TEMA 12- EL CINQUECENTO ITALIANO. ARQUITECTURA. EL TEMPLO, EL PALACIO Y LA VILLA (BRAMANTE, MIGUEL ANGEL Y PALLADIO), ESCULTURA (MIGUEL ANGEL), PINTURA (LEONARDO, MIGUEL ANGEL, RAFAEL Y TIZIANO). Introducción El Cinquecento es el período artístico y cultural que se produce en Italia durante el primer tercio del siglo XVI hasta 1527 (año del Saco de Roma por parte de las tropas de Carlos V). Aunque la palabra “Cinquecento” parece englobar todo el siglo XVI, el período posterior a 1527 se suele denominar “Manierismo”. Durante mucho tiempo se consideró el Manierismo como una fase de decadencia del Arte del Renacimiento. Hoy en día se prefiere no hacer juicios de valor sobre el mismo. El Manierismo es así, el período que va de 1527 a 1600 y es en cierto sentido, una reacción contra el Cinquecento. Asimismo, el Manierismo es un movimiento artístico que anuncia algunas características del Barroco. Al Cinquecento se le considera el período culminante del Arte del Renacimiento y uno de los períodos más idealizados y valorados de la Historia del Arte (es decir, se convierte en un nuevo período “clásico” digno de ser imitado). Esto se debe, en gran parte a tres figuras excepcionales: Leonardo, Miguel Angel y Rafael, que llevan las principales artes a sus más altas cotas de perfección y creatividad. En el Cinquecento la admiración por la Antiguedad Clásica es total (uno de los hitos de esta admiración es el descubrimiento de una copia del Laocoonte en Roma en 1506). De hecho, la imitación del Arte Clásico es mayor y más fiel en este período que en el Quattrocento. Así se puede apreciar en la arquitectura de Bramante y de seguidores suyos como Palladio que llevan a cabo una arquitectura de solemne pureza que simboliza la admiración que estos artistas sentían por las ruinas de la arquitectura romana. Roma sustituye a Florencia como principal centro artístico, y los papas, Julio II, León X y Clemente VII, auténticos príncipes del Renacimiento, actúan de mecenas de los principales artistas. Miguel Ángel es uno de los principales representantes del Cinquecento, un artista genial en todos los campos del Arte: arquitectura, escultura y pintura. Se trata de un auténtico “clásico” que será imitado hasta la saciedad. Sin embargo, también es el iniciador del Manierismo, pues abre el arte del Renacimiento a nuevos lenguajes más dinámicos y enérgicos alejados del Clasicismo. Características Generales de la Arquitectura del Cinquecento. La arquitectura del Cinquecento imita elementos del Arte Clásico incluso de una manera más fiel que la del Quattrocento. Una vez más, la belleza se vincula a los conceptos de proporción, armonía y equilibrio como en la Antigua Grecia. Una de las proporciones más utilizada en el Renacimiento es la antropometría, es decir, la utilización de las proporciones humanas en los elementos arquitectónicos (planta, columna, etc.) Junto a la arquitectura religiosa se desarrolla la urbanística y la arquitectura civil. La principal manifestación de la arquitectura civil es el palacio en las ciudades y la villa en el campo. Planta: el ideal del templo renacentista propugnado por los teóricos es el de planta centrada, pero los arquitectos no siempre la pueden llevar a cabo y por eso la combinan con la planta longitudinal. El caso más importante del Cinquecento fue el debate sobre la construcción de San Pedro del Vaticano. En la construcción de la principal basílica de la Cristiandad se sucedieron varios arquitectos que propusieron soluciones distintas a la construcción y a su vez tuvieron que lidiar con las ideas de los sucesivos papas, comitentes del edificio. También se recupera la idea clásica y bizantina de construir el edificio en función de una gran cúpula (Martirium). Aparte de estas plantas centradas, en el siglo XVI se crea la planta jesuítica: planta longitudinal con nave única ancha y flanqueada por capillas no comunicadas entre sí (recordemos que en el siglo XV la planta albertiana era un precedente de ésta). El palacio del siglo XVI tiene una planta sencilla idéntica a la del Quattrocento: planta cuadrada en función de un patio cuadrado porticado. Valoración estética: Interior: los ideales del interior del templo renacentista son: la unidad espacial (o en su defecto la diafanidad), el espacio perspectivo y la proporcionalidad (antropometría en base al módulo). Principales Ejemplos: Donato Bramante inicia su carrera artística en Milán, pero pronto acude a Roma para acometer la construcción de San Pedro del Vaticano, y allí desarrolla un tipo de arquitectura peculiar. Las características del Arte de Bramante son: Una fidelidad casi científica a los modelos clásicos. Pureza y limpieza de líneas. Desnudez decorativa casi total (por ejemplo sus famosos nichos vacíos) Importancia estética de las proporciones matemáticas. En 1502, Bramante realiza el templete de San Pedro in Montorio en Roma. Se trata de un edificio conmemorativo del lugar en el que San Pedro fue crucificado. Bramante se inspira claramente en un tholos de orden toscano realizado con muchísima fidelidad respecto a los originales romanos. Sin embargo, no es una mera copia pues sobre él añade una balaustrada y una cúpula, de manera que el resultado final es de una gran originalidad. Es difícil no ver en el Templete de San Pedro un martirium, un edificio de planta centrada que conmemora la muerte de un mártir. La utilización del orden toscano es una muestra del deseo de simplificación decorativa, algo similar ocurre con los nichos vacíos. Este templete le servirá como modelo a Bramante para la cúpula con la que pretende coronar el Vaticano. En 1506 Julio II encarga a Bramante la construcción de San Pedro del Vaticano, la iglesia más grande de la Cristiandad que sustituirá a la antigua basílica paleocristiana. En principio, Bramante diseña una iglesia de planta centrada de cruz griega en función de una cúpula flanqueada por otras cuatro. Tiene cuatro torres en las esquinas y cada uno de los brazos de la cruz termina en forma de exedra. La cúpula central es muy característica, pues el tambor tiene una fila de columnas exentas (la cúpula imita el templete de San Pedro in Montorio). Bramante pretende así crear un gigantesco martirium sobre la tumba de San Pedro, sin embargo, sólo podrá realizar los cimientos. A la muerte de Bramante en 1514, Rafael retoma el proyecto pero el papa León X le impone realizar un templo de planta longitudinal a San Pedro del Vaticano. Rafael muere en 1520 y le sucede Sangallo el Joven que vuelve a realizar una planta centrada. En 1546, Miguel Angel vuelve sobre la idea de la planta centrada. Sin embargo, Miguel Angel reforma la idea original de Bramante, pues suprime las torres para dar todo el protagonismo a la inmensa cúpula central. Asimismo, la cúpula que diseña Miguel Angel no es igual que la de Bramante, sino que tiene un sistema constructivo similar a la de Brunelleschi en Florencia, pues superpone una cúpula semicircular al interior con una cúpula apuntada en el exterior. En el tambor sustituye la fila de columnas exentas de Bramante por columnas adosadas pareadas que enmarcan los vanos. El tambor está ligeramente peraltado de manera que parece más airoso. Con la cúpula del Vaticano, Miguel Angel recupera la idea “escultórica” de la arquitectura que tenían los antiguos griegos. La cúpula es tratada como una gigantesca estatua de bulto redondo proporcionada y equilibrada, dispuesta a ser admirada sobre su pedestal. Miguel Angel también diseñó la fachada de San Pedro. En ella utiliza el llamado “Orden Gigante”, unas enormes columnas adosadas, que si bien mantienen las proporciones clásicas, recorren todos los pisos de la fachada como si fuera un inmenso templo clásico. El genial artista florentino no pudo ver terminada su obra, pues los pies del templo fueron ampliados posteriormente por Maderna (traicionando la idea original de Miguel Ángel). Andrea Palladio es el continuador directo del estilo de Bramante en la segunda mitad del siglo XVI, es decir, durante el Manierismo. Palladio trabaja en Venecia y sus alrededores (Venecia es uno de los principales focos manieristas). La obra más célebre de Palladio es la Villa Rotonda de Vincenza (1567-69). Esta Villa responde al ideal renacentista de la residencia rural, racionalmente construida: un universo artificial perfecto construido por el ser humano, pero integrado en otro universo perfecto construido por Dios: la naturaleza. Lógicamente, la Villa Rotonda tiene planta centrada (símbolo de la perfección) y nuevamente alude al pasado clásico con sus cuatro fachadas de templo clásico que preceden a una naos cuadrada cubierta por una cúpula (hay una cierta similitud con el Panteón de Roma). La villa se construye en un alto para ser admirada como una estatua. En todas estas obras el estilo de Palladio es austero pero robusto y contundente. Algo similar se ve en otras obras de Palladio como la fachada de San Jorge el Mayor de Venecia, en la basílica y el Teatro Olímpico de Vincenza. Palladio influirá enormemente en el Barroco anglosajón y en el Neoclasicismo. MIGUEL ANGEL ESCULTOR Como ya hemos dicho, Miguel Angel es el iniciador del Manierismo. En sus inicios, es un artista clasicista como Leonardo, pero a lo largo de su vida evoluciona desarrollando elementos artísticos muy personales que darán lugar al Manierismo. Aunque trabajó en casi todos los ámbitos de las artes plásticas, Miguel Ángel siempre se consideró a sí mismo como un escultor. Toda su vida estuvo condicionada por una gran obra que nunca concluyó: la gran Tumba de Julio II que se ubicaría bajo la cúpula del Vaticano. Las esculturas de Miguel Ángel se caracterizan por su monumentalidad y por el anamorfismo, manifestado en el enorme desarrollo de la musculatura. Se trata de figuras con una gran fuerza interior que representan el movimiento en potencia y no en acto. La expresión del rostro también muestra una enorme fuerza espiritual interior: la terribilitá miguelangelesca. Se trata, por tanto, de un mundo de gigantes musculosos con una gran fuerza interior a punto de desencadenarse. Su mérito es la expresión del movimiento natural y contenido que dota de vida a estos gigantes. El David (1504) de la Academia de Florencia representa el momento en que David observa a Goliat desde lejos y se prepara para lanzar la piedra. En este caso, el contraposto muestra el ligero balanceo del cuerpo de David (movimiento en potencia). David mira a la lejanía, integrando el espacio circundante en la imaginación del espectador gracias a su mirada. El David de Miguel Ángel no es un adolescente como el de Donatello, sino un hombre musculoso, en la plenitud de su belleza física, con una determinación y fuerza interior más propia de un adulto que de un adolescente. La Tumba de Julio II: el Moisés y los esclavos Miguel Ángel estuvo siempre obsesionado por la construcción de esta gigantesca tumba que se ubicaría bajo la cúpula del Vaticano. Nunca la terminará, de ella solo realiza el Moisés, los esclavos y otras esculturas secundarias. El Moisés ubicado en San Pedro in Víncola de Roma representa el momento en el que éste observa indignado el becerro de oro que los judíos han hecho en el Sinaí, traicionando así su alianza con Dios. Moisés se dispone a levantarse para reprenderles y mira iracundo hacia el becerro (movimiento en potencia). El gesto de furia es el mejor ejemplo de la terribilitá. El intenso claroscuro (trépano), la barba y el cabello ensortijados, contribuyen a enfatizar este carácter terrible de Moisés. Las líneas compositivas de la estatua son cerradas y la musculatura muy marcada e incluso exagerada recuerda al Laocoonte. Los esclavos muestran también posturas intencionalmente desequilibradas e inestables (manieristas), y muestran una gran fuerza y vigor. Algunos están inacabados generando un curioso efecto (como si salieran de la piedra; idea que en el siglo XIX seducirá a Rodin). Las Tumbas Medicéas: se trata de las tumbas de los duques Lorenzo y Giuliano de Médicis en la Sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia. Las tumbas están integradas en una arquitectura manierista de ventanas y pilastras interiores similar a la de la Biblioteca Laurenciana. Lorenzo aparece sentado a punto de levantarse (símbolo de la acción) con la representación simbólica de la noche y el día. Giuliano aparece también sentado, pero en reposo (símbolo de la reflexión) acompañado del crepúsculo y la aurora. Estas imágenes simbólicas descansan sobre la base curva del sarcófago y por tanto se encuentran en un equilibrio inestable, en posturas retorcidas y anamórficas con una exagerada musculatura. Las dos tumbas representan la alegoría del perfecto hombre del Renacimiento: el hombre que reflexiona y actúa. El día y la noche son los momentos de la acción, mientras que los momentos de cambio (crepúsculo y aurora), son los momentos de la reflexión. La sucesión del día y la noche también simboliza el inexorable paso del tiempo que acerca al ser humano al momento de la muerte. La Piedad Rondanini: la imagen está inacaba y se caracteriza por dar una sensación de irrealidad y equilibrio inestable. En este caso, la textura inacabada y la ausencia de musculatura desmaterializan la escultura, contribuyendo a enfatizar su espiritualidad. Es interesante comparar esta Piedad con la del Vaticano que Miguel Ángel realizó muchos años atrás para comprobar la evolución de su escultura. PINTURA El Cinquecento es nuevamente un período de enorme desarrollo de la pintura. Sus características generales son similares a las del Quattrocento, aunque las aportaciones de Leonardo y Miguel Ángel deben estudiarse por separado. Temática: La pintura renacentista centra su temática en la figura humana tanto en las obras religiosas como profanas. Leonardo destaca por su análisis de la gestualidad y comunicación psicológica entre los personajes. La riqueza en los gestos de los rostros pintados por Leonardo se basa en un análisis minucioso de la anatomía humana y contribuye a acentuar el dramatismo de los temas. En este sentido, no podemos olvidar el interés que mostró Leonardo por realizar disecciones de cadáveres para analizar los fundamentos anatómicos de la gestualidad. Respecto al retrato, lo más típico del Cinquecento es el retrato en busto de tres cuartos (con lo que rompe con el retrato de perfil quattrocentista). Los retratos pueden aparecer “camuflados” en escenas religiosas y cívicas, aunque cada vez es más típico el retrato sin otra justificación (Rafael es un gran retratista). El paisaje y el bodegón tienen poca importancia, aunque Leonardo y Rafael crean unos fondos paisajísticos muy interesantes. Leonardo insiste en crear paisajes misteriosos e irreales que acentúan el carácter místico de sus cuadros. Elementos formales: Dominio del dibujo sobre el color. Sin embargo, el color va adquiriendo protagonismo paulatinamente. El dibujo es muy preciso, aunque Leonardo tiende cada vez más a realizar un dibujo suelto y difuso (sfumatto). Por contra, el dibujo de Miguel Ángel es muy nítido, y crea un efecto casi escultórico en sus pinturas. Los colores son más vivos y saturados que en el Quattrocento aunque se sigue realizando una aplicación equilibrada y armoniosa de los colores. En general se da una preferencia por los colores primarios utilizados de una manera equilibrada (composiciones basadas en la complementariedad cromática, es decir, en la contraposición de colores cálidos y fríos). Miguel Ángel llegará incluso a una utilización estridente de colores muy vivos anunciando con ello el Manierismo. Es muy frecuente el uso de la geometría y de la proporción matemática para enfatizar la “corporeidad” de los objetos y como elemento compositivo. Así las composiciones basadas en la pirámide se repiten con cierta frecuencia. Aunque la perspectiva lineal continua siendo uno de los ideales del Renacimiento, en el Cinquecento disminuye la obsesión por enfatizar demasiado el efecto de perspectiva, señal de que los pintores la dominan perfectamente. El pintor se suele situar a la altura de los ojos de los personajes de primer plano. Por ello, el punto de fuga se sitúa precisamente entre los ojos del personaje que ocupa el centro. En el caso de que este personaje sea Cristo el punto de fuga simboliza la eternidad, el fin de todas las cosas. A veces, el pintor se sitúa por debajo de la escena que está pintando, por ello la escena queda realzada. Leonardo hace una crítica a la perspectiva lineal (una perspectiva de tuertos según él) que le parece insuficiente por sí sola. Para él la representación verdaderamente científica de la realidad es la perspectiva natural o aérea: perspectiva bifocal que acentúa el efecto del aire sobre los objetos lejanos (esta perspectiva natural se consigue mediante la degradación cromática y lumínica de los planos lejanos) y la utilización del sfumatto (difuminación del dibujo para crear la sensación de irrealidad en los objetos distantes). Las composiciones son menos rígidas que en el Quattrocento, mucho más sintéticas y “naturales”. Sin embargo, continuamos encontrando composiciones muy equilibradas en función de un eje axial (búsqueda del equilibrio compositivo). Se da una preferencia por el triángulo como figura geométrica compositiva. Una de las figuras compositivas más importantes y efectistas es la pirámide regular en vista isométrica de 45 grados. Principales ejemplos: Leonardo Da Vinci: En las distintas versiones de la Virgen de las Rocas (1483-85) realiza un cuadro lleno de misterio. La Virgen y el niño se encuentran junto a San Juan niño y un ángel. Los personajes se relacionan psicológicamente a través de sus miradas, y éstas forman las líneas de una pirámide regular en posición isométrica, lo cual da una sensación de estatismo y quietud. La Virgen y el ángel tienen un género ambigüo (masculino o femenino), de una belleza misteriosa y bastante convencional muy habitual en las obras de Leonardo. El paisaje rocoso e irreal acentúa la sensación de misterio y misticismo. La iluminación es direccional y se produce en planos de profundidad, acentuando la sensación de profundidad. Leonardo destaca por su maestría en la expresión de los rostros y la perfección anatómica de las manos. La Gioconda (1503-05) es un típico retrato renacentista del Cinquecento, de tres cuartos y medio cuerpo. En ella destaca el sublime análisis de la expresión facial famosa por su misteriosa sonrisa. Leonardo hace desaparecer el dibujo previo difuminando las formas y mediante una lenta y paulatina transición entre la luz y la sombra (sfumatto). El extraño paisaje rocoso acentúa el misterio, acentuado por la caprichosa torpeza de crear un horizonte incongruente. Nuevamente la utilización de la luz direccional, las manos y las transparencias muestran el dominio técnico de Leonardo. Otro retrato famoso es la Dama del Armiño. La Cena de Santa María delle Grazie (Milán) (1495-1498). En este fresco Leonardo no representa el momento religiosamente más importante de la Última Cena(la eucaristía), sino el momento más dramático: aquél en el que Cristo predice que uno de sus discípulos le va a entregar. Éstos reaccionan indignados (gran riqueza de gestos y expresión del movimiento), sólo Judas mira a Cristo en silencio (Leonardo lo coloca en un plano de sombra). La composición y perspectiva lineal acentúa la simetría y el equilibrio, pero el punto de fuga tiene un significado simbólico (Cristo, fin y principio de todo). La perspectiva está acentuada por las arquitecturas y los planos de luz y sombra que se suceden en profundidad. Rafael inicia su aprendizaje con el Perugino, sin embargo, tras llegar a Florencia, sus verdaderos maestros serán Leonardo y Miguel Angel. De este modo, la pintura de Rafael es una síntesis de la pintura de estos dos maestros, resumida en sus principales características: equilibrio clásico, belleza ideal, simetría, claridad compositiva, equilibrio cromático y luminosidad difusa o direccional en obras diferentes. Las pinturas de la Sala della Segnatura (1508-12) (La Escuela de Atenas, El Incendio del Borgo, La expulsión de Heliodoro del Templo) muestran la influencia de Miguel Angel (fuertes escorzos, anamorfismo anatómico, expresión del movimiento en potencia, combinación de arquitecturas reales y figuradas), y de Leonardo (composiciones axiales fuertemente equilibradas y muy claras). La Escuela de Atenas, el fresco más famoso de este grupo muestra una impresionante galería de retratos de los artistas, filósofos, etc. que había en Roma durante la primera mitad del siglo XVI. Las madonas de Rafael se caracterizan por una delicada belleza ideal. Se basan en los modelos de vírgenes de Leonardo: composición en forma piramidal, sfumatto, paisajes en perspectiva aérea bastante misteriosos, equilibrio cromático a base de colores primarios: destacamos la Madona del Jilguero, la Madona del Gran Ducca, etc. Rafael es también un gran retratista: León X, Baltasar de Castiglione, El Cardenal (1510), la Fornarina. Rafael profundiza en todos ellos en el retrato psicológico gracias a un claro dominio de la gestualidad humana. También hay que destacar el dominio de las calidades. Miguel Ángel no se consideraba pintor, sin embargo, Julio II le encargó en 1514 la realización de los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina que tendrá que realizar a regañadientes pues su deseo era concluir la tumba de dicho papa. La bóveda de la Capilla Sixtina: en la bóveda de cañón con lunetos de la Capilla Sixtina, Miguel Angel realizó unos frescos que representan el Antiguo Testamento, desde la Creación hasta el Diluvio Universal. Se trata de pinturas manieristas llenas de sorpresas y engaños visuales. Así combina la arquitectura real con arquitecturas fingidas. En cierto sentido, estas pinturas son parcialmente el precedente de la “gloria”, la pintura de bóvedas que simula que la iglesia está a cielo abierto. A ello ayudan los fuertes escorzos. Los elementos formales de las figuras recuerdan a las esculturas de Miguel Angel: anamorfismo, movimiento en potencia, torsión en los movimientos, terribilitá en la expresión. A pesar de utilizar colores estridentes, muy intensos, domina el dibujo sobre el color y el claroscuro (parecen “esculturas pintadas”). Los profetas y sibilas, los “ignudi”, o desnudos parecen inspirarse en el Moisés y las Tumbas Medicéas, con su acentuada representación del movimiento. Lo más resaltable es cómo miguel Angel representa la creación de Adán y el momento en el que Dios le insufla el alma. La acción está suspendida en el momento en el que la mano de Dios va a tocar la de Adán. Se trata de una escena muy humanista en la que Dios y el hombre son representados como iguales (antropocentrismo). El Juicio Final de la Capilla Sixtina: el Juicio Final de Miguel Ángel es muy similar a las representaciones medievales de este tema, sobre todo en la composición en torno a un eje axial. Sin embargo, aquí la escena tiene una fuerza y expresión del movimiento muy intensas. El Juicio Final es un momento terrible en el que la inexorable justicia de un Dios vengativo se cierne sobre los pecadores (es una imagen de Dios muy distinta a la de la Creación). En el infierno los demonios empujan a unos desesperados pecadores cuyos rostros parecen anunciar la pintura Expresionista del siglo XX. Un atormentado Miguel Ángel representa su propio rostro deformado en la piel de San Bartolomé. Está al final de su vida. TIZIANO Y LA ESCUELA VENECIANA. En el siglo XVI Venecia se convierte en el gran centro artístico de Italia, especialmente en lo que se refiere a la pintura. Se considera a la Escuela Veneciana como un caso aparte dentro del Manierismo, y como un auténtico precedente de la Pintura del Barroco. La Escuela Veneciana tiene tanta fuerza, que algunos pintores posteriores se verán muy influídos por ella: El Greco, Rubens y Velázquez por poner tres ejemplos. Materiales y Técnicas: en la Pintura Veneciana triunfa el uso del óleo, los colores están muy saturados. Algunos pintores como Giorgione ni siquiera dibujaban antes de pintar, de manera que las formas quedan a veces desdibujadas. Soporte: el soporte más habitual es la pintura de caballete sobre lienzo a veces de gran tamaño. Tema: la variedad de temas es enorme, pero destacamos como característica veneciana el desnudo femenino y el paisaje. Asimismo, hay que destacar la manera un tanto rebuscada y caprichosa de representar las escenas religiosas. Por último, no podemos olvidar que a veces los venecianos crean obras de una gran ambigüedad temática (¿escenas de género, mitológicas, simbólicas?). Elementos Formales: Dominio del color sobre el dibujo, el “color veneciano” intenso y manierista fue muy valorado en su época como la marca fundamental de esta escuela pictórica. Nuevamente se da importancia a la perspectiva y a la profundidad, aunque a veces, la perspectiva está tratada en forma de ventana lateral. Utilización sistemática de la perspectiva aérea y del sfumatto. Todo ello crea atmósferas “densas” muy diferentes a las atmósferas “limpias” del Quattrocento. A veces se vuelve a utilizar la composición axial renacentista, pero también es muy habitual el uso de las diagonales compositivas. Importancia de la “morbidezza”, la habilidad de representar las carnaciones humanas gracias a las veladuras sobre una imprimación de amarillo de Nápoles. Valoración Estética: la norma de la pintura veneciana es el idealismo. Los pintores venecianos nos pintan un espacio aparentemente realista pero idílico, inexistente. Sus escenas ocurren en espacios naturales idílicos. También hay que destacar el gusto por las escenas religiosas rebuscadas, caprichosas y complejas que a veces rallan la blasfemia, un auténtico precedente del Barroco. Principales Ejemplos: Tiziano: Creó una enorme producción pictórica que abarca todos los temas. Fue el pintor favorito de los reyes de España Carlos V y Felipe II: El Concierto Campestre (1510) (atribuida durante mucho tiempo a Giorgione), representa como Giorgione una escena enigmática y misteriosa en la que se produce una extraña relación entre el ser humano y la naturaleza. En esta obra Tiziano pinta un mundo idílico (¿se trata de una escena simbólica o simplemente de género?). Baco y Ariadna, Bacanal, Danae recibiendo la lluvia dorada (1546), Amor Sagrado y Amor Profano (1515), Venus de Urbino (1538), Retrato Ecuestre de Carlos V en Muhlberg. Otros pintores son Giorgione: Venus Dormida, La Tempestad, etc. Veronés: las Bodas de Caná. VOCABULARIO (16) Columnas pareadas Balaustrada Exedra Orden Gigante Imprimación Sfumatto Anamorfismo Terribilita Ignudi Serpentinata Ventana de perspectiva Pintura alla prima Vedutte Escena de género Morbidezza Grabado