Seminario: Las 7 Leyes Ocultas del Kybalion Charla 07 - 19/02/07 Inevitable cumplimiento de la Ley Dice el Kybalión: “El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes; ése no es más que un tonto, vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos en razón de su locura”. Estamos analizando el significado de este primer párrafo, tratando de ver qué significa mucho para nuestro día a día el concepto del funcionamiento de las Leyes del Universo. En el segundo párrafo, que veremos más adelante, aprenderemos acerca de la posibilidad de hacer uso del funcionamiento de las Leyes, mientras que por ahora nos atendremos a analizar qué efectos tiene sobre nosotros la inevitabilidad del funcionamiento de ellas. Para ello, tomemos un caso en el que podamos ejemplificar qué significa el cumplimiento inevitable de la Ley. Recordemos que en el momento en que manifestamos nuestro desacuerdo con el funcionamiento de las Leyes, cuando expresamos nuestra queja porque ellas existen, nos dice el Kybalión que nos estamos comportando como un tonto, vano y presuntuoso, ya que estamos desperdiciando una preciosa cantidad de energía universal, calificándolo negativamente. Buscamos la manera para que, en algún caso en particular, la Ley no se cumpla; nuestra actitud es ahí absolutamente necia, porque no existe ninguna posibilidad de que la Ley no se cumpla. Las excepciones que buscamos son totalmente humanas, no están en la Perfecta vibración del Universo, que no tiene necesidad alguna de analizar si ese cumplimiento es justo ó injusto, ya que el comportamiento del Universo es armonioso precisamente por el cumplimiento preciso de las Leyes que regulan su funcionamiento. Existe en nuestro mundo una persona que se comporta de una manera que nosotros podemos considerar agresiva. Ya hemos visto este tipo de situaciones, analizándolas desde diversos ángulos. En este enfoque, veremos qué tiene que ver la Ley con una situación así, tratando de compatibilizar la aplicación de las Leyes con los diversos enfoques de armonización de las situaciones que hemos analizado desde diversos aspectos. Antes decíamos “mirá cómo me agrede”, ahora reconocemos que somos nosotros los que nos sentimos agredidos. Y esto ya es un cambio, ya que dejamos de echar las culpas afuera. Vamos a analizar las situaciones de agresiones, las desarmonías, desde el punto de vista de la Ley, incrementando nuestra comprensión y veremos si eso podemos aplicarlo a nuestras vidas. Entonces, ante una situación de agresión en nuestra vida, ante algo que nos desestabiliza y nos genera desarmonía, podemos perfectamente seguir eligiendo la queja, la manifestación de la injusticia, el reclamo a la mala suerte. Miremos, primero, esta situación desde el punto de vista netamente humano… nuestra reacción natural, humana y enraizada… Decimos: “Esa persona me agrede”. Si acá pretendiéramos aplicar estos conceptos de funcionamiento de la Ley, diríamos, también humanamente: “Ya va a recibir las consecuencias de su mal comportamiento”. Notamos claramente que en este enfoque estamos, nuevamente, poniendo toda nuestra atención fuera de nosotros mismos, en el otro, sacando la responsabilidad de nuestro regazo, acusando al otro de su no conocimiento de la Ley (obviamente, en nuestro fuero interno, sin manifestarlo), y “maldiciéndolo” al desearle que sufra las consecuencias de su mal comportamiento. Repetimos, es un análisis totalmente humano, tratando de aplicar la Ley… ni siquiera somos sabios a medias, somos no sabios con un mínimo atisbo de esa sabiduría que está empezando a llegar a nosotros. Nos hacemos cargo de la Ley nosotros mismos cuando reconocemos que esa situación de desarmonía está en nuestra vida como resultado del funcionamiento de la Ley, y que sus causas fueron generadas por nosotros y, por ende, sus efectos vuelven a nosotros. Ya no aplicamos la expresión de “estrellarse contra las rocas al otro”, sino que nos miramos a nosotros mismos como los que se estrellan, por nuestra propia responsabilidad. LEY DE ARMONÍA Está muy relacionada con este tema la enseñanza del MaháChohán referida al flujo de la energía, en su clase denominada “La Ley de la Vida” (se anexa la clase completa a este texto). En parte de ella, el Maestro nos indica textualmente: La vida es energía. Cada hombre, mujer y niño que respira, atrae esa energía dentro de sí por medio de una acción consciente, ya que la inhalación es atraer a sí desde la fuente Una -Diosla inapreciable energía que es su vida; y cuando un individuo hace esto, se hace responsable ante todo el Universo por el uso de esa energía que la Deidad [Godhead] le ha prestado. El aliento en tu cuerpo es tuyo, ya que lo atrajiste desde el Corazón de Dios. En tu alma interna, prometiste a Dios que enriquecerías Su Universo si te permitía el uso de Su vida; y Dios, siendo Amor, accedió a tu solicitud y te dio (y te sigue dando) todo el amor que requerías con tan sólo un consejo o condición: que Su vida y energía debe emanar de ti calificada armoniosamente para bendecir y enriquecer a Su gente, a Su Universo y a todas sus partes. Si la energía no es calificada armoniosamente, la Ley Cósmica que gobierna el Universo dictamina que tu propio Cuerpo Mental Superior atraerá esa energía de vuelta dentro de tu mundo después haber cumplido con aquello para lo cual fuera enviada, y regresará con la misma calificación con que fue revestida en su viaje de ida, amplificada por vibraciones de igual cualidad que haya atraído a sí mientras estuvo ausente de tu aura. La razón para esto es que el alma evolucionante pueda aprender, primero, la naturaleza de la energía que está utilizando; y, segundo, que la inteligencia directriz dentro de tu propia alma es una parte integral de Dios y, por tanto, Dios en acción. La personalidad externa se ve entonces forzada a aprender -a través de este retorno de su propia energía- que es más confortable adherirse a la Ley de Armonía y enriquecer el Universo por medio de la vida que Dios le ha prestado, que sufrir las consecuencias causadas por el uso ilícito del Aliento Ígneo de Dios. Los rasgos y características particulares en otras personas que te irritan, son, casi sin excepción, la energía de tu propio mundo que has proyectado de manera similar en vidas anteriores. Tu Cuerpo Mental Superior te muestra cómo la energía calificada discordantemente distorsiona el universo. Notemos que este texto es complemento del funcionamiento de la Ley, ya que nos indica que para vivir necesitamos energía, la que está disponible para nosotros en forma ilimitada. Cada vez que realizamos una acción cualquiera, por mínima que sea, tomamos energía de la fuente ilimitada universal, la hacemos vibrar en nuestra particular frecuencia, y luego la calificamos con la intención que pusimos en la realización de esa acción, sea física, mental ó emocional. Por ejemplo, cuando criticamos a una persona, situación ó cosa, utilizamos energía en todos los niveles, pero con calificación negativa, al tener una intención de baja vibración. Esa energía se dispersa por el Universo, se une a otra energía de vibración similar, y regresa, tarde ó temprano, a nosotros. Y se resume este retorno en la expresión “Los rasgos y características particulares en otras personas que te irritan, son, casi sin excepción, la energía de tu propio mundo que has proyectado de manera similar en vidas anteriores.” Tal vez esta expresión sea una de las frases más fuertes y concretas de la enseñanza de los Maestros Ascendidos, y reflejan nuevamente la inevitable ejecución y cumplimiento de la Ley. Es un aprendizaje reciente para nosotros el concepto de que el primer paso que deberíamos tomar ante toda situación desarmoniosa es RECONOCERLA. Aquí vemos que este acto es, realmente, RE-CONOCER; vale decir, ya la conocíamos de antes, y nos damos cuenta de que ha regresado a nuestro mundo. En función de esta enseñanza, la conocemos porque nosotros mismos la generamos en algún otro momento. ¿Cuál es la utilidad del reconocer? Básicamente, que nos tomamos el trabajo de expresar en palabras, de especificar, de definir, cuáles son las características de la situación que nos transmiten desarmonía. El siguiente paso es eliminar el ME… es decir, despersonalizamos a la situación y la vemos como algo que está fuera de nosotros mismos, que nosotros no somos eso que nos desestabiliza. Ante la supuesta agresión, expresamos “Me siento agredido por la actitud de esa persona”. Aquí el ME tiene validez, porque sí es un sentimiento interno que tenemos, y podemos diferenciar perfectamente lo que es la actitud ó situación propiamente dicha, que no nos pertenece, y lo que son los sentimientos ó pensamientos propios, resultado de la aceptación de esa situación. Y luego, si así lo tenemos a bien, nos hacemos las dos preguntas mágicas: “¿Por qué me molesta?” y “¿Qué tengo que aprender?”. La primer pregunta, una vez respondida, nos permitirá reconocer cuáles son las características de la situación que pudimos haber generado nosotros, y que por efecto del cumplimiento de la Ley han regresado a nosotros. Con la segunda pregunta, iniciaremos el proceso de ascensión de la situación hacia su perfección. Es obvio que solamente podremos pasar por este proceso cuando no respondemos desarmoniosamente a la situación, como sería devolver la agresión que recibimos. Por nuestras características humanas, por estar transitando este sendero, por el proceso de aprendizaje que estamos recibiendo, existen algunas circunstancias que nos afectan particularmente, otras que no nos afectan en absoluto, y otras más ante las cuales nos sentimos totalmente desbordados. El Maestro Kuthumi nos recuerda que es nuestro objetivo tener “Contentamiento y alegría, en toda circunstancia”. Tenemos la posibilidad de armonizar absolutamente cualquier situación de desarmonía que se presente en nuestra vida… simplemente, reconociendo las circunstancias, aceptando que fue generada por nosotros, y luego invocando la Ley del Perdón, sobre todo perdonándonos a nosotros mismos por la calificación negativa que alguna vez hicimos de la energía divina. Ejemplo práctico Hagamos un ejemplo práctico, humano, para comprender este funcionamiento de la Ley. Supongamos que nos encontramos en una situación de total insolvencia; tenemos un gran cúmulo de deudas y ninguna posibilidad de tener ingresos para cancelarlas. En esta situación, recibimos de parte del Tesoro Nacional una tarjeta de débito con fondos ilimitados… ¿Cuál sería (o por lo menos debería ser) nuestra actitud? Pues bien, empezaríamos a cancelar las deudas, recibiendo con contentamiento y alegría todas y cada una de las visitas de cada uno de nuestros acreedores, ya que apenas se presente hacemos uso de nuestros fondos y cancelamos en forma inmediata esa deuda. Se correría la voz entre los acreedores, quienes empezarían a presentarse uno y otro, una y otra vez… y a cada uno que llegue se le cancela la deuda, y agradeceríamos al acreedor por presentarse a cobrar, y sobre todo agradeceríamos la disponibilidad ilimitada de fondos. Así es nuestra situación cuando empezamos a reconocer nuestras circunstancias, y los supuestos problemas serían los acreedores que van llegando. Si aceptamos que tenemos la conexión con nuestro YO SUPERIOR, empezaríamos a canalizar nuestra energía armoniosa para ir transmutando la calificación a todos y cada uno de los llamados problemas, agradeciendo su presencia, ya que al armonizarlos contribuimos a nuestra propia liberación, y sobre todo agradeciendo la confianza del Universo en nuestra capacidad de elevar la vibración de la situación. Evitamos la actitud humana de encomendar la situación a Dios con resignación, con desesperación, después de no haber conseguido resolverla humanamente. Directamente, encomendamos toda situación desde su inicio, con CONTENTAMIENTO Y ALEGRIA. Cuando conseguimos el entrenamiento y la aceptación de nuestra capacidad ilimitada de cancelar deudas, empezamos inmediatamente a trasladar esa capacidad a nuestro mundo, siendo, dando el ejemplo, convirtiéndonos en Presencias Confortadoras. Y las lecciones que aprendemos harán que esas situaciones desarmoniosas desaparezcan de nuestra vida, lo que dará lugar a que aparezcan nuevas situaciones que traerán aparejadas nuevas lecciones. LA LEY DE LA VIDA La Ley de la Vida es tan sencilla en su esencia que la humanidad la pasa por alto frente a la complicada y enmarañada terminología con la que ha ocultado por completo la simple verdad. La Ley de LA NUEVA ERA -la religión de LA NUEVA ERA- será tan sencilla que no se requerirá ningún estudio para comprenderla. Es la Ley de Armonía. Algunas personas la llaman "amor", pero al llamarla amor, inmediatamente les da por entrar a variaciones de expresión e interpretación que distorsionan su verdadero sentido. En calidad de representante del Espíritu Santo, es Mi trabajo presentar a la humanidad la verdad escueta de manera tal que "todo aquel que se apure pueda leer". LEY DE ARMONÍA La vida es energía. Cada hombre, mujer y niño que respira, atrae esa energía dentro de sí por medio de una acción consciente, ya que la inhalación es atraer a sí desde la fuente Una -Dios- la inapreciable energía que es su vida; y cuando un individuo hace esto, se hace responsable ante todo el Universo por el uso de esa energía que la Deidad [Godhead] le ha prestado. El aliento en tu cuerpo es tuyo, ya que lo atrajiste desde el Corazón de Dios. En tu alma interna, prometiste a Dios que enriquecerías Su Universo si te permitía el uso de Su vida; y Dios, siendo Amor, accedió a tu solicitud y te dio (y te sigue dando) todo el amor que requerías con tan sólo un consejo o condición: que Su vida y energía debe emanar de ti calificada armoniosamente para bendecir y enriquecer a Su gente, a Su Universo y a todas sus partes. Si la energía no es calificada armoniosamente, la Ley Cósmica que gobierna el Universo dictamina que tu propio Cuerpo Mental Superior atraerá esa energía de vuelta dentro de tu mundo después haber cumplido con aquello para lo cual fuera enviada, y regresará con la misma calificación con que fue revestida en su viaje de ida, amplificada por vibraciones de igual cualidad que haya atraído a sí mientras estuvo ausente de tu aura. La razón para esto es que el alma evolucionante pueda aprender, primero, la naturaleza de la energía que está utilizando; y, segundo, que la inteligencia directriz dentro de tu propia alma es una parte integral de Dios y, por tanto, Dios en acción. La personalidad externa se ve entonces forzada a aprender -a través de este retorno de su propia energía- que es más confortable adherirse a la Ley de Armonía y enriquecer el Universo por medio de la vida que Dios le ha prestado, que sufrir las consecuencias causadas por el uso ilícito del Aliento Ígneo de Dios. MATERIAS DE ESCUELA Los rasgos y características particulares en otras personas que te irritan, son, casi sin excepción, la energía de tu propio mundo que has proyectado de manera similar en vidas anteriores. Tu Cuerpo Mental Superior te muestra cómo la energía calificada discordantemente distorsiona el universo. Cuando el individuo está lo suficientemente incómodo, siente y habla con resentimiento de estas apariencias; pero si la persona reconociera que él o ella ha creado todas esas cosas en el pasado, podría, al encontrárselas, invocar la Ley del Perdón por su papel en la creación de dichas apariencias inarmoniosas y luego, por medio de su conocimiento del Fuego Sagrado, flamear la Llama Cósmica Ígnea del Amor Liberador a través de la causa y efecto de tal manifestación. No sólo estaría limpiando y purificando su propia conciencia y mundo de la causa y efecto de estas cualidades, sino que estaría ayudando a erradicarlos completamente del universo en general. Si fueras lo suficientemente grande como para bendecir esas apariencias humanas que se manifiestan en las corrientes de vida de los que están a tu alrededor y las convirtieras en liberación, encontrarías que todos esos rasgos y características irritantes dejarían de aparecer en tu propio mundo, ya que la ley de tu corriente de vida es que cuando esos hábitos que te disgustan son limpiados y purificados, y su momentum es consumido en la Llama, no necesitarás ya vivir bajo la presión de ninguna experiencia que no sea de tu propia creación. JUEZ ÚNICO Tu Cuerpo Mental Superior es tu único juez. Es tu mentor y tu maestro espiritual, y hasta que despiertes por completo a una plena realización de tu propia identidad Divina, estará constante y conscientemente devolviéndote la energía que has enviado adelante calificada discordantemente en el pasado, pidiéndote que la bendigas, que cargues la Llama Purificadora a través de ella y la liberes una vez más, dentro de ese glorioso estado de Paz y Felicidad que conoció antes de que la atrajeras a tu mundo mediante el acto consciente de respirar. Cuando la energía que hayas extraído de la vida ha sido armoniosamente recalificada y liberada, la Tierra, entonces, no podrá retenerte más- tu Plan Divino habrá sido completado, tu servicio a la Tierra terminado-y te elevarás como Ser Ascendido, habiendo completado tu ciclo de evolución individual y aprendido la Ley de Armonía -que es la Ley del Universo. Saint Germain y otros miembros de la Hueste Ascendida están diaria y anualmente balanceando y descartando miles de toneladas de energía mal calificada desde la Tierra y su gente, y confío -por el bien de la propia y rápida liberación de ustedes- que aprenderán a vivir gentil y amablemente, y que se darán cuenta cuando experimenten por medio de otros aquello que les parezca tan angustiante -que no es realmente la falta del otro, sino el reflejo de lo que ustedes han hecho a la vida a lo largo de centurias, y utilizarán la Llama Purificadora de Amor Liberador incesantemente, para desterrarlo por siempre del Universo de Dios.