Buenos procesos de formulación de políticas sobre disponibilidad y seguridad de la sangre MEMORÁNDUM para los planificadores de las políticas nacionales de salud Una de las responsabilidades esenciales de la salud pública consiste en garantizar la disponibilidad y la seguridad de la sangre y los productos sanguíneos. Las medidas destinadas a garantizar la seguridad de la sangre también son importantes para prevenir la transmisión en el entorno sanitario del VIH, los virus de la hepatitis y otros patógenos transmitidos por la sangre. La disponibilidad y la seguridad de la sangre y de los productos sanguíneos siguen siendo motivo de preocupación, sobre todo en el mundo en desarrollo, donde la escasez de sangre y la falta de seguridad de las transfusiones todavía contribuyen de forma importante a la carga mundial de morbilidad, especialmente en las poblaciones más vulnerables, como las mujeres y los niños. En sucesivas resoluciones de la Asamblea de la Salud, las autoridades sanitarias de los diferentes países han manifestado su compromiso de lograr un acceso equitativo a transfusiones de sangre seguras para los pacientes cuya supervivencia y bienestar dependen de ello. La importancia de la seguridad de la sangre para la salud pública exige que cada país establezca un programa nacional de sangre sostenible, una política y un plan nacional de sangre bien formulados, un servicio nacional de transfusión de sangre, mecanismos legislativos y de reglamentación, y un proceso estructurado de formulación de las políticas. Las políticas nacionales de sangre deben abordar todos los temas que puedan afectar a la calidad, seguridad, disponibilidad y accesibilidad de la sangre y los productos sanguíneos, y deben revisarse periódicamente, sobre todo cuando surjan nuevas cuestiones que repercutan en el programa nacional de sangre. La adopción de una serie de principios que definen un buen proceso de formulación de políticas y la estructuración de dicho proceso mejoran la eficacia de las decisiones adoptadas por los planificadores de las políticas sanitarias. Como los problemas que afectan a la seguridad y a la disponibilidad de la sangre y las decisiones políticas que hay que tomar para solucionarlos tienen repercusiones que van más allá de las fronteras nacionales, deben ser abordados en un marco internacional que tenga en cuenta: El compromiso de los planificadores de las políticas nacionales con los principios de un buen proceso de formulación de políticas sobre la disponibilidad y la seguridad de la sangre. La estructuración de proceso de toma de decisiones de acuerdo con las políticas nacionales, el nivel de desarrollo de los programas nacionales de sangre y los recursos disponibles. La mejora de la calidad de los procesos internacionales de comunicación y consulta en materia de planificación continua, dinámica e interactiva de las políticas sobre sangre. Aunque muchos países pueden tener que adoptar decisiones de política similares, a menudo complejas, las opciones disponibles, las prioridades de intervención y la asignación óptima de recursos varían de un país a otro. Un buen proceso de formulación de políticas ayuda a las autoridades sanitarias nacionales a resolver los problemas, tanto los ya conocidos como los nuevos, relacionados con la disponibilidad y la seguridad de la sangre, y asegura la flexibilidad de las soluciones en función de los contextos, necesidades y recursos nacionales. Además, la existencia de un marco común para comunicar las bases de las decisiones sobre las políticas nacionales de sangre mejora la calidad del diálogo internacional y la colaboración para hacer frente a problemas comunes. La integración de consideraciones científicas, económicas, éticas y sociales en las políticas de salud pública es fundamental para que pueda haber un buen proceso de formulación de políticas. Son necesarios procedimientos de vigilancia y sistemas de hemovigilancia para monitorizar los eventos adversos y los obstáculos conocidos a la disponibilidad y seguridad de la sangre, así como para posibilitar la adopción de decisiones fundamentadas para responder ante nuevos retos, obstáculos y oportunidades. Dichas decisiones pueden incluir: La reestructuración del servicio nacional de transfusión de sangre. La introducción de criterios de selección de los donantes y de aplazamiento de las donaciones, o su modificación. La introducción de nuevas estrategias y o nuevas tecnologías para mejorar la seguridad, la calidad, el suministro o el uso de la sangre y los productos sanguíneos. Lista de verificación Requisitos Compromiso y apoyo por parte del gobierno. Programa nacional de sangre. Comisión nacional de sangre. Plan y política nacional de sangre. Marco legislativo y de reglamentación. Financiación suficiente. Servicio nacional de transfusión de sangre encargado del suministro de sangre y productos sanguíneos y del enlace con los servicios clínicos. Principios de un buen proceso de formulación de políticas Decisiones basadas en pruebas científicas, médicas y epidemiológicas. Atención a las dimensiones económica, ética y social. Eficiencia y costoeficacia. Colaboración y participación activa de las partes interesadas pertinentes. Transparencia. Comunicación eficaz. Proceso estructurado de formulación de políticas Análisis de la situación, definición del problema e identificación de los riesgos. Identificación de políticas alternativas. Evaluación y análisis de los riesgos. Identificación de la opción preferida y formulación de la política. Comunicación de las decisiones de política y de los riesgos. Aplicación de la política. Monitorización y evaluación. Gestión de los riesgos. Evaluación de las políticas Impacto en los resultados sanitarios. Acceso y equidad de las políticas. Costo y rentabilidad. Pruebas científicas que respalden la política. Capacidad operativa de las instituciones involucradas. Cuestiones jurídicas y acuerdos internacionales. Riesgos, salud pública y seguridad. Elaborado por el equipo de Seguridad de las Transfusiones Sanguíneas de la OMS con el apoyo de la Colaboración Mundial en favor de la Seguridad de la Sangre, una red albergada por la OMS. © 2008 Organización Mundial de la Salud. Se reservan todos los derechos. WHO/EHT/08.02. Elementos fundamentales Principios de un buen proceso de formulación de políticas Las decisiones de política sobre la disponibilidad y la seguridad de la sangre deben basarse en datos científicos, médicos y epidemiológicos actualizados, y prestar la debida atención a los factores económicos, éticos y sociales. Las decisiones deben basarse en los intereses de la salud pública y fomentar la utilización óptima de los recursos disponibles. Los objetivos y los resultados deseados deben identificarse claramente. La autoridad, la responsabilidad y la rendición de cuentas en materia de aplicación de las decisiones de política deben estar claramente definidas e incluir las relaciones estructurales y funcionales. Dentro del sistema de salud deben priorizarse las medidas que garanticen la seguridad, disponibilidad y accesibilidad de las transfusiones de sangre, teniendo en cuenta la importancia de la prevención de la transmisión del VIH, de los virus de la hepatitis y de otros patógenos Preguntas fundamentales que deben plantearse los planificadores de políticas y las partes interesadas La planificación de políticas debe ser un proceso estructurado, escalonado y cíclico. Los planificadores y las partes interesadas deben responder a las preguntas siguientes: ¿Cuál es el problema que hay que solucionar? ¿Cuál es la intervención propuesta? ¿Cuáles son los efectos positivos y negativos, conocidos o previsibles, de la intervención? ¿Superan los efectos positivos a los negativos? ¿Cuál es el costo de la intervención propuesta? ¿Qué se necesita para que la intervención funcione? ¿Cómo se pueden garantizar la equidad y sostenibilidad? ¿Qué opciones se pierden si se adopta la intervención? ¿Con qué frecuencia y qué criterios se revisará la intervención? Análisis de la situación y definición del problema Hay que efectuar un análisis objetivo de la situación a intervalos regulares. Para ello se necesita: Una definición del problema y de sus causas. Un examen de la política existente para identificar sus limitaciones. Una evaluación de los puntos fuertes y débiles, de las oportunidades y de los obstáculos. Un examen de los datos científicos, médicos y epidemiológicos. Una identificación de los riesgos reales y potenciales. Evaluación de las posibles intervenciones La identificación y la evaluación de las posibles intervenciones deben abarcar: transmitidos por la sangre, así como la implicación de las transfusiones en diferentes programas de gran importancia para la salud pública, como la salud maternoinfantil, los procedimientos médicos y quirúrgicos o las situaciones de emergencia y desastre. Para establecer y respaldar un buen proceso de formulación de políticas hay que tener en cuenta los aspectos siguientes: Datos probatorios: los resultados sanitarios se optimizan cuando la toma de decisiones se basa en datos sólidos. Eficiencia y costoeficacia: fijación de prioridades para la asignación de los recursos en el contexto de la salud pública general y uso prudente de los recursos humanos, técnicos y financieros. Participación y creación de alianzas: involucración de las partes interesadas El compromiso con los principios éticos, y en particular la rendición de cuentas y la transparencia. El acceso de las partes interesadas a la información pertinente y sus aportaciones a la identificación y el examen de las políticas alternativas. El análisis formal de las opciones de política, y en particular: – El análisis y evaluación de los riesgos y de la relación entre los riesgos y los beneficios. – El análisis de la costoeficacia y de los costos y beneficios. – La viabilidad técnica, administrativa y política. – Los requisitos en materia de formación teórica y práctica. – La sostenibilidad. – La oportunidad de las opciones. Una evaluación de las estrategias para evitar los riesgos o reducirlos. Opción de política preferida y formulación de la política La selección de la opción preferida y la formulación de la política deben basarse en el análisis formal de las intervenciones alternativas, teniendo en cuenta factores sociales y políticos, y en particular los probables efectos en la confianza del público. Comunicación La comunicación eficaz de la decisión requiere una estrategia sistemática que abarque la totalidad de proceso de formulación de la política. Para mantener la confianza del público son necesarias declaraciones claras sobre los fundamentos científicos, económicos, sociales y políticos de la decisión, y los beneficios y los riesgos que pueda tener la política. También se deben señalar las oportunidades y las acciones necesarias por parte de los diferentes interesados. pertinentes en el proceso de formulación de las políticas, bajo la égida de la comisión nacional de sangre, para garantizar la legitimidad y la eficacia de la política; entre las partes interesadas se incluyen los ministerios de salud, los servicios nacionales de transfusión sanguínea, los organismos de reglamentación, los expertos en transfusiones de sangre, los clínicos, las organizaciones de donantes de sangre, las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones de pacientes y los medios de comunicación. Transparencia: un proceso de formulación de políticas claro y abierto ayuda a garantizar la legitimidad y la eficacia de la política de sangre. Comunicación dinámica para garantizar que la población es consciente de las necesidades, beneficios y riesgos relacionados con las políticas de sangre. Aplicación de la política La aplicación de la política debe servirse de mecanismos apropiados para garantizar su máxima observancia. El gobierno puede optar por colaborar con entidades de la sociedad civil y el sector privado o por confiarles totalmente la aplicación de la política. Evaluación de las políticas Para determinar su impacto, valor y viabilidad, las políticas pueden evaluarse de forma sistemática, utilizando para ello diversos métodos. Al evaluar políticas sobre la disponibilidad y la seguridad de la sangre deben tomarse en consideración los aspectos siguientes: Impacto en los resultados sanitarios y la salud pública: evaluación de la mejora de la calidad, seguridad y disponibilidad de la sangre y los productos sanguíneos. Acceso y equidad: evaluación de los efectos en el acceso a sangre y productos sanguíneos seguros y del impacto en individuos y grupos (por ejemplo, por región, sexo, etnia o nivel socioeconómico). Costo y rentabilidad: evaluación de la costoeficacia y correlación con el impacto. Pruebas científicas: evaluación de la credibilidad de las pruebas científicas que respaldan la política. Capacidad operativa: evaluación de la capacidad operativa de las instituciones implicadas y de su compatibilidad con los requisitos de la nueva política. Aspectos jurídicos y acuerdos internacionales: por ejemplo, sobre los movimientos transfronterizos de sangre y productos sanguíneos. Riesgo, salud pública y seguridad: evaluación de la repercusiones en la población, y en particular en grupos vulnerables y en el medio ambiente, en relación con el suministro y el uso de la sangre y los productos sanguíneos, el control de las infecciones en el entorno sanitario, y la gestión de los desechos clínicos que suponen un riesgo biológico. Seguridad de las Transfusiones Sanguíneas Departamento de Tecnologías Sanitarias Esenciales Organización Mundial de la Salud 1211 Ginebra 27, Suiza Fax: +41 22 791 4836 E-mail: bloodsafety@who.int www.who.int/bloodsafety