Las Legumbres: Arveja y Garbanzo Ing. Agr. Gabriel María Prieto AER INTA Arroyo Seco – gprieto@arnet.com.ar Palabras clave: Arveja, Manejo de cultivo, Protección, Fertilización , Mercados Introducción Desde hace unos años, la arveja se cultiva en diversas áreas, alcanzando una superficie que llegó en la campaña 2006/2007 a las 70.000 has, sólo en el sur de Santa Fe, constituyendo así una alternativa al trigo como cultivo invernal. Datos de la campaña 2011/2012 del área de la AER Arroyo Seco, indican que de todo lo sembrado en invierno, el 24 % es arveja, el 24 % es lenteja y el 45 % es trigo, quedando un 7 % para otros como cebada, colza, garbanzo y verdeos de avena (Prieto y Vita, 2010; Prieto y De San Vicente, 2011). Características de la especies Las arvejas pueden clasificarse de acuerdo a la foliosidad, al color de grano, a la textura de grano o en función del destino comercial del producto. Así tenemos variedades del tipo semiáfila, cuya característica principal es la de poseer zarcillos muy desarrollados que le dan una estructura de porte más erecto que las foliosas, las cuales son más decumbentes. También hay arvejas de grano verde y amarillas, de grano liso y de grano rugoso, y el producto puede ser para consumo en fresco, o bien como grano seco remojado, o bien como forraje. El garbanzo es una especie, entre las que se pueden diferenciar dos tipos: Desi o Kabuli. Los Desi son cultivados principalmente en Oriente, y la característica principal es que son granos más pequeños, coloreados, con flores colores rosados a púrpuras, mientras que las variedades del tipo Kabuli, son de granos color crema a blanco, con tamaño de semilla grande y flores de color blanco cremoso. Variedades Las variedades más representativas de arveja son Facón (de grano verde liso, foliosa y tamaño de semilla medio chico) y Viper (de grano verde liso, semiáfila y tamaño similar a Facon). Respecto de garbanzo, las variedades más difundidas son Sauco (criolla), Chañaritos y Norteño, ambas obtenidas por la Ing. Julia Carreras de la Universidad de Córdoba. Otras variedades como Mexicano, o Blanco Español, de menor adaptación por su sensibilidad a enfermedades o al frío. Antecesores Dentro de los cultivos antecesores, el maíz es la menos probable ya que en el sudeste de Santa Fe se hace sólo un 5% del área con esta especie. Presenta 3 aspectos a tener en cuenta: el alto nivel de cobertura que favorece el impacto del frío, menor eficiencia de implantación por el alto volumen de rastrojos (que puede subsanarse incrementando la densidad), y la probabilidad de que en cosecha se levanten espigas del suelo, lo que deteriora la calidad comercial de la arveja. El antecesor trigo/soja de 2° suele presentar mejores condiciones de humedad para la siembra, pero en caso de fuertes heladas, debido a la cobertura de suelo, el impacto es mayor, daño que se atenúa en la medida de que las condiciones de humedad sean óptimas. Finalmente, lo más común es que el antecesor sea soja de 1°, con lo que se maximizan las eficiencias de implantación, y por el bajo nivel de cobertura, los efectos adversos de las heladas se ven disminuidos. La desventaja de este antecesor está en el hecho de que ambos cultivos dejan escaso nivel de cobertura, para lo cual el maíz de segunda como cultivo subsiguiente es una excelente opción. Siembra En el caso del garbanzo, la fecha de siembra ideal para la zona Rosafe es desde fines de mayo a principios de junio, de tal manera de contar con buenas temperaturas para la emergencia. Para la densidad de siembra plantearse como objetivo lograr entre 25 a 30 plantas/m2. Se han registrado mejoras en el rendimiento por el estrechamiento de los entresurcos, mejorando cuando llevamos de 52 a 26 cm. En el caso de arveja, la fecha de siembra ideal es todo el mes de julio, con densidades entre 80 a 100 plantas/m2, en hileras a 17.5, o 19 o 21 cm. En ambos casos el tratamiento de semillas con fungicidas de amplio espectro (Fluodoxinil + metalaxil) es esencial a fin de asegurar el nacimiento aún en condiciones adversas de temperaturas. El inoculado de las semillas con las cepas específicas es clave para asegurar el suministro de nitrógeno mediante la fijación biológica de este nutriente. Se han hallado respuestas al aumento de las dosis, especialmente en lotes sin antecedentes de estas especies. Tanto arveja como garbanzo tienen cepas específicas diferentes, por lo que hay que asegurarse de contar con el producto comercial adecuado. Control de Malezas El único registro para control de malezas en garbanzo es para metolacloro y un graminicida postemergente. No obstante ello, el grueso de los lotes se hacen con productos no registrados como imazetapyr, a una dosis de 500 cm3 en presiembra anticipada, En el caso de arveja, la oferta de productos con registro es mayor, pero un altísimo porcentaje se realiza con imazetapyr a razón de 500 cm3 en presiembra anticipada. El control posemergente de malezas en arveja puede realizarse con imazetapir, metribuzim o con graminicidas. En cambio en el garbanzo ni hay registros, ni hay demasiadas alternativas. Fertilización Ambas especies han respondido fuertemente a la aplicación de fósforo, no así a la de azufre ni a la de nitrógeno. El rango de respuesta a la fertilización fosforada en arveja estuvo entre los 200 a 900 kg/ha cuando los niveles de P Bray en el suelo eran de 15 a 5 ppm respectivamente. Hay evidencias de que el garbanzo es más exigente que arveja, con respuestas significativas incluso en niveles de 14 ppm de P Bray. Consumo de agua El cultivo de arveja presenta como ventaja respecto de las gramíneas de invierno, que está consumiendo entre 250 a 300 mm de agua útil, con eficiencias de uso de alrededor de 10 a 12 kg de grano por mm de agua consumido. Esto implica que deja en el perfil de suelo un remanente de agua que es bien aprovechado por los cultivos de verano posteriores (soja o maíz de segunda). Este hecho, asociado a que libera el lote entre 15 y 20 días antes que el trigo, lo convierte en una alternativa para el doble cultivo de características sobresalientes. Pero, por otro lado, ese menor consumo se debe a que en suelos argiudoles típicos y vérticos, el sistema radical de arveja no explora más allá de los 90 a 100 cm de profundidad. En el caso del garbanzo, se han medido exploraciones a no más de 120 cm de profundidad, con consumo de agua de 270 mm en todo el ciclo. Protección Insectos Dentro de las plagas insectiles que afectan el cultivo de arveja, pueden citarse por el impacto que tienen sobre el rendimiento, a los pulgones de la arveja (Acyrthosiphon pisum) requiriendo monitoreos frecuentes previo a floración. Le siguen en importancia la oruga bolillera (Helliothis sp.) de aparición eventual, comiendo casi exclusivamente grano, previo perforado de la vaina, llegando a producir daño hasta luego de madurez fisiológica, e incluso contribuye a la desmejora de la calidad comercial, ya que en la trilla humedece el grano y con la tierra se mancha completamente. En el garbanzo, la más importante es bolillera, eventualmente pulgones y trips. Otras plagas que se pueden dar son el trip (Frankiniella sp.), el brucho o gorgojo del grano (Bruchus pisorum), las isocas cortadoras (Agrotis sp) y finalmente, el complejo de chinches, que últimamente está afectando cada vez más ambos cultivos. Enfermedades Entre los problemas sanitarios del cultivo de arveja encontramos las enfermedades de cuello y raíz, (Fusarium oxysporum f pisi, Fusarium solani f pisi, y el complejo de hongos causante del Damping off, Pythium sp, y Rhizoctonia sp). Para estas enfermedades, las alternativas de control pasan por el tratamiento de semillas, la rotación de cultivos y el uso de variedades tolerantes a estas enfermedades. En el caso de las afecciones foliares, una de las más importantes por el daño que causa el Tizón bacteriano (Pseudomonas pisi) pero de baja frecuencia. Entre las enfermedades foliares causadas por hongos, el Oidio (Erysiphe sp), con sus típicas manchas pulverulentas en hojas y decoloración en vainas, favorecida por condiciones de alta humedad. El Tizón causado por Mycosphaerella pinoides, produciendo manchas pardo rojizas y también afecta cuello y raíz. Es una de las enfermedades de mayores pérdidas en cuanto a la productividad del cultivo, especialmente en años lluviosos. Una de las enfermedades de mayor difusión, la Antracnosis (Ascochyta pisi), promovida por intensas lluvias de primavera, afectando principalmente a las vainas y semillas, y en menor medida al follaje. El Mildiu (Peronospora pisi), en ambientes húmedos y frescos se presenta muchas veces en mayor medida en variedades de porte más bajo y de carácter folioso. Al final del ciclo suelen aparecer otras enfermedades como Septoriosis (Septoria pisi). En garbanzo, las enfermedades de cuello y raíz como Fusarium, Rizoctonia, son las más importantes, mientras que entre las foliares, ha aparecido Ascochyta rabieii (Rabia), la cual es transmitida por semillas, y requiere un monitoreo más exhaustivo a fin de evitar que se instale en el lote. Cosecha y calidad Este es un punto clave, dado que estaremos cosechando un producto que prácticamente va directo a la mesa del consumidor, por lo que toda medida que tienda a obtener un grano sano, seco y limpio es fundamental. En este sentido es necesario el uso de desecantes para uniformar la madurez y anticipar la cosecha. Revisar permanentemente la calidad de cosecha, evitando las roturas de granos, y controlando las pérdidas. Todo evento climático desde madurez fisiológica en adelante, va a alterar la calidad, por lo que es esencial tener presente los pronósticos de lluvia al momento de la cosecha. Mercados Hoy el Mercado mundial de garbanzos se ubica en las 11 millones de toneladas de producción, siendo el principal productor e importador a la vez, India. El principal exportador es Australia, seguido por Mejico. El comercio total es de más de 1 millón de toneladas. En arveja, la producción mundial es de 10 millones de toneladas, siendo el comercio de unas 4 millones de toneladas, liderándolo Canadá con 2.2 millones de toneladas. La realidad indica que la demanda es creciente, y las oportunidades de Argentina son únicas para empezar a ocupar un lugar destacado en el comercio mundial de estas especies.