2.238 MARQUEZ SCALISE, MARÍA EVANGELINA Y OTRO C/ MUNICIPALIDAD DE TRENQUE LAUQUEN S/ PRETENSIÓN INDEMNIZATORIA.Trenque Lauquen, 29 de noviembre de 2011.AUTOS Y VISTOS Las constancias de la causa "Márquez Scalise, María Evangelina y otro c/ Municipalidad de Trenque Lauquen s/ Pretensión indemnizatoria", expediente Nº 2.238 en trámite ante el Juzgado Contencioso Administrativo Nº 1 de Trenque Lauquen a mi cargo.RESULTA 1.- El 25.9.06 el Dr. Ricardo A. Kurlat, en representación de María Evangelina Márquez Scalise quien actúa por sí --ver aclaración de fs. 65-- y en nombre y representación de su hijo menor de edad, Marcos Iván Egidi Márquez, promovió demanda contra la Municipalidad de Trenque Lauquen, reclamando el pago de la suma de pesos cientos treinta y ocho mil ($138.000) en concepto de indemnización por el accidente sufrido por su hijo.Al relatar los hechos en los que funda su pretensión, transcribe constancias, informes y testimonios obrantes en la IPP Nº 37.153 caratulada "Eguidí Scalise, Marcos - Averiguación presunto ilícito - Trenque Lauquen", en trámite ante la UFI Nº 3 departamental.Señala que el 21.3.05, aproximadamente a las 17:40 hs. el menor Marcos Iván, de 4 años de edad, se encontraba jugando en el parque municipal de la localidad de Treinta de Agosto junto con otros niños, cuando se subió a una columna de alumbrado público que se encontraba medio caída, producto del fenómeno meteorológico que afectó la ciudad en noviembre de 2004, cuando al intentar dar una voltereta sobre la columna, quedó colgado y la columna se cayó al piso y apretó al menor en el sector de la cabeza.Manifiesta que fue auxiliado por personas que circunstancialmente pasaban por el lugar, quienes lo llevaron hasta la casa en donde se encontraba su madre, distante a unos metros del parque municipal, quien procedió a cargarlo en una bicicleta y llevarlo al hospital municipal.- Señala que producto del accidente el menor sufrió fractura de cráneo entre otras lesiones, y debió ser hospitalizado primero en el hospital de Treinta de Agosto, luego trasladado al Hospital Municipal de Trenque Lauquen y posteriormente derivado al Hospital de Niños de la ciudad de La Plata.Demanda a la Municipalidad de Trenque Lauquen por omisión en cuanto responsable del cuidado y mantenimiento del espacio verde donde se produjo el accidente (bien de dominio público municipal).Seguidamente ofrece prueba y especifica los daños reclamados.Distingue entre los daños sufridos por el menor y por la madre.Respecto del menor, reclama la suma de pesos treinta mil ($30.000) por las lesiones físicas sufridas y el prolongado tratamiento médico que incluyó derivaciones entre distintos nosocomios.Reclama daño psicológico por la suma de pesos diez mil ($10.000) y daño moral por la suma de pesos veinticinco mil ($25.000).Asimismo, aduce que las lesiones encéfalo-craneanas sufridas por el accidente le generaron secuelas e incapacidades, permanente y/o transitorias, reclamando la suma de pesos treinta mil ($30.000) por dicho concepto.Ello así, los daños reclamados por el menor Marcos Iván totalizan la suma de pesos ochenta y cinco mil ($85.000).Respecto de la madre reclama la suma de pesos veinte mil ($20.000) por daño psicológico, veinticinco mil ($25.000) en concepto de daño moral y ocho mil ($8.000) por gastos médicos; i.e., la suma de pesos cincuenta y tres mil ($53.000).La liquidación total asciende a pesos ciento treinta y ocho mil ($138.000).Por último, peticiona se haga lugar a la demanda por el capital reclamado más intereses, gastos y costas.2.- Previa solicitud de aclaraciones sobre el carácter de la presentación de la madre del menor --fs. 65-- el 7.11.06 se ordenó traslado de la demanda e intervención a la Asesora de Menores e Incapaces, quien se presentó a fs. 67.3.- El 6.3.07 se presentó el Dr. Hugo D. Palomeque en representación de la Municipalidad de Trenque Lauquen y contestó la demanda solicitando su rechazo.- Previa negativa general y particular de los hechos alegados, señala que el día del accidente el menor Marcos Iván jugaba en el parque municipal sin ningún tipo de cuidado o control por parte de sus padres o persona mayor responsable, máxime considerando su edad --4 años--.Manifiesta que el menor, con total falta de cuidado producto de su edad, se trepó a una columna de alumbrado público que como consecuencia del último temporal acaecido en la localidad de Treinta de Agosto, se encontraba con su parte posterior a poco más de un metro del suelo, cuando al intentar dar una voltereta quedó colgado de la columna que, debido al peso y fuerza impuesta por el menor, cayó causándole lesiones.Reitera en función de los testimonios obrantes en la causa penal, que el menor se encontraba desprovisto de la vigilancia de un mayor, ya que su madre se encontraba en su casa. Sostiene que tal conducta viola flagrantemente el deber de cuidado de los padres, generando culpa in vigilando.Manifiesta que la columna de alumbrado público causante del daño no es una cosa riesgosa per se, pues su función no es ser utilizada como entretenimiento infantil.Aduce la culpa de la víctima en la causa del evento, ya que es su accionar desacertado el que origina la causa de su propio daño, al pretender utilizar una columna de alumbrado público como juego, pretendiendo darle un uso que no se corresponde con la finalidad de su objeto.Finalmente, señala que si bien el Estado responde por los daños que causen las cosas de su dominio, no lo hace indiscriminadamente, pues en el caso de autos el accidente se produjo por culpa exclusiva de la víctima. Aduce que no hay incumplimiento de una obligación legal expresa o implícita como argumenta la contraria.Respecto de los daños, cuestiona la procedencia de los rubros reclamados por el menor y por su madre.Señala que hay rubros que se fundan en idénticas cuestiones, como el daño psicológico y el rubro lesiones, y otros que carecen de fundamentos para su procedencia, por ejemplo en el daño moral --cita jurisprudencia--.- Respecto de los daños reclamados por la madre, aduce su falta de legitimación con fundamento en que solo puede reclamar los daños la víctima, en el caso el menor.Rechaza el daño moral reclamado por improcedente y señala que los gastos médicos no son tales pues el menor fue atendido en hospitales públicos.Seguidamente ofrece prueba, funda en derecho y peticiona el rechazo de la demanda.3.- El 7.5.07 se realizó la audiencia de prueba.De la prueba ordenada se produjo la siguiente: i) a fs. 117 absolvió posiciones la madre del menor; ii) declaraciones testimoniales de Eva Isabel Sánchez --fs.122--; Alejandra Beatriz Mangini --fs. 123--; María Teresa Gaglietti -fs. 124--; María Inés Gangoite --fs. 128--; Marta Celia Moyano --fs. 129--; Miguel Ángel Fernández --fs. 133--; Daniel Alberto Angeleri --fs. 134--; Aldo Francisco Becerra --fs. 135--; iii) a fs. 165/168 obra pericia psicológica de Jorge E. Nuñez; iv) a fs. 191 obra pericia del médico Carlos María Yarza; v) a fs. 200 obra informe del Hospital Municipal Dr. Francisco Eguiguren de Treinta de Agosto; vi) a fs. 204/206 obra copia certificada de la historia clínica remitida por el Hospital Municipal Dr. Pedro T. Orellana de T. Lauquen del menor; y, vi) a fs. 219/233 obra copia certificada de la historia clínica remitida por el Hospital Sor María Ludovica de la ciudad de La Plata.4.- El municipio de Trenque Lauquen fue sucesivamente representado por: i) el Dr. Hugo Palomeque; ii) los Dres. Luis A. Lahitte y Mónica P. Estévez --fs. 148--, y iii) a partir del 17.8.11 por la Dra. Mercedes Gortari.5.- El 17.8.11 se pusieron los autos para alegar.El 9.9.11 se agregaron los alegatos y el 14.9.11 se ordenó pase a la Asesoría de Menores e Incapaces interviniente y como medida para mejor proveer, se ordenó librar oficio a la UFI Nº 2 Departamental solicitando la remisión ad effectum videndi et probandi de la IPP Nº 37.153 caratulada "Eguidi Scalise, Marcos s/ Averiguación presunto ilícito - Treinta de Agosto - Trenque Lauquen".El 22.9.11 la Asesora dictamina que puede hacerse lugar a lo peticionado en demanda.- 6.- Agregadas las fotocopias de la causa penal y consentidos los autos para sentencia, la causa se encuentra en estado de resolver.CONSIDERANDO 1.- Accidente Se encuentra probado que el 21.3.05, aproximadamente a las 17:40 hs. el menor Marcos Iván Márquez Scalise, de 4 años de edad, se encontraba jugando en el parque municipal de la localidad de Treinta de Agosto, y al subirse a una columna de alumbrado público que se encontraba medio caída producto de un fenómeno meteorológico, e intentar dar una voltereta, quedó colgado y la columna se le cayó apretándole la cabeza, produciéndole un traumatismo que ocasionó la fractura de la base del cráneo con compromiso de huesos a nivel nasal (conforme hechos narrados en demanda, contestación de demanda, declaraciones testimoniales obrantes en la IPP 37153, historia clínica y pericias médicas; art. 77 inc. 2 del CCA; art. 383, 456, 474 y cc del CPCC).2. Responsabilidad de las partes 2.1. Responsabilidad del Estado: Falta de servicio. El principio general --art. 19 CN-- que prohíbe perjudicar los derechos de un tercero --alterum non laedere--, fundamenta la reparación del daño causado y es aplicable a las relaciones de derecho público --cfme., CSJN, "Günther", Fallos 308:1118; "Santa Coloma" Fallos 308:1160; "Lew", Fallos 320:1996; "Gorosito", Fallos 325:11; "Morea", Fallos 327:857; y "Aquino" Fallos 327:3753--.Los servicios a cargo del Estado deben prestarse en condiciones adecuadas para cumplir el fin para el que han sido establecido, debiendo afrontarse las consecuencias de su incumplimiento o ejecución irregular (cfme., CSJN, Fallos 306:2030; 312:1656; 315:1892, 1902; 316:2136; 320:266; 325:1277; 328:4175; 329:3065; SCJBA; act. 86949, "Blasco", del 8.9.04; act. 77960, "Monteagudo", del 14.6.06; act. 85518, "Sendra", del 18.4.07). La falta de servicio por acción o por omisión del Estado --art. 1112 CC-implica que el Estado responde de modo principal y directo por los daños imputables a la actividad de sus órganos, funcionarios o agentes realizada en ejercicio de la función pública encomendada (CSJN, Fallos 312:1656; 317:1921; 318:193; 321:1124; 330:2748; SCJBA, act. 88940, "Chávez", del 18.5.05; act. 94457, "García", del 3.5.06).En el caso, la falta de servicio por acción o por omisión del Estado --art. 1112 CC-- implica una responsabilidad extracontractual (CSJN, Fallos 306:2030; 330:3447; SCJBA; Ac 83161, "Barbosa", del 9.12.04). Para su procedencia, debe acreditarse: a) la ejecución irregular de un servicio imputable al Estado, b) la existencia de un daño cierto, y c) la relación de causalidad directa entre la conducta estatal y el daño cuya reparación se pretende (cfme., CSJN, Fallos 328:2546). 2.2. Municipalidad de Trenque Lauquen Los hechos probados --ver supra punto 1-- implican una imputación parcial de responsabilidad a la municipalidad en el evento que generó el daño.El daño se ocasionó por la caída de una columna de alumbrado público en el parque municipal de Treinta de Agosto, de dominio público municipal --arts. 2340 inc. 7 y 2344 del CC; art. 225 y cc DL 6769/58--. Es decir, el municipio tiene a su cargo el correcto funcionamiento, emplazamiento y debida colocación de la columna. La omisión de tal deber de cuidado genera su responsabilidad.Se probó que la columna se encontraba inclinada (posición 3 fs. 116, declaraciones testimoniales de Gaigonte, Moyano) y apoyada sobre sus extremos: el superior en el piso y el inferior sobre su base de cemento. Al estar apoyada sobre sus extremos, la curvatura de la columna quedó levantada del piso (ver testimonial de Gaigonte, Moyano y especialmente de Angeleri de fs. 134).Las declaraciones de Fernández --fs.133-- y Becerra --fs. 135-- en cuanto sostienen que la curva de la columna estaba apoyada en el piso corresponderían a un momento temporal posterior al accidente.Surge probado y las partes son contestes que la columna se encontraba inclinada por una fuerte tormenta que azotó la ciudad de Treinta de Agosto días previos al accidente.La existencia de otras obligaciones municipales alegadas por el Jefe de Personal, Sr. Angeleri, por los daños causados por el evento climático --ver testimonio de fs. 134-- no exime al municipio de adoptar las medidas pertinentes para impedir posibles daños, teniendo en consideración el lugar donde se encontraba emplazada la columna --i.e. parque municipal donde diariamente concurren niños con fines de esparcimiento (cfme. declaraciones testimoniales)--.Si bien es discrecional del municipio el determinar el orden de las reparaciones de los daños producidos por el evento natural, es su responsabilidad tomar las medidas de seguridad hasta que los arreglos se produzcan. En el caso, se debió prever que una columna caída en un parque con juegos donde concurren diariamente menores con fines de esparcimiento, podría ser utilizada como juego.La omisión en el oportuno arreglo y la falta de previsión es causa eficiente a fin de imputar responsabilidad al municipio en la generación del accidente.Ello así, estimo que el municipio concurre en la generación del evento en un 50% --correspondiendo el otro 50% a los padres, ver infra--.2.3. Responsabilidad de los padres. Incidencia causal Se ha probado que el menor Marcos Iván, de tan solo cuatro (4) años de edad al momento del accidente, se encontraba en el parque municipal de Treinta de Agosto, sin la compañía de sus progenitores o de algún mayor responsable a quien se le hubiera encomendado su cuidado (ver confesional de María Evangelina Márquez Scalise a fs. 116, respuesta a las posiciones 5º, 6º y 7º bis; testimonio de Sánchez --fs. 122--, Gaglietti --fs. 124--, y Gangoite --fs. 128--;arts. 422, 456 y cc del CPCC).Reitero, ningún mayor se encontraban cuidando al menor al momento del accidente (cfme. declaraciones testimoniales citadas supra).Esta circunstancia es medular debido a que la conducta del menor contribuyó a la causa del daño, ya que se trepó a una columna de alumbrado público, sin que los encargados de su vigilancia --i.e. quienes ejercen la patria potestad-- se lo impidieran.Es propio de un menor de cuatro años un obrar imprudente, pues no tiene la maduración psicológica que le permita comprender la peligrosidad de sus conductas.- El deber de los padres es prevenir los peligros que el accionar del menor puede generar, es decir, la incapacidad de los menores de gobernarse impone a quienes ejercen la patria potestad el deber de vigilancia para que el menor no se dañe ni dañe a terceros.En el caso de autos, la presencia de sus padres o de un adulto que lo cuidara --presumiendo un actuar diligente-- hubiere evitado el accidente, impidiendo al menor utilizar la columna de alumbrado como juego.Al violarse el deber de vigilancia, sobreviene la idea de culpa de los padres por la falta de cuidado de su hijo al momento del accidente.Téngase presente que jurídicamente los actos que realizan los menores de 10 años no pueden reputarse voluntarios ni pueden, en principio, generar responsabilidad (arts. 54 inc. 2, 897, 900, 921, 1076 y cc del CC). La patria potestad cumple la función social de proteger y formar íntegramente a los hijos. Su ejercicio importa el cumplimiento de los deberes de la institución con miras a preservar la integridad física y síquica del menor (cfme. Alberto J. Bueres - Elena I Higthon, Código Civil Comentado, T. 1-B, pag. 450 y ss).La responsabilidad de los padres por incumplimiento del deber de cuidado y vigilancia que le impone el ejercicio de la patria potestad respecto a sus hijos menores no funciona en abstracto (arts. 264, 265 y cc del CC) .En el presente caso, se acreditó que la conducta del menor objetivamente considerada se erigió en factor causal del hecho. Al ser ello así, la ausencia del control de sus padres, incide en el nexo de imputación de responsabilidad del daño, por cuanto el menor de cuatro años no tenía nadie que le impidiera y/o advirtiera que no debió subirse a una columna de alumbrado público.La forma en como ocurrió el accidente y la participación del menor en su generación configura una falta de cuidado de los padres al deber de vigilancia, teniendo en consideración su edad (4 años, doct. arts. 902 del CC).Al ser ello así, existe una causal de imputación de responsabilidad parcial en la generación del hecho dada por la falta de cuidado de los padres respecto de un menor (doct. art. 265 del CC), que interrumpe parcialmente el nexo de causa del evento dañoso en cuanto a su imputación al Estado, en el porcentaje señalado precedentemente.3.- Daños Se reclama: i) daños sufridos por el menor; y ii) daños sufridos por la madre.i) Daños del menor Sintéticamente, reclama la suma de pesos treinta mil ($30.000) en concepto del daño por lesiones, la suma de pesos diez mil ($10.000) por daño psicológico, la suma de pesos veinticinco mil ($25.000) por daño moral, y la suma de pesos treinta mil ($30.000) por incapacidad.El alcance del resarcimiento en el caso de lesiones está contemplado por el artículo 1086 del CC.En principio advierto que el actor funda dos de los rubros reclamados, daño por lesiones y daño psicológico, en las mismas causas, i.e. dolor, ansiedad, temor, angustia, etc.De lo dicho se sigue que el rubro lesiones no tiene autonomía conceptual. Téngase presente que se indemniza las consecuencia de las lesiones sufridas, i.e. incapacidades, gastos de curación, lucro cesante, etc.Si bien el principio de reparación integral implica que deben resarcirse la totalidad de los daños sufridos, las causas que fundan cada uno de los rubros reclamados deben ser independientes, desechándose los rubros que impliquen una doble indemnización.Las lesiones que le produjo el accidente al menor fueron acreditadas mediante las historias clínicas de los distintos Hospitales Públicos donde estuvo internado y la pericia médica (ver pericia médica de fs. 191, informe del Hospital Municipal Dr. Francisco Eguiguren de Treinta de Agosto --fs. 200--; copia certificada de la historia clínica remitida por el Hospital Municipal Dr. Pedro T. Orellana de T. Lauquen --fs. 204/206-- e historia clínica remitida por el Hospital Sor María Ludovica de la ciudad de La Plata --fs. 219/233--; arts. 383 y cc del CPCC).- De las lesiones mencionadas no han quedado secuelas físicas --pericia médica de fs. 191-- ni psicológicas --pericia de fs 166/168), motivo por el cual los rubros lesiones, daño psicológico e incapacidad permanente o transitoria debe ser rechazado.Cabe recordar que siempre es a cargo de quien afirma un hecho la prueba de su existencia cuando pretende fundar en él un derecho --cfme. art. 375 CPCC; CSJN, Fallos 217:635; SCJBA, act. 56.694, "Tissot", 18.5.05; act. B 58.914, "Berón", 18.5.05; Couture, E. J., Fundamentos, pág. 199, editorial B de f, 4ª edición, Montevideo 2005; Lococo, J. J., Carga de la prueba: concepción y principios, ED 17.7.08--.En autos no se probó la existencia de los daños mencionados.El daño moral reclamado repara las lesiones sufridas en los sentimientos que determinan una afectación espiritual y un agravio a la paz de la persona, independientes de toda repercusión patrimonial --cfme. arts. 522 y 1078 CC, arts. 5 y 11 CADH--.Cuando el reclamante sufrió lesiones, solamente se requiere la acreditación del hecho antijurídico para tener por demostrado la existencia y extensión del daño moral --i.e. prueba in re ipsa--, determinándose por el arbitrio judicial, en base a la consideración de los dolores sufridos, y las condiciones particulares del damnificado --cfme. SCBA, "Miguez" del 13.6.89, voto Dr. Rodríguez Villar; y "Marcote", del 8.8.07, voto Dr. Hitters; CNCiv., Sala K, "Corfield", del 20.12.04, LL 2005-B-473--.Por ello, en atención a las circunstancias del caso --i.e. edad, sufrimientos, tratamientos médicos padecidos, etc--, considero procedente una suma indemnizatoria de pesos diez mil ($10.000).ii) Daños reclamados por la madre La madre reclama por propio derecho la suma de pesos veinte mil ($20.000) por daño psicológico, veinticinco mil ($25.000) en concepto de daño moral y ocho mil ($8.000) por los gastos médicos.Respecto de éste último rubro, se probó que el menor fue atendido en distintos nosocomios. Los primeros auxilios se los brindaron en el hospital de Treinta de Agosto, luego fue trasladado al Hospital Municipal de Trenque Lauquen y posteriormente derivado al Hospital de Niños de la ciudad de La Plata.Puede apreciarse que siempre fue atendido en entidades públicas. Por tal motivo se presume que los gastos de curación fueron asumidos por el Estado, excepto que se pruebe lo contrario.No se acreditó que se hayan efectuado gastos en otras entidades de salud fuera de las mencionadas, como tampoco gastos farmacéuticos (art. 375 del CPCC), motivo por el cual, el rubro debe ser rechazado.Respecto del daño moral, debe analizarse la legitimación de la madre para reclamarlo (ver contestación de demanda, punto V, fs. 86).El artículo 1078, segundo párrafo del CC, texto según ley 17.711, establece los legitimados para reclamar el daño moral en la órbita extracontractual (ver CCyC Azul, voto del Dr. Galdós en la causa Nº 51.466, "A., H. y otro c/ Q., C. y otro s/ Daños y perjuicios" y su acumulada, Nº 51.467, G. de S., M. c/ A., H. M. y A., A. M. s/ Daños y perjuicios", sentencia del 29.4.08).Dicha norma distingue si el daño causó la muerte de la víctima. De ser así, concede la acción únicamente a los herederos forzosos. Si el hecho dañoso solo produce lesiones, concede la acción al damnificado directo.La CSJN se ha manifestado sobre los legitimados para reclamar el daño moral en el caso de lesiones: "...en primer lugar, debe darse tratamiento a la defensa de falta de legitimación opuesta por la demandada. Al respecto, procede la impugnación referente al daño moral pretendido por los damnificados indirectos, habida cuenta de que el art. 1078 del Código Civil, cuya constitucionalidad no ha sido atacada en autos, limita el derecho a la reparación de ese daño a la esfera anímica de la propia víctima, carácter que no revisten aquéllos, los que no obstante haber sufrido perjuicios de esa índole -según expresan en el escrito inicial- ven restringidos, por razones de política legislativa, su derecho al pleno resarcimiento (Fallos: 318:1715; 326:1910)." (CSJN, Fallos 329:3894, "Quiroz").Los fallos de la CSJN tienen efectos hacia tribunales inferiores, sobre la base de los principios de celeridad y economía procesal. (SCJBA, cfme. voto del Dr. Hitters en autos L - 63081, "Velazquez", del 15.7.97; L - 58536, "Heres", del 12.8.97; L - 70811, "Vargas", del 17.11.99; P - 83996 "G.R.", del 28.5.08; P 95225, "M. R.", del 10.11.10, entre otros).No es aplicable el precedente de la SCJBA en cual se declaró la inconstitucionalidad del artículo 1078 del CC, atento que el máximo Tribunal Provincial hizo especial mención a las particularidades del caso para su declaración (ver Ac. 85.129 por mayoría de fundamentos, C.,L. c/ H.,Z. s/ Daños y perjuicios, sent. del 16.5.07), las cuales difieren sustancialmente del presente caso, atento la entidad de las lesiones sufridas.Toda vez que la CSJN se ha manifestado sobre los alcances del artículo 1078 del CC respecto de los legitimados para reclamar el daño moral, en el caso y dada sus particularidades debe seguirse su doctrina (doct. art. 14, ley 48) y hacer lugar a la falta de legitimación de la madre para reclamarlo.En la demanda --punto V, apartado b) 1-- se reclama el resarcimiento del daño psicológico sufrido por la madre del menor "...producido por la incertidumbre, el temor a una inacabada recuperación a los padecimiento a que debe someterse el hijo... a un fuerte depresión, con ansiedad, insomnio, y somatización de la angustia, temores y ansiedades naturales derivadas del hecho..." (sic).La SCJBA no le ha reconocido autonomía al daño sicológico, al sostener que si bien en el plano de las ideas no se puede dudar de la autonomía conceptual que poseen las lesiones a la psiquis, cabe desechar en principio, por inconveniente, que a los fines indemnizatorios este daño constituya un "tertium genus", que deba resarcirse en forma autónoma, particularizada e independiente del daño patrimonial, por que tal práctica puede llevar a una injusta e inadmisible doble indemnización (cfme. SCJBA, Ac - 77461, "González, José Gregorio c/ Expreso Villa Galicia San José S.R.L. s/ Daños y perjuicios", del 13.11.02; Ac 81161, "Segovia, María Luisa c/ Roda, Julio Zacarías y otro" del 23.6.04; Ac 78851 "T.,S. c/ R.,R. s/ Daños y perjuicios" del 20.4.05; Ac - 90471, "K.,J. c/ P.,d. s/ Daños y perjuicios", del 24.5.06; C - 100299, "H.,S. c/ A.,C. s/ Daños y perjuicios", del 11.3.09).La SCJBA en los casos citados precedentemente lo incluye dentro del campo del daño material. En igual sentido la CSJN, incluyendo el resarcimiento dentro del campo de la incapacidad siempre que la disminución en sus aptitudes psíquicas sea en forma permanente (Fallos 327:2722; 315:2834; 321:1124;322:1792).De la pericia psicológica efectuada a María Evangelina Márquez Scalise, surge que no realizó tratamiento psicológico o psiquiátrico alguno, ni presenta patología que requiera tratamiento, lo cual impide su procedencia --respuestas a preguntas 2 y 7, ambas de la pericia de fs. 165/168; art. 474 del CPCC--.En razón de lo expuesto, RESUELVO 1.- Hacer lugar a la pretensión indemnizatoria, condenándose a la Municipalidad de Trenque Lauquen a pagar un monto de pesos cinco mil --$5.000; 50% del total del daño-- en calidad de daño moral reclamado por el menor Marcos Iván, ello más los intereses a la tasa pasiva del Banco de la Provincia de Buenos Aires en los depósitos a treinta días, desde la fecha en que se produjo el hecho ilícito y hasta el efectivo pago --cfme. SCJBA, Ac. 40.669, "Toscano", voto Dr. Cavagna Martínez; Ac. 45.272, "Barrios Baron", voto Dr. Laborde; Ac. 73.594, "Pereyra", voto Dr. Laborde; Ac. 78.556, "Rasetti", voto Dr. Soria--.El importe que resulte de la liquidación deberá pagarse conforme lo dispuesto en el art 163 CP, y 63 y ccs CCA.Rechazar la demanda por el resto de los rubros reclamados.2.- Costas por su orden --art. 51 CCA--.3.- Diferir la regulación de honorarios para su oportunidad --art. 51 DL 8904-.Regístrese. Notifíquese. Pase a la Asesoría de Menores para su notificación.- Pablo C. Germain Juez Contencioso Administrativo