EL BOSQUE MEDITERRÁNEO 1) Identidad climática El clima mediterráneo, asociado a los bosques esclerófilos, se caracteriza por presentar veranos calurosos y muy secos e inviernos variablemente –según zonas– fríos aunque también secos. Las precipitaciones anuales, en torno a los 600 mm, se concentran principalmente en primavera y otoño. La sequía estival, normal para nosotros, no es frecuente en otros tipos de clima; por ejemplo, en zonas tropicales la estación de las lluvias coincide precisamente con el verano. La gama climática, no obstante, es amplísima en las regiones mediterráneas encontrando que, en zonas costeras, prevalece una temperatura suave durante prácticamente todo el año, mientras que en zonas continentales del interior las oscilaciones térmicas pueden llegar a ser de 55 ºC, o en zonas montañosas darse unos índices de pluviosidad considerables. [¿POR QUÉ?] 2) Distribución geográfica Se sitúa entre zonas templadas y zonas desérticas subtropicales ocupando las siguientes áreas: Ribera del Mediterráneo, parte de las costas de California y de Chile, entorno del cabo de Buenaesperanza y sur de Australia. Según la altura a que nos situemos encontraremos los diferentes pisos bioclimáticos: PISO Termomediterráneo Mesomediterráneo Supramediterráneo Oromediterráneo Crioromediterráneo ALTITUD (m sobre el nivel del mar) 0-400 400-700 700-1100 1100-1200 2000-2200 TEMPERATURA (ºC) MEDIA 16-20 12-16 8-12 4-8 0-4 PRECIPITACIÓN ANUAL (mm) Menos de 350 350-600 600-1000 1000-1500 Más de 1500 3) Adaptaciones de la vegetación Los rigores climáticos (sequía estival y frío seco invernal) obligan a los vegetales a una especialización morfológica. Así es característica de estas zonas la formación de bosques perennifolios esclerófilos (de hoja dura). Las plantas esclerófilas (árboles y arbustos) desarrollan un eficiente sistema radical para la absorción de agua tanto en extensión como en profundidad. Además se reduce la transpiración al estar los estomas* organizados en el interior de cámaras estomáticas semicerradas con abundantes pelillos, que se encuentran excavadas en el blanquecino envés de las hojas: así se crean unos mini-espacios que mantienen una elevada humedad relativa, lo que frena la salida de vapor de agua a través de dichos estomas que obligatoriamente deben permanecer abiertos durante el día. [¿POR QUÉ?] Además, también impiden la evaporación una epidermis parcialmente lignificada*, reforzada por los tejidos esclerenquimatosos*, aparte de una gruesa cutícula*. Todas estas capas protectoras dificultan en cierta medida la entrada de la luz a las hojas pero este obstáculo queda salvado al conservarse la actividad fotosintética todo el año (son plantas perennifolias); a la vez que se evita el gasto energético que produciría la renovación primaveral de toda la masa foliar*. Además de esto, la lignificación de las hojas protege a la planta de las heladas invernales. La presencia de estructuras espinosas (bordes de las hojas, ramas…) protegen a estas plantas de los depredadores que podrían privarla de una buena parte de su masa foliar, lo que pondría en peligro su eficacia fotosintética. En otras plantas no esclerófilas que ocupan el sotobosque* (por ejemplo la jara pringosa o Cistus ladanifer) aparecen sustancias volátiles* que, al evaporarse, refrescan la superficie de las hojas. [¿SE PUEDE EXPERIMENTAR ESTE EFECTO REFRESCANTE DE LA EVAPORACIÓN?] 4) Estructura del bosque mediterráneo Cuando las condiciones climáticas no son en exceso desfavorables, el bosque mediterráneo tiende a alcanzar una estructura como la que sigue: a) Estrato arbóreo. Bajo las copas de los árboles se reduce el viento, hay más humedad, la temperatura es más constante, el suelo está a salvo de la erosión y hay un aporte continuo al suelo de materia orgánica principalmente en forma de hojarasca. Las principales especies son: ENCINA o bien ALCORNOQUE acompañados por otras especies como QUEJIGOS, ENEBROS, SABINAS, PINOS PIÑONEROS…;o también, por sustitución del bosque original por la acción humana (talas y repoblaciones), diferentes especies de PINO. b) Estrato lianoide. Formado por plantas epifitas*: MADRESELVA, CLEMÁTIDE, ZARZAPARRILLA, HIEDRA… c) Estrato arbustivo. Formado por arbustos que crecen a la sombra del estrato arbóreo: MADROÑO, LENTISCO, CORNICABRA, RUSCO, MAJUELO, COSCOJA… d) Estrato herbáceo. ORQUÍDEAS, GRAMÍNEAS, HELECHOS, JARAS… Si nos ceñimos a las márgenes de los ríos, aparecen especies caducifolias planifolias* que forman los llamados bosques de ribera; en ellos encontramos distintas especies de árboles que, según sus requerimientos de agua, crecen más cerca o más retirados de la propia corriente fluvial; así los SAUCES y MIMBRERAS, que necesitan un mayor y continuo aporte de agua para su desarrollo, crecen cerca de la orilla, en tanto que los OLMOS, menos exigentes, crecen más retirados. ALISOS, CHOPOS y FRESNOS se sitúan a distancias intermedias. 5) Fauna del bosque mediterráneo De forma exclusiva en bosques y matorrales mediterráneos encontramos: ÁGUILA IMPERIAL, BUITRE NEGRO, LINCE y MELONCILLO, además de numerosos reptiles e invertebrados. No exclusivamente pero encontrando aquí sus hábitat óptimos tenemos: LAGARTO OCELADO, GINETA, CONEJO, ÁGUILA CALZADA, CURRUCAS, CIERVOS…