Consejo Bíblico sobre los Niños. Pastor Carlos J. Téllez www.palabrabiblica.org Bendición, presentación, aprendizaje, responsabilidad y corrección. Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. Salmo 139:13-16 Tú y yo estábamos en la mente de Dios antes de ser formados. Todo ser humano es una creación especial de Dios. Fuimos hechos a “Su imagen y Semejanza” Génesis 1:26. Antes de formarnos en el embrión materno, Dios ya tenia en Su Omnisciencia, escrito en su libro, como tú y yo íbamos a ser formados. ¡No es esto maravilloso! Por eso el aborto, la eutanasia, y el suicidio son pecados abominables ante Dios, porque destruyen la dignidad de la vida creada por El. Veamos entonces 5 consejos básicos en la Biblia sobre los niños: 1. Los niños son una bendición de Dios. Y lo son porque son herencia de nuestro Dios. Jesús los tocaba para bendecidlos. Como padres debemos de hacer lo mismo, pasar tiempo con ellos y bendecidlos. Dios bendijo al hombre y a la mujer en el Edén cuando les dijo “Fructificad y multiplicaos” Génesis 1:28 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.” Salmo 127:3. “Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.” Lucas 18:15-16 “Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.” Marcos 10:16 2. Los padres deben de presentar y encomendar el niño ante Dios. Así hicieron Maria y José con Jesús cuando fue presentado en el templo. Hoy podemos presentarlos ante Dios en una Iglesia: “Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios” Lucas 2:27 3. Los padres deben aprender la Palabra de Dios. Es nuestra responsabilidad ante Dios y nuestros hijos. Si no la aprendes no sabrás como criarlos. “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” 1 Pedro 2:2 4. La educación del niño es responsabilidad de los padres. El carácter del niño no se forma en la escuela se forma en la casa. Es nuestra responsabilidad. “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” Proverbios 22:6. “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” 2 Timoteo 3:16 5. La corrección del niño es responsabilidad de los padres. Si no corriges a tu nono es porque no le amas. Parte del amor es la disciplina. Dios disciplina a sus hijos y eso es parte de Su amor pues El quiere el bien para cada uno de sus hijos. Esa misma responsabilidad deben tomar los padres terrenales si verdaderamente aman a sus hijos: “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos” (Hebreos 12:7-8). “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.” Proverbios 23:13-14 1 Consejo Bíblico sobre los Niños. Pastor Carlos J. Téllez www.palabrabiblica.org El objetivo del castigo es la corrección disciplinaria la cual crea en el niño(a) desde muy temprana edad de que el o ella es responsable por la consecuencia de sus actos. Esta corrección disciplinaria se le debe suministrar sin caer en el abuso físico. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” Efesios 6:4 Que Dios le bendiga Carlos J. Téllezno sabía lo que era vivir” 2