IDENTIDADES MATERNAS. FAMILIAS MONOPARENTALES POR DECISIÓN A TRAVÉS DE LA ADOPCIÓN. Nahiara María Aguado Martínez Estudiante de Máster de Antropología Social de la UPV/EHU nahiaguadomartinez@gmail.com En el desarrollo de los estudios en ciencias sociales, la maternidad como campo de estudio no gozó de gran interés hasta la irrupción de la crítica feminista, que no solo posibilitó la visibilizar las bases androcéntricas en las que estas ciencias se sustentaban, sino que aportó nuevos campos de investigación a las mismas, entre ellos el de la maternidad, pensada como elemento configurador de la identidad de las mujeres. En consecuencia, y con la intención de enriquecer el ya existente debate en torno a la maternidad, se desea incorporar nuevas reflexiones que no partan del cuerpo de la mujer como cuerpo engendrador, así como que tampoco se aposenten en el modelo hegemónico familiar en nuestras sociedades. De esa preocupación nace el presente trabajo. Por ello, la pregunta de investigación aborda los discursos, las representaciones y las prácticas que acompañan a la maternidad social, entendida como aquella ejercida por mujeres que deciden convertirse en madres a través de la adopción en solitario – conformando el modelo de familia monoparental- y que construye un espacio identitario significativo para las mujeres que la experimentan. El objetivo perseguido es el de caracterizar cómo se construye identidad en las mujeres que optan por este tipo de maternidad. A la vez, se ahonda en el análisis de la construcción de la relación maternofilial sin el proceso previo de la gestación en el cuerpo materno, observando las características concretas de este tipo de familia monoparental. Por último, también se persigue el objetivo de comprobar la importancia que tienen para este colectivo las redes de solidaridad que se conforman en torno a ellas, definidas como grupos de apoyo tanto a nivel emocional como material, donde el compañerismo y la solidaridad son los ejes centrales. 1 Siendo por tanto la propia experiencia vivida y narrada por ellas el elemento central de la investigación, se recurre a la técnica cualitativa de historia de vida para obtener dichas subjetividades y discursos; que tras ser analizados determinaran los momentos o hitos de su experiencia y cómo los mismos han estructurado su identidad. Palabras clave: maternidad, construcción identitaria, madres solteras, adopción, monoparentalidad 2 1.- Introducción El presente artículo está basado en el Trabajo de Fin de Máster (TFM) desarrollado para la culminación del Máster de Antropología Social de la UPV/EHU titulado Identidades maternas. Familias monomarentales por decisión a través de la adopción. Desde una perspectiva socioantropológica, se desea enriquecer el ya existente debate en torno a la maternidad, incorporando nuevas reflexiones donde el cuerpo engendrador de las mujeres no sea el eje principal, así como vislumbrar otros tipos de proyecto familiar (que en este caso correspondería con el monoparental, a partir de ahora denominado en este texto monomarental 1 ) que rompan con el modelo hegemónico de familia heteronormativa actual. Por ello, la pregunta de investigación aborda los discursos, las representaciones y las prácticas que acompañan a la maternidad monomarental y adoptiva; y que construyen un espacio identitario significativo para las mujeres que la experimentan, entendiendo esta maternidad como un proceso de construcción identitaria que solidificará en relación a la futura categoría de madre. Respecto a los objetivos, el principal es el de caracterizar cómo se construye identidad en las mujeres que optan por una maternidad adoptiva y en solitario. A la vez que se ahondará en el análisis de la construcción de la relación materno-filial, sin el proceso previo de gestación y alumbramiento, dentro de un entorno monomarental, con la intención de identificar las características más relevantes de este tipo de familia. La elección de las maternidades adoptivas realizada por madres solteras, solas, por elección (MSPE) tiene una justificación de interés: el de no tomar el cuerpo engendrador de las mujeres como punto central en el estudio de la maternidad, para de este modo, no considerar la gestación y el parto como puntos iniciales en la construcción del vínculo materno-filial, decisivo a la hora de configurar la identidad materna. Sumando a su vez, el fenómeno de las MSPE, que al desarrollar una maternidad en solitario permiten explorar otros modelos de familia emergentes, que cuestionan al modelo hegemónico actual de familia. 1 Inicialmente el término aplicado en esta investigación era el de monoparental, pero al final se decidió cambiarlo por monomarental ya que este resulta más representativo al tratarse exclusivamente de un estudio basado en mujeres que deciden adoptar en solitario. 3 2.- De la maternidad a las maternidades: monomarentalidad y adopción A partir de la década de los sesenta, con la llegada de la segunda ola del feminismo, las cuestiones reproductivas cobraron gran protagonismo en la agenda feminista y diferentes autoras comenzaron a cuestionarse acerca del deseo maternal y qué lugar ocupaba la maternidad en la construcción identitaria de las mujeres y en su emancipación. Esto evidenció como dentro de las Ciencias Sociales (CCSS), la maternidad, así como cualquier cuestión en relación a las mujeres, históricamente no había gozado de gran interés de estudio. Solo gracias a la crítica feminista en las CCSS, que posibilitó el desarrollo de una conciencia política feminista entre las investigadoras sociales que las impulsó al estudio de las situaciones de las mujeres (Méndez, 2008), “se pudo poner de manifiesto que la ecuación mujer = madre no respondía a ninguna esencia sino que lejos de ello, es una representación – o conjunto de representacionesproducida por la cultura” (Tubert, 1996:151). Sin embargo, las reflexiones acerca de la maternidad no quedaron libres de conflictos en torno a su problematización. Diferentes corrientes dentro del feminismo se posicionaban en contra y a favor a través de sus correspondiente discursos teóricos, que por un lado la conceptualizaban como una apropiación por parte de los hombres de los cuerpos de las mujeres, como recurso y reproducción del patriarcado (Allen, 1984 citado en Imaz, 2007); y por otro la reclamaban como una fuente de placer, conocimiento y poder específicamente femenino (Tubert, 1996) invitando a las mujeres a reapropiarse del mismo, para considerar la maternidad como una potencialidad a desarrollar. Respectivamente, como principales autoras de estos posicionamientos encontraríamos a Simone de Beauvoir, con su obra el Segundo Sexo (1959), en el cual se basaron gran parte de las feministas radicales de EEUU, y Adrianne Rich. Pero es necesario destacar que, a pesar del gran esfuerzo teórico elaborado por estas y otras autoras, no fue posible hasta finalizada la década de los 80, desplazar la problemática de la maternidad fuera del eje principal representado en el cuerpo de la mujer como engendradora.(Caparole, 2005) Solo a partir de la década de los 90 y más recientemente, debido a la mayor visibilización social de fenómenos como la adopción, las MSPE, las maternidades subrogadas y las homoparentalidades, se ha venido realizando una nueva reconceptualización acerca de la maternidad y su implicación, promoviendo nuevos 4 debates, que hacen más pertinente que nunca, hablar de diferentes tipos de maternidades e identidades maternas. En el Estado español se han llevado, a través de tres grupos de investigación, varios estudios en relación a las MSPE (Díez, Jiménez, Morgado y González, 2007; Gónzalez, Jiménez, Morgado y Díez, 2008; González, Díez, Jímenez-Lagarez y Morgado, 2011; Jociles, Rivas, Moncó, Villamil y Díaz, 2008; Jociles y Rivas, 2009; Jociles y Rivas 2011; Jordana 2009) poniendo de manifiesto las diferentes estrategias que ponen en marcha para conciliar todos los ámbitos de su vida y que son fruto de la conjunción de sus recursos económicos y la configuración de redes sociales, compuestas por familiares y amigos. A esto, hemos de añadirle el elemento novedoso que suponen las redes sociales virtuales2, significativas por su importancia a la hora de relacionarse con otras MSPE, creando vínculos generadores de una identidad grupal. 2.1 La monomarentalidad y la adopción elegidas. Es importante aclarar que en esta investigación lo que interesa es la monomarentalidad por decisión que se presenta como uno de los modelos familiares a través de los cuáles las mujeres, principalmente durante el transcurso de estas dos últimas décadas, están consiguiendo cumplir sus deseos de ser madres. Resulta significativo, que sean las propias MSPE las que no suelen aceptar que una situación donde una mujer pase a vivir sola con sus hijas o hijos tras un divorcio o separación pueda ser consideradas como monomarentales; ya que las hijas e hijos seguirían en relación con la otra figura paterna, y por consiguiente, los retos a los que esas madres harán frente son distintos a los de una MSPE. (Rivas y Jociles, 2013). Esto nos visibiliza que estas mujeres se autoidentifican particularmente entre ellas con una serie de características concretas, denotadoras de una identidad compartida a través del elemento definitorio, que en este caso sería el de la elección, la voluntariedad del acto. Se muestra así, que la diferencia entre MSPE y madres separadas o divorciadas se sitúa en que la relación materno-filial surge al margen de una relación de pareja, es decir, la situación de monomarentalidad es una opción voluntaria y elegida, un punto de partida, no una situación sobrevenida 2 En el TFM original, que aún está en proceso de desarrollo y que será presentado en septiembre de 2016, también se tiene en consideración la importancia de estas redes sociales virtuales y son contempladas mediante el análisis y seguimiento de dos blogs escritos por MSPE por adopción. 5 como el caso de divorcios, separaciones o incluso madres solteras, donde las hijas/os “son el resultado de relaciones prematrimoniales de los que luego el padre se ha desentendido” (ibíd.) En conclusión, la monomarentalidad para las MSPE no está entendida como una fase transitoria de la vida, sino que es el punto de partida para el proyecto de familia que estas mujeres deciden desarrollar. (ibíd.) Respecto a la adopción que, como objeto de análisis no es nuevo - ya desde la antropología se ha mencionado siempre en torno a un modo de parentesco e intercambio (Tarducci, 2013)- sí resulta novedosa su mayor visibilidad, estudiada también desde la sociología, por su repercusión en las estructuras, formación y funcionamiento de las familias. Para Rodríguez (2003), este fenómeno quedaría explicado por el proceso de individualización en el que transitan las sociedades occidentales, respondiendo este aumento al mayor protagonismo que la sociedad otorga a las opiniones y decisiones individuales en ámbitos como la vida y la familia; y que influyen en la decisión de muchas mujeres, que se encuentran en circunstancias de solvencia económica (Siegel, 1998; Hertz 2006; Díez et al. 2008) de llevar a cabo un proyecto de maternidad en solitario, y que puede inducirlas a un proceso de empoderamiento personal con la culminación del mismo. Es por ello, que la adopción también aporta elementos significativos para la configuración de la identidad que estas mujeres van construyendo. El hecho de escoger no experimentar el proceso de gestación y alumbramiento rompe con el ideal de la maternidad y sitúa el comienzo de la relación materno-filial, tan mitificada, fuera del punto inicial de la gestación y el parto. Esto conlleva tener que elaborar una relación materno-filial con niñas y niños que ya han tenido una previa socialización en sus lugares de origen, y que además suelen presentar traumas e inseguridades que parten del abandono por parte de sus progenitores y las condiciones de vida experimentadas en sus primeros meses (o años) de vida, sumado a una adopción tardía y fuera de su contexto de origen, como suele suceder en el caso de las MSPE. En este punto si era importante ahondar en la cuestión de por qué escoger una adopción y no una inseminación, es decir, el deseo era contactar con mujeres que hubiesen tenido la adopción como primera opción y averiguar qué reflexiones o factores les habían llevado a esa decisión. Hay hipótesis3 que avalan que es una cuestión de edad, al acercarse a edades donde existe unos mayores riegos para la mujer o incluso mayor dificultad para 3 Véase Siegel, 1998; Hertz 2006; Díez et al. 2008 6 concebir, sin embargo también existe otros discursos basados en una idea de solidaridad respecto a otras niñas y niños en situaciones desfavorables, así como un posicionamiento personal, al no necesitar experimentar el proceso de embarazo. 3- El proceso de investigación y metodología Como ya he comentado anteriormente, este artículo está basado en el TFM que se está desarrollando para el Máster de Antropología Social de la UPV/EHU. Dado que el mismo no estará finalizado hasta septiembre, fecha de entrega y defensa, para esta comunicación solo he optado por exponer y explicar una parte de la metodología, que correspondería con la realización y análisis de las historias de vida efectuadas a 5 mujeres MSPE por adopción4. Para llegar a los objetivos propuestos, la metodología cualitativa ha resultado la más idónea debido a que las técnicas que se desarrollan permiten una mejor compresión de la vida social a través de los significados dados y desde un perspectiva holística, pues se trata de entender el conjunto de cualidades interrelacionadas a un determinado fenómeno (Mejía, 2004). Mediante la utilización de la técnica historias de vida lo que se desea es hacer protagonista al testimonio que estas mujeres nos dan acerca de su maternidad y cómo la han vivido. Para el sociólogo Norbert Elías, el objeto de la sociología consiste en hacer comprensible la situación humana (Elías, 1991; Mejía 2004) y qué mejor forma que considerando al sujeto- en este caso a estas mujeres y sus experiencias- como el aspecto central del análisis para llegar a comprender a sí su realidad social y analizar hasta qué punto sus acciones quedan orientadas a su condición, no solo de madres, sino de madres dentro de una familia monomarental adoptiva. Es decir, se desea responder a la pregunta de si es posible pensar en un sujeto que auto-construye su identidad o si, en caso contrario, estará determinado por la estructura social, o si ambos procesos, tal vez intervengan de forma recíproca. (Zambrini, 2009) La entrevista semi-estructurada fue la primera opción para desarrollar esta metodología, sin embargo, y en relación y gracias a la antropología feminista, otras herramientas 4 La otra parte del proceso metodológico correspondería al seguimiento y análisis de dos blogs públicos escritos por mujeres con proyectos familiares monomarentales y adoptivos, y que mediante una etnografía virtual, permite una mayor información acerca de la importancia de las redes sociales virtuales para estas mujeres, tanto en su cotidianeidad como en sus identificación como grupo específico. 7 metodológicas fueron apareciendo en mi imaginario, resultando mucho más convenientes a la naturaleza de la investigación. Por ello, la opción finalmente escogida ha sido la realización de historias de vida, ya que su empleo permitía la puesta en marcha de la evocación como dinamizadora de los recuerdos, posteriormente retomaré este concepto. Respecto a las historias de vida, mediante su utilización lo que se desea es hacer protagonista al relato que estas mujeres dan acerca de sus maternidad y cómo la han vivido, ya que estas están entendidas como un relato autobiográfico, obtenido por el investigador mediante entrevistas sucesivas, en las que el objetivo es mostrar el testimonio subjetivo de una persona, en las que se recojan tanto los acontecimientos como las valoraciones que dicha persona hace de su propia existencia (Pujadas, 1992). Mckernan (1999) identifica tres tipo de historias de vida: completas, temáticas y editadas (Chárriez, 2012). En este caso se hará uso de la temática, ya que solo englobaría la parte de la experiencia materna: desde el momento que toman la decisión de adoptar hasta llegar a la época actual, donde madres e hijas/os comparten la cotidianeidad de la vida familiar. La idea original partía de la realización de 3 sesiones con cada mujer: una primera informativa, para explicarlas como se producirán dichas sesiones y demás aspectos técnicos pertinentes a la participación en la investigación, esta primera sesión además se haría sin la grabadora. Respectos a las dos siguientes sesiones, estas ya serían grabadas, correspondiendo la primera de ellas a la narración desde el momento que deciden adoptar hasta la asignación de sus hijas e hijos y el momento de viajar al país de origen para conocerlos y traérselos; la otra sesión se iniciaría desde el punto inicial de convivir juntos, ya como familia, hasta la actualidad. Solo en dos de las 5 historias de vida realizadas no ha sido posible realizar dichas sesiones, aludiendo a problemas de disponibilidad, y ha tenido que reducirse a una charla previa vía telefónica y a una única sesión. Para contactar con las MSPE se ha recurrido al muestreo bola de nieve, siendo la primera toma de contacto a través de la asociación Madres Solteras Por Elección, por lo característico del perfil de la informantes- mujeres, solteras, adoptantes, sin franja de edad establecida y residentes en la Comunidad Autónoma del País Vasco- y como evidencia de los lazos existentes entre ellas. Con el objetivo de mantener el anonimato de las informantes, ha sido sustituido el nombre real de cada una de ellas por uno ficticio, y en todo momento se ha omitido mención alguna a su apellido. 8 Retomando el tema de la evocación esta herramienta metodológica ha sido decisiva a la hora de realizar las historias de vida, ya que a través de ella se puede ahondar en las emociones de las informantes y en su libre discurso por su carácter dinámico que “impulsa el ir más allá de la activación de un pasado, lo que puede conducir a intensificar el recuerdo, a enfocarlo más detalladamente” (Del Valle, 2012). Consiguiendo así el objetivo deseado de intensificar el relato y recuerdo de sus experiencias antes de la adopción, durante el proceso en sí y desde luego, en la actualidad que ya se han convertido, y ellas mismas se identifican, como madres adoptivas o monomarentales. Para generar esta evocación se les pidió a las informantes que durante las sesiones mostrasen fotografías, ya que esta acción de mostrar dejando fluir lo que evocan, es una forma de no condicionar el recuerdo de la persona (ibíd.) y por tanto no condicionar sus discursos. Como dato relevante, a algunas si se les pidió expresamente que trajesen fotografías desde la primera sesión, mientras que otras espontáneamente mostraban las fotografías en la primera sesión, incluso sin haber hecho mención ninguna, esto también se trató a posta para identificar hasta qué punto dichos elementos gráficos eran importantes para ellas. 4.- Principales Resultados y conclusiones Tras la realización y análisis de las historias de vida, es decir de los discursos y experiencias de estas mujeres, podemos observar ciertas similitudes que las caracterizarían como grupo. Empezando por sus características socio-demográficas; con la excepción de Antonia, que es de Gasteiz, las demás: María, Lucía, Maider y Azucena son originarias y residen en Bilbao. María, Lucía y Maider tienen estudios universitarios o superiores, trabajando, respectivamente como: profesora en un colegio religioso, funcionaria y doctora; Antonia y Azucena, poseen estudios primarios/medios, y ocupan profesiones de administrativa en una empresa y limpieza en un hospital. Con la excepción de Lucía, que como ella misma comenta, posee unos buenos ingresos económicos, todas relatan que su situación económica es modesta, presentando unos ingresos económicos medios. El deseo y la decisión de ser madres viene a raíz, en su mayoría, de no encontrar una pareja idónea para formar una familia y no considerarla, además, como algo necesario 9 para ello. Con la excepción de Antonia y Maider, que no hacen mención ninguna a parejas anteriores, las otras tres informantes, sí comentan que han tenido parejas estables, pero que por un motivo u otro, dichas relaciones se han disuelto. En ninguno de los tres casos el tema de tener o no tener descendencia fue el motivo de la separación. Respecto a sus deseos de ser madres a través de la adopción, María y Antonia comentan que esta opción ya la barajan incluso cuando tenían pareja, en el caso de María justifica que ella jamás sintió la necesidad de experimentar el proceso del embarazo y el parto; en el caso de Lucía, aunque no descartaba la adopción, si comenta que la veía, antes de saber que no podía concebir, como algo complementario, es decir, le hubiese gustado tener uno biológico y otro adoptado. En relación a Maider y Azucena, la adopción queda justificada para ellas, a través del sentimiento de solidaridad, justificándose en la existencia de niñas y niños que necesitan una familia. Este discurso suele estar bastante extendido entre las mujeres que optan por este tipo de maternidad y curiosamente, está muy mal valorado por los expertos que desarrollan y otorgan el certificado de idoneidad (CI) necesario para la asignación de una niña o niños5. Otro dato característico y que considero que influye a la hora de tomar la decisión de forma una familia monomarental es que todas provienen de familias numerosas y muy unidas, es decir, tienen una tradición familiar fuerte, donde se ha podido germinar ese deseo de ser madres. Para ellas, la familia ha sido un punto de apoyo vital en toda la experiencia, y como no, en la actualidad, ya que se ayudan de ella para poder conciliar su vida familiar y laboral. Sobretodo aluden a sus propias madres como pilar fundamental de apoyo, y modelo de referencia en cuanto a su rol de madre, con la excepción de María, cuya madre falleció antes de la adopción y Azucena, cuyos padres fallecieron cuando ella aún era muy joven. A parte de la familia, destacan su círculo de amistad más íntimo, como crucial, además de las nuevas amistades que han desarrollado durante el trascurso de la adopción, a través de la agencia de adopciones, la ECAI, y las asociaciones de Mujeres Solas Por Elección y Ume Alai. En referencia a las redes sociales, excepto María y Maider, las otras informantes si manifiestan seguir diferentes blogs, e incluso tener el su propio, como en el caso de Antonia. También valoran la importancia de amistades realizadas a través de estas redes sociales, y que aunque no mantienen contacto físico constante, sí 5 Dato extraído de la otra parte metodológicas del TFM que correspondería con el análisis de los blogs y los discursos y comentarios que en ellos aparecen. 10 que lo mantienen mediantes las redes sociales y dispositivos de chat instantáneo del móvil. En el caso de Azucena, destaca que más que amistades realizadas a través de Internet, ella mantiene contacto con las parejas que fueron con ella en el primer viaje que realizó a China para conocer a su primera hija. Como hitos destacables, todas coinciden en que el momento de conocer a sus hijas e hijos por primera vez es inolvidable, muy emocionante y casi irreal. Algunas comentan también acerca del día que les entregan las fotos y las ven por primera vez, pero después aclaran que la sensación de verles en foto y verles en persona no tiene comparación alguna. es significativo por ejemplo, como en el caso de María, que destaca que ella no recuerda haberlo pasado especialmente mal durante el trascurso de asignación del caso y adjudicación judicial y legal, si comenta que ese, donde al fin se puedo llevar a su hijo con ella, altamente emotivo y que fue el momento en el que estallaron todas las emociones y tensiones acumuladas durante todo el proceso adoptivo y las cuales ella no había experimentado tan intensamente. Las informantes coinciden en que ese periodo es bastante frustrante y se sienten en un estado de vulnerabilidad constante ya que, tienen la sensación de que siempre hay algún obstáculo o contratiempo, que hace que el tiempo de espera se alargue. Este sentimiento de vulnerabilidad ya queda reflejado en la investigación realizada por María Isabel Jociles y Ana María Rivas, donde destacan, que al contrario de las MSPE que optan por una inseminación artificial, las adoptivas tienen que manejar una mayor incertidumbre, y que sumado a esa incertidumbre, habría que añadir los problemas – mochila emocional - que estas niñas y niños traen por el sentimiento de abandono. Las autoras destacan también, que en esta caso las MSPE adoptivas, dan más importancia y tienen en mayor consideración el ser adoptivas que monomarentales; en el caso de las informantes, salvo en el caso de Maider, que manifiesta y reclama también su condición de monomarental, si se cumple lo relatado en la investigación de Jociles y Rivas, otorgando mayor importancia al hecho de ser madres adoptivas, y manifestando a su vez que esa misma condición les ha impulsado a reunirse con mujeres que se encuentren en la misma situación, ya que no encontraban identificación en otras madres biológicas, por lo característico de sus situaciones, pero si manifiestan que a pesar de esa sensación de vulnerabilidad e incertidumbre si sienten una autosatisfacción viéndose capaces de resolver todos los problemas acaecidos. Por tanto a modo de breve síntesis, lo más característico a la hora de conformar la identidad de estas mujeres correspondería con su elección voluntaria de formar una 11 familia monomarental a través de la adopción, identificándose con unas características propias, como que estos dos elementos sean un punto de partida y no una situación esporádica; así como la identificación con otras MSPE, en este caso adoptivas, que estén pasando o hayan pasado por la misma experiencia, sobretodo en todo lo relativo a la relación materno-filial con sus hijas e hijas, intentando solventar los problemas que estas niñas y niños llevan consigo y que dificultan su integración. En este punto el tema de las redes sociales virtuales queda manifiesto como elemento clave, al posibilitar relaciones que no necesitan de contacto físico directo y continuo. Los blogs y los foros, como ellas mismas manifiestan, son elementos muy valorados y fundamentales, ya no solo por las dudas que les puedan resolver sino por los consejos útiles de técnicas y métodos para desarrollar y fomentar la relación materno-filial, aunque todas comentan que la verdadera clave es la convivencia cotidiana en familia, que es de este modo donde va surgiendo la unión de esa relación, por tanto, en respecto a la relación materno-filial, la convivencia es el elemento clave. El proceso de empoderamiento que experimentan al verse capaces de lidiar con los problema, ya sean económicos o familiares, es fundamental en su reconocimiento e identificación como MSPE por adopción, aunque reconocen que se apoyan en sus redes sociales, compuestas por familiares y amigos, a la hora de tomar las decisiones serías respecto a sus hijas e hijos, ellas son las que las determinan. En definitiva, este tipo de maternidad, al igual que otras maternidades, presenta sus propias características que deben ser tomadas en consideración y valoradas, para facilitar unas ayudas idóneas, ya que ellas mismas se denominan "como las últimas de la fila". A su vez, aunque la experiencia de la maternidad sea muy subjetiva, es necesario su estudio al ser elemento central en la identidad de muchas mujeres y en cómo se posicionan ellas ante el mundo, ya sea por desarrollar un tipo de maternidad y otra, o simplemente por no desear experimentarla. Este ejercicio de investigación e hace también necesario para erradicar modelos biologicistas y concepciones erróneas, que actualmente persiste en el imaginario social y que estigmatiza a muchas de las mujeres que optan por otro tipo de maternidad. 12 5.- Bibliografía. Alonso, Luis Enrique (1998) La mirada cualitativa en sociología. 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