Parques eólicos de energía en el mar, futuras minas de oro de Alemania Como los legendarios buscadores de oro que delimitaban primero sus terrenos para controlar todos los beneficios, desde hace años vienen extendiéndose concesiones cerca de las costas alemanas para la construcción de parques eólicos destinados a producir energía. "Claim" es el nombre dado a todas las parcelas en el Mar del Norte y el Mar Báltico sobre las que podrán construirse los parques eólicos "offshore". Estas parcelas, en su mayor parte reservadas por pequeñas empresas, pueden transformarse en minas de oro en un futuro no muy lejano. La energía eólica es un pilar de la política de protección del medio ambiente del gobierno federal alemán. Y los grandes grupos energéticos, que son los que poseen los medios financieros para realizar estos proyectos gigantescos, se abalanzan sobre los predios. Así puede tener lugar por fin la eclosión tan esperada de la energía "offshore". "La demanda por este tipo de proyectos es muy grande y puede ser muy lucrativa para las pequeñas empresas", explicó el director de la Agencia Alemana de Energía, Stephan Kohler. Baste citar como ejemplo al gigante (sueco) de la energía Vatenfall, que compró recientemente a la pequeña empresa energética y ecológica (GEO) una gran parcela de 70 kilómetros a lo largo de la isla de Sylt, donde pueden ser producidos 800 megavatios. El número uno alemán EON por su parte adquirió ya cuatro parcelas en el Mar del Norte y el Mar Báltico. Alemania, desde hace largo tiempo un país rezagado en el área de la energía eólica "offshore", asumió un desafío de gran envergadura: producir antes de 2020 el 20% de su energía de fuentes renovables -como han decidido los 27 países miembros de la Unión Europea. Es esta una gran oportunidad para la energía eólica en el mar, donde el viento sopla más fuerte y donde el ruido de las turbinas no molesta. Pero antes de que sean instalados los parques eólicos, es preciso explorar el terreno, una labor delegada a numerosas empresas pequeñas, como WPD, líder en el financiamiento e instalación de estos complejos. No es fácil. Los parques no pueden estar muy próximos a las costas, que con frecuencia son zonas naturales protegidas, ni demasiado lejos, donde el mar es muy profundo. Una vez hallado el lugar adecuado, se necesitan dos años de trabajo para analizar, entre otros aspectos, las trayectorias de las aves migratorias, explicó Christian Schnibbe de WPD. Pese a todas estas dificultades, las autoridades han otorgado ya los permisos para la instalación de 24.000 megavatios de generación en el mar, aunque 10.000 megavatios son suficientes para alcanzar los objetivos fijados para 2020. El proceso demorará de todas formas más tiempo de lo previsto, porque faltan los generadores eólicos. "Actualmente los fabricantes pueden crear enormes 'granjas eólicas' para venderlas en China o en Estados Unidos" en tierra firme, por sus menores costos, explicó Matthias Hochstaetter, de la Federación de Empresas de Energía Eólica. Asimismo, en Alemania son modernizados los antiguos parques eólicos en tierra, y es posible reemplazar 20 generadores antiguos por dos o tres más modernos. Alemania sigue todavía rezagado en la energía "offshore", contrariamente a Dinamarca o al Reino Unido, que gozan de condiciones naturales más propicias. Una nueva ley, que ayuda financieramente a las instalaciones eólicas "offshore" antes de 2011 deberá dar un impulso al sector. Una parcela de ensayo, explotada conjuntamente por el gobierno federal y los proveedores de energía, deberá poner en marcha el proceso.