LEY Nº 27308: LEY FORESTAL Y DE FAUNA SILVESTRE Y SUS AVANCES EN LA ACTIVIDAD CASTAÑERA En el año 2000, se promulgó la Ley 27308, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, y por D.S. Nº 014-2001-AG, del 9 de abril del siguiente año, se aprueba su reglamento. A través de la citada ley, el Estado peruano plantea los mecanismos y establece las pautas de otorgamiento de derechos de aprovechamiento, mediante contratos de concesión, para la recolección de la castaña amazónica en superficies de 10 mil hectáreas como máximo y hasta por 40 años renovables. Presentamos comentarios sobre avances logrados en los temas referidos a los títulos de la ley que tienen mayor pertinencia en relación con la actividad castañera: ordenamiento territorial, manejo y aprovechamiento de recursos forestales, reforestación, así como controles, infracciones y sanciones. Ordenamiento territorial Se refiere al ordenamiento físico de la superficie de los bosques de castaña de acuerdo a sus características. Los principales esfuerzos en este sentido han sido desplegados por proyectos de formalización desde el año 2001, financiados principalmente por la cooperación internacional y ejecutados por las siguientes organizaciones: Conservación Internacional, CESVI, ACCA, FONDEBOSQUE, WWF y la Jefatura de la Reserva Nacional Tambopata. Además, un pequeño porcentaje de casos ha sido trabajado por cuenta de los concesionarios y realizado por consultores forestales independientes en la modalidad de services. Considerando la importancia de adecuar la actividad castañera a las mencionadas normas, las ONG empiezan a liderar el proceso, siendo el primer paso el de Pronaturaleza con el ordenamiento castañero en la Reserva Nacional Tambopata entre los años 1998-2000; complementado y actualizado por ACCA en el año 2003; y finalmente, desde ese año hasta la fecha, por la Jefatura de la Reserva Nacional Tambopata con apoyo de ONG como Conservación Internacional, CESVI y ACCA. Todas estas entidades en conjunto han culminado el ordenamiento de un total de 98 áreas castañeras zonificadas en el ámbito de la mencionada área protegida. Después de cinco años de implementación de la Ley Nº 27308, con el apoyo de ACCA se ha conseguido el saneamiento físico legal de un 85% de las concesiones (Tahuamanu 98% y Tambopata 65%, aproximadamente). Asimismo, actualmente ACCA apoya la formalización en la comunidad nativa Infierno como parte del proyecto “Bosque y Vida”. En las áreas que aún no han sido formalizadas (15% aproximadamente) existen conflictos de superposición con las siguientes modalidades: Superposiciones entre áreas castañeras, por deficiencias técnicas en el uso y aplicación de metodologías que incluyen sistemas de posicionamiento global. Superposiciones de castañales con concesiones madereras, originadas principalmente por la entrega de concesiones forestales sin considerar derechos de posesión adquiridos por castañeros asentados en la misma área concesionada. Superposiciones de castañales con concesiones mineras, generalmente en el sector de Garrapatayoc sobre el río Madre de Dios y en creciente magnitud en las márgenes de los ríos Pariamanu, Pariamarca y sus quebradas afluentes. Esta situación se origina por discrepancias intersectoriales entre Energía y Minas y Agricultura. Superposiciones con predios agropecuarios, que se presentan mayormente en las zonas adyacentes a las carreteras y principales vías de penetración, originadas por una descoordinación interinstitucional entre el Proyecto Especial Titulación de Tierras y Catastro Rural (PETT) y el INRENA. Para los concesionarios se agrava el problema dado que INRENA se desentiende del conflicto de superposición, dejando la responsabilidad de la solución a los afectados o a través de la vía judicial. Ocurre lo mismo en caso de acciones ilegales (invasión de áreas, robo de producto, entre otros) dentro de la concesión. Cuadro: Organizaciones que prestaron apoyo en el ordenamiento territorial de castaña en la Reserva Nacional de Tambopata ORGANIZACIÓN TOTAL AÑOS ACCA: Proyecto “Conservando castañales”. 43 1997 Rainforest Alliance, PRONATURALEZA, RNTAMB y otras: “Elaboración de planes de manejo Briolo”. 37 2002 Acuerdo RNTAMB y ACCA. 4 2003 CI: “Proyecto de apoyo a la actividad castañera”. 3 2003 ACCA: Proyecto “Conservando castañales”. 2 RNTAMB (*). 7 Asesor particular. 2 (*) Falta realizar un ordenamiento castañero. Fuente: Reserva Nacional de Tambopata – INRENA 2004 2004, 2005 2005 Manejo y aprovechamiento de recursos forestales Se refiere a los planes de manejo de las concesiones forestales con fines no maderables. La mayoría de concesionarios formalizados, a pesar de contar con un Plan de Manejo y un Plan Operativo Anual (POA) aprobados, no perciben claramente su importancia, implicancia y utilidad. Los entienden más bien como un requisito para obtener el contrato y no como una herramienta de gestión y manejo de los recursos naturales existentes en el castañal. En el Segundo Encuentro de Castañeros de Madre de Dios, realizado en enero del 2006, se concluyó que la formulación de planes operativos es complicada, costosa y de tramitación engorrosa. Esta situación se agudiza por la inexistencia y consecuente no aplicación de normativas de Buenas Prácticas de Recolección que permitan uniformizar criterios de manejo que sean armonizados y eviten subjetividades en la elaboración y evaluación de documentos técnicos. En los últimos años ha habido esfuerzos de capacitación en manejo y calidad desarrollados por SENASA, ACCA, CANDELA PERÚ y FONCODES. Un contrato de concesión también otorga al castañero derechos de aprovechar otros recursos del bosque, siempre y cuando esté sustentado en el plan de manejo y en el plan complementario correspondientes. Los que se consideran con mayor potencialidad son uña de gato, shiringa, ungurahui y plantas medicinales. Sin embargo, en la actualidad, no existe una correcta identificación de recursos ni de mercados para ellos; tampoco hay difusión de potenciales productos aprovechables, limitando así la generación de ingresos complementarios con prácticas sostenibles para los concesionarios. No existe información validada para desarrollar los estándares de recolección sostenible de esos productos potenciales. Reforestación El Estado promueve la reforestación en tierras de capacidad de uso mayor forestal sin cubierta vegetal o con escasa cobertura arbórea, en todo el territorio nacional, mediante concesiones por períodos renovables de 40 años, de acuerdo al reglamento en vigencia. Todo aprovechamiento de recursos provenientes de acciones de reforestación está a disposición del concesionario de manera libre gratuita, previo registro de la plantación e informe al INRENA. Es necesario emprender labores de socialización de experiencias de reforestación con castaña, para así amortiguar la creciente caída de árboles productivos y ante el incremento de la colonización y ocupación de áreas para realizar agricultura migratoria. En el marco del proyecto INRENA-ITTO “Repoblamiento forestal con especies tropicales valiosas en sistemas agroforestales en la provincia de Tambopata”, ejecutado desde mayo de 1996 hasta abril de 1999, se ha obtenido la participación de 55 comunidades y aproximadamente 500 agricultores asentados a lo largo de los ejes viales Puerto Maldonado-Santa Rosa (37 comunidades) y Puerto Maldonado-Mavila (18 comunidades). El esfuerzo de reforestación se ha concentrado en especies como caoba, castaña, tornillo y cedro, habiéndose distribuido 75,511; 19,056; 65,126 y 13,607 plantones respectivamente, de un total de 703,513 plantones. Fueron establecidas 1,500 hectáreas de plantaciones forestales. A la fecha no se sabe mucho de las áreas sobrevivientes (Proyecto INRENA – ITTO PD 9/95 REV. 2 (F), 1999). Entre 1987 y 1995 el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) desarrolló entre sus líneas de investigación la agroforestería, teniendo como componente principal la castaña asociada con frutales nativos y exóticos, tales como pastos leguminosos, pacae, mango, marañón, palta, coco y pijuayo. En el año 2000 estudió sistemas agroforestales asociados de castaña-caoba y castañapasto brizanta. De 1999 al 2001 el IIAP elaboró documentos técnicos de manejo de castaña en temas como productividad, regeneración natural, poda, tratamientos, floración, polinización, fecundación, entre otros (Cuculiza, Pedro - 1999). Los siguientes años investigaron temas como presencia de agentes polinizadores en una plantación de castaña, respuesta de las plantas de castaña a dos dosis de aplicación de ácidos húmicos y fúlvicos, informe técnico sobre instalación de plantas portainjerto de castaña en jardín clonal y una primera aproximación en microzonificación en áreas con aptitud para plantaciones de castaña (Corvera, Ronald – 2001). Las áreas aptas, medianamente aptas y no aptas para el desarrollo de Bertholletia excelsa en Madre de Dios se muestran en el siguiente mapa, que se desarrolló valorando los criterios ambientales a nivel regional, teniendo como resultado un consolidado de áreas con aptitud agroecológica, de las cuales 1’323,355 ha (16%) correspondieron a áreas aptas, 1’815,449 ha (22%) a áreas medianamente aptas y 5’234,491 (62%) a áreas aptas (Corvera y Suri, 2006). En lo que respecta a las áreas deforestadas y su potencialidad para el establecimiento de sistemas agroforestales con Bertholletia excelsa, basados en los niveles de deforestación actual, que abarca 141,885 ha del territorio de Madre de Dios, y considerando su gran potencialidad se sugiere que 49,496 ha (35% del área deforestada) poseen características aptas, 53,790 ha (38%) medianamente aptas y 38,599 ha (27%) no son aptas, tal como se muestra en el gráfico siguiente (Corvera y Suri, 2006). Control, infracciones y sanciones La actividad castañera está sujeta a los siguientes controles: Seguimiento y evaluación de los planes de manejo y planes operativos anuales de parte del INRENA. Obtención de Guías de Transporte Forestal (GTF), emitidas por el INRENA, sujetas a volúmenes preestablecidos al inicio de cada zafra. Obtención de certificados CITES para la exportación de la castaña amazónica. Este sistema ha generado la venta del producto de manera ilegal y, como consecuencia, la aparición de un “mercado negro” de compra-venta de Guías de Transporte Forestal (GTF). En cuanto a la elaboración y correspondiente evaluación del Plan de Manejo y del Plan Operativo Anual se ha creado un “cuello de botella” en la Administración Técnica del INRENA, limitando el pleno uso del derecho alcanzado con la suscripción del contrato de concesión, creando preocupación en el concesionario. RÉGIMEN DE CONTRIBUCIONES Hasta el año 2004, los concesionarios castañeros no requerían contar con el Registro Único de Contribuyente (RUC) para realizar sus operaciones comerciales. El documento que las amparaba era la liquidación de compra que emiten las compañías compradoras. Este régimen de liquidaciones de compra sigue vigente pero ya no puede ser utilizado por los castañeros a partir de los requisitos establecidos y exigidos por el INRENA. Actualmente para solicitar y suscribir un contrato de concesión de castaña ante el INRENA es necesario obtener el RUC. Por este motivo, cambia la condición del productor rural frente a la SUNAT y lo obliga a escoger un nuevo régimen de tributación. Existen diferentes regímenes de tributación en el caso de contar con RUC. En todos los casos, implica mayores complicaciones para cumplir con los procedimientos exigidos en cada uno de ellos. Algunos de ellos implican incluso la obligación de llevar libros contables, sustento formal de todos los gastos, así como declaraciones periódicas a la SUNAT. Debido a que INRENA tomó como base los contratos de concesión forestal para madera se mantuvieron requisitos que no corresponden a la realidad del productor castañero, llegando a incluirlo en el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) del INRENA aprobado en el 2004. El castañero, que ahora se encuentra obligado a contar con su RUC, tiene que adecuarse a nuevos regímenes de tributación que en la práctica se reducen a dos. El régimen general o amazónico Obliga al castañero a contratar a un contador, llevar hasta cuatro libros contables, incluir y registrar los sustentos formales de todos los gastos, así como declaraciones periódicas y el balance general anual presentados a la SUNAT. Este régimen permite al castañero emitir facturas de venta, rige todo el año y no hay manera de suspenderlo. El Régimen Único Simplificado (RUS) Este régimen no obliga a la teneduría de libros, ni tampoco a contratar a un contador. Tampoco es necesaria la presentación de declaraciones periódicas. Se trata de una tributación mensual escalonada y por un período determinado en función del nivel de ventas de cada mes que el contribuyente tenga activo su RUC. Este régimen se puede suspender temporalmente a través de una solicitud dirigida a la SUNAT y se puede reabrir de la misma forma. El contribuyente solo puede emitir boletas de venta y no facturas.