ALGUNOS ASPECTOS DEL DESARROLLO DE UN NIÑOS EN SUS PRIMEROS AÑOS DE VIDA Durante los primeros años de vida del niño, los procesos neuronales estan funcionando al máximo, por lo tanto es una etapa fundamental para el desarrollo de su vida como niño normal En un niño normal antes de los 6 meses de edad postnatal, el consumo energético de la corteza frontal es minimo y no se distinguen aún trastornos profundos en el desarrollo. Hay un rápido crecimiento en la fase ilocutiva del desarrollo del niño (9 a 18 meses). Hacia el año y medio los datos neurofuncionales indican que la corteza frontal se ha puesto a funcionar decididamente, lo que obviamente se refleja en el desarrollo de una actividad más flexible, intencionada y estratégica y de niveles crecientes de autoconciencia del niño. Esa corteza, que ha sido definida como la proyección neocortical del sistema límbico, se relaciona funcionalmente con habilidades psicológicas que permiten muestrear estados internos y analizarlos. A los 18 meses constituye un momento crítico en el desarrollo: − Piaget (1969) define, en esta etapa de la vida, el comienzo de la inteligencia representativa y propiamente simbólica, y el momento en que la conciencia de las relaciones está lo bastante avanzada para permmitir una previsión razonada, es decir, una invención que actúe por simple combinación mental (op. cit.,p.250); − Kagan (1981) señala cómo los niños por esa edad, desarrollan la autoconciencia e interiorizan estándares sociales, se hacen capaces de evaluar la experiencia y tienden a inferir relaciones causales; todos los estudios del desarrollo del lenguaje observan que en ese momento aparecen las primeras estructuras combinatorias que implican alguna clase de sintaxis y formas iniciales de conversación (Diez−itza, 1992); − Leslie (1987) destaca, en fin, el desarrollo del juego de ficción y de patrones que implican formas de representación específicas de la espeicie humana y que reciben el nombre de metarrepresentaciones: formas de representación que implican dejar en suspenso las relaciones ordinarias de referencia entre las representaciones y el mundo, y que permiten simular mundos, y en último término inferir explícitamente estados mentales en las personas; estados mentales que no tienen por que corresponderse con la realidad. En un plano neurobiológico, la segunda mitad del segundo año implica también un momento de transición y de cambios importantes. El número de neuronas y sinapsis en muchas zonas del cerebro alcanza en ese momento su mayor magnitud y se mantiene en niveles altísimos durante toda la fase crítica del desarrollo que se extiende entre los 18 meses y los 5 o 6 años (Huttenlocher, 1979). Después hay un intenso proceso de limpieza selectiva en que se retienen algunas conecciones neurales y se eliminan otras (Huttenlocher, 1979; Courchesne, Townsend y Chase, 1995), lo que está determinado en gran parte por la actividad funcional (por los procesos de activación concurrente y competición inhibitoria entre neuronas y redes neurales). 1