La posición de Antofagasta: “Si la preocupación principal es el medio ambiente, retirar la escombrera no es la mejor solución” “La remoción de las rocas no es la mejor alternativa desde el punto de vista del cuidado del medio ambiente y tampoco corresponde a las mejores prácticas de la minería moderna”, sostiene Francisco Veloso, Presidente del Directorio de Minera Los Pelambres. En este sentido, reiteró que para garantizar que no habrá daño ambiental con el transcurso de los años es necesario realizar un Cierre Ambiental integral y definitivo de la escombrera Cerro Amarillo, lo cual no ha sido aceptado hasta ahora por Glencore. San Juan, 30 de julio. Minera Los Pelambres propondrá el Cierre Ambiental definitivo e integral de Cerro Amarillo, un depósito de rocas cuya construcción fue aprobada por las autoridades chilenas en 2004. Sin embargo, luego de una señalización del límite realizada en 2012 en esa zona de la cordillera, solicitada por la provincia de San Juan, se constató que parte de esta escombrera está ubicada en territorio perteneciente a la empresa suiza Glencore, del lado argentino. A raíz de lo anterior, la transnacional suiza Glencore, dueña de los terrenos en el lado argentino, presentó distintas acciones judiciales en San Juan contra Los Pelambres, pidiendo compensaciones y el retiro de las rocas, entre otras acciones. “La remoción de las rocas no es la mejor alternativa desde el punto de vista del cuidado del medio ambiente y tampoco corresponde a las mejores prácticas de la minería moderna”, expresó Francisco Veloso, Presidente del Directorio de Minera Los Pelambres. En este sentido, es importante constatar que estas escombreras son comunes en las operaciones mineras y en otros tipos de construcciones, como los túneles, en todas partes del mundo. “Si la motivación real es evitar riesgos para el medio ambiente, lo que debemos hacer es un Cierre Ambiental integral y definitivo”, dice Veloso. Retirar la escombrera Cerro Amarillo causaría mayores impactos ambientales, porque implica la operación, durante varios años, de camiones, palas y otros equipos mineros, generando emisiones de polvo, gases de efecto invernadero y otros daños a la flora y fauna que vive en el lugar. Minera Los Pelambres está dispuesta a aplicar, apenas cuente con los permisos, un Plan de Cierre Ambiental acordado con las autoridades de San Juan. Hasta el momento, como prueban estudios realizados por organismos técnicos independientes, Cerro Amarillo no ha provocado daños ambientales a la zona. En este sentido, más allá de la oposición de Glencore, Minera Los Pelambres insistirá en solicitar los permisos necesarios para realizar un cierre ambiental integral, definitivo y binacional, asegurando en forma permanente el control de cualquier potencial riesgo. Sobre el conflicto con Glencore Minera Los Pelambres comenzó a operar en 1999. Organismos técnicos y ambientales chilenos autorizaron su construcción y operación y, en este contexto, de la escombrera Cerro Amarillo, en el entendimiento que estaban actuando en Chile. Estas autorizaciones fueron otorgadas luego de estudios ambientales y sectoriales. La escombrera Cerro Amarillo no es un depósito de basura; contiene roca inerte que ha sido removida para poder acceder al mineral. Tiene un plan de Cierre Ambiental aprobado por los organismos técnicos mineros chilenos, ya que las escombreras y sus planes de cierre son parte normal de las actividades mineras. Por esta razón, desde un primer momento Minera Los Pelambres ha planteado que la solución técnica a esta situación es el Cierre Ambiental, que es lo que se hace en la industria minera moderna. Habiéndose aclarado en 2012 que Cerro Amarillo está a ambos lados de la frontera, para realizar su cierre integral se requiere la colaboración de Glencore y el entendimiento de ambos países, ya que implica el tránsito de equipos y trabajadores de uno a otro lado de la frontera. MINERA LOS PELAMBRES