FILOSOFÍA CONSTRUCTIVISTA La filosofía constructivista es una teoría del siglo XX derivada de la obra de Piaget y Vygotsky. Esta teoría afirma que el alumno adquiere su conocimiento por sí mismo, y el papel del maestro pasa a ser de facilitador más que de impositor del conocimiento. Esta filosofía se basa en que los niños construyen su propio aprendizaje a lo largo de su vida. Las escuelas constructivistas tienen unas características concretas como por ejemplo, la investigación, el trabajo en equipo, la postulación de preguntas en vez de respuestas fijas, la exposición de sus descubrimientos y conclusiones para aprender unos de otros y saber expresarse con soltura y adecuación y fomentar el pensamiento crítico como búsqueda de la verdad. En estas escuelas el alumno debe mostrar interés hacia el aprendizaje, de tal forma que se fomente el planteamiento de preguntas, que los alumnos saquen sus propias conclusiones sin dedicarse a tomar apuntes. Estas escuelas constructivistas tienen unos objetivos determinados como ayudar a que sus alumnos piensen críticamente, que ellos se responsabilicen de su propio aprendizaje y sean los protagonistas. También fomentan el aprendizaje y la investigación en el mundo real para que los alumnos saquen sus propias conclusiones. En estas escuelas es muy importante que los alumnos adquieran un hábito de lectura, ya que los libros son una fuente muy importante en la construcción de su conocimiento. El constructivismo afirma que el aprendizaje es activo. Cuando las personas adquieren algo nuevo lo incorporan a sus experiencias previas y al conocimiento ya adquirido. Es el alumno quien debe relacionar lo teórico con los ámbitos prácticos, situados en contextos reales.