El falso autostop Pieza sadomasoquista en 3 secuencias Adaptación libre de Mauricio Estrada al texto homónimo de Milan Kundera La escena carece de decorados. El espacio se delimita por elementos esenciales, tales como una mesa, dos sillas, una cama y mucho juego de iluminación. Los personajes son una joven pareja que juega al autostop. SECUENCIA 1 A orillas de una carretera, un hombre y una mujer están sentados, esperando un auto que les ayude a cargar gasolina. Ella está sentada sobre una piedra, él camina inquieto. ELLA: ¡De haber sabido que se quedaría sin gasolina! ÉL (entre dientes): Miserable. ELLA: El miserable es usted, quién sabe cuántas mujeres le piden aventón en la carretera cuando conduce solo. (Él se le acerca y la besa en la frente con ternura) ÉL: Creo que tendremos que esperar un buen rato. (Cambiando la intención). Sabe, hoy estoy de suerte. Hace años que conduzco pero nunca había llevado a una autostopista tan bella. ELLA: Parece que sabe mentir muy bien. ÉL: ¿Tengo cara de mentiroso? ELLA: Tiene cara de disfrutar mintiendo a las mujeres. ÉL: ¿Eso le molesta? ELLA: Si estuviera saliendo con usted me molestaría, pero como no lo conozco, no me importa. ÉL: Pues sí, y como no tenemos nada que ver, podríamos entendernos bien. ELLA: ¿Y qué? Si dentro de unos kilómetros nos vamos a separar. ÉL: ¿Y si decidiera detenerme en el mismo lugar que usted? ELLA: ¿Y qué iba a hacer usted conmigo? ÉL: Con una mujer tan guapa no necesitaría pensar demasiado qué hacer. (Se acerca) ELLA: Me parece que va demasiado rápido. ÉL: Perdone señorita, no volveré a tocarla. ¿y qué va a hacer en Bystrica? ELLA: He quedado con alguien. ÉL: ¿Con quién? ELLA: Con un señor. ÉL: ¿Y qué pasaría si no llega a su cita? ELLA: Sería culpa suya y tendría que ocuparse de mí. ÉL: No tenga miedo, puedo ocuparme de usted. SECUENCIA 2 (Música, oscuro. Luz. Ahora se encuentran sentados a la mesa en restaurante) ELLA: Bueno, y ahora ¿cómo se va a ocupar de mí? ÉL: Algo se me ocurrirá. ¿Gusta un vodka? ELLA: Claro. ÉL: A su salud. ELLA: No se le ocurre un brindis más ingenioso? El ingenio de un hombre es sumamente importante. (Bebe de golpe, vuelve a servirse mientras él la observa) ÉL: Bien, entonces no brindaré por usted, sino por su especie, en la que se conjugaron tanto acierto lo mejor del animal y lo peor del hombre. ELLA: Cuando habla de esa especie ¿se refiere a todas las mujeres? ÉL: No, me refiero solamente a las que se parecen a usted. ELLA: De todas maneras no me parece gracioso comparar a una mujer con un animal. ÉL: Bien, entonces no brindo por su especie sino por su alma. (Ella bebe de golpe nuevamente y se levanta, bailando de forma atrevida y seductora) ELLA: Mire, aquéllos hombres no dejan de verme. ÉL: No se asombre, usted tiene aspecto de ramera. ELLA: ¿sabe que no me molesta en absoluto? ÉL: Debía haberse ido con el señor al cual iba a ver. ELLA: Ya le tengo a usted. ÉL: O puede irse con alguno de ellos, ¿por qué no? ELLA: Ninguno me gusta. ÉL: Pero no tiene usted inconveniente en estar una misma noche con varios hombres. ELLA: Si son guapos, adelante. ÉL: ¿los prefiere uno tras otro o al mismo tiempo? ELLA: De las dos maneras. ÉL (Sacando la billetera y dejando unos billetes sobre la mesa): Entonces, vámonos. ELLA: ¿A dónde? ÉL: No preguntes y camina. ELLA: ¿Con quién cree que está hablando? ÉL: Con una puta. (Ella lo mira molesta, mientras él la lleva del brazo) ELLA: Espera. ÉL: ¡Aguanta! Oscuro, música. SECUENCIA 3 Una habitación en la que sólo se perciben una silla y una pequeña cama. ÉL: ¿Qué esperas? Desnúdate. ELLA: ¿Para qué? ÉL (extrayendo dinero de su billetera): ¿Es suficiente? ELLA: No me valora demasiado. ÉL: No vale más. ELLA (Abrazándose a él): Por favor, no te portes así conmigo. Ven, dame un beso. ÉL: Sólo beso a las mujeres cuando las quiero. ELLA: ¿y a mí no me quieres? ÉL: No. ELLA: ¿Y a quién quieres? ÉL: ¿A ti qué te importa? ¡Desnúdate! ELLA (Desnudándose lentamente con miedo, trata de ir hacia él): Se acabó el juego. ÉL: ¡Quédate donde estás! Quiero verte bien. Baila. (Ella comienza a bailar tímidamente y llora) Deja de llorar, ya cobraste. (Ella continúa el baile, él se levanta, la avienta de golpe hacia la cama, la penetra. Oscuro, se escucha fuerte grito. Música, luz. Él está sentado en la cama, semivestido. Ella llora.) ELLA: Soy yo, soy yo, soy yo. (Él intenta acariciarla pero se arrepiente, extrae un cigarro, lo enciende, se levanta.) ÉL: Anda, aún nos quedan diez días de vacaciones. Música, oscuro.