1 ESTILO EDUCATIVO CONCEPCIONISTA (algunas notas) LA EDUCACIÓN COMO VOCACION: 1. La educación es para nosotros antes que nada una vocación. La intuición de Carmen Sallés al fundar la Congregación es clara: "Esta Congregación de Religiosas Concepcionistas dedicada por vocación a la enseñanza de la juventud... “Incorporarse a ella es tanto como responder a una invitación: “Llamadas por vocación a santificar a las niñas...”. 2 MARIANISMO 2. María Inmaculada es el foco iluminador de la espiritualidad, la vida y la misión concepcionista. Es la intuición fundamental de Carmen Sallés, en torno a la que va a girar su actuación como fundadora y educadora. “…A imitación de la Purísima…” (CC 1893. Cap. 1). 3. M. Carmen desde que atisba su vocación, descubre que es María Inmaculada el camino y forma peculiar que tiene la Congregación y cada uno de sus miembros, del seguimiento de Jesucristo y el modo peculiar de vivir y expresar el Evangelio. “Que el Dios de la paz…derrame misericordiosamente sus mayores gracias y bendiciones sobre esta Congregación que a gloria suya y honor de la Santísima y Purísima Virgen María, nuestra Patrona y protectora, sólo se quiere dedicar” (CC. 1893. Atestado) 4. Carmen contempló en María el modelo más acabado de mujer. En nadie como en Ella se ha volcado el amor salvador de Dios. La redención se ha expresado, en su caso, como preservación, anticipación gratuita a toda posibilidad de pecado; y como plenitud de gracia, el ideal de lo que toda persona está llamada a ser. Y al contemplarla, en ella intuyó su vocación-misión. En Ella se une la realidad y el ideal de toda persona. “En medio de nuestro cercado se ostenta nuestra Madre Mará Inmaculada…” (Carta 30/5/1909) 5. El estilo educativo concepcionista se inspira en la contemplación de la Mujer más completa, madura y audaz que ha conocido la historia. Una Mujer que siendo plenamente fiel a Dios, supo ser plenamente fiel al hombre. Maria es la Mujer libre que no encontró trabas en su corazón para asumir su responsabilidad, la Maestra que enseñó a Dios a ser hombre, y acompañó a los discípulos en su búsqueda de Dios. “Levantemos a Ella con frecuencia la vista mientras cultivamos nuestro jardín” (Carta 30/5/1909. 6. María, que “guardaba en su corazón” las palabras y actitudes de su Hijo que no comprende, estimula el proceso de nuestro propio crecimiento como personas y educadores. Ella, “penetrando progresivamente el misterio de su Hijo, le educó, capacitándole, en lo 3 humano, para el desempeño de su misión. Nos invita así a respetar los valores de nuestros educandos y contribuir a su desarrollo, para el cumplimiento de los designios de Dios sobre ellos” (CC. 73). 7. La personalización de esta experiencia del Misterio de la Inmaculada Concepción conlleva un itinerario de vida y de fe, en el que acogemos la llamada a la plenitud de gracia desde nuestra pequeñez, porque “Dios ha mirado la humildad de sus siervas”. Nos reconocemos criaturas redimidas, amadas por el Dios Providente, que viven llenas de gozo y confianza en dependencia filial. “Vemos en María la Imagen perfecta de lo que la Congregación entera deseamos ser y el modelo peculiar de vivir el Evangelio” (CC. III; 44) 8. “Carmen Sallés descubrió un modo eficaz de evangelizar, presentando la figura de María, primicia de la Iglesia, como modelo de crecimiento en la fe. (CC. 67). Por eso contemplamos a María Inmaculada para asumir sus actitudes de humildad y confianza, gratuidad y libertad, caridad y alegría, limpieza de corazón... Formar el corazón de los niños según el modelo santo de la criatura más perfecta que salió de las manos del Creador: la Virgen María, es sentar sobre sólidas e inalterables bases el bienestar de las familias y la felicidad de los pueblos." 9. Construimos nuestras comunidades como “Casas de María Inmaculada”, en las que se vive un específico “aire de familia”. “Consagramos nuestra vida a María de modo que todo en la Congregación sea de María” (CC. VIII) 10. Tenemos como modelo a María Inmaculada en la tarea evangelizadora, para que anticipándonos al mal triunfe la gracia, cooperando en la obra redentora. Ella nos invita a vivir en esperanza cristiana, convencidas de la actuación de Dios en el mundo, y a comprometernos en su transformación a través de la educación. “Queremos vivir la mediación mariana en al espiritualidad personal y en nuestro apostolado” (CC. 44). LA EDUCACION COMO PRESERVACION (Estilo preventivo) 4 11. La prevención, en la pedagogía concepcionista, va más allá de un recurso metodológico. Como M. Carmen optamos por un estilo de educación como medio de anticipación. Este gran ideal necesita plasmarse en realidades concretas, para ser efectivo. Encontramos en el estilo educativo de nuestra fundadora una fórmula tan breve como densa al pedirnos "Una vigilancia delicada y continua cerca de los niños". 12. En nuestro caso, la vigilancia se hace cercanía, delicadeza, constancia. No es la custodia que oprime, sino el amor que vela: "El Señor nos ha confiado a los alumnos a nuestro cuidado. Velemos día y noche por ellos, sea esta nuestra ocupación cotidiana, el objeto de nuestros desvelos y de nuestros más tiernos cuidados". (Carta 30/5/1909) 13. Esta solicitud prudente, esta cercanía que no agobia, hace posible el conocimiento individualizado de cada alumno. M. Carmen nos pide capacidad de observación y de escucha y una presencia cordialmente atenta en momentos informales, que son excelentes ocasiones para el educador. Nos anticiparnos con amor a las necesidades de aquellos a quienes queremos educar y a entrar en su corazón, descubriendo lo que son y lo que pueden llegar a ser. “Habéis de procurar mirar con atención a las señales exteriores porque éstas os ayudarán a conocer el natural e inclinaciones de cada alumno. 14. Con el estilo educativo preventivo, integral y liberador de Carmen Sallés queremos educar la inteligencia y la voluntad; cultivar lo bueno que hay en cada persona; formar mentes y corazones; integrar en valores cristianos lo que se aprende y lo que se vive; realizar la síntesis de fe- cultura-vida y cultivar la belleza interior. “Basta con que les escuchéis con caridad e interés. Has de alimentar a los alumnos con sanas lecciones y provechosos consejos, infiltrándolos el aroma de la virtud y honradez”. 15. En nuestra misión educadora hacemos una opción preferencial por los pobres, desde realidades muy diferentes de pobreza: los oprimidos, marginados, los que no tienen acceso a la cultura, los pequeños, aquellos que son considerados y tratados como los últimos de la sociedad... y aquellos que no conocen a Dios o viven indiferentes a 5 Él...; los que han perdido el sentido auténtico de la vida y carecen de impulso para vivir un ideal, aquellos a los que no se les proponen valores, los que tienen familias rotas y son incapaces de amar, los que son esclavos de los nuevos ídolos en una sociedad que les presenta un futuro de desocupación y marginación, etc. Tratad siempre de animar a aquellos que se sienten algo inferiores. No busquéis la gratitud humana; al contrario, superando criterios puramente humanos, atended a todos por igual, pero esmeraos sobre todo con los más pobres, los más torpes o los menos agradables... FORMACION INTEGRAL 16. Carmen Sallés se interesó por una formación intelectual lo más completa que pueda alcanzarse: “Todas las niñas se esforzarán por instruirse y aprender cuanto se les enseñe.”- decía. Pero considera que los conocimientos solos no son suficientes. Y da un paso más: “La instrucción sola no basta. Es necesario entrar en el alma de las niñas para ganarles el amor y llevarlas a Dios que es donde está el verdadero amor.” 17. Buscamos insertar a los jóvenes en la sociedad, con los retos que ésta les plantea, desde la formación de la mente y el corazón. Queremos una educación completa, que abarca todos los campos que afectan a la persona. Y a la vez equilibrada, que acierte a dosificar y armonizar todos los ámbitos del alumno. Todo esto supone el acompañamiento para un adecuado desarrollo de las capacidades. “Siguiendo las iniciativas de Carmen Sallés, que se preocupó incluso de la educación personalizada, las Concepcionistas somos conscientes de la obligación que recae sobre nosotras de atender a nuestros alumnos con una relación interpersonal” (c. 71, 1). 18. Tenemos una aceptación positiva de cada persona y confiamos en sus capacidades, valorando y estimulando sus iniciativas. Es un proceso que requiere algo más que palabras. M. Carmen tenía el método eficaz: el amor...las niñas se sentían queridas y por eso acogían cordialmente sus consejos y orientaciones. “Al estar con los alumnos no os preocupéis ni hagáis nada más que atenderles y formarles. Hemos de tener una vigilancia delicada y continua cerca de los alumnos. 6 Velemos día y noche por ellos. Sean nuestra ocupación cotidiana, el objeto de nuestros desvelos y de nuestros más tiernos cuidados”. 19. Buscamos que de las aulas salgan jóvenes capacitados para desempeñar dignamente la función que en la sociedad les corresponda. Les ayudaremos por tanto -incluso económicamente- a cursar los estudios que a ello conduzcan. Nos preocupamos de su misión en el seno de la familia, la Iglesia y la sociedad. “Nuestra vocación nos impulsa a la formación humana y cristiana de los niños y jóvenes, en orden a su fin sobrenatural y al bien de la sociedad en la que un día desarrollarán sus responsabilidades” (c 70, 1) 20. En un mundo de apariencias queremos educar en transparencia y fidelidad y prolongar las actitudes de María, educando con ternura y misericordia, apoyando el trabajo en la oración, realizándolo como servicio, con incansable paciencia y serenidad. 21. Facilitamos que las personas se acerquen a Jesús, descubran sus valores, lleguen a motivarse por su ideal y se impliquen en la construcción del Nuevo Reino que Él vino a instaurar. Trabajo y oración es lo que yo quiero en mis Colegios, que lo demás Dios proveerá. 22. Realizamos una pastoral juvenil que tiene como meta ayudar a niños y jóvenes a descubrir la vida como don y llamada de Dios. Este el punto de partida de la pastoral vocacional, porque Dios, que es siempre sorprendente, llama desde realidades muy diversas, lo que exige una visión siempre renovada para acoger las vocaciones y acompañarlas en su itinerario. “Como Jesucristo se unió por la Encarnación a las situaciones de los hombres, nos presentaremos con mente abierta y ánimo esforzado y nos acomodaremos a la cultura y condiciones sociales de cada país, en constante esfuerzo por insertarnos en sus tradiciones religioso-culturales” (c. 76) 23. Sabemos que la sensibilización y la capacidad de ayudar a descubrir y acompañar la vocación personal en los diversos contextos, es una tarea que corresponde a toda la comunidad educativa. “Por la complejidad de funciones que requiere nuestra misión, las hermanas, así como los seglares, se identificarán con el ideario propio del 7 centro, convencidos de que toda la comunidad educativa es responsable de su actitud testimonial, tanto o más que de la transmisión de conocimientos” (D. 68) Coherencia 24. En la base misma de la formación de las concepcionistas se sitúa la coherencia entre palabra y vida. M. Carmen empieza por practicar lo que enseña y este mismo proceder lo inculca en las primeras educadoras: "Enseñará más con el ejemplo que hablando...La enseñanza que se funda en el buen ejemplo hace un efecto maravilloso". Contemplación en la acción (espiritualidad apostólica) 25. La contemplación que M. Carmen enseña, conduce a descubrir a Dios en todas las acciones. No será necesario separarse, ni siquiera mentalmente, de la tarea que desempeñamos, sino que "nuestros pensamientos, nuestros gustos, nuestro querer mismos estén puestos en Dios”. 26. "Haz lo que haces" es una de las sentencias más repetidas por M. Carmen. Nos sugiere algo más que la motivación y dedicación al trabajo...porque está matizada por otra expresión: "... hazlo por Dio. y hazlo bien'. De ahí es de donde nace su exigencia de: "las cosas, bien hecha”. 27. Contemplamos al hombre, la historia y el mundo desde la perspectiva del Evangelio, con sentido ético y trascendente. Laboriosidad 28. Para M. Carmen la enseñanza es la más importante de las tareas y nos pide un tiempo reservado a la preparación de las clases, puesto que "no puede ser impartida provechosamente, la lección que no ha sido debidamente preparada”. 29. Dedicamos tiempo a la lectura, la oración y el estudio y seguimos un proceso constante de formación y renovación, según el consejo de M. 8 Carmen Sallés: “Seamos aljibes que se llenan por el estudio y la oración de ciencia y de virtud para después repartirlas”. PARA TRABAJAR 1) ¿Qué ideas de este documento te han llamado la atención, resultan nuevas o te han interpelado de forma especial? 2) ¿Qué encuentras de peculiar al trabajar en una obra concepcionista? 3) ¿Cómo definirías el perfil social de una escuela concepcionista? 4) Fíjate en las características señaladas (coherencia, espiritualidad apostólica, laboriosidad...) a) ¿Las subrayarías para ti misma/a? b) ¿En qué ejemplos concretos (estructuras, actitudes, prácticas) ves estas características en el lugar donde trabajas? c) ¿De qué manera concreta te sientes llamada/o, ya sea personalmente o en grupo, a vivir más plenamente esas características? d) ¿Qué otras añadirías? 9