TEMA 4 – PSICOLOGIA DE LA CRISIS Resumen realizado por Planeta Azul (http://www.cchaler.org/) de los conceptos básicos citados en el libro mencionado como fuente Fuente : CRISIS DESCOMPENSATORIA DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD - Fabián A. Molina (Médico Neurocirujano y Especialista en Neurocirugía Funcional. Ex Jefe del Laboratorio de Neuroanatomía de la Facultad de Medicina 1ª Cátedra de la UBA del Hospital de Clínicas. Posee además el título de Especialista en Neurobiología. Posteriormente cursó sus estudios en el Colegio de Médicos de San Martín obteniendo el título de Médico Psiquiatra. Se desempeña actualmente como médico del Servicio de Guardia del Hospital Braulio A. Moyano) - Demián F. Goldstein (Licenciado en Psicología de la Universidad Abierta Interamericana donde se desarrolla como docente de la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Medicina. Cursó sus estudios en Sam Houston State University obteniendo su Bachelor in Music Therapy. Es Fellow del Vivian Smith Advanced Studies Insitute of the Neuropsychological Society y miembro del Equipo de Neurociencias de TCba, desempeñándose en Resonancia Magnética Funcional. Colaboró con el Dr. L’Abate en el libro “Using Workbooks in Mental Health: Resources in Prevention, Psychotherapy, and Rehabilitation for Clinicians and Researchers”. Es actual concurrente del Servicio de Guardia del Hospital Moyano.) PSICOLOGÍA DE LA CRISIS EL ROL DE LOS ESTIMULOS AMBIENTALES En la psicología de la crisis de los trastornos de personalidad ponemos en juego cuatro áreas fundamentales: 1) Atención selectiva al estímulo 2) Reconocimiento de los estímulos 3) Planificación de la respuesta 4) Evaluación de lo acontecido Cada área está relacionada con la otra, y muchas veces se produce una descompensación en efecto dominó de las cuatro. Además, cada una de éstas áreas propuestas tiene su correlato neurobiológico y neuroanatómico. Consideramos que las personas con TP reaccionan a estímulos vivenciales variados provenientes del medio, y esto produce una cascada cognitivo afectiva que determinará la respuesta conductual. Cuando un estímulo es selectivamente atendido, se lo compara con otro estímulo ya conocido y existe una comparación y asociación permanente entre un estímulo que se nos aparece, y una experiencia previa, ya sea a nivel de la evaluación conciente, o bien del procesamiento del inconsciente cognitivo. En las personas con trastornos de la personalidad, podría existir un déficit en el reconocimiento y en la selección de estímulos, atendiendo a aquellos que son significativamente adversos, y que eventualmente dispararían cogniciones y emociones negativas. La respuesta ante estos estímulos implica la necesidad de una planificación y posterior toma de decisiones. Consideramos que en estos sujetos ambos procesos están afectados derivando en formas de reacción impulsivas o disfuncionales. DEFICITS EN LA ATENCION SELECTIVA AL ESTIMULO AUTORREFERENCIA Los sujetos con TP exhiben una tendencia a la autorreferencia. Es frecuente observar una ideación centrada en sí mismo, acerca de la influencia externa que hacen a las distintas vicisitudes de la vida del paciente. Los sujetos del Grupo A y los Borderline, tienden a presentar autorreferencia delirante durante episodios micropsicóticos. AUTODERROTISMO Si bien no todos los sujetos con TP se presentan como autoderrotistas, un gran número de ellos lo hacen de manera considerable. En especial las poblaciones Esquizotípicas en el Grupo A, Borderline, Histriónico en el Grupo B, y todas las del Grupo C. Se caracteriza por la visión negativa de sí mismo, del medio, y del futuro. Los sujetos con TP Borderline son los que más elevado puntúan en la dimensión Autoderrotismo y Los sujetos con TP Narcisista puntúan elevado en esta dimensión sólo cuando se produce una desestructuración esquemática de su personalidad que pone al descubierto su fragilidad. Resultan en un planeamiento conductual deficitario, en el cual el sujeto se siente derrotado aún antes de comenzar a obtener resultado alguno de su experiencia. CATASTROFIZACIÓN En los TP es la tendencia a evaluar situaciones, dichos, y experiencias como devastadoras para el sujeto. Se filtra el aspecto positivo de lo acontecido y se le adjudican propiedades catastróficas. Este tinte trágico compromete el afecto resultante y enciende una luz de alarma para la respuesta impulsiva. DICOTOMIZACIÓN En los TP es la tendencia a evaluar situaciones, dichos, y experiencias de manera polar, por extremos opuestos, y con tal categoría que no deja espacio para una impresión intermedia. Los sujetos Borderline tienden a presentar este tipo de atención parcializada del estímulo. Perciben las experiencias como favorables o desfavorables, buenas o malas; los comentarios como agresivos o aduladores, los afectos como amor u odio, actitudes interpersonales como de fidelidad o abandono, etc. Los sujetos Narcisistas tienden a dicotomizar a los demás como útiles para su fin o dispensables, y los comentarios como contributivos para su sentimiento exacerbado de sí o bien deprecativos. En los sujetos del Grupo C se advierte una dicotomización en cuanto a las capacidades de concreción de tareas complejas, o bien son realizables, o se predice el fracaso. Los sujetos del Grupo A presentan una dicotomización de su persona con el medio que los rodea en el caso de los esquizoides y esquizotípicos, y una dicotomización entre lo favorable y lo persecutorio en los sujetos paranoides. MICROPSICOSIS La Micropsicosis en las crisis de los TP es una instancia extrema en situaciones desbordantes de stress imperante donde se evidencia la carencia o disminución de recursos cognitivos y afectivos que alteran el Juicio de Realidad y disminuye la Tolerancia a la Frustración. Pueden presentarse alucinaciones, delirios, y comportamientos desorganizados que duran desde pocas horas hasta pocos días. Los sujetos que suelen presentar este tipo de episodios son los Esquizotípicos y Paranoides en el Grupo A, y en menor medida los Borderline en el Grupo B. DEFICITS EN EL RECONOCIMIENTO DE ESTÍMULOS IDENTIDAD CONFUSA Este concepto deriva principalmente de las concepciones de crisis de Erik Erikson, y se actualiza en la clínica de los TP por la singular aparición de un conflicto con la representación interior del individuo, y un segundo conflicto que involucra la concepción de la imagen de sí mismos proyectada al exterior. Se evidencia principalmente utilizando técnicas narrativas en donde los pacientes son escuetos al responder a preguntas tales como “¿Quién soy?”. Al inicio del tratamiento esta pregunta queda prácticamente sin responder, y se observa un paulatino aumento en la respuesta a medida que transcurre el proceso psicoterapéutico focalizado en aspectos de la identidad. Los sujetos Borderline refieren una marcada confusión respecto a aspectos de su identidad. No es llamativo que muchos de ellos tiendan a presentar historia de Trastornos de la Alimentación, comorbilidades con Trastornos de Ansiedad como la Dismorfofobia y la Ansiedad Social. Los sujetos Narcisistas tienden a engrandecer su imagen, confundiéndola magramente con personas valiosas, queribles, deseables e imprescindibles, a pesar de que el medio les demuestra lo contrario. Cuando la egosintonía se quiebra en la crisis descompensatoria, aparece la famosa fragilidad que se les atribuye a estos sujetos, los cuales se ven así enfrentados ante una cruel realidad reaccionando en forma desadaptativa. En los sujetos del Grupo C con TP Dependiente se advierte una fusión identitaria con la persona significativa. Una sensación de inutilidad, intrascendencia, y condición de paria se genera ante la idea de separación o abandono. DEFICITS DE PLANIFICACIÓN DE LA RESPUESTA Las manifestaciones más comunes que impiden una respuesta adaptativa o culturalmente aceptable son la ansiedad patológica, la agresividad, la desregulación afectiva, la impulsividad y los arrebatos. Por lo general se observa que la conducta resultante es producto de la evaluación de los estímulos, el emparejamiento emocional y finalmente una descarga tangible que se traduce en acto motor. Los errores cognitivos generan un malestar significativo en la persona la cual responde con actos desadaptativos. Las personas con TP presentan una tendencia obstructiva en la capacidad de planificación de la respuesta la cual incluye la falta de reconocimiento de las experiencias anteriores, y una disminución en la habilidad de evaluación de las consecuencias. DEFICITS EN LA EVALUACIÓN DE LO ACONTECIDO La egosintonía se manifiesta en la falta de análisis crítico de las acciones resultantes y sus consecuencias. Las personas con TP tienden a desestimar de manera taxativa las consecuencias adversas que acarrean sus actos. Así los intentos parasuicidas, los arrebatos, las peleas con componentes y tintes dramáticos, los actos impulsivos, las acusaciones injustificadas, etc pasan a ser parte del repertorio aceptable de conductas que utiliza la persona con TP para justificar su errónea matriz cognitivo-emocional.