Cáncer y desventajas sociales

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Cáncer y desventajas sociales
El cáncer puede aquejar a personas de cualquier edad, raza, género o nivel socioeconómico.
Sin embargo la frecuencia, las tasas de mortalidad y los índices de sobrevida varían de grupo
en grupo. Investigaciones realizadas en EE.UU. muestran que las minorías étnicas y las
poblaciones con baja cobertura de salud son las más afectadas.
En el libro “La carga desigual del cáncer” * se reproduce una investigación del Instituto
Nacional de Salud de los EE.UU. (NIH), destinada a analizar la relación entre el cáncer y los
grupos sociales en desventaja, en especial las minorías étnicas y los grupos que desde el
punto de vista de la salud estaban en condiciones de inferioridad, con independencia de su
etnia. Este último grupo incluyó a quienes no tenían seguro de salud o aquellos que si bien lo
tenían no eran cubiertos de forma amplia. Las conclusiones del estudio confirmaron que estos
grupos sociales tenían diferencias importantes con respecto al resto de la sociedad en la
evolución de los pacientes con cáncer.
“Un número importante de factores ha estado implicado en los resultados relativamente pobres
en personas con cáncer en las poblaciones de nivel socioeconómico bajo. Las disparidades en
la incidencia del cáncer, de acuerdo a estas posiciones, pueden ser explicadas por los niveles
de exposición a los carcinógenos del medio ambiente, por los distintos hábitos personales de
salud (fumar cigarrillos, consumir dietas inadecuadas, falta de educación en cuanto a los
riesgos en la salud) y por otros factores socioculturales. Algunas conductas negativas en salud
son mas prevalentes entre la gente con nivel socioeconómico mas bajo, pero estas conductas
no deben ser consideradas sólo como materia de pura elección personal. Un medio social
puede poner barreras a la información y a los cambios en las conductas. Por ejemplo, las
personas que viven en la pobreza tienen un acceso insuficiente a la información en lo que hace
a los riesgos de cáncer, a las conductas saludables (como qué alimentos pueden disminuir los
riesgos) y al modelo de los sobrevivientes que pueden transmitir su experiencia en la búsqueda
de ayuda”, señala el informe del NIH.
Pobreza y sobrevida
La investigación sostiene que “Los individuos que viven en la pobreza tienden a concentrarse
en sobrevivir a diario, frecuentemente con un sentido de desesperanza e impotencia y se
convierten así en aislados socialmente”. Se concluye que esta situación contribuye a las
conductas negativas en lo que hace a la salud y como consecuencia, decrece la sobrevida.
La pobreza o un bajo estándar socioeconómico no están implicados como una causa directa
para una alta incidencia de cáncer, aunque los especialistas hallaron que aquella tiene una
relación adversa para las tasas de sobrevida. La American Cancer Society, estima que estos
índices para los individuos pobres son de un 10% a un 15% mas bajos que los del resto de los
norteamericanos. Por ejemplo, las mujeres en mejor posición económica tienen una incidencia
mayor de cáncer de mama, pero su tasa de sobrevida está por encima de aquellas mujeres
que viven en condiciones desfavorables. Una de las razones propuestas para explicar estas
disparidades es que las mujeres de las clases sociales mas bajas son diagnosticadas o buscan
tratamiento en etapas tardías de la enfermedad, comparadas con las mujeres de mejores
ingresos.
Los resultados de una encuesta en los EE.UU. en 1990 mostraron que las mujeres “pobres”
tenían probabilidades significativamente mas bajas de hacerse un PAP y una mamografía, que
las mujeres cuyo ingreso era mayor. Estas últimas tenían el doble de posibilidades de
someterse a un PAP y casi el triple de hacerse una mamografía.
Se sugiere, en consecuencia, que las personas que las personas mas pobres tienen menores
oportunidades de buscar atención preventiva debido a los obstáculos de la vida: dificultad en
encontrar trabajo, inestabilidad laboral, problemas en la atención infantil, inconvenientes para
acceder al transporte, etc.
Sin embargo, en el documento del NIH se hace una aclaración: “Existen barreras para
incrementar la participación en el control del cáncer en todos los niveles socioeconómicos, por
ejemplo, la falta de información, de la disponibilidad y del beneficio del screening del cáncer”.
Con respecto al tratamiento se plantea: “Aún después del diagnóstico de cáncer, no todos los
grupos sociales tienen la oportunidad de recibir la misma calidad de tratamiento. En un estudio
de revisión de tratamientos de cáncer de pulmón en mas de 1800 pacientes en hospitales de
Nueva Inglaterra, los investigadores encontraron que los individuos con mayor educación y con
seguro privado recibieron terapias mas agresivas que aquellos sin estos atributos. Además, la
gente con bajo nivel socioeconómico busca atención médica con mayor frecuencia en servicios
de emergencia, debido a que no están asegurados o lo están con falencias, lo cual disminuye
la continuidad de la atención.
Esta falta de atención apropiada y continua para las personas con bajo nivel socioeconómico
contribuye a elevar las tasas de mortalidad por cáncer”.
Los factores psicológicos
Al señalar las disparidades que se dan de acuerdo a los niveles socioeconómicos, se observa
que aumentan las complicaciones cuando se integran otros factores como la respuesta
psicológica frente a las enfermedades. La exposición al estrés y la falta de habilidades para
competir por los recursos para lograr la atención médica también afectan la sobrevida por
cáncer.
Las personas de bajo nivel socioeconómico tienen menores probabilidades de contar con una
red social y de soporte que aquellos con mejor estándar de vida. Los primeros suelen estar
insertos en una comunidad con falta de empleo o de otros recursos sociales, que son los que
contribuyen a un sentido de conexión con el resto de la comunidad y favorecen a las
capacidades de cada uno para enfrentar las enfermedades, entre ellas el cáncer. Las
diferentes experiencias en esta área demuestran que el fortalecimiento del soporte social para
aquellas personas con cáncer en las comunidades con desventajas, puede ayudar a bajar las
tasas de mortalidad.
En síntesis, la pobreza es un potenciador de otros elementos del vivir, incluyendo falta de
educación, desempleo, viviendas inadecuadas, nutrición deficiente, conducta y estilo de vidas
riesgosas y dificultad en el acceso a la atención de la salud. Esto afecta las oportunidades de
los individuos para enfrentar esta patología y sobrevivir a la enfermedad.
Cáncer y grupos sociales
El cáncer fue la octava causa de muerte en EE.UU. al comienzo del siglo XX, hoy es la
segunda detrás de las enfermedades cardiovasculares. Las estimaciones corrientes indican
que el cáncer es responsable de una de cada cuatro muertes en EE.UU.
El cáncer puede tomar la forma de más de 100 enfermedades diferentes, cada una de las
cuales se caracteriza por el crecimiento sin control de células anormales. Se ha descubierto
que los cambios en el material genético en las células inician el crecimiento anormal. Algunas
de las causas de estos cambios genéticos son sabidas, como por ejemplo el uso del tabaco,
pero otras permanecen sin conocerse. Sin embargo, el estudio de la distribución de
enfermedades oncológicas dentro de las poblaciones ha llevado a importantes avances en la
prevención y el control.
La identificación de factores asociados con el riesgo de incremento en las posibilidades de
cáncer (por ejemplo el cáncer de pulmón y el cigarrillo) permite a los profesionales y a los
expertos en salud identificar áreas donde se puede intervenir y, además, desarrollar futuras
investigaciones.
Al estudiar el cáncer en relación con los diversos grupos sociales, se focaliza en aquellas
formas que son más prevalentes en cada sector y que están asociadas con una mayor tasa de
mortalidad.
Esto significa que las manifestaciones del cáncer no adquieren la misma importancia para
todos los grupos. Porque hay muchas formas de la enfermedad y porque los cambios en la
prevalencia pueden hacer que la enfermedad transcurra lentamente.
El cáncer puede afectar a las personas de cualquier edad, raza, género o nivel
socioeconómico. Sin embargo la frecuencia, las tasas de mortalidad y los índices de sobrevida
varían de grupo en grupo.
En los hechos, las investigaciones sugieren que la experiencia en las minorías étnicas y en las
poblaciones con baja cobertura de salud es muy diferente a la de la mayoría de los ciudadanos
norteamericanos.
Los datos recogidos por los programas que estudiaron a estos grupos se destinaron luego a
establecer medidas de acción en la prevención y el control, en especial después de que se
constató una disparidad persistente entre los grupos desfavorecidos.
En EE.UU. los ciudadanos afroamericanos varones sufren de cáncer alrededor de un 15% más
que los hombres blancos, y tienen la más alta incidencia entre todos los grupos raciales.
Esta tendencia es consistente cuando se analizan los cáncer mas habituales (colon y recto,
pulmón y bronquios, próstata y estómago). Sin embargo, se debe hacer notar que los casos de
cáncer de pulmón en 1992 entre hombres de regiones con gran incidencia, fue también muy
alta entre los blancos.-
(*) National Institute of Healt, The Unequal Burden of Cancer, National Academy Press,
Washington DC, 1999.
Fuente: Boletín Temas de Salud – AMM, Año 7 Nº 58 Junio 2000.
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