DIEZ DIAS DE ORACION- REFLEXIÓN PERSONAL, PREPARANDO EL COMPROMISO EN EL MLC ESQUEMA Introducción: Orientaciones previas Primer día: Finalidades del MLC Segundo día: M. Carmen, inspiradora Tercer día: Rasgos de la espiritualidad del MLC Cuarto día: Características apostólicas del MLC Quinto día: Formación en el MLC Sexto día: María en el MLC Séptimo día: Unidos en la oración, la Palabra, los sacramentos Octavo día: Colaboramos en la construcción del Reino Noveno día: Cristo en el MLC Décimo día: Compromiso y vínculos con la Congregación PARA ORAR LA VIDA (un día cualquiera es muy conveniente que revises tu vida, la tomes en tus manos, la ores… y saques conclusiones). MI VIDA ES UNA HISTORIA DE AMOR Como el roble está latente en el fondo de la bellota así la plenitud de la persona humana, la totalidad de sus posibilidades creadoras y espirituales, están latentes en el ser humano incompleto que espera en silencio la oportunidad de aflorar. o Sabemos que necesitamos tiempo, para integrar lo que fuimos, saborear lo que somos y soñar lo que seremos. o Un día Dios pensó en una persona. Creyó en ella y la creó. Esa persona eres tú y tu historia es una historia de amor. Dios se enamoró de ti. Y por eso eres. La vida es la primera palabra de Dios a ti. Hoy, tu vida y el mundo te hablan y en ese amor, te habla Dios. o Es bueno orar sobre la propia vida para escuchar a Dios y conocer tu verdadera historia, para sentir su amor y darle gracias. De paso, te reconcilias conmigo misma. Toda vida humana es una historia de amor. El hombre hace la historia y la historia hace al hombre. o Esa historia comenzó con tus padres. En su noviazgo se escondía el amor de Dios a ti. Tu nacimiento fue un regalo que Dios les hizo. Naciste como obra de amor. Dios entró en tu historia y tú en la de Dios. 1 o Por encima de los “momentos oficiales”, esta historia tiene hechos profundos, y que a veces no coinciden con los hechos más grandes. Hechos dolorosos y alegres, amores y desamores, negaciones y revelaciones. Todo queda asumido por Cristo en su encarnación. “lo que no es asumido no es redimido” y tu historia y la mía ha sido asumida por Él. Da gracias. Todo, absolutamente todo, es gracia. o Somos lo que somos por los encuentros que hemos tenido... Revive los encuentros que han marcado tu vida, personas significativas… siéntete perteneciendo a la cadena de generaciones, en la misma historia en que entró Jesús. Recoge personas, sucesos, experiencias, momentos críticos…para descubrir, en medio de esa maraña, lo más significativo. o Un capítulo importante es el de la fe. Si repasas tu vida con amor... aparecerán muchas experiencias de fe. Unas visibles, otras casi imperceptibles por ser habituales. Por encima de tus respuestas, por encima de tus olvidos, rebeldías y pecados, está el Amor de Dios. Procura desarrollar estos sentimientos. Detente en lo que más te llegue y habla de ello a Jesús, con entera confianza. ¡El te ama y sigue amándote, seas lo que seas! Describe los momentos claves que en tu vida te han guiado y orientado en tu crecimiento en la fe. También las personas claves que te han ayudado a crecer en la fe y vida cristiana. o En esta historia de amor...llega el capítulo de tu vida como concepcionista. Nuevas llamadas y nuevas respuestas y hoy estás delante de una de ellas: hacer el compromiso como laica concepcionista en el MLC. Describe tu vida de compromiso en actividades al servicio de los demás. Puedes describir la historia de tu vocación. Y…ahora mira hacia delante! o Necesitamos tiempo para crear futuro y el tiempo se nos regala, por eso da gracias por tu pasado que es historia de salvación y por el futuro que te permite de nuevo ser creadora de la historia. o Para ayudarte en esta etapa de preparación a los compromisos, aquí van unas páginas para la reflexión y la oración para que puedas hacerlo al estilo concepcionista, según el carisma que se nos ha regalado en M. Carmen y que tienes la responsabilidad de conservar, desarrollar y revitalizar como miembro de esta familia. o Acógelas con perseverancia, firmeza, seriedad e serenidad. 2 ORIENTACIONES PREVIAS o Dedica un tiempo diario para la reflexión, oración personal y para la revisión del día. o En la medida de lo posible busca un espacio de tiempo al comienzo del día, en tu casa o en una capilla (de 20 a 30min). o Procura anotar en un cuaderno o en tu agenda, lo que fue más significativo en tu camino. o Al final, haz una avaluación siguiendo las orientaciones indicadas. PREPARACIÓN PARA LA ORACIÓN 1. Procura hacer silencio interna e externamente y toma conciencia de Dios que está presente en ti y en el mundo. 2. Invoca al Espíritu Santo para que El te conceda las luces necesarias para percibir y acoger lo que Dios te quiere decir en este momento. 3. Reza por ejemplo esta oración: Ven, Señor, a habitar mi tierra con tu presencia, enriquécela con los dones de tu Espíritu. Rejuvenécela con el vigor de la oración. Sondéala bajo el calor de tu amistad. Ante Ti recuerdo a todos los que la han trabajado ya antes que yo. Todo mi esfuerzo es tuyo. Bendícelo, y que mi tierra sea lo que Tú quieras que sea: “tierra de bendición”. Amén. 4. Lee el texto de la Palabra de Dios indicado para el día. Permanece por unos minutos procurando acoger lo que Dios te comunica e intenta percibir lo que más te toca o se te presenta como una motivación interior para este día. 5. Toma los otros textos del día y léelos detenidamente. Piensa durante algún tiempo sobre lo que la lectura te dice y deja sentir alguna llamada, háblale a Dios con mucha espontaneidad, como un amigo habla a otro. 6. Concluye este tiempo agradeciendo a Dios y rezando el Padre Nuestro. Después de la oración no dejes de anotar en tu cuaderno una referencia sobre el pasaje que has orado u otra cosa que has descubierto o los sentimientos que has experimentado en ella. REVISIÓN DEL DIA 7. Al finalizar el día, detente por unos momentos para volver a la oración de la mañana y cómo te acompañó durante el día y pregúntate: ¿qué hice hoy? ¿Por qué lo hice? O ¿qué dejé de hacer? ¿Por qué dejé de hacerlo? 8. Entrega en las manos de Dios todo el día y pídele la gracia que necesitas para vivir mejor el día siguiente. 3 Día 1º Finalidades del MLC Me siento llamada a hacer el compromiso en el MLC que tiene por finalidades: a) Fomentar la vida de fe de sus miembros, para seguir a Jesucristo y vivir el Evangelio, según el carisma de Carmen Sallés (CIC 298.1). b) Comprometerse con la Iglesia y la sociedad, mediante su acción apostólica, de acuerdo con los signos de los tiempos. c) Formar unidad con las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, contribuyendo a la difusión y actualización del carisma concepcionista. Pregúntate: ¿El camino recorrido hasta ahora me ha ayudado a cumplir estos objetivos? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Isaías 43, 1-7: Tú eres preciosa a mis ojos, y yo te amo. Día 2º: M. Carmen, inspiradora Vida y espiritualidad de Carmen Sallés El MLC se inspira en el carisma que Carmen Sallés recibió e ilumina la vida cristiana y apostólica con los valores que surgen del mismo. Una mujer llamada por Dios Carmen Sallés (1848-1911) vivió en búsqueda constante de la voluntad del Padre, abandonándose generosamente a su Providencia. Se esforzó en todo momento por agradar a su Señor, teniéndole como a su mayor riqueza. Confiada plenamente a la acción del Espíritu, hizo de su vida una entrega total a Cristo, tomando por modelo a María Inmaculada. Mujer de espíritu misionero y generoso, abierto a nuevos lugares y nuevas tierras, emprendió una larga peregrinación espiritual para responder a las necesidades de niños y jóvenes. En el noviciado de las Religiosas Adoratrices, contemplando el Misterio de la Inmaculada Concepción de María, comprendió la importancia de la educación preventiva; y entre las Dominicas de la Anunciata, la necesidad de ofrecer una educación lo más amplia posible a todas las clases sociales. 4 Descubrió así un modo universal y eficaz de evangelizar e inició un nuevo camino en la Iglesia, fundando una congregación religiosa, Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, para formar mentes y corazones según el modelo de la criatura más perfecta, María Inmaculada. Cristo, centro de su vida El amor a Cristo Redentor y Maestro orientó su vida y misión. Su espiritualidad se desarrolla en torno a un cristocentrismo unificador, según sus propias palabras: “Nuestros pensamientos, nuestros gustos, nuestro querer mismo estén puestos en Cristo...”. En la vida y espiritualidad de Carmen Sallés aparecen integradas todas las virtudes. Providencia y fidelidad Su relación con Cristo fue vivificada por la experiencia del amor providente de Dios. Carmen Sallés sentía sobre sí el amor gratuito y la misericordia infinita del Padre, que la llenó del gozo del Espíritu y la hacía desbordarse en acción de gracias. La gratuidad del amor de Dios la estimuló a corresponder con generosidad a este amor divino recibido y descubierto como historia de salvación a lo largo de su vida, e hizo de la fidelidad a la voluntad de Dios principio unificador de su existencia. La Eucaristía, Fuente de Vida La amistad con Jesús Eucaristía era la fuente de su vida espiritual y el consuelo en sus momentos difíciles. La consideraba un medio indispensable y un refuerzo necesario para encender y mantener vivo el carisma de la Congregación. La presencia eucarística, contemplada y personalizada frecuentemente en la oración, la llevó a hacer de esta vivencia una compañía constante. La presencia de Dios es también nota distintiva de su espiritualidad que fue convirtiendo su existencia en una oración continua. Impulso apostólico Se preocupó tanto por una educación preventiva e integral de niños y jóvenes, como por su capacitación para vivir con dignidad su vocación y ser constructores de auténticos hogares cristianos, para la transformación de la sociedad. Pregúntate: Carmen Sallés es la inspiradora del MLC ¿Cómo percibo yo estos rasgos de ella? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Salmo 138: Señor, Tú me formaste en el seno materno. 5 Día 3º: Rasgos de la espiritualidad del Movimiento Dentro del MLC procuramos vivir y hacer propios los rasgos más característicos de la experiencia espiritual que Carmen Salles vivió y transmitió. De esta experiencia brota una espiritualidad cristocéntrica y mariana, eclesial y apostólico-misionera. Está marcada por las actitudes evangélicas destacadas en el carisma concepcionista: Buscar la voluntad de Dios para nuestra vida. Confiar en la Divina Providencia. Hacernos hermanos en el corazón de la madre Inmaculada. Unirnos en la oración, en la meditación de la Palabra y en la celebración sacramental y litúrgica. Colaborar en la construcción del Reino. Ser presencia de María Inmaculada en el mundo. Asumir el compromiso apostólico y misionero. De esta manera, viviendo un itinerario formativo según la pedagogía de Carmen Sallés, se quiere conseguir la integración de la fe y la vida, beber en las mismas fuentes de la espiritualidad concepcionista y llegar a ser en el mundo de hoy “la presencia de María Inmaculada”. Pregúntate: ¿Percibo estos rasgos presentes en mí y los cultivo día a día?. ¿Cuál es el que más me caracteriza? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Jn 10, 7-18: Yo soy el Buen Pastor que entrego la vida por las ovejas. Dia 4º: Características apostólicas del MLC Los miembros del MLC quieren seguir a Jesucristo, Redentor y Maestro, enviado por el Padre a salvar al hombre. Como testigos del Evangelio ponen en práctica, en las condiciones ordinarias de la vida, el Mandamiento Nuevo del amor a Dios y al prójimo. Lo hacen animados por el espíritu concepcionista, contemplando a María Inmaculada como el modelo de lo que todos estamos llamados a ser: “santos e inmaculados en su presencia por 6 el amor” (Ef. 1,4). El laico concepcionista opta por la atención a cada persona como sacramento de Dios, lugar en el que El se hace presente desde la Encarnación: “Lo que hagáis a uno de estos, a Mí me lo hacéis” (Cf Mt 25, 40). Fruto de esta certeza es la acogida incondicional a cada persona, la esperanza en sus posibilidades de superación, confiando en la fuerza transformadora del amor que trata de llegar al corazón. La actitud de cercanía a cada persona se traduce en gestos humanos, acogiendo las alegrías, las esperanzas, las tristezas y las angustias de nuestros hermanos. Por esto, el laico concepcionista, trata de vivir al lado del otro y hace de la propia vida un servicio incondicional. Pregúntate: ¿Está en mí este deseo de vivir y extender el Reino de Dios, en mi vida concreta? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Lc 1, 26-38: Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según a tu palabra. Día 5º: Formación en el MLC El laico concepcionista, consciente de la importancia de esta formación permanente: Cultiva sus capacidades humanas, para desempeñar cada vez mejor sus responsabilidades familiares, profesionales y civiles. Profundiza en la fe y las virtudes cristianas creciendo en la unión con Dios para hacer más evangélica su vida. Dedica tiempo a la reflexión y al estudio para profundizar en la Palabra de Dios, la doctrina de la Iglesia, el conocimiento de Carmen Sallés y la espiritualidad concepcionista. Se cualifica permanentemente para el apostolado y el servicio a que está llamado. Pregúntate: ¿En qué y cómo concreto mi formación permanente? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Lc 12, 22-34: Mirad los lirios del campo... vosotros valéis más que ellos. 7 Día 6º: María en el MLC Podemos ver a la Trinidad a través de María y a María a través de la Trinidad, porque en Ella confluyen la Trinidad con la humanidad. Es la primera que tiene una relación más grande con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Con los ojos de María, que es centro del carisma, hemos de ver todo el misterio trinitario. Ella fue Bendecida por el Padre, Amada por el Hijo que engendró el Espíritu en sus entrañas y cuya gracia le acompañó a lo largo de su vida. Todo en nuestra vida nos viene a través de María. María Inmaculada es el eje, el núcleo inspirador del carisma y el punto focal del carisma concepcionista. La espiritualidad concepcionista está fundamentada en el misterio de la Inmaculada Concepción. María Inmaculada es el filtro de las otras dimensiones del carisma. En María está el misterio de la gracia y de la libertad para acogerla y dar respuesta. María Inmaculada es el vértice desde donde se ven los demás aspectos del carisma concepcionista. En Ella se encuentran el ideal y la realidad. Lo que no fuimos al principio lo seremos al final, “santos e inmaculados por el amor” (Ef. 1,4). Pregúntate: ¿De qué forma siento que María está presente en mi vida? (Relata tu experiencia mariana: las huellas de María en tu vida). TEXTOS PARA LA ORACIÓN: Hechos 1, 12-14: Perseveraban en la oración, con Maria, la Madre de Jesús. Jn 2, 1-12: Haced lo que Él os diga Día 7º Unidos en la oración, a Palabra, los sacramentos En el proceso de discernimiento vocacional es fundamental cultivar la relación con Jesús en la Palabra de Dios, la vida de oración y la práctica de los sacramentos. Se busca que los miembros del MLC sean personas ágiles en espíritu, personas que se ejercitan constantemente para escuchar sin demora las llamadas de Dios y responder a ellas con todo su ser. El laico concepcionista se siente responsable en el 8 trabajo, realizándolo bien, siguiendo el consejo de M. Carmen “haz lo que haces, hazlo bien y hazlo por Dios“. Realiza el compromiso apostólico con la oración y ofreciendo al Señor con generosidad el trabajo, los sufrimientos, enfermedades y alegrías. Esta es la misión fundamental de los miembros laicos orantes. Pero de todos los miembros se esperan que sean personas orantes, con capacidad de escuchar los deseos de Dios, con sensibilidad para discernir entre las muchas llamadas de la vida, cuál es la más adecuada al proyecto del Reino de Dios. Pregúntate: ¿Cómo vivo la integración en la vida del trabajo, la fe, el compromiso cristiano…? ¿Mi integración en el MLC ¿me ayuda a participar mejor de la Palabra, la oración, los sacramentos? ¿Cómo los vivo? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Hechos 2, 42-47: eran asiduos en la oración, la fracción del pan,… Día 8º Colaboramos en la construcción del Reino El laico concepcionista se empeña en hacer de su familia una verdadera “Iglesia doméstica” (LG 11b, 35c) e iluminar evangélicamente el ambiente en el que trabaja. Trata de construir un mundo fraterno y solidario trabajando por transformar, en la medida de sus posibilidades, las estructuras injustas de su entorno social. La acción apostólica tiene siempre una dimensión eclesial. Los laicos concepcionistas colaboran en la construcción y crecimiento de las iglesias particulares y de sus estructuras internas, con el testimonio personal y las diversas actividades apostólicas. Promueven el modelo de Iglesia comunitaria y participativa, en la que todos los fieles puedan desarrollar plenamente las responsabilidades y exigencias de la propia misión eclesial. Aquellos que se sienten llamados a ejercer un ministerio especial en la Iglesia, lo realizan con entrega y generosidad. A ejemplo de Carmen Sallés, los laicos concepcionistas viven y promueven el amor y fidelidad a la Iglesia, al Papa y los Obispos, y fomentan la adhesión a su Magisterio, llevando a la práctica las directrices pastorales (Cf CIC 311, 328). El compromiso misionero es parte esencial del carisma concepcionista. Misioneros por el Bautismo y la Confirmación, los laicos acogen el mandato de 9 Jesús “Id y haced discípulos míos” y se comprometen en la obra evangelizadora de la Iglesia, mediante su oración, sacrificio y colaboración. Procurarán despertar esta inquietud misionera en su entorno (Cf CIC 225, 781). Pregúntate: Mi integración en el MLC ¿me ayuda a ser más consciente de mi llamada a ser miembro activo de la Iglesia? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Lc 2, 41-52 Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres. Día 9º Cristo en el MLC Cristo, fue para M. Carmen el centro de su vida, lo experimentó como su Redentor, Pastor y Maestro. El cristocentrismo fue clave en su vida. Ella vivió un amor pasional, un amor personal con Jesucristo, haciendo de Él la Norma de su vida. Las claves de la cristología de M. Carmen son: Esposo, Redentor y Maestro. A ella gustaba llamar a Cristo como el “Dulce Esposo de nuestras almas”. Experimentó el ser redimida a todos los niveles, hasta casi caracterológicamente: de ser ella quien conducía su vida hasta dejarse conducir por El. Bebió a los pies del crucifijo su vocación y misión. Allí comprendió la preservación de la Inmaculada y la dimensión preservativa de la educación. M. Carmen vivió a lo largo de su vida, la experiencia de comunión con Jesucristo y en Él con sus hermanos. Vemos en ella un deseo constante por identificarse con Cristo, por copiar sus actitudes y reproducirlas en su vida y misión. Es una experiencia larga, de mucho trato con Él, hasta copiar sus mismos sentimientos y reproducir su misma vida. En un texto del IV consultor del proceso de la beatificación de M. Carmen se condensa su experiencia espiritual: “M. Carmen sintió sobre sí el dulce peso del amor gratuito y la misericordia infinita de Dios, que la llenó del gozo del Espíritu y la hacía desbordarse en acción de gracias. La gratuidad del amor de Dios la estimuló a corresponder con generosidad a este amor divino recibido y descubierto como historia de salvación a lo largo de su vida, e hizo de la fidelidad a la voluntad de Dios principio unificador de su existencia”. 10 La opción por Cristo y el trabajo del Reino significan para el miembro del MLC optar por el Cristo total. Conocer, amar y servir a los hermanos y hermanas es conocer más a fondo, amar más y servir mejor a Cristo. Pregúntate: Me contesto a la pregunta que un día hizo Jesús a los suyos: ¿Quién dices que soy yo para ti? Y se lo digo a Jesús. TEXTO PARA LA ORACIÓN: Mt 16, 13-25: ¿Quién dicen los hombres que soy yo. Y vosotros ¿Quién decís que soy? Día 10 Fundamentación del Compromiso. El fundamento teológico trinitario. La raíz del compromiso en el MLC no está en nosotros mismo sino en Dios que establece una alianza irrevocable con su pueblo. El Señor es el primero en comprometerse permanente y visiblemente. Dios manifiesta esta alianza en las múltiples liberaciones a lo largo de nuestra historia. Pero la prueba más visible es la Encarnación, en la que nos muestra que Él nos ha amado primero y que su alianza con nosotros es irrevocable. El fundamento antropológico. No somos espíritus puros. Somos humanos y necesitamos que las experiencias más profundas se expresen a través de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos. Nuestra relación con el misterio de Dios se expresa mejor con signos visibles, sacramentales. Somos también seres históricos que viven en el tiempo. Nuestra experiencia espiritual y apostólica se da igualmente en el tiempo. De ahí que el compromiso hecho por los miembros del MLC se hace accesible a los sentidos. El compromiso quiere significar que, en la contingencia del tiempo, nuestra unidad de medida es el Amor de Dios siempre fiel y la plenitud del misterio de Cristo que recapitula en Sí todas las cosas. El fundamento comunitario - eclesial. No vivimos nuestra vocación y misión como individuos aislados. Los vivimos en comunidad y ante la comunidad eclesial, proclamamos que nos sentimos en y con la Iglesia. La comunidad tiene el derecho de ver, oír, sentir y gustar nuestro compromiso. Esto nos ayuda a vivir con coherencia el estilo de vida a que nos hemos comprometido. 11 Vínculos con la Congregación Concepcionista El MLC mantiene vínculos de comunión con la Congregación, al compartir el mismo carisma. Ambos fomentan el conocimiento mutuo, las relaciones interpersonales, la comunicación de dones y los encuentros celebrativos y formativos. El laico concepcionista cuida la comunión fraterna y la colaboración con otros grupos del MLC, mediante el conocimiento e información recíproca, la mutua ayuda espiritual y formativa, y la participación en los compromisos apostólicos comunes. Colabora con espíritu de iniciativa, en la programación, realización y evaluación de la vida y actividades del MLC. Pregúntate: ¿Cómo evalúo mi camino en el Grupo? ¿Cómo percibo mi presencia en él? TEXTO PARA LA ORACIÓN: Jn 15, 1-17 Ya no os llamo siervos... os llamo amigos. VALORACIÓN FINAL 1. ¿Cómo has conseguido vivir esta experiencia religiosa durante estos días? 2. ¿Qué aspectos que más te tocaron, te dieron más ánimo o más te desafiaron? 3. Después de recorrer por diez días un camino de crecimiento en la fe, eres invitada a revisar de nuevo tu disponibilidad para hacer el compromiso de vivir más intensamente tu vida cristiana, como laica concepcionista. 4. Esto implicará la responsabilidad de asumir, con mayor intensidad, tu compromiso cristiano de miembro de la Iglesia, los elementos del Proyecto de Vida del MLC que has tenido oportunidad de revisar durante estos días, Analiza tu disposición mas sincera para esto. 5. Después de decidirte, presenta, por escrito, tu deseo de integrarte oficialmente al MLC y de vivir tu compromiso bautismal de acuerdo con los Estatutos del mismo. 12