR. Trianes y Fdez-Figarés. (2001). PROYECTO ATLÁNTIDA. Torrego (1999). FE. de CC.OO. LA PENTACIDAD. Serrano y Salas (2000)