SOMOS SANTIFICADOS DE ALGO Y PARA ALGO. (Números 6:1-3) Dios llamó a su pueblo a vivir vidas santas (Levítico 19:1,2). También llamó a un remanente del pueblo (a un grupo específico) a vivir en un nivel superior. Los nazareos se apartaban para el Señor. (Consagración – Santificación). Apartados no solo de algo (-el mundo- 2Cor 6:17); sino también apartados para algo, ó mejor aun “para Alguien” 1. Somos santificados (apartados) para… Para conocer a Dios, para adorar a Dios, para obedecer a Dios, para disfrutar a Dios. La santificación no es simplemente la erradicación del pecado; es nuestra dedicación para los propósitos de Dios. 2. Cuando nos dedicamos a perseguir los propósitos de Dios para nuestras vidas soltamos Su Poder. a. Por eso es que tenemos ciertas habilidades sobrenaturales (Son para hacer el propósito). (Si tenés habilidad para hablar diferentes idiomas, por ejemplo, probablemente por allí está el propósito de Dios para tu vida. Sólo tenés que dedicarlo a Él). b. No tienes que ser necesariamente un pastor para ser consagrado a Dios, solo necesitas estar dedicado a Sus Propósitos. Éxodo 31:3. c. Cuando empezamos a alinearnos con el Propósito de Dios algo sucede: empezamos a EVITAR el pecado. Cuando sabés que estás en el centro del propósito de Dios para tu vida y ves que Él te usa para Su Gloria, NO querés hacer nada que lo eche a perder… 3. LA PUREZA LIBERA EL PODER DE DIOS a. (Salmos 29:2) A Dios, nuestra pureza, le resulta hermoso. Así como te conmueve y te moviliza ver un paisaje precioso, o escuchar una linda canción, o disfrutar de una excelente obra de arte, así le pasa a Dios cuando ve pureza en nuestras vidas… b. Nuestra pureza lo moviliza. Entonces Su Poder es liberado. (Salmos 24:3-5) De la misma manera que nos contagiamos cuando vemos a un vecino pintar su casa y nos impulsa a querer arreglar nuestra fachada también, o así como un músico se entusiasma cuando ve y escucha un buen concierto y va con su banda, más motivado, a ensayar y perfeccionarse más… así, cuando los jóvenes empezamos a purificarnos, Dios se entusiasma con nosotros… y quiere hacer “cosas…” c. Asimilar, en toda su dimensión, el concepto de que somos santos. Nosotros ya somos santos por nuestra fe en la obra que Cristo realizó en la cruz. Sólo debemos empezar a vivir como tales. Es cuestión de fe y acción. No confundas tu posición con tu estado. Tu posición (en Cristo) ya es la de Santo; ahora, probablemente, veas que tu estado no es así. Nuestra tarea es trabajar con el Espíritu Santo permitiéndole que Él lleve nuestro estado al mismo nivel de nuestra posición. d. Ser Vencedores es una elección. Números 6 explica las conductas de alguien que tomaba el voto nazareo: Evitar el contacto con cuerpos muertos. Abstenerse de vino y otras bebidas fuertes. Dejar crecer el cabello sin cortarlo. (Números 6:21) Dijo “Esta es ley del nazareo”; no dijo “ley de todos los israelitas”. 4. Hay un nivel de consagración que trata únicamente con gente que quiere caminar una milla extra en su andar con Dios. a. Hay cosas generales que La Biblia nos dice a todos para hacer. b. No obstante, a medida que profundizás tu comunión con Dios, Él te va a llamar a hacer cosas específicas que a otro no le dirá que haga. ¿Estás listo para el llamado? ¿Estás dispuesto a hacer tu voto con Dios? Jesús le dijo a Pedro “ven” (para salir de la barca); no se lo dijo a Juan ni al resto… c. Ser un más que vencedor significa ir más allá del requerimiento general. Muchos quieren operar en el Poder Sobrenatural pero con una consagración barata. No debes quedarte en hacer sólo lo mínimo e indispensable. ¡Basta de dar lo mínimo! Es hora de empezar a hacer cosas “fuera de lo común”. Hacer lo que sea necesario, a como dé lugar, con tal de caminar en este nivel de Unción. d. Cuanto más consagración, mayor unción (Josué 3:5) 5. Para avanzar a un mayor nivel habrá abstinencia de muchas cosas… a. Dejar todo aquello que Dios me pidió que deje… b. Cuidando también de no volvernos legalistas exigiéndole a otros lo que Dios me pidió sólo a mí. c. O exigirme a mí mismo lo que Dios le exigió a otro… (no tenés que copiarte de nadie). 6. Los nazareos tenían un “estilo de vida de abstinencia”. a. Significa abandonar esas cosas que Dios te pide (a vos) que abandones. b. Es sacar toda cosa que se interponga entre el Espíritu Santo y yo. c. Cuando profundizás tu comunión con el Espíritu Santo, siempre habrá algo que Él querrá que se lo entregues. (tal vez ni siquiera es algo pecaminoso, quizá no tenga nada “malo”; pero Él te lo pide). d. Los vencedores estamos dispuestos a un estilo de vida de abstinencia, y a vivirla con ¡Gozo! e. Es que no sólo queremos ir al cielo, queremos el Poder de Dios aquí y ahora! f. En este tiempo final Dios nos usará en tremendas cosas sobrenaturales si comenzamos a apartarnos y a consagrar nuestras vidas. 7. (Números 6:18) Nuestra santificación, nuestra consagración es para darle la Gloria a Dios. (NO para que nos admiren). El pelo bien largo de los nazareos NO era para que ellos lo anden luciendo y todos digan “wow, ahí va un nazareo, qué tipo consagrado…”; sino que finalmente era cortado y puesto a los pies del Señor. “Papi, me santifico porque te amo” (ejemplo del hijo que ordenó su cuarto sólo para poner feliz a su papá). ¿Estás dispuesto a una consagración como nunca viviste sólo para Su Gloria? Martín Salazar | ME Ministerios | Misión Cristiana a las Naciones