Revista Educación y Futuro 31.05.02 Entrevista al Rector Mayor D. Pascual Chávez ¿Cuáles son las prioridades que se ha fijado con su equipo al inicio de su rectorado? Precisamente en esta primera sesión del Consejo General estamos preparando la programación del Sexenio próximo. No es un trabajo sencillo, pues se trata de implicar a todos los sectores y regiones de la Congregación en un proyecto histórico de Congregación, válido al menos para los próximos seis años. De todo modos están emergiendo como líneas fundamentales, la renovación espiritual de las comunidades y de los hermanos, la calidad y el testimonio de la vida fraterna, una nueva manera de estar entre los jóvenes, y naturalmente la formación de los salesianos para habilitarlos a afrontar con éxito los desafíos actuales de la evangelización y de la sociedad. 2 ¿Cuántos salesianos cree que habrá en el año 2050 en el mundo y dónde les ve trabajando?. No es fácil ser profeta. De todos modos, si siguen las tendencias de estos 25 últimos años habrá que suponer que seremos algunos salesianos menos, no muchos menos; sin embargo, el rostro de la congregación habrá cambiado notablemente de color. Sin duda será menos europeo y habrá adquirido rasgos más asiáticos y africanos. Si hablamos de números diremos que las tendencias indican disminución en Europa, mantenimiento en América y crecimiento en Africa y en Asia, sobre todo en India. En los últimos años ha surgido con fuerza el movimiento de las IUS - Instituciones Universitarias Salesianas - . ¿Qué le parece este movimiento y qué habría que seguir haciendo? Yo precisaría un poco la pregunta. Institutos de Educación Superior ha habido en la Congregación desde hace muchos años (Tecnológicos, Escuelas Agrícolas, Institutos de Ciencias de la Educación o de Ciencias de la Comunicación, Institutos de Antropología, de Filosofía y de Teología), incluidos algunos con carácter de verdadera universidad. Más recientemente, durante estos últimos cinco años, el movimiento IUS ha tratado de poner en relación y coordinar todas las Instituciones Universitarias. Don Vecchi que buscaba definir y crear las condiciones que garantizaran una presencia salesianamente significativa en este campo, nombró, como delegado suyo para este servicio, al P. Carlos Garulo que ha realizado este cometido con gran eficacia. Actualmente en el Consejo General estamos estudiando el trabajo realizado en vistas de definir la política de la Congregación sobre los Institutos de Educación Superior. 4. En diciembre del próximo año el CES Don Bosco organizará un Congreso sobre la Nueva alfabetización en el Siglo XXI. ¿Cuáles son, en su opinión, los retos educativos para el presente siglo? Es evidente que la educación se encuentra desafiada por los rápidos cambios sociales, culturales, tecnológicos, y económicos, que están generando un hombre culturalmente nuevo, que se caracteriza por el sujetivismo radical, individualista y anárquico; por el secularismo, expresado no tanto en el rechazo de Dios cuanto en la ignorancia de Dios; por la búsqueda de experiencias, emociones e intereses siempre nuevos; por el naturalismo materialista; en fin, por su dependencia de los media. Desde este punto de vista, el reto principal es creer en la educación como la mediación necesaria para preparar a los jóvenes a afrontar un mundo fuertemente acelerado. Esto implica “forzar” al estado para que haga de la educación su principal inversión, puesto que en ella se juega la trasmisión, a las nuevas generaciones, del patrimonio de conocimientos y sabiduría del que vive y se forma la misma comunidad humana. En este sentido la educación no puede reducirse a la instrucción y ni siquiera a la capacitación, sino que tiene que asegurar la formación de una mentalidad, de una capacidad habitual de pensar críticamente, porque, al fin y al cabo, las decisiones que el joven tomará en su vida, serán responsabilidad únicamente suya. Tratándose además, en el caso nuestro, de una educación católica, la identidad específica del proyecto educativo tiene que traducirse y propiciar la síntesis entre cultura y fe, entre saber académico y fe cristiana, entre autonomía del pensamiento y credibilidad de la fe; y, sobre todo, en la posibilidad de llevar a la persona al encuentro con Cristo, que es, en fin de cuentas, el único en el que hay salvación. 5. Durante los últimos años, salesianos y salesianas de España han ampliado el ámbito de su actuación hacia la educación infantil. ¿Sucederá igual con otros ámbitos como la formación de jóvenes universitarios, la educación social y la educación permanente? La verdad es que desconozco el camino que ha estado recorriendo la escuela salesiana en España en relación a la educación infantil. Creo que esta apertura escolar hacia los primeros años, se debe fundamentalmente a la necesidad de asegurar la escolarización de las estapas posteriores. Las leyes educativas de cada nación están influyendo mucho en la toma de decisiones prácticas, pero es evidente que tendremos que privilegiar la educación de los adolescentes y de los jóvenes, que son por vocación los destinatarios prioritarios de nuestra misión. Por otra parte, no me gustaría reducir la educación simplemente al ámbito escolar. Hay otros ambientes, más o menos formales e institucionales, que nos permiten seguir acompañando a los jóvenes en su camino de maduración humana y cristiana y acompañarles en su discernimiento vocacional. De todos es conocido la labor que se realiza a traves del asociacionismo, del Movimiento Juvenil Salesiano y en la formación específica para entrar a formar parte de los diversos grupos de la Familia Salesiana. 6. ¿Qué gritan los jóvenes de hoy? El grito de los jóvenes es plural como plurales son los jóvenes. Pienso que sería injusto homogeneizarlos sin respeto a contextos, formación, sensibilidad, cultura. Hay, con todo, algunos elementos que pueden identificarlos; tales son su vivencia del presente, en detrimento evidentemente de la valoración del pasado; su fuga de toda estructura que pueda ‘aprisionarlo’; su resistencia a asumir compromisos definitivos; su concepción individualista del matrimonio y de la familia que lo lleva a querer sentirse libre de poder hacer opciones siempre diversas; su distanciamiento de Dios y de la religión y, en forma más clara, de la Iglesia; su pasión por la diversión, por los viajes, por las experiencias y sensaciones siempre más excitantes; su negación de la trascendencia; su fascinación y su condicionamiento por el pensamiento, opciones y modelos que le presentan los media. Evidentemente hay otros jóvenes fuertemente centrados en Dios, con capacidad de compromiso, que creen en la vida, en la dignidad de la persona humana, en la posibilidad de mejorar el mundo, que – como el salmón – nadan siempre contra corriente y sin salir del agua saben remontar. Con Don Bosco diría que todos los jóvenes son buenos y que incluso el más dañado tiene briznas de bien, que bien cultivadas le pueden ayudar a reconstruirse. 7. En un mundo donde cada vez más es necesaria la sinergia y el trabajo en red, ¿cómo debe ser la colaboración y relación profesional entre seglares y religiosos? Efectivamente, hoy la eficacia y la calidad están unidas a la capacidad de crear sinergia y de trabajar en red, al interior de las instituciones, con un nuevo modelo de relaciones hecho de mayor participación y corresponsabilidad, compartiendo un proyecto común, creciendo en sentido de pertenencia, y, al exterior de las instituciones, uniendo esfuerzos con todas las demás agencias educativas que, como nosotros, buscan colaborar en la transformación social a través de la formación de generaciones capaces de renovar. 8. Su antecesor, D. Vechi, dijo que era un sueño personal el que nuestra revista Educación y Futuro cubriese un espacio que aún no existía entre las publicaciones pedagógicas salesianas en España. ¿Qué le parece nuestra revista y qué nos aconseja? Me alegra mucho el que Don Vecchi se haya expresado en una forma tan positiva. Se trata de un gran elogio viniendo de un verdadero conocedor de la pedagogía y del mundo de la educación. Yo no podría valorarla diversamente, también por mi vocación salesiana. Lo que sí me permitiría aconsejarles es que sigan estudiando a Don Bosco y su Sistema Preventivo, que tiene que ser siempre actualizado, para encontrar inspiración y respuesta a interrogantes nuevos. Sabemos que le gusta jugar a fútbol. En el CES hay un buen equipo de profesores y alumnos. Queda invitado. ¿Acepta?. No quiero comprometerme, pero tampoco descarto la posibilidad. De todos modos, visto el desarrollo de los mundiales, habrá que asegurarse unos buenos jueces. Las puertas de nuestro centro universitario están siempre abiertas para Ud., y en particular a su palabra a través de esta revista EF. Muchas gracias. Manuel Riesco Director de Educación y Futuro