Brontë (hermanas), novelistas inglesas, cuyas obras trascendieron la época victoriana para convertirse en clásicas. Charlotte (1816-1855), Emily (Jane) (1818-1848), Anne (1820-1849) y su hermano (Patrick) Branwell (1817-1848) nacieron en Yorkshire: Charlotte el 21 de abril de 1816, Emily el 30 de julio de 1818 y Anne el 17 de marzo de 1820. Su padre, Patrick Brontë, de origen irlandés, fue nombrado rector de Haworth, un pueblo de los páramos de Yorkshire al que desde entonces quedó ligada la familia. 2 UNA VIDA ENTRE INTERNADOS Al morir la madre en 1824, Charlotte y Emily fueron enviadas con sus hermanas mayores, Maria y Elizabeth, al colegio de Clergy Daughters, en Cowan Bridge. En este centro se inspiró Charlotte Brontë para describir el infame colegio Lowood que aparece en su novela Jane Eyre. Maria y Elizabeth volvieron enfermas a Haworth y murieron de tuberculosis en 1825. Por este motivo y por las pésimas condiciones del colegio, la familia sacó a Charlotte y a Emily del internado. Para divertirse entre ellas en aquel pueblo aislado, transformaron unos soldados de madera en personajes de una serie de historias que escribieron sobre el reino imaginario de Anglia, propiedad de Charlotte y Branwell, y el de Gondal, que era el de Emily y Anne. Se conservan un centenar de cuadernos escritos a mano, iniciados en 1829, de las crónicas de Anglia, pero ninguno de la saga de Gondal, iniciados en 1834, a excepción de algunos poemas de Emily. La relación de estos relatos con las novelas que después escribieron sigue siendo de gran interés para los eruditos. En 1831, Charlotte volvió al colegio de Roe Head, del que regresó un año después para seguir estudiando y enseñar a sus hermanas. En 1835, de nuevo en Roe Head, esta vez como maestra, llevó a Emily con ella. En 1842 quisieron abrir una escuela privada y, para mejorar su francés, ambas hermanas ingresaron en un internado privado de Bruselas, pero la muerte de su tía, que se encargaba de la casa de la familia, las obligó a volver. Emily se quedó como administradora de la casa, y Anne se puso a trabajar como institutriz con una familia cerca de York, en la que también entró a trabajar su hermano de profesor particular. Branwell había fracasado primero como pintor retratista y después como empleado ferroviario. Las experiencias que Charlotte vivió en Bruselas le servirían a su regreso para plasmar la soledad, nostalgia y aislamiento de Lucy Snow en su novela Villete (1853). Por su parte, a Branwell lo despidieron acusado de haberse enamorado de la mujer de su patrón y empezó a recurrir cada vez más al opio y la bebida. 3 LA PRODUCCIÓN LITERARIA En otoño de 1845, el descubrimiento por Charlotte de los poemas de Emily las decidió a publicar un libro con los poemas de las tres hermanas, que se editó con el título Poemas por Currer, Ellis y Acton Bell (1846), empleando cada hermana las iniciales de su nombre en los seudónimos. Lo pagaron ellas, pero sólo se vendieron dos ejemplares. La poesía de Emily Brontë ha sido reconocida como una de las mejores de ese siglo, y sigue siendo admirada por su originalidad, su lírica y sus imaginativas referencias personales. Después, cada hermana se embarcó en una novela. La primera que se publicó fue Jane Eyre (1847), de Charlotte, que tuvo un éxito inmediato. Agnes Grey, de Anne, y Cumbres borrascosas, de Emily, aparecieron aquel mismo año. Durante mucho tiempo la crítica descalificó Cumbres borrascosas. La intensidad de su sentimiento y la brutalidad de los personajes, las energías primitivas de amor y odio que impregnan la novela fueron juzgadas como salvajes y burdas por los críticos del siglo XIX. La especulación sobre la identidad de las autoras se mantuvo hasta que visitaron Londres y se dieron a conocer a sus editores. A su regreso a Haworth encontraron a Branwell a punto de morir. Emily murió de tuberculosis el 19 de diciembre de 1848. Anne también, de la misma enfermedad, el 28 de mayo de 1849, un año después de publicar su segunda novela, La dama de Wildfell Hall. Su relato de la degeneración de una mujer alcoholizada en contraposición a su creencia religiosa de que ningún alma está perdida estaba tan profundamente enraizado en la observación personal como Agnes Grey, el estudio de la vida de una institutriz. Sola con su padre en Haworth, Charlotte reanudó el trabajo con Shirley (1849), primera novela regional inglesa. A pesar de que en este retrato de la lucha entre patronos y obreros de la industria textil de Yorkshire de una generación anterior no pudo servirse únicamente de su intensa subjetividad, fue la última de sus novelas que tuvo éxito. El origen de su fuerza se encuentra en la tensión del realismo, como puede verse primero en Jane Eyre y después en Villete y El profesor (1857). Charlotte se casó en 1852 con el coadjutor de su padre, Arthur Bell Nicholls, que fue el cuarto hombre en proponérselo. El 31 de marzo de 1855 murió de tuberculosis. Desde que murieron las hermanas Brontë, las circunstancias de sus vidas, sus muertes prematuras y sus sorprendentes obras han fascinado a las siguientes generaciones de lectores. La popularidad de Jane Eyre nunca ha declinado y constituye una expresión apasionada de las inquietudes y los problemas femeninos. Sin embargo, la obra maestra trascendental de las Brontë es casi con toda seguridad la novela de Emily, Cumbres borrascosas, una historia de amor apasionado en la que los principios irreconciliables de la fuerza y la calma terminan por armonizarse. Emily Brontë fue una mística, como lo demuestra su poesía, y Cumbres borrascosas dramatiza su percepción intuitiva de la naturaleza de la vida. El primer libro que se publicó sobre las hermanas Brontë, La vida de Charlotte Brontë (1857), escrito por su amiga la novelista Elizabeth Gaskell, es una biografía clásica. Destaca también La infancia de las Brontë (1941), de Fannie E. Ratchford, que por primera vez apuntó la importancia que tuvieron las sagas infantiles de Anglia y Gondal en el desarrollo de su escritura. Entre las numerosas adaptaciones cinematográficas de la obra de las hermanas Brontë, cabe destacar las versiones de Cumbres borrascosas, de William Wyler (1939), Luis Buñuel (1953, Abismos de pasión) y Peter Kosminsky (1992), y las de Jane Eyre de Robert Stevenson (1944, Alma rebelde), Delbert Mann (1970) y Franco Zeffirelli (1995). En 1979, el cineasta francés André Téchiné llevó a la pantalla la biografía de la familia Brontë en el filme Las hermanas Brontë.