LA IGUALDAD DE GÉNERO COMO VALOR GLOBAL EN LA ENCUESTA... DE VALORES Abstract: Lydia González Orta

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LA IGUALDAD DE GÉNERO COMO VALOR GLOBAL EN LA ENCUESTA MUNDIAL
DE VALORES
GENDER EQUALITY AS A COMMON WORLD VALUE: EVIDENCE FROM THE WORLD VALUES
SURVEY
Lydia González Orta
Capitolina Díaz Martínez
lygonor@alumni.uv.es
Universitat de València
capitolina.diaz@uv.es
Universitat de València
Abstract: La expansión de los derechos de las mujeres desde el final de la II Guerra Mundial es un
fenómeno que ha adquirido dimensión global. El contenido y estado de desarrollo del reconocimiento de
derechos puede variar en diferentes regiones globales, pero la tendencia es clara; en otras palabras, los
derechos humanos de las mujeres constituyen un Nuevo Objeto-Mundo Social (NOMS). Además del papel
de instituciones internacionales como Naciones Unidas, de actores como el movimiento feminista
transnacional y del resto de NOMS que acompañan a la tendencia global hacia el reconocimiento de los
derechos humanos de las mujeres, resulta fundamental la inclusión de la igualdad de género como parte de
los common world values de la incipiente sociedad global. La Encuesta Mundial de Valores constituye una
de las mejores herramientas disponibles para el estudio de este fenómeno.
En este trabajo haremos una introducción a la dimensión de género en la Encuesta Mundial de Valores
desde la década de los ochenta hasta la actualidad tratando de identificar los indicadores más importantes
de la tendencia global. Tendremos en cuenta también la literatura sobre la Encuesta Mundial de Valores
desde la perspectiva de género y sus principales hallazgos. En segundo lugar, expondremos el análisis
llevado a cabo a partir de los datos que ofrece la última oleada de la Encuesta Mundial de Valores (20102014) en torno a la evolución del common world value “igualdad de género”. Haremos las precisiones
metodológicas oportunas respecto a la selección de países incluidos en la Encuesta y su representatividad,
el espacio temporal abarcado y los ítems calificados como clave para el objeto de estudio. En tercer lugar,
presentaremos los resultados más relevantes del análisis haciendo especial hincapié en el estado de las
diferentes dimensiones de la igualdad de género como valor (in)discutible en el mundo, así como en el peso
de diferentes variables - edad, nacionalidad, región axiológica, nivel educativo, entre otras – en las
respuestas recabadas por la Encuesta. Finalmente, concluiremos este trabajo con una discusión sobre la
consideración de la igualdad de género como uno de los valores comunes de la sociedad global y sus
implicaciones de cara al refuerzo o refutación de la tesis según la cual los derechos humanos de las mujeres
constituyen un Nuevo Objeto-Mundo Social (NOMS).
Palabras clave: Nuevos Objetos-Mundo Sociales, derechos humanos de las mujeres, valores
globales, igualdad de género, Encuesta Mundial de Valores.
1
1. INTRODUCCIÓN: LA ÉTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS
MUJERES COMO UN NOMS
La expansión de los derechos de las mujeres desde el final de la II Guerra Mundial es un
fenómeno que ha adquirido dimensión global. El contenido y estado de desarrollo del reconocimiento
de derechos puede variar en diferentes regiones globales, pero la tendencia es clara; en otras palabras,
los derechos humanos de las mujeres constituyen un Nuevo Objeto-Mundo Social (NOMS). En
trabajos anteriores hemos abordado el papel de instituciones internacionales como Naciones Unidas,
de actores como el movimiento feminista transnacional y del resto de NOMS que acompañan a la
tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres (ver Capitolina Díaz
y Lydia González, 2016). En este trabajo prestamos atención a la ética de este Nuevo Objeto-Mundo
Social considerando que en el fondo de la tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos y
el empoderamiento de las mujeres hay un sustrato ético que le da legitimidad y la hace difícilmente
reversible, es decir, la consolida, al menos como tendencia formal. Por ello, además del papel de
instituciones internacionales, actores sociales y del resto de NOMS que han influido en la emergencia
de los derechos de las mujeres a nivel internacional, resulta fundamental el estudio de la inclusión de
la igualdad de género como parte de los common world values de la incipiente sociedad global.
Nos referimos a valores comunes globales como principios ampliamente compartidos por todos los
países y por instituciones internacionales, al menos a nivel programático. Escapa al objeto de este
trabajo cuestionar el grado de implementación de políticas nacionales e internacionales acorde con los
valores esgrimidos y partimos de la idea de que los Estados-nación siguen una serie de símbolos y
modelos de lo que es un Estado-moderno en su búsqueda de legitimidad internacional (Francisco
Ramírez, 2012). La legitimidad de la igualdad de género o, en otras palabras, la asociación de la
desigualdad de género con modelos arcaicos y antidemocráticos, ha jugado un papel fundamental en la
rápida expansión y consolidación de la tendencia global que estudiamos.
La idea de igualdad no aparece aislada sino en consonancia y coherencia con una serie de valores
mundialmente compartidos. Algunos de estos common world values tienen una larga tradición, como
el rechazo a la esclavitud. Otros son algo más recientes y cobraron relevancia con la creación de
Naciones Unidas, como el rechazo a la colonización de los pueblos, la prohibición de la tortura, entre
otros. Todos estos valores están en la base de la ética de los derechos humanos tal como los
entendemos a partir de 1948 con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, sobre todo, de
1966 con los Pactos de Nueva York (Tratado de Derechos Civiles y Políticos y Tratado de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales). Aunque la ética de los derechos humanos y sus valores comunes
globales incluyen y apoyan la idea de la igualdad entre mujeres y hombres, no siempre han seguido
caminos idénticos y paralelos. Finalmente, otros valores comunes globales han surgido como nuevas
exigencias éticas, como la justicia global o la sensibilidad ecológica. Otros están en pugna por ser
incluidos en la ‘agenda ética global’, como los derechos de personas gays, lesbianas, bisexuales,
transexuales y transgénero, tan relacionados con la moral sexual y las identidades patriarcales.
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La prohibición de la discriminación contra las mujeres está presente en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y sin embargo las mujeres dentro de Naciones Unidas cuestionaron durante
décadas la separación de facto existente entre el sistema de derechos humanos y los derechos de las
mujeres. La idea - y el sistema - de derechos humanos no siempre incluía ni prestaba la misma
consideración a los derechos de todos los seres humanos: los que afectaban a las mujeres por ser
mujeres, como las violaciones sistemáticas en zonas de conflicto y posconflicto o la violencia de
género tardaron décadas en ser tratados como violaciones de derechos humanos. Por ello el
movimiento feminista trasnacional organizó en los noventa una gran campaña con el lema women’s
rights as human rights, que obtuvo reconocimiento oficial en la Conferencia de Viena de 1993 (Alda
Facio, 2011). Por ello se ha hecho necesaria la expresión “derechos humanos de las mujeres” y por
ello la legitimidad internacional de la igualdad entre mujeres y hombres está relacionada con, pero no
ha gozado de idéntica legitimidad a los derechos humanos y sus common world values.
La constatación de la existencia de valores comunes globales junto a la necesidad de una convivencia
pacífica de la humanidad y de dar solución como especie a grandes problemas de alcance planetario ha
llevado a retomar la idea de una posible ética cívica mundial dentro de la pluralidad filosófica y
religiosa, que se basaría en la aceptación de la racionalidad compartida, la sensibilidad moral de toda
la humanidad y la dignidad inherente e irrenunciable del ser humano (Luis Antonio Blanco, 2013;
Yechiel M. Barilan, 2012; Alfonso de Julios, 2011). Por otro lado, la disciplina de la ética global que
surge con los nuevos dilemas éticos en la era de la globalización, incluye entre sus grandes temas
objeto de estudio la justicia global de género junto a la gobernanza y ciudadanía, la pobreza y el
desarrollo, la guerra y el terrorismo, la bioética o el medioambiente, problemas que requieren a su vez
ser analizados desde la perspectiva de género (Heather Widdows, 2014). En cualquier caso, la idea de
igualdad de género forma parte de los common world values y de los grandes problemas mundiales, lo
que guarda una estrecha relación con la expansión de los derechos humanos de las mujeres alrededor
del mundo, a la cual dan legitimidad como Nuevo Objeto-Mundo Social.
Para el estudio de las ideas y creencias relativas a la igualdad de género, su implantación en diferentes
regiones globales y su (no)relación con otros valores mundialmente compartidos, la Encuesta Mundial
de Valores constituye una de las mejores herramientas disponibles.
2. LA DIMENSIÓN DE GÉNERO EN LA ENCUESTA MUNDIAL DE VALORES
La Encuesta Mundial de Valores (en adelante WVS) ha tratado de dar respuesta a preguntas
acerca de las ideas, valores y creencias personales alrededor del mundo y para ello ha ido incluyendo,
matizando y eliminando variables según las necesidades manifestadas por investigadoras e
investigadores, así como atendiendo a los cambios culturales y políticos de las últimas décadas.
Las preguntas o variables incluidas en esta encuesta han conformado seis grandes temas o categorías
desde la 1ª oleada (1981), como son ‘Percepción de la vida’, ‘Trabajo’, ‘Familia’, ‘Política y
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Sociedad’, ‘Religión y Moral’ e ‘Identidad Nacional’, además de las variables socio-demográficas y de
la categoría ‘Medioambiente’ desde la 2ª oleada (1990). Las categorías con mayor volumen de
variables, y por tanto con una gran importancia dentro de la Encuesta, desde la primera hasta la última
oleada publicada, han sido ‘Percepción de la vida’, ‘Política y Sociedad’ y ‘Religión y Moral’. La
cantidad de variables y complejidad de la Encuesta ha ido en aumento, pasando de poco más de 100
preguntas en 1981 a más de 320 en 2010. Además, en la sexta y última oleada publicada (2010-2014)
se han incluido dos nuevos temas o categorías: seguridad y ciencia. La Encuesta ha sido permeable a
algunos debates políticos en Occidente, incluyendo en la oleada 2000-2004 hasta 34 preguntas
relacionadas con el Islam (6 de ellas sobre mujeres e Islam) y en la oleada 2010-2014 varias preguntas
relativas a corrupción política.
La Encuesta Mundial de Valores (WVS) ha dado relevancia a la igualdad de género como valor a
estudiar desde sus comienzos. El número de preguntas o variables relativas a la situación de las
mujeres, directa o indirectamente, ha pasado de 9 en la 1ª oleada, a 28 en la 2ª oleada, 19 en la 3ª
oleada, 29 en la 4ª oleada, 17 en la 5ª oleada, hasta 18 preguntas en la 6ª y última oleada publicada.
Las preguntas relacionadas con género en la primera encuesta de 1981 se incluyeron en las categorías
“Familia” y “Religión y moral”, mientras que en la última oleada la distribución es más plural: la
mayor parte de las preguntas sobre mujeres y/o género se encuentran en las categorías ‘Familia’ y
‘Religión y moral’, pero también se incluyen otras en ‘Política y sociedad’, ‘Trabajo’ y ‘Percepción de
la vida’. Curiosamente, en la categoría ‘Seguridad’ no se han tenido en cuenta los riesgos a los que se
exponen las mujeres por el hecho de ser mujeres en el diseño de las preguntas. En cualquier caso, en la
propia Encuesta y su clasificación temática, como socialmente, las cuestiones de género o women’s
issues han pasado de percibirse como un problema de moral, un tema familiar, privado-doméstico, a
ser reconocido como un asunto social, económico y de democracia, es decir, relacionado con el
sistema político.
Todas las preguntas relacionadas con mujeres y/o género desde 1981 hasta 2010 se han distribuido en
una clasificación propia de temáticas relacionadas con igualdad de género: ‘igualdad formal’,
‘derechos económicos y empleo’, ‘participación política’, ‘derechos sexuales y reproductivos y
matrimonio’, ‘diversidad sexual’, ‘violencia de género’ y ‘movimiento feminista’ (ver Anexo I). La
primera observación necesaria es que mientras en la primera oleada las preguntas relativas a la
situación de las mujeres se referían a matrimonio y derechos sexuales y reproductivos (incluyendo una
pregunta sobre diversidad sexual), la pluralidad de ámbitos fue aumentando gradualmente hasta
abarcar en la última oleada seis ámbitos más. En la segunda oleada se incluyeron preguntas relativas al
empleo y derechos económicos, así como a las organizaciones del movimiento feminista. En la tercera
oleada, a mitad de los noventa, se introduce un ítem sobre la participación política de las mujeres (Men
make better political leaders than women do) que continuará hasta la actual oleada. Hasta el año 2005
no se incluyó una pregunta que abordara de forma directa las ideas de las personas encuestadas en
torno a la violencia de género (Justifiable: For a man to beat his wife), una década más tarde de su
inclusión en la agenda global de igualdad de género por el movimiento feminista transnacional si
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tomamos la Conferencia de Beijing (1995) como referencia. En cualquier caso, en los cuarenta años de
vida de la Encuesta Mundial de Valores (WVS), la dimensión de la igualdad de género ha adquirido
un carácter más transversal en la Encuesta y permite una mayor riqueza de análisis.
En segundo lugar, cabe mencionar aquellos ítems incluidos en la Encuesta durante un periodo
determinado y que han desaparecido desde el año 2005, como preguntas referentes a la necesidad de
las mujeres de tener criaturas para sentirse realizadas, la justificación del adulterio y del sexo antes de
la edad legal establecida, la participación en organizaciones de mujeres o la preferencia del varón en
una supuesta política de hijo único.
Los propios científicos y científicas sociales a cargo del diseño de la Encuesta han reconocido la
relevancia de la dimensión de género en el estudio de los valores a nivel mundial, considerando que el
amplio apoyo a la igualdad entre mujeres y hombres es ‘algo más’ que una mera consecuencia de
procesos democratizadores:
Findings from the WVS indicate that support for gender equality is not just a
consequence of democratization. It is part of a broader cultural change that is
transforming industrialized societies with mass demands for increasingly democratic
institutions. Although a majority of the world’s population still believes that men make
better political leaders than women, this view is fading in advanced industrialized
societies, and also among young people in less prosperous countries.
http://www.worldvaluessurvey.org/WVSContents.jsp
La literatura acerca de las ideas y creencias sobre igualdad de género a partir de la Encuesta Mundial
de Valores (WVS) coincide ampliamente en que el progreso en el status de las mujeres en las últimas
décadas es una de las tendencias globales que ha irrumpido con más fuerza (Ronald Inglehart, 2005;
Amy Alexander y Christian Welzel, 2011). Además, se ha señalado a la variable ‘mujeres y liderazgo
político’ (Men make better political leaders than women do) como la que marcaba las diferencias en
torno a la igualdad entre hombres y mujeres, dada la variabilidad de las respuestas en diferentes partes
del mundo. Considerado como tema distinto, otro de los factores fundamentales de división sería la
aceptación de la homosexualidad (Inglehart, 2005).
Algunos de los primeros estudios realizados a partir de la Encuesta Mundial de Valores se centraron
en el voto femenino y su viraje ideológico hacia la izquierda en las sociedades posindustriales
occidentales (Ronald Inglehart y Pippa Norris, 2000). Otros estudios han abordado las diferencias de
género en las ideas de riesgo y religiosidad (Jeremy Freese, 2004), la creencia en la meritocracia
(Raymond Fisman y Maura O’Neill, 2009) e incluso los roles de género de diferentes grupos de
inmigrantes en Estados Unidos (Alberto Alesina et al, 2013). A pesar de la aparente variedad de
enfoques, la controversia sobre el Islam, la democracia y las mujeres ha centrado gran parte de la
explotación de la dimensión de género de la Encuesta, hasta el punto de que se ha señalado al género y
la sexualidad como el “verdadero choque de civilizaciones” (ver Inglehart y Norris, 2003; Norris,
2009) y ello ha generado una literatura crítica a partir de la Encuesta (ver Niels Spierings, 2014).
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Una de las aportaciones de la literatura al respecto es la reivindicación del papel de los valores y
creencias en la base del empoderamiento de las mujeres, considerando que este es un proceso
fundamentalmente relacionado con las ideas (Alexander y Welzel, 2011). Dado que los cambios en el
status de las mujeres se han analizado empíricamente en ámbitos sociales separados (representación
política, educación, empleo), ha habido intentos de ofrecer una imagen más completa de los cambios
en diferentes ámbitos y países con análisis empíricos, estableciendo incluso relaciones estadísticas
entre ideas y valores emancipatorios y cambios en el empoderamiento de las mujeres, sin olvidar las
estructuras de oportunidad como variable inicial del proceso (ver Alexander y Welzel, 2011).
En resumen, el análisis de las variables de género en la Encuesta Mundial de Valores desde sus inicios
hasta la actualidad nos muestra la relevancia que ha adquirido la perspectiva de género para dar cuenta
de la evolución de los valores, ideas y creencias alrededor del mundo en las últimas décadas. Por su
parte, de la revisión de la literatura sobre la dimensión de género en la Encuesta Mundial de Valores se
deduce que hay amplio consenso sobre el hecho de que las ideas tradicionales asociadas a la
justificación de la desigualdad entre hombres y mujeres han experimentado un cambio global a pesar
de las diferencias sustanciales en el apoyo a la igualdad de género entre regiones globales (e
independientemente de la explicación dada a dichas diferencias). Esta idea ampliamente compartida
por las y los científicos sociales que estudian la Encuesta supone una argumentación en línea con la
expansión global de los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres. Ahora bien, la
peculiaridad de la visión de los Nuevos Objetos-Mundo Sociales, frente a un análisis de historia de las
ideas o neoinstitucional, estriba en analizar esta y otras tendencias como parte de objetos que crean
dinámicas planetarias y que conformarían un nuevo tipo de sociedad, como vectores de la
globalización (Pablo Navarro, 2016).
3. METODOLOGÍA: ANÁLISIS DE LA OLEADA 2010-2014
Uno de los primeros resultados de la Encuesta Mundial de Valores (en adelante WVS) es que
las similitudes y diferencias en cuanto a ideas, valores y creencias entre los países conforman una serie
de regiones axiológicas, conjuntos coherentes de valores o zonas con un patrón cultural similar. Dos
han sido los ejes fundamentales que han marcado las diferentes regiones axiológicas: valores
tradicionales vs. secular-racionales y valores de supervivencia vs. de reconocimiento. Así, se
diferencian nueve regiones axiológicas: africano-islámica, anglosajona, báltica, confuciana, europea
católica, europea protestante, latinoamericana, ortodoxa y sudasiática.
En este trabajo, hemos analizado en primer lugar los datos por países de la última oleada de la
Encuesta Mundial de Valores (2010-2014) con el objetivo de conocer el apoyo mundial que tiene
actualmente la idea de igualdad entre mujeres y hombres. Para ello, hemos seleccionado las diez
variables relacionadas con igualdad de género más relevantes y más estables a lo largo del tiempo en
la Encuesta para analizar su evolución y su extensión alrededor del mundo. Tres de los ítems están
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relacionados con el mercado de trabajo y los derechos económicos de las mujeres; tres con los
derechos sexuales y reproductivos; y uno correspondiente a las categorías propias ‘diversidad sexual’,
‘participación política’, ‘violencia de género’ y ‘movimiento feminista’.
When jobs are scarce men should have more right to a job than women; When a mother works for pay,
children suffer; y Being a housewife just as fulfilling as working for pay son ítems que aluden a la
ideología patriarcal sobre la independencia económica de las mujeres y algunos de sus argumentos
más frecuentes de las últimas décadas, como considerarlo un ingreso secundario en los hogares o
afirmar que las criaturas sufren por la ausencia de la madre en particular. Estos tres ítems se han
mantenido en la Encuesta desde 1990 hasta la actualidad, con lo que podemos observar su evolución,
como mínimo, en los últimos veinte años.
Los ítems Justifiable: prostitution; Justifiable: abortion; Justifiable: divorce; Justifiable:
homosexuality son algunas de las preguntas más directas y con mayor tradición sobre derechos
sexuales y reproductivos de las mujeres. La censura y estigmatización de la prostitución, el aborto y el
divorcio han formado parte de la moral sexual patriarcal. La diversidad sexual alude tanto a parejas
gays como lesbianas, y la literatura al respecto considera que socialmente no son equiparables pues las
mujeres lesbianas tienen una menor visibilidad y status económico en muchas ocasiones y lugares del
mundo, pero la heteronormatividad es sin duda uno de los elementos clave de la moral sexual de la
ideología patriarcal. Estos ítems se han mantenido en la Encuesta desde 1981 hasta la actualidad, con
lo que podemos observar su evolución, como mínimo, en los últimos 30 años.
Confidence: the women’s movement es una pregunta relativa a la aceptación que tiene el movimiento
de reivindicación de los derechos humanos de las mujeres. Aunque su mayor valor radica en la
comparación frente a otros movimientos sociales mencionados en la Encuesta, como el ecologismo, es
un ítem que ha estado presente en la Encuesta desde 1990 y permite observar su evolución, como
mínimo, en los últimos veinte años.
Men make better political leaders es un ítem que se introduce en la Encuesta en 1995 coincidiendo
con uno de los hitos en la consolidación de la agenda global para la igualdad de género: la IV
Conferencia Mundial de Naciones Unidas para las Mujeres en Beijing. En esta Conferencia se hizo
especial hincapié en el empoderamiento de las mujeres y su participación en la elaboración e
implementación de políticas públicas. Sin embargo, actualmente la mayoría de parlamentos del mundo
no alcanza el 30% de mujeres y el número de presidentas de Gobierno continúa siendo escaso. Tan
solo podemos observar la evolución del prejuicio hacia las mujeres políticas en los últimos 10 años.
También en Beijing se consolidó uno de los temas fundamentales en el respeto a los derechos
humanos de las mujeres como es la violencia de género, y que había sido objeto en 1993 de un Tratado
de Naciones Unidas para la Eliminación de Todas las Formas de Violencia contra las Mujeres. Pero no
sería hasta el año 2005 cuando se introdujera en la Encuesta Mundial de Valores una pregunta directa
sobre la justificación de la violencia de género: Justifiable: for a man to beat his wife, y que permite
observar su evolución en poco más de 5 años.
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A continuación, hemos analizado dichos datos sobre los ítems seleccionados de la última oleada por
regiones axiológicas tal como se han delimitado por el equipo a cargo de la Encuesta Mundial de
Valores con el objetivo de valorar la influencia de la tradición cultural en las respuestas frente a otras
variables como la edad, el sexo, el nivel educativo o la clase social. Hemos considerado relevantes las
diferencias porcentuales a partir de 10 puntos.
En una segunda fase, hemos contrastado los datos de la última oleada para nuestros diez ítems
seleccionados con los datos obtenidos en la primera vez que apareció cada ítem en la Encuesta con el
objetivo de analizar el recorrido histórico de los valores e ideas. En este caso, no se han tenido en
cuenta otras variables, sino la tendencia de la respuesta a cada pregunta en perspectiva global. La
evolución de las respuestas a estos ítems a lo largo del tiempo se ha observado teniendo en cuenta que
en la 1ª oleada de la Encuesta, participaban menos de 20 países, en su mayor parte occidentales, y en
la última oleada participan más de 50 países de diferentes regiones globales con una muestra de más
de 90.000 personas.
4. RESULTADOS: LA IGUALDAD DE GÉNERO COMO VALOR (IN)DISCUTIBLE
EN EL MUNDO
El apoyo a la idea de igualdad entre mujeres y hombres es mayoritario en todo el mundo. No
obstante, las ideas reaccionarias en torno a la igualdad de género no pueden considerarse aún
residuales. Actualmente, el 41,2% de las personas encuestadas alrededor del mundo afirma de manera
rotunda (teniendo en cuenta que se responde en base a una escala) que la igualdad de derechos entre
mujeres y hombres es una característica esencial de la democracia. Destacan, por situarse en los
extremos, Suecia con un amplio 81,4% de apoyo inequívoco a la igualdad de género a nivel formal
como fundamento básico del sistema político, frente a Bahrein con un escaso 6,1%. De hecho, la
Europa protestante presenta un 67,9% de apoyo a la igualdad formal y la región africano-islámica un
29,6%. Las regiones que alcanzan el 50% de acuerdo con la relación entre la igualdad de género y la
democracia son la Europa Católica, los países de habla inglesa y América Latina (ver Gráfico 1).
Gráfico 1. Women have the same rights as men (%), 2010-2014. Región axiológica
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Others
Women
have the
same rights
as men
8
Aunque la literatura, las instituciones internacionales, la opinión pública internacional y las evidencias
de las diferentes encuestas de valores apuntan hacia una clara tendencia global, lo cierto es que no
necesariamente estamos ante una historia lineal de progreso sin fisuras o ralentizaciones en lo que a lo
material e ideológico se refiere. En la anterior oleada (2005-2009), la igualdad formal como
consustancial al sistema político democrático obtenía un 53,6% de apoyo rotundo. Esto es, se observa
un descenso de 12.4 puntos porcentuales respecto a 2010. Desafortunadamente, no se puede analizar la
tendencia con una mayor perspectiva temporal dado que este ítem aparece en la Encuesta por primera
vez en 2005.
Por otro lado, algunas de las variables que a priori podrían tener influencia en las ideas sobre la
situación de las mujeres y las relaciones de género son por lo general poco relevantes a partir de los
datos de la Encuesta Mundial de Valores. En general y para los ítems analizados de la última oleada, la
edad, la clase social subjetiva, el nivel de ingresos, la situación en el mercado de trabajo, el tamaño
poblacional e incluso el sexo no suponen grandes diferencias en el apoyo a las ideas de igualdad de
género. En cambio, el nivel educativo ha mostrado ser más relevante puesto que se observa una
tendencia a un impacto positivo en el apoyo a la igualdad de género.
El apoyo a la igualdad de género incluye varias dimensiones que están interrelacionadas y que de
forma más o menos directa influyen en las vidas de las mujeres. La integridad física y psíquica, el
acceso a los recursos, la participación en la toma de decisiones o los derechos sexuales y reproductivos
son ámbitos donde la desigualdad de género se manifiesta de forma legal y material en muchos países.
Las ideas que imperen respecto a estas dimensiones serán determinantes para posibilitar el
empoderamiento de las mujeres (Alexander y Welzel, 2011).
4.a) Empleo y derechos económicos
Los tres ítems seleccionados que guardan relación con el empleo y los derechos económicos de
las mujeres hacen referencia a tres ideas que han frenado tradicionalmente la incorporación de las
mujeres al mercado de trabajo y han sido esgrimidas en diferentes épocas para otorgar preferencia a
los varones y culpabilizar a las mujeres. En primer lugar, la idea de que en tiempos de crisis
económica, cuando los puestos de trabajo son escasos, los hombres deberían tener preferencia, tiene el
apoyo del 38,9% de las personas encuestadas. Esta afirmación ha tenido un apoyo de entre el 30 y el
40 % desde los años noventa con picos de mayor progresismo en 1995 y 2005 (ver Gráfico 2). En
segundo lugar, la idea de que ser ‘ama de casa’ puede ser fuente de realización personal al mismo
nivel que la vida profesional genera bastante consenso (el 61,6%) y permanece estable desde la década
de los noventa (ver Gráfico 3).
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Gráfico 3. Housewife as fulfilling (agree & strongly
agree)
Gráfico 2. Jobs scarce, men more right (agree)
50,0%
66,0%
40,0%
64,0%
30,0%
62,0%
60,0%
20,0%
58,0%
10,0%
56,0%
0,0%
54,0%
1990
1995
2000
2005
1990
2010
1995
2000
2005
2010
Si en cuanto a la realización de las amas de casa no se observan diferencias por edad, sexo o clase
social, y tampoco especialmente relevantes por región axiológica, en la preferencia de los varones en
el mercado de trabajo en tiempos de crisis se observa en primer lugar un menor apoyo entre las
mujeres (33,2%). Aunque la edad no marca una gran diferencia, en este caso el apoyo a la preferencia
de los varones desciende ligeramente a medida que aumenta la edad; es decir, las personas jóvenes no
muestran un mayor progresismo en este sentido (el 40,1% de las/os menores de 29 años afirma estar
de acuerdo). El nivel educativo impacta de forma positiva ya que el apoyo a esta afirmación alcanza el
58,5% de las personas sin estudios y desciende hasta el 30,8% de las personas con título universitario.
La preferencia de los varones en el empleo en situación de escasez solo logra un apoyo mayoritario en
la región Africano-islámica (55%), siendo bastante minoritario en la Europa católica y protestante así
como en los países de habla inglesa (solo el 6,3% está de acuerdo y se declara en desacuerdo el
71,7%). Conviene señalar en este punto que las diferencias intrarregionales en la región Africanoislámica son casi tan grandes como las que presentan las regiones axiológicas entre sí. Por ejemplo, la
preferencia de los varones en el empleo en situación de escasez alcanza el 80,6% en Jordania mientras
que solo el 30% en Sudáfrica.
En tercer lugar, la idea de que las criaturas sufren
Gráfico 4. Working mother, children
suffer (agree & strongly agree)
cuando las madres trabajan fuera de casa obtiene el
80,0%
apoyo del 47,4% globalmente, pero ha habido una clara
60,0%
caída en la aceptación de esta idea desde 1990 cuando
40,0%
alcanzaba el 71,3% de acuerdo (ver Gráfico 4). La edad,
20,0%
el sexo o la clase social no suponen diferencias notables
0,0%
1990
2010
en la aceptación de esta afirmación. Sin embargo, el
apoyo desciende paulatinamente a medida que aumenta
el nivel educativo de las personas encuestadas, pues declara estar de acuerdo o muy de acuerdo el
67,1% de las personas sin estudios frente al 40% de las personas con título universitario. En ninguna
región axiológica la preocupación por el sufrimiento de las criaturas cuyas madres trabajan es residual,
pero varía desde el 23,1% en países de habla inglesa hasta el 69,5% en la región sudasiática.
10
4.b) Participación política
El porcentaje de personas que se muestra de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación Men
make better political leaders than women en los últimos años supone un 49,2% globalmente, el 43,2%
de las mujeres y el 55,5% de los hombres. La tendencia global desde 1995 no es muy estable y esta
idea se mantiene entre el 40 y el 50%. Con respecto a 2005, ha habido un retroceso en la
desacreditación de esta idea sobre el liderazgo femenino (ver Gráfico 5). El nivel educativo influye de
forma positiva, ya que se muestra de acuerdo con la mayor eficacia del liderazgo masculino el 44,6%
de las personas con título universitario frente al 63,4% de las personas sin estudios.
Como se ha puesto de manifiesto en otros
Gráfico 5. Men better political leaders (agree &
strongly agree)
estudios (Inglehart, 2005), esta variable es
clave a la hora de dar cuenta de las ideas de
igualdad en diferentes regiones axiológicas
al ser una de las que presenta mayores
variaciones junto con la aceptación de la
50,0%
40,0%
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
1995
homosexualidad y la participación de las
2000
2005
2010
mujeres en el mercado de trabajo. La preferencia por líderes políticos es minoritaria, por debajo del
20%, en los países de habla inglesa y la Europa católica y protestante, mientras que es mayoritaria en
las regiones sudasiática, ortodoxa y africano-islámica (67,9%).
4.c) Derechos sexuales y reproductivos, diversidad sexual y matrimonio
La justificación de prácticas relacionadas con los derechos sexuales y reproductivos como la
prostitución, el aborto, el divorcio y la homosexualidad generan diferentes niveles de tolerancia en
términos globales: el divorcio no es aceptable para una minoría (28,4% responde “nunca”), mientras
que el aborto, la homosexualidad, y sobre todo, la prostitución (52% responde “nunca”) generan un
rechazo casi mayoritario. La tendencia de las últimas décadas sin embargo, muestra que la intolerancia
se mueve en direcciones similares respecto a estas variables, apreciando un descenso de las respuestas
“nunca justificable” en 1995, un aumento en el año 2000 y de nuevo un descenso en todas ellas en
2005. El resultado de la tendencia es que las posiciones en 2010 no difieren mucho de las manifestadas
en 1981. Mientras que se observa un descenso en la intolerancia a la homosexualidad y la defensa de
la indisolubilidad del matrimonio se mantiene minoritaria y estable, el derecho de las mujeres a decidir
sobre su embarazo no parece generar mayores apoyos, sino todo lo contrario (ver Gráfico 6).
11
Gráfico 6. Derechos sexuales y reproductivos, diversidad sexual y matrimonio (2010)
80,0%
Justifiable:
Prostitution
(never)
Justifiable:
Abortion (never)
70,0%
60,0%
50,0%
40,0%
Justifiable:
Divorce (never)
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
1981
1990
1995
2000
2005
2010
Justifiable:
Homosexuality
(never)
Aunque en la intolerancia a la prostitución la tendencia es descendiente, es la variable que más rechazo
genera de las cuatro seleccionadas. Conviene señalar respecto a la prostitución que la intolerancia
hacia esta forma de ganarse la vida puede provenir desde una posición puritana y religiosa que
condena a las mujeres que ejercen la prostitución así como desde una postura del feminismo que
propugna su abolición por tratarse de un producto del patriarcado. También es esta la variable que
presenta menos diferencias entre regiones axiológicas, aunque la intolerancia va desde la región
ortodoxa en un 62% hasta el 23,4% en los países de habla inglesa.
La consideración del matrimonio como institución indisoluble se acerca a la mitad de las personas
encuestadas en la región sudasiática (49,4%) mientras que es anecdótica en la Europa católica y
protestante y los países de habla inglesa (4,9%). El derecho al aborto genera rechazo mayoritario en
las regiones africano-islámica, latinoamericana y sudasiática (59%), y amplia tolerancia en la Europa
católica y protestante y los países de habla inglesa.
Las relaciones homosexuales no se consideran justificables en mayor medida en la región ortodoxa
(65,2% responde “nunca”) y africano-islámica mientras que el rechazo no llega al 15% en la Europa
católica y protestante. Conviene señalar a este respecto que no se han tenido en cuenta en la Encuesta
las posibles diferencias en la aceptación de relaciones gays y lesbianas.
4.f) Violencia de género
La justificación de la violencia de género es uno de los indicadores más básicos y cruciales para
dar cuenta de las ideas sobre la igualdad entre mujeres y hombres. La mayoría de las personas
encuestadas considera que no es justificable en ningún caso; concretamente el 66,7% contesta
“nunca”. Se observan mayores diferencias en la justificación de la violencia de género dependiendo
Gráfico 7. Justifiable: a man to beat his
wife (never)
del nivel educativo (el 72% con título universitario la
rechaza frente al 55,4% sin estudios) que según el
80,0%
sexo, el tamaño poblacional, la clase social subjetiva,
70,0%
nivel de ingresos o situación en el mercado de trabajo.
Aunque el rechazo a la violencia de género es
60,0%
2005
2010
mayoritario en todos los casos, hay dos datos
12
preocupantes respecto a esta dimensión: se observa una mayor contundencia contra la violencia de
género entre las personas mayores de 50 años (72,7%) que entre las menores de 29 años (61,6%); y el
rechazo inequívoco ha descendido del 73,9 al 66,7% desde 2005 (ver Gráfico 7). Desafortunadamente,
no se puede analizar la tendencia con una mayor perspectiva temporal dado que este ítem aparece en la
Encuesta por primera vez en 2005.
La intolerancia a la violencia de género es mayoritaria en todas las regiones axiológicas, aunque algo
más contundente en los países de habla inglesa (88,2% responde “nunca”), la Europa católica y
protestante, y algo menos contundente en la región africano-islámica (54,7% responde “nunca”).
4.f) Movimiento feminista
La percepción sobre las organizaciones feministas es relevante en tanto que constituye el
movimiento social que ha promovido desde hace dos siglos la igualdad formal, el reconocimiento de
las mujeres y su diversidad, y/o la emancipación de las mujeres, dependiendo de la época y el
contexto.
La
confianza
que
inspira
el
Gráfico 8. Confidence: women's movement
(agree & strongly agree)
movimiento feminista en términos globales se
sitúa en el 52,7% en la última oleada,
80,0%
aglutinando
y
60,0%
“mucho”. El apoyo es bastante similar al que
40,0%
obtienen las organizaciones ecologistas en la
20,0%
las
respuestas
“bastante”
0,0%
última oleada (54,1%) y las humanitarias
1990
1995
2000
2005
2010
(56,6%). La aprobación se ha mantenido en
una tendencia ascendente desde el año 1995 hasta 2010, pero tras una fuerte caída de 1990 (cuando el
apoyo llegaba al 72,1%) a 1995 (43,1%). De hecho, la confianza ha caído 19.4 puntos porcentuales en
las últimas tres décadas (ver Gráfico 8).
La aceptación de la actividad de las organizaciones feministas no guarda relación con las ideas de
igualdad manifestadas en las diferentes regiones axiológicas, pues se mantiene bastante estable en
todas ellas. El menor apoyo se encuentra en la Europa católica con un 43,2% de respuestas y el
mayor, en la región sudasiática con un 64,9%.
Las evidencias de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) nos muestran que si bien las ideas de
igualdad entre mujeres y hombres son mayoritarias en términos globales y se han extendido alrededor
del mundo, conviene señalar una serie de precauciones: 1) no parece que haya una historia lineal de
progreso hacia un mayor apoyo a la igualdad de género pues ha habido descensos en muchos aspectos
desde la última oleada y las nuevas generaciones no han marcado una diferencia respecto a las
precedentes, además de que se observan picos de mayor progresismo en la Encuesta como los de los
años 1995 y 2005; 2) no existe una gran coherencia entre las diferentes dimensiones de la igualdad de
género pues mientras algunas ideas tradicionales pierden apoyo, otras íntimamente relacionadas se
resisten a desaparecer; 3) hay notables diferencias entre las distintas tradiciones culturales o regiones
13
axiológicas, como también variabilidad hacia dentro de cada una de ellas; y 4) las diferencias de edad,
sexo, clase social o tamaño poblacional no tienen, en general y consideradas globalmente, influencia
en las ideas de igualdad de género, mientras que todo apunta a que el nivel educativo podría influir
positivamente.
Nuestro análisis de las variables seleccionadas sobre la situación de las mujeres y la idea de igualdad
de género a partir de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) es exploratorio y pretende dar cuenta de
la evidencia empírica que sustenta la tesis que defendemos en este y otros trabajos. Nos hemos
limitado aquí a describir algunos de los rasgos y movimientos de una tendencia muy amplia y
compleja. Futuros desarrollos empíricos y teóricos deberán abordar las causas de las diferencias
observables entre regiones axiológicas en la aceptación de la igualdad de género, así como el diferente
apoyo que obtienen unas dimensiones de la igualdad de género frente a otras.
5. CONCLUSIONES
En este trabajo hemos contextualizado el análisis de las ideas de igualdad de género en la
Encuesta Mundial de Valores a través de su relación con los propósitos de una investigación más
amplia sobre la tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres
como Nuevo Objeto-Mundial Social (NOMS). Ello supone reconocer la importancia de las ideas,
valores y creencias en el cambio cultural y político.
La idea de igualdad entre mujeres y hombres no aparece aislada, sino en consonancia y coherencia con
una serie de valores mundialmente compartidos, es decir, reconocidos por el sistema de derechos
humanos de Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, susceptibles de hacer reaccionar a
la opinión pública internacional y apoyados en las diferentes encuestas de valores. En este trabajo se
ha argumentado que la igualdad de género forma parte de los common world values y de los grandes
problemas mundiales, lo que guarda una estrecha relación con la expansión de los derechos humanos
de las mujeres alrededor del mundo, a la cual dan legitimidad como un NOMS.
El apoyo a la igualdad de género incluye varias dimensiones que están interrelacionadas, y de forma
directa o indirecta, influyen en las vidas de las mujeres. Todas ellas han adquirido una mayor
relevancia en la Encuesta Mundial de Valores desde 1981. La literatura al respecto coincide en que las
ideas tradicionales que justifican la desigualdad entre hombres y mujeres han experimentado un
cambio global a pesar de las diferencias sustanciales entre regiones globales, lo cual apoya la tesis de
la expansión global de los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres.
Las evidencias de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) para la diez variables seleccionadas en este
trabajo nos dan, sin embargo, motivos para un menor triunfalismo respecto a las ideas de igualdad: 1)
ha habido descensos en el apoyo a la igualdad en muchos aspectos desde la última oleada, con picos
de mayor progresismo en los datos de 1995 y 2005 y sucesivas caídas; 2) mientras algunas ideas
tradicionales pierden apoyo, otras íntimamente relacionadas se resisten a desaparecer; 3) y hay
14
notables diferencias entre las distintas tradiciones culturales o regiones axiológicas, como también
variabilidad intrarregional.
En definitiva, no observamos una historia lineal de progreso respecto a la consideración de la igualdad
de género como inherente a la democracia, ni en las ideas de mayor igualdad entre las personas
jóvenes respecto a generaciones anteriores, o en el rechazo a la violencia de género. Aunque el nivel
educativo podría influir positivamente en las ideas de igualdad, todo apunta a que el desarrollo
económico o el mero paso del tiempo no son garantías de cambio cultural hacia la igualdad de género.
La tendencia de las ideas y los valores de igualdad podría ser más inestable que la institucional o
formal hacia el reconocimiento de la igualdad de género.
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16
Anexo I. Ítems de la Encuesta Mundial de Valores relacionados con igualdad de género
Derechos económicos y empleo
Participación
política
1ª oleada
(19811984)
2ª oleada
(19901994)
3ª oleada
(19951999)
V-128: Jobs scarce: Men should have
more right to a job than women
V-218: Relationship working mother
V-219 Pre-school child suffers with
working mother
V-220 Women want a home and children
V-221 Being a housewife just as fulfilling
V-222 Job best way for women to be
independent
V-223 Husband and wife should both
contribute to income
V-61 Unemployment: When Jobs are
scarce, men should have more right to a
job than women
V-98 A working mother can establish just
as warm and secure a relationship with
her children as a mother who does not
work
V-99 Being a housewife just as fulfilling
as working for pay
V-100 Both the husband and wife should
both contribute to household income
V-102 If a woman earns more money
than her husband, it’s almost certain to
cause problems
V-103 A university education is more
V-101 Men
make better
political leaders
than women do
Igualdad formal
Derechos sexuales y reproductivos y matrimonio
Diversidad sexual
V92- Child needs a home with father and mother
V-93 A woman has to have children to be fulfilled
V-94 Marriage is an out-dated institution
V-95 Enjoy sexual freedom
V-96 Woman as a single parent
V-198 Justifiable: prostitution
V-199 Justifiable: abortion
V-200 Justifiable: divorce
V-159 Churches speak out on: extramarital affairs
V-163 Churches speak out on: homosexuality
V-197 Enjoy sexual freedom
V-214 Child needs a home with father and mother
V-215 A woman has to have children to be fulfilled
V-216 Marriage is an out-dated institution
V-217 Woman as a single parent
V-237 Abortion when the mothers health is at risk
V-238 Abortion when child physically handicapped
V-239 Abortion when woman not married
V-240 Abortion if not wanting more children
V-304 Justifiable: adultery
V-305 Justifiable: sex under the legal age of consent
V-308 Justifiable: prostitution
V-309 Justifiable: abortion
V-310 Justifiable: divorce
V-92 Child needs both parents
V-93 Woman needs children
V-94 Marriage is outdated
V-95 Enjoy sexual freedom
V-96 Woman as single parent
V-198 Justifiable: prostitution
V-199 Justifiable: abortion
V-200 Justifiable : divorce
V-197 Justifiable:
homosexuality
17
Violencia de
género
V-80 Neighbors:
Homosexuals
V-307 Justifiable:
homosexuality
V-60 Neighbors:
Homosexuals
V-197 Justifiable:
homosexuality
Movimiento
feminista
V-30 Member:
Belong to
women’s group
V-48 Voluntary
work: Unpaid
work women’s
group
V-294 Approval:
Women’s
movement
V-97 If only
one child
allowed: boy
or girl
V-148
Confidence: the
women’s
movement
4ª oleada
(19992004)
5ª oleada
(20052009)
6ª oleada
(20102014)
important for a boy than for a girl
V-78 When jobs are scarce men should
have more right to a job than women
V-115 A working mother relationship
V-116 Being a housewife fulfilling
V-117 Husband and wife should
contribute
V-119 University is more important for a
boy
IV-85 Woman: educated
IV-89 Woman: having work outside the
home
IV-90 Woman: maintaining her family
V-118 Men
make better
political leaders
IV-81 Woman:
wearing weil
IV-84 Woman:
religious
IV-88 Woman:
being
independent
IV-91 Woman:
being sociable
V-109 Child needs a home with father and mother
V-110 Woman has to have children
V-111 Marriage is an out-dated institution
V-112 Woman as a single parent
V-209 Justifiable: prostitution
V-210 Justifiable: abortion
V-211 Justifiable: divorce
IV-82 Woman: good mother
IV-83 Woman : good wife
IV-86 More than one wife
IV-87 Wife must obey
V-76 Neighbors:
Homosexuals
V-208 Justifiable:
homosexuality
V-44 When jobs are scarce men should
have more right to a job
V-60 Being a housewife fulfilling
V-62 University is more important for a
boy
V-63 Men make better business
executives than women do
V-61 Men make
better political
leaders
V-161 Women
have the same
rights as men
V-41 Neighbors: Unmarried couples living together
V-57 Child needs a home with father and mother
V-58 Marriage is an out-dated institution
V-59 Woman as a single parent
V-203 Justifiable: prostitution
V-204 Justifiable: abortion
V-205 Justifiable: divorce
V-38 Neighbors:
Homosexuals
V-202 Justifiable:
Homosexuality
V-208
Justifiable:
For a man to
beat his wife
V-144
Confidence: the
women’s
movement
V-45 When jobs are scarce men should
have more right to a job
V-47 If a woman earns more money than
her husband, it’s almost certain to cause
problems
V-48 Having a job is the best way for a
woman to be an independent person
V-50 When a mother works for pay,
children suffer
V-52 University is more important for a
boy
V-53 Men make better business
executives than women do
V-54 Being a housewife just as fulfilling
as working for pay
V-51 Men make
better political
leaders
V-139 Women
have the same
rights as men
V-203A Justifiable: prostitution
V-204 Justifiable: abortion
V-205 Justifiable: divorce
V-206 Justifiable : sex before marriage
V-40 Neighbors:
Homosexuals
V-43 Neighbors:
Unmarried
couples living
together
V-203 Justifiable:
homosexuality
V-208
Justifiable:
For a man to
beat his wife
V-123
Confidence:
women’s orgs
18
V-50
Participation:
Women’s
groups
V-65 Voluntary
organization:
women’s
groups
V-159
Confidence: the
women’s
movement
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