Portal Iberoameri cano de Gesti ón Cul tural www.ges t i oncul t ural .org El turismo cultural en países en vías de desarrollo1 Jordi Juan Tresserras Coordinador Cursos de Postgrado en Gestión Cultural. Universidad de Barcelona. 1 Comunicación cedida por el autor al Portal Iberoamericano de Gestión Cultural para su publicación en línea en la sección Análisis Sectoriales: Estudio Compartido sobre “Turismo y Cultura”, junio 2003. Ponencia presentada en el I CONGRESO INTERNACIONAL DEL TURISMO CULTURAL Salamanca, 5 y 6 de noviembre 2002 Muchos países en vías de desarrollo son a su vez países receptores de un volumen considerable de turistas. El turismo cultural como segmento mercado suele estar poco desarrollado aunque en algunos casos las visitas a determinados recursos patrimoniales sean masivas y provoquen problemas de conservación. A raíz de la Cumbre del Desarrollo Sostenible de Johannesburg se han presentado nuevas propuestas dirigidas a mejorar la planificación y el desarrollo turístico 2 . El turismo cultural en su realidad diversa y heterogénea incorpora tanto la visita a museos, yacimientos arqueológicos, edificios civiles, militares, industriales o religiosos, centros históricos, jardines, como a las manifestaciones de la cultura tradicional y popular, la gastronomía, las ferias de arte, la artesanía, los discos, los libros, los festivales de cine, teatro, danza o ópera, así como la programación estable de exposiciones y representaciones escénicas, y la realización de estancias para el aprendizaje de idiomas. En el proceso de conceptualización de nuestro producto de turismo cultural el visitante es el factor principal, el que nos determina la mayor parte las variables del mismo y que por tanto tenemos que ser conscientes que hemos de conocerlo a fondo en la medida que nos sea posible y siempre que tomemos una determinación estratégica: no olvidar que el primer objetivo de todo negocio es la satisfacción del cliente. Los prestadores de servicios turísticos tienen que plantearse como satisfacer la demanda del turista que busca ilusión, sentimientos, sensaciones, y, en definitiva, para ello es básico y necesario conocer al turista que nos visita. Es muy importante para poder establecer un producto de calidad conocer las características de nuestro público ya que podemos distinguir varios segmentos dentro de la demanda de turismo cultural. El turista cultural apuesta por la calidad del producto y exige un nivel más alto de 2 La OMT y la UNCTAD presentaron en la Cumbre del Desarrollo Sostenible de Johanesburgo un nuevo programa, el ST-E P (www.st-ep.com), centrado en el desarrollo turístico como medio para aliviar la pobreza. La iniciativa que estará en funcionamiento el 2003 pretende crear una fundación internacional, una base de datos de modelos exitosos y una plataforma de acción que incentive y favorezca las buenas prácticas entre empresarios, usuarios y la comunidad. Muchos países ven en el turismo una esperanza de futuro. www.gestioncultural.org portalgc@gestioncultural.org 2 infraestructuras y servicios; busca una oferta personalizada; no está tan sujeto a la estacionalidad; manifiesta interés por el contacto con las gentes y sus tradiciones; gasta más dinero que el turista tradicional; tiene mayor tendencia a alojarse dentro de la comunidad que visita que en resorts turísticos especializados; pasa más tiempo en el área objeto de su visita; es más educado con el medio y la cultura local; y posee nivel cultural medio -alto. No debemos olvidarnos que es necesario realizar una labor de sensibilizar al visitante para recordarle que está visitando otro lugar donde muchas veces la gente que recibe busca compartir experiencias no sólo ser considerada un mero souvenir fotográfico para recordar con los amigos tomando un café en la casa. Es necesario que valore y sea consciente de los impactos que su visita puede causar para tomar las medidas oportunas. En el caso de países en vías de desarrollo con recursos culturales, tanto frecuentados como nuevos destinos emergentes, es necesario reformular las políticas culturales y buscar sinergias entre éstas y las políticas turísticas. La clave está en encontrar la fórmula del equilibrio entre conservación y uso de los recursos. Este es el fundamento del desarrollo sostenible que pretende satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para cubrir sus propias necesidades. A pesar de ser asumido formalmente por la comunidad internacional en la Cumbre Mundial de Naciones Unidas de Río de Janeiro de 1992, no nos encontramos ante la presencia de una tendencia de nuestras sociedades, sino ante un reto que tenemos por delante dada la insostenibilidad de nuestro modelo de crecimiento y la necesidad de entrar en una senda de desarrollo sostenible. Es necesario potenciar modelos de desarrollo sostenible que incorporen tanto la sostenibilidad medioambiental, como la social, la cultural y, la económica. El turismo es un consumidor intensivo de territorio y por lo tanto debe planificarse su desarrollo con una visión urbanista que precise qué objetivos económicos se quieren cumplir, qué espacios hay que proteger y qué identidad se quiere poseer. El patrimonio cultural y natural está integrado en el territorio y www.gestioncultural.org portalgc@gestioncultural.org 3 por tanto cualquier iniciativa de desarrollo debe contemplar una utilización racional de los recursos dentro de un modelo de desarrollo sostenible. El mercado turístico necesita los recursos patrimoniales para el desarrollo de nuevos productos. Es necesario combinar los objetivos de la política turística y la política cultural para compatibilizar la conservación y el desarrollo turístico. Los beneficios generados por las propias estrategias de dinamización de los elementos o conjuntos patrimoniales deben reinvertirse en la propia mejora del patrimonio. Es necesario establecer una tasa de retorno en la comercialización del patrimonio, es decir detraer de las rentas turísticas recursos que se destinen a la conservación y mejora del patrimonio, así como ofrecer incentivos para la realización de inversiones orientadas hacia su mejora. En este sentido cabe destacar iniciativas como el fondo de la Travellers Conservation Foundation, organismo impulsado en 1998 por miembros de la United States Tour Operators Association, creado con la finalidad de liderar las iniciativas del sector turístico para la protección del patrimonio cultural y natural mundial. Otras iniciativas, como el caso del proyecto de restauración y adecuación del complejo del Taj Mahal en Agra a cargo del grupo Tata, son más bien una inversión y una importante estrategia de marketing3 . El acceso de los turistas a los recursos patrimoniales se tiene que basar en la adecuada gestión del flujo de visitantes, los horarios y las condiciones de accesibilidad. La sobrecarga turística tiene una incidencia importante en centros históricos, museos estrella, monumentos destacados o en lugares de celebración de eventos destacados (festivales, exposiciones,…) por lo que se vuelve necesario recurrir a la investigación sobre las capacidades de carga y, en especial, sobre la gestión de la sobrecarga de los productos patrimoniales. 3 El Taj Group Hotels, perteneciente al grupo Tata, ha firmado un acuerdo con el Archaeological Survey of India para la restauración y adecuación del complejo del Taj Mahal en Agra, a través del National Cultural Fund (NCF). La inversión prevista es de unos 576,9 millones de euros, e incluye la construcción de infraestructuras para la acogida de los visitantes. Este grupo hotelero dispone de hoteles patrimoniales en varias localidades de la India: los palacios de Rambagh y Jai Mahal en Jaipur, del Lago en Udaipur, de Falak Numa en Hyderabad y Sawai Madhopur en Madhopur. www.gestioncultural.org portalgc@gestioncultural.org 4 Es necesaria una buena coordinación entre las autoridades culturales y turísticas y los dueños administrativos, eclesiásticos, civiles y nobiliarios del patrimonio. La finalidad es mejorar la propia accesibilidad, entre otros criterios adaptando los horarios y estableciendo sistemas de señalización y comunicación turísticas de monumentos y rutas. Cabe señalar que los poderes públicos tienen que asumir un protagonismo ineludible en el ámbito de la planificación territorial y el control de los posibles impactos negativos o problemas medioambientales que pudieran surgir. La convergencia entre las políticas culturales y turísticas es esencial, ya que se torna necesario establecer un nexo que refuerce sus complementariedades y construya sinergias comunes a la vez que evite incoherencias ya que pertenecen a campos de valores diferentes y tienen objetivos distintos. En el proceso de planificación turística basado en el desarrollo local y regional a través de productos consolidados y nuevos productos (clusterización) es importante consolidar grupos de competitividad territorial, como pueden ser los consorcios turísticos4 o los grupos de competitividad por línea de negocio 5 (entre las que enmarcaríamos el turismo cultural). Otro claro ejemplo de cooperación es el desarrollo de iniciativas de benchmarking o la creación de redes que permitan crear y consolidar sinergias entre destinos y espacios. En este sentido destacaríamos redes territoriales (como la creada por la Comunidad Andina para favorecer el desarrollo turístico de la región) o redes temáticas (como Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Ruta del Esclavo, Misiones Jesuíticas, Ruta del Gran Camino Inca,…). La mayor 4 Los consorcios turísticos son entidades locales que gestionan las actividades relacionadas con la promoción y el desarrollo turístico de un territorio determinado. Los consorcios aparecen cuando el conjunto de instituciones públicas y privadas de un territorio tienen necesidad de consolidar un instrumento común de administración y de gestión. En algunos casos, y en concreto en territorios con un tejido asociativo empresarial debilitado ha surgido como iniciativa del sector público del propio territorio. 5 Del mismo modo que el territorio tiene que ser competitivo la actividad económica que se desarrolla también tiene que ser competitiva. Así, de forma similar se organizan una serie de grupos de competitividad a partir de líneas de negocio o de sectores temáticos (cultura, congresos, rural, termal,…). www.gestioncultural.org portalgc@gestioncultural.org 5 parte de estas iniciativas están centradas en la promoción y comercialización conjunta, orientada a diversificar la oferta mediante la creación de productos que distribuyan mejor los flujos turísticos entre los distintos recursos y a lo largo del año, obteniendo así una mejor rentabilización de las infraestructuras existentes. Es necesario orientar la promoción hacia la educación cultural de la demanda. Una adecuada gestión en este sentido puede conseguir satisfacer al turista e incentivarlo a que repita su visita en el mismo destino o a que pruebe otro destino dentro de la propia red (fidelización). Otro factor a considerar es que la población local sea el verdadero motor y la beneficiaria del desarrollo. Es fundamental que los habitantes de las zonas turísticas tengan una participación activa en el proceso de investigación y planificación y, especialmente, en la ejecución de los mismos. Es necesario ayudar a los pequeños empresarios de países en vías de desarrollo a promover sus productos en los mercados internacionales, para que puedan mejorar, conocer mejor el mercado, saber cuáles son los canales de comercialización y de promoción y de obtener mejores resultados. Desde la cooperación internacional se está trabajando para el desarrollo de iniciativas de turismo cultural a través de iniciativas de diferentes organizaciones como son la UNESCO, la Unión Europea y las Agencias de Cooperación (entre los que se encontraría la Agencia Española de Cooperación Internacional con proyectos en Bolivia –Misiones Jesuíticas- y Perú –Valle del Colca), o el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Las ONG’s también se han unido en los últimos años a la elaboración de estrategias donde el turismo sea uno de los elementos del desarrollo local. Se ha pasado en pocos años de una concepción asistencial y paternalista a un enfoque de asociación en el que el interés del beneficio mutuo, corresponsabilidad y fortalecimiento de los sectores y operadores privados, han sido las características más relevantes. A modo de conclusión, se remarca que el turismo cultural se consolida como un producto con mercado propio, además de ser un atractivo básico para el desarrollo del turismo urbano y un complemento esencial de la oferta de la mayor parte de destinos turísticos. Para ello es necesaria una buena www.gestioncultural.org portalgc@gestioncultural.org 6 coordinación entre el sector público y el privado, y entre el ámbito cultural y el turístico, para conseguir que el turismo pueda abrir horizontes a la cultura en vez de ponerla en peligro. Por su parte, las organizaciones culturales pueden encontrar en la cultura no sólo una fuente de recursos sino también un nuevo espacio de difusión y enriquecimiento de la experiencia cultural. BIBLIOGRAFÍA Antón Clavé S. (1996). “Turismo y gestión municipal del patrimonio cultural y monumental”. Ponencia presentada en el III Congreso de la AECIT. Gijón. Ballart, J. Barcelona: Ariel. & Juan-Tresserras J. (2001).- Gestión del patrimonio histórico. Boniface, P. and Fowler, P.J. (1993) Heritage and Tourism in 'the Global Village' (Heritage: Care-Preservation-Management) N.Y., Routledge. Campbell, L. M. (1999). "Ecotourism in rural developing communities." Annals of Tourism Research, 26(3): 534-553. Comisión de las Comunidades Europeas (1993).- Le tourisme culturel en Europe. DGXXIII. Bruselas. Donaire, J.A. (1998). “La geografia del turismo después del fordismo. Turistas en las fábricas, turistas en los centros comerciales”, en Sociedade e território. 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