Problemas generales detectados entorno a la investigación en Ciencias Humanas William González Vicedecano de Investigaciones Facultad de Humanidades Universidad del Valle 1.Es necesario reconocer que hay una especificidad de la investigación en Ciencias Humanas. Y por lo tanto se requieren convocatorias, tanto internas como las de Colciencias, más adecuadas a este hecho. 2.Dado el carácter globalizador y tecnocientífico que afecta a nuestra época, la investigación en Ciencias Humanas parece chocar con la pretensión establecida en las políticas regidas por el pronunciamiento de las últimas leyes, desde la 1286 hasta la reforma a la ley 30, en donde la investigación y el conocimiento en general son productos de mercado o servicios que se le presta al público en general y no derechos. Esta situación se ve reflejada en el artículo 34 de la Ley 1286 que dejó sin financiación a la Ciencias Humanas. 3.Los gastos permitidos por ley de estampilla deben ser revisados, ya que no incluyen cientos rubros que para las Ciencias Humanas sería importante financiar: traducción de documentos, un aumento al porcentaje de “salidas de campo”, preparación de eventos de discusión y difusión (foros, coloquios, paneles), pago de membresías en redes de investigación. 4.Los tiempos asignados a las convocatorias de investigación deben ser regidos por la Resolución 022. 5.Debe haber un apoyo decidido por parte de la Vicerrectoría de Investigaciones a la “visibilidad” de los investigadores y de las “Revistas”. Esto requiere definir de forma concreta una estrategia y unos fondos específicos que permitan financiar la subida de revistas a sistemas de visualización internacional. Igualmente requiere una actividad más comprometida de la ORI, con propuestas para permitir una mayor movilidad de nuestros Investigadores y la participación en eventos. Apoyar el desarrollo del “bilingüismo” de nuestros investigadores. 6.Disponer de mayores recursos para contar con “Asistentes de Investigación”. 7.Promover la movilidad de investigadores y doctorandos. 8.Fortalecer la editorial Universitaria, en lugar de enviar a los investigadores-profesores a buscar casas de edición por fuera. Una Universidad como la nuestra no puede sentirse orgullosa al considerar que sus mismas prensas editoriales son de baja calidad. ÁREA ESTRATEGICA: el ser humano, su entorno y sus interacciones William González Vicedecano de Investigaciones Facultad de Humanidades Universidad del Valle Propongo la creación de un Área Estratégica en marcada en un proyecto general de la Facultad de Humanidades. Propongo varios criterios para alcanzar esta meta: 1.No podemos pensar en “Areas estratégicas” que sean creadas sólo pensando en el modelo productivo y en colocar la investigación al servicio del comercio y de la industria. (Ley 1286 Art. No7. Punto No. 16) En el documento del DNP, las ciencias humanas tampoco existen, dentro de lo que se ha denominado “locomotoras para el desarrollo”. Todo está orientado a justificar la introducción de la “Innovación” como la gran locomotora mayor. Por eso se habla del “Sistema Nacional de Competitividad” (Si Compito) (Art. No. 7. Punto No. 7) Considero que lo que comienza a observarse en la realidad, me refiero al hecho que la redistribución de las regalías del petróleo no favorecerán a Colciencias, ya estaba en la ley 1286. Cito el Art. No. 7. Punto No. 18: “Concertar con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación, DNP, en coordinación con las demás entidades nacionales la política de ciencia, tecnología e innovación; los recursos y la destinación de los mismos en el trámite de programación presupuestal tomando como base el Plan Nacional de Desarrollo y la política de ciencia, tecnología e innovación adoptada por el CONPES.” Por eso me parece esencial para el establecimiento de Áreas Estratégicas, centrarnos en este documento del DNP. (Ver anexo) 2.Nuestra(s) “Área(s) Estratégica(s)”, considero deben regirse en su propósito por un documento esencial, pero olvidado, que Colombia no quiso suscribir: “La conferencia Mundial de la Educación de 2009”, y esto por un motivo muy simple: este es un documento que muestra la perversión general a la que está siendo sometida la investigación por parte de la globalización y el mercado y sus nefastas consecuencias en países del tercer mundo, que deben competir con sus homólogos, en condiciones terriblemente desiguales. 3.Tomando como referencia el documento antes nombrado (“La conferencia Mundial de la Educación de 2009”), doy un breve delineamiento del “espíritu” que debería tener el “Área Estratégica”: Ante la complejidad de los diferentes desafíos presentes y futuros, el Área Estratégica de investigación “El ser humano, su entorno y sus interacciones” tiene la responsabilidad social de hacer avanzar nuestra comprensión de problemas polifacéticos en las dimensiones culturales, psíquicas, sociales, económicas, científicas y también nuestra capacidad de hacerles frente. Debemos centrarnos para el desarrollo del Área Estratégica más en los aspectos transdisciplinarios promoviendo el pensamiento crítico y la ciudadanía activa, contribuyendo así al desarrollo sostenible, la paz y el bienestar, así como a hacer realidad los derechos humanos, entre ellos la igualdad entre los sexos. Esto implica un Área Estratégica que promueva las competencias sólidas para el mundo de hoy y de mañana, contribuyendo con la formación de ciudadanos dotados de principios éticos, comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia. Es necesario pues, desarrollar una democracia cognitiva que nos permita reconocer “que un saber que no es compartido, humilla a los que no tienen acceso a él”. De allí que todas las disciplinas practicadas en nuestra Facultad de Humanidades, la Literatura, la Historia, la Geografía, la Filosofía, el Trabajo social, las Ciencias del lenguaje, no sólo deben establecer puentes de interrelación con otras, si no que deben abordar, tanto problemas intelectuales planteados en las especializaciones normales que adquiere cada disciplina, como también los problemas sociales, culturales y todo lo que su entorno genere. Esto nos obliga a reconocer la necesidad de establecer un balance entre investigación básica e investigación aplicada que para nosotros es fundamental. Dado que sabemos de antemano que aún subsisten considerables disparidades en nuestras sociedades, que constituyen una importante fuente de desigualdad, nuestra investigación debe fomentar el acceso, la participación y el éxito, por ejemplo, de las mujeres y de todos aquellos con el menor número de oportunidades en todos los niveles de la enseñanza. Por eso es inevitable que nuestra investigación no esté separada ni del “ser humano”, ni de su “entorno” ni de las “interrelaciones” que organiza. Criterios de calidad deben reflejar los objetivos globales de la investigación, pero “calidad” en Ciencias Humanas quiere decir ante todo, cumplir con la meta de cultivar a través de ella el pensamiento crítico e independiente, la problematización continua y la capacidad de aprender a lo largo de toda la vida, esta es una característica que las ciencias humanas no pueden abandonar. Dichos criterios deberían estimular la innovación y la diversidad en los diferentes campos en que trabajamos. La investigación debe atender las necesidades que están en rápida mutación en nuestra sociedades, los seres humanos y sus entornos, y sobre todo debe ayudar a cerrar la brecha de las múltiples desigualdades que se presentan cotidianamente. Por eso insisto en que el Área(s) Estratégica(s) de Investigación no puede ser escogida tomando como centro de referencia solamente la producción, lo económico o lo rentable, puesto que en ciencias humanas la investigación coincide con la poblematización del humano en su entorno y en su manera de establecer sus interrelaciones. Como se afirma en la Conferencia de la Educación Superior de París en el 2009: “La sociedad del conocimiento exige una diferenciación cada vez mayor de funciones dentro de los sistemas y establecimientos de educación superior, con polos y redes excelencia investigadora, innovaciones en materia de enseñanza y aprendizaje, y nuevas estrategias al servicio de la comunidad.” (p. 3) Esto implica el desarrollo de una investigación que propenda por el respeto a la diversidad cultural y a la soberanía nacional, el diálogo interfronterizo y el intercambio del conocimiento investigativo entre países y comunidades científicas aparentemente alejadas. Esto exige una reorganización del saber más flexible que permita poner la investigación al servicio del ser humano y la sociedad y no lo inverso. 4.Cuidadosos de no dejar por fuera ninguna disciplina practicada en la Facultad de Humanidades, pienso que debemos proponer como subáreas estratégicas el espíritu de cada unidad académica. Esto se puede extraer de los documentos de maestría en lo que a investigación se refiere. 5.Considero que en el esfuerzo de pensar esta Área Estratégica, los Grupos de Investigación con su objetivo general deben ser concebidos en el documento como Líneas de investigación.