Comisión Específica de Innovación y Calidad Educativa del Consejo Escolar de Castilla y León SUGERENCIAS/PROPUESTAS PARA LA MEJORA DE LA CONVIVENCIA EN LOS CENTROS COMO FACTOR DE CALIDAD Los promotores de las XII Jornadas de Consejos Escolares del Estado y de Comunidades Autónomas solicitan diversas aportaciones en torno a lo que será el tema central de dichas Jornadas: La convivencia en los centros escolares como factor de calidad. En respuesta a tal demanda, la Comisión Específica de Innovación y Calidad del Consejo Escolar de Castilla y León, formula algunas sugerencias o propuestas que se exponen más abajo. Tal y como se formula la petición, entendemos que se trata de aportar ideas para mejorar las situaciones de convivencia escolar en la medida que tales mejoras puedan considerarse factores de calidad. Esto incluye un amplio abanico: desde situaciones más preocupantes que pueden considerarse estrictamente conflictivas, hasta manifestaciones de menor gravedad en la conducta de los alumnos, pero, posiblemente, más cotidianas y frecuentes. Estas últimas provocan una conflictividad de menor intensidad pero su presencia es muy denunciada por el profesorado como hechos que impiden "el normal desarrollo de la clase", que provocan el desánimo profesional, etc., y que acaban afectando a la relación pedagógica, al diálogo entre profesores y alumnos, al necesario clima de trabajo escolar. Es decir, son deterioros en las relaciones de convivencia que pueden considerarse relacionados con la calidad de la enseñanza. Sin matizar la idoneidad respecto a unas u otras situaciones, formulamos las siguientes propuestas acompañadas de unas breves justificaciones 1. 1. Corresponsabilidad del profesorado en una tarea educativa efectivamente intencionadamente dirigida hacia la mejora de la convivencia y la tolerancia. Con esta recomendación, aparentemente innecesaria, nos queremos referir a los esfuerzos por superar dos debilidades que se presentan con excesiva frecuencia en los colectivos docentes de los centros: la actuación individual (que se percibe aislada, sin respaldo,...) y la dedicación muy exclusiva a la dimensión instructiva de las propias disciplinas. Posiblemente aquí opera un perverso círculo vicioso: a mayor conflictividad; mayor repliegue del profesor en la estricta enseñanza académica y desentendimiento de las relaciones de convivencia que se manifiestan como problemáticas y... con el abundamiento de estas actitudes en el conjunto del profesorado, mayor conflictividad entre los alumnos. Los alumnos captan perfectamente las actitudes de inhibición en el profesorado y actúan en consecuencia. El resultado es más negativo, desde luego, ante la imagen de un equipo docente disgregado e inhibido de funciones educativas relacionadas con la convivencia. 2. Facilitar en los centros de enseñanza un ambiente propicio para la convivencia y el respeto a los demás, y ello mediante la inculcación de modelos y modos de comunicación abiertos, así como propiciar la existencia de espacios acordes a la magnitud del centro y su oferta educativa. Programas y medios para la ocupación de ocio y tiempos libres. Es bien sabido que las formas de relación interpersonal y de relación social habituales en un determinado contexto ejercen una influencia importante en los individuos. Y también que a la creación de climas favorables para la convivencia contribuyen los mismos espacios arquitectónicos, la densidad de población escolar por metro cuadrado, la existencia de bibliotecas escolares con una especial atención para su mejor uso, etc. Con esto se quiere decir que el problema de la convivencia depende en buena parte de esfuerzos profesionales de los docentes, de la competencia y habilidad de los padres, pero también depende de recursos materiales, de los espacios necesarios. La 1 En la mayor parte de los casos las propuestas, formuladas en cursiva de forma muy escueta, no tienen pleno sentido si no se leen a la luz de las justificaciones consiguientes. masificación de cualquier centro educativo es un serio obstáculo para la convivencia. También es cierto que los centros de tamaño pequeño/medio tienen menos problemas para la mejora de la convivencia que los macro-centros. Tales circunstancias no pueden ser ignoradas por las administraciones educativas. 3. Mayor implicación de los padres en los asuntos de convivencia No es fácil imaginar una acción educativa que aborde la conflictividad en los centros o la imprescindible mejora de la convivencia sin el concurso de los padres, sin la complicidad entre éstos y el profesorado, sin el respaldo mutuo. Tal colaboración no siempre es fácil y para su consecución es preciso una participación mayor de los padres y madres en los órganos colegiados donde están presentes, en las Comisiones de Convivencia del Consejo Escolar, y, en otros foros que no necesariamente han de limitarse a los normativamente establecidos. El impulso de espacios de deliberación horizontales como juntas de profesores/padres. Las "llamadas escuelas de padres", la mayor participación del conjunto del las AMPA en la redacción de los reglamentos de centros (y no sólo participación de los representantes en los Consejos Escolares), etc., son elementos positivos en la línea que se propugna con esta sugerencia. 4. Convertir los reglamentos de centro y otras normativas en textos para el debate, la reflexión con los alumnos y la intervención educativa. Con esta medida se pretende "vitalizar" las normas de convivencia que, con cierta frecuencia, no pasan de ser papeles archivados, desconocidos por los alumnos y tienen dudosa eficacia. La medida requiere unos lugares donde sean tratados los problemas que reconocen los alumnos como propios en relación a las normas de convivencia, por ejemplo en aulas de debate y discusión. En otras palabras, se trataría de vincular la vida del centro a los valores de convivencia, tolerancia, etc, que están establecidos o se establecen como contenidos curriculares. Otra forma de expresar esta idea sería: rescatar del conocimiento abstracto los contenidos en valores que corresponda para tratarlos desde la misma experiencia escolar y, por otra parte, "desburocratizar" las normas para hacerlas objeto de comprensión mediante el diálogo. 5. Abrir el centro al desarrollo de actividades en colaboración con organizaciones e iniciativas sociales del entorno Posibilitar que los propios alumnos y alumnas impulsen actividades en organizaciones mixtas con entidades juveniles, del barrio, ONGs, ...Serán elementos de mejora de la convivencia la socialización con otros jóvenes, el introducir en el centro proyectos para actuaciones solidarias, las actividades artísticas con proyección al exterior; llevar "invitados" al centro para participar en charlas u otras actividades que hayan surgido de la iniciativa de los alumnos en común acuerdo con tutores o Jefe de Estudios. En definitiva, romper el aislamiento que tienen los escolares en sus círculos de amistad, que en ocasiones son excesivamente reducidos. En tal sentido ha de entenderse un deseable incremento de la relación de la escuela y su entorno, para que la escuela no quede aislada de las realidades cívicas en que se inscribe. 6. Una atención especial por las conductas de los alumnos respecto a la limpieza, el cuidado con los muebles y material escolar. Respeto al trabajo del PAS laboral. Erróneamente suele dársele escasa importancia a comportamientos poco cívicos que se consideran como faltas "menores" (tirar papeles al suelo, pintar en las mesas,...). Además de otras significaciones, tajes comportamientos representan una falta de respeto al trabajo del personal de limpieza u otras categorías del Personal Laboral. La falta de consideración por estos miembros de la comunidad educativa es una actitud bastante generalizada en el alumnado, mostrándose con ello una de las caras más desagradables de los comportamientos a erradicar y que aquí venimos comentando. 7. La sesión de tutoría en la Enseñanza Secundaria ha de mantenerse con los alumnos que en cada momento crea conveniente el criterio del profesor/a tutor/a. Actualmente las sesiones de tutoría se llevan a cabo, prescriptivamente, con todos los alumnos del grupo-clase al mismo tiempo. Tal ordenamiento de la función tutorial hace de todo punto imposible una comunicación con un mínimo de profundidad entre el tutor y el alumno. La "hora de tutoría", que, entre otras muchas funciones, podría servir para prevenir y/o solucionar conflictos, se convierte, a veces, en fuente de conflictos ya que, frecuentemente se realiza en momentos de cansancio acumulado y se convierte en un tiempo en el que el principal trabajo del profesor es mantener el orden en la clase. Así pues, la función tutorial unas veces requiere de la presencia de todo el grupo, otras veces de un pequeño grupo de alumnos, otras de uno o dos alumnos determinados,... Es el profesor tutor el único que puede ver la necesidad. 8. Realizar campañas de sensibilización social sobre el valor de educar y para el reconocimiento de la función que realizan los profesionales de la educación. Una creciente desvalorización de la profesión docente y de la misma función de las instituciones escolares, cuyas causas y medios de propagación son, sin duda, complejas, inciden en las actitudes de rechazo del alumnado hacia la cultura escolar. La sensibilización que aquí se propone no responde a aspiraciones corporativas de los docentes sino a la necesaria consecución de una mayor consideración social del sistema escolar (que incluye, naturalmente, a sus agentes, ...). Dichas campañas deben transcender el nivel institucional y ser promovidas, también, por organizaciones cercanas a la familia y por los medios de comunicación.