Universidad de Chile Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas Área de Humanidades EH2701 Historia del Arte en el Siglo XIX 8 de Junio de 2012 Pedro Lira Rencoret Pintura Eterna Por Valentina Lingan Rojas Pedro Francisco Lira Rencoret nace en Santiago de Chile el 17 de mayo de 1845, proveniente de una familia adinerada. Cursa su escolaridad en el Instituto Nacional José Miguel Carrera. Su interés por las artes lo lleva a inscribirse en la Academia de Pintura en 1861, bajo la dirección de Don Alejandro Ciccarelli; además, toma clases en el taller de Antonio Smith. Realiza estudios superiores en la Universidad de Chile, obteniendo hacia 1867 su título de Abogado, profesión que nunca ejerció, por dedicarse a tiempo completo a su verdadera vocación: la pintura. En 1873 viaja a París, donde permanece hasta 1882, pasando por los talleres del maestro Elie Delaunay. Allí aprende el dominio de diversas técnicas, y contagia su academicismo de un sentimiento romántico. A su regreso a Chile, crea la Unión Artística, organización que participaría en la edificación del Partenón de la Quinta Normal, lugar destinado a la realización de muestras artísticas, y en la creación del primer museo de Bellas Artes del país. Además, en 1906, funda el Salón Libre de Pintura. Pedro Lira llega a ser profesor de la Academia de Pintura, estando a cargo de su dirección entre los años 1892 y 1907. Destaca también su participación en la publicación de artículos, ensayos y críticas de arte; y la producción de su más importante obra escrita, el Diccionario Biográfico de Pintores. Así, el protagonismo de Pedro Lira en la historia artística de Chile se consolida en su labor como pintor, crítico, maestro y difusor de arte. Pedro Lira fallece en Santiago el 20 de Abril de 1912, a los 66 años de edad. Hoy, a 100 años de su muerte, se presenta esta exposición que muestra una amplia gama de su trayectoria. A partir de la muestra se puede dar cuenta de las variadas etapas que Pedro Lira recorrió en su vida artística. Se encuentran diversos temas y estilos pictóricos, pero en general, dotados de un sello distinguible como propio del autor. Domina la presencia de retratos, de damas y mujeres de pueblo, de jóvenes y niñas, mas también algunas de hombres y niños; aparecen paisajes donde dominan los atardeceres, de naturaleza viva, de vacas pastando, de ríos, playas y bosques. También se ve el tema histórico, con el Estudio para La Fundación de Santiago como gran embajador, a falta de la obra final; escenas de la vida cotidiana de clases humildes, y costumbristas como Dieciocho de Septiembre en el Parque. Entre los estilos característicos se encuentran el academicismo, notorio en gran cantidad de obras, el romanticismo que acogió durante su estadía en Europa, el realismo en sus pinturas de escenas populares, representaciones de la realidad social, como en El niño de la calle y Niña tomando agua. También se puede ver en algunas obras moderados acercamientos al movimiento impresionista. La técnica utilizada en la mayoría de sus cuadros es el óleo sobre tela. También, en un sector de la exposición, podemos encontrar varios bocetos a grafito, muestra de su obsesión por el buen dibujo y el estudio previo a la obra final. Entre las obras que más me agradan se encuentran principalmente las de gran formato, como Paisaje campestre con ganado, La mala nueva y Escena de playa con figura. Éstas me gustan por su gran imponencia y fuerte alteración de los espacios. En la primera, llaman mi atención los colores de la naturaleza, la luz y el detalle de los animales. A pesar de su gran parecido con muchos otros paisajes de la muestra, este me atrajo por sobre los demás, no solo debido a su tamaño, sino porque me hace sentir envuelta de naturaleza, de verde, de vida. Por su parte, La mala nueva me parece una excelente representación. Pude sentir los bien logrados gestos de disgusto que expresaban los personajes de la escena, tal como me sucedió con la obra Celos. Me agrada la amplia escena que se presenta ante la vista, donde podemos hallar hasta a un humilde perro entre los variados personajes. Por otra parte, me impresionaron gratamente las texturas de los trajes, la capacidad de recrear su material, cosa que también me sucedió al observar la obra La Carta, entre otras. Esto, junto a los colores plasmados, evocan el apego al academicismo en la pintura de Pedro Lira. En el caso de la escena playera, que también me atrajo por su tamaño sobresaliente entre las demás obras, pude apreciar un aire de Escena de playa con figura. romanticismo. Además, sus suaves colores evocaron en mí sentimientos de felicidad; el mar con reflejos anaranjados, el cielo de atardecer con tonos rosas, el tono verde de la vegetación típica del litoral central. Encontré figuras humanas bien formadas, incluso el perro que acompaña me pareció anatómicamente bien realizado, y la textura de su pelaje me causó una buena sensación. Por el contrario, puedo decir que la pintura que más me disgustó fue aquella llamada Nocturno, cuyos colores oscuros, negros y grises y su temática campestre pero humilde no me traían más que sentimientos de tristeza y vacío, además de no lograr identificarlo o relacionarlo con las demás obras expuestas. El montaje, realizado en todo el segundo piso de la casona de la Corporación Cultural de Las Condes, a pesar de tener un buen contenido en calidad y cantidad, me pareció carente de las indicaciones pertinentes. Cuando entré al lugar no supe por dónde partir el recorrido. Luego de haber visitado dos salas, noté la presencia de unas grandes letras que formaban la palabra LIRA y que probablemente indicaban un orden de la muestra. Sin embargo, a pesar de encontrar en cada sala grandes temáticas como paisajes, retratos y escenas populares, se podía encontrar pizcas de todo por todas partes. También me hubiese gustado poder ver las fechas de las obras, lo cual me habría permitido orientarme mejor a lo largo de la vida del artista. En cuanto a la luz, puedo decir que en algunos sitios era insuficiente y en otros generaba un molesto reflejo que no dejaba apreciar la obra y su color. Pero, como sabemos, este es un tema complicado y delicado cuando se trata de exposiciones de este tipo. Los paneles informativos encontrados a lo largo del recorrido tenían la información necesaria sobre Pedro Lira, mas creo haber encontrado ciertos errores, como la fecha exacta del nacimiento del autor, si es que no erré en las notas tomadas. Concluyendo sobre la visita a esta muestra, debo decir que, a pesar de los defectos que pudiera presentar, fue una experiencia valiosa, ya que tuve la oportunidad de apreciar parte de la vasta obra de uno de los grandes personajes en la historia del arte en Chile. En general, la mayoría no le damos tiempo ni espacio a la cultura en nuestras vidas, y esta visita, junto con el curso que estoy rindiendo, me han dado un incentivo, motivación e interés por conocer más sobre estos temas e introducirlos poco a poco en mi cotidianeidad. Bibliografía Solanich, Enrique. Documentos de la Historia del Arte en Chile. Corporación Cultural Las Condes. Pedro Lira, Pintura Eterna [en línea]. <http://www.culturallascondes.cl/home/pedro-lira-pinturaeterna.html> Portal del Arte. Biografía de Pedro Lira [en línea]. <http://www.portaldearte.cl/portal/2011/01/19/biografia-pedro-lira/> Ureña Rib, Fernando. Pedro Lira, Pionero de la Pintura Chilena [en línea]. <http://www.latinartmuseum.com/pedro_lira.htm> http://www.artistasplasticoschilenos.cl/biografia.aspx?itmid=307 http://arteninona.wordpress.com/category/lira-rencoret/