Cuando se cumplen dos años de su vigencia LA LEY DE AUTONOMÍA DEL PACIENTE SIGUE SIENDO POCO CONOCIDA, INCLUSO ENTRE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD Entre otros, la Ley consagra el derecho del paciente a la información La Ley de Autonomía del Paciente, en la que se consagra el derecho a la información de los usuarios del sistema sanitario, es poco conocida por los ciudadanos e, incluso, entre los profesionales de la salud. Así se pone de manifiesto en las conclusiones de un informe elaborado por encargo de la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud (ASUSALUD). El informe se hace público coincidiendo con el segundo aniversario (16 de mayo) de la entrada en vigor de la conocida como Ley de Autonomía del Paciente (Ley 41/2002, de 14 de noviembre, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica) y en el mismo se recogen las opiniones de distintos expertos (médicos, farmacéuticos, investigadores biomédicos, juristas, usuarios y periodistas) que participaron en un panel sobre “Los Derechos de los Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud”. Los participantes en el panel de expertos, después de haber constatado el avance que supuso la aprobación de la Ley de Autonomía del Paciente, insisten sobre la poca difusión de la misma e, incluso, sobre los problemas para cumplir con lo establecido en ella. De acuerdo sus opiniones, las mayores dificultades guardan relación con el tiempo disponible para facilitar la información adecuada a los pacientes e, incluso, sobre la forma concreta de administrarla. De ahí que, en las conclusiones, los redactores del trabajo señalen que, “al ser la ley de referencia no sólo un avance, sino además haberse adelantado a la propia demanda social, al menos en lo tocante en algunos puntos, se impone una pedagogía comunicativa en la que las administraciones públicas deben implicarse. Esa pedagogía comunicativa para introducir al ciudadano en la nueva cultura informativa sobre la salud debe implicar también a los colegios profesionales y asociaciones científicas”. Por otro lado, y según se dejó constancia en las reuniones mantenidas para la elaboración del informe, la Ley de Autonomía del Paciente tiene un problema de aplicación práctica, ya que renunció a incluir un régimen sancionador, que es lo que le hubiera dado mayor fuerza jurídica, quedándose en enunciados sin sanción directa. Por eso, habrá que esperar a los pronunciamientos de los Tribunales en los casos de litigio que se abran para conocer más claramente cómo debe aplicarse. Y, entre otros puntos llamativos del debate, el informe subraya que, en general, los médicos rechazan que se haga una ley que exige informar y que, en paralelo, no se garantice el tiempo para transmitir esa información. mayo de 2005